Las Liburnas, eran navíos militares ligeros y espaciosos, utilizados tanto en el mar como en los ríos. Los más grande llevaba unos cincuenta remeros y podía transportar a más de treinta personas, además de dos caballos. Museo Arqueológico de Zadar, Departamento de Arqueología Subacuática, Croatia
Transporte de caballos por mar
Durante el Imperio Español y de caballos de carreras en la Antigüedad
Antes de entrar en el texto de la llegada de los caballos a América es necesario y conveniente introducir la historia sobre el transporte de caballos por mar en la antigüedad.
El transporte de equinos en barcos no era fácil y tuvo su origen en los traslados por mar de caballos y jinetes para los enfrentamientos bélicos. La experiencia adquirida fue la base que se usó posteriormente para los desplazamientos de los magníficos ejemplares de carreras de los juegos.
La importancia que con el tiempo adquirió el traslado de estos animales supuso la evolución de las embarcaciones utilizadas para ello, desde las antiguas triereis transformadas para este cometido, hasta la creación de una especializada para el transporte de caballos, el hippagogós.
Los primeros testimonios acerca del transporte equino los recoge Heródoto en su obra sobre las Guerras Médicas, donde se alude al traslado de caballería en barcos militares. La siguiente referencia es de Tucídides, quien menciona que la armada ateniense poseía una nave específica para transportar caballería durante el transcurso de la guerra del Peloponeso. Eran viejas triereis, unos barcos de guerra en los que se modificaba la disposición interna para el traslado de estos animales. De los doscientos remos que tenía el barco ateniense, se reducían a sesenta, y entre cada uno de ellos se colocaba un caballo. Suponía que se podían transportar como máximo treinta equinos por embarcación.
Otra forma de llevarlos de un lugar a otro era con liburnas o lembos, unas embarcaciones de origen ilirio empleadas entre los siglos IV y III a.C. para desembarcos bélicos y piráticos, de varias medidas y posteriormente muy utilizados por los romanos.
Eran navíos militares ligeros y espaciosos, utilizados tanto en el mar como en los ríos. El más grande llevaba unos cincuenta remeros y podía transportar a más de treinta personas, además de dos caballos. Su objetivo no era el transporte de animales, pero constituye un ejemplo de las primeras adaptaciones para su traslado.
Una muestra aparece en uno de los relieves de la columna Trajana, donde
se puede ver una barcaza de río, sin timón ni mástil, tripulada por un
remero y transportando tres caballos en un contexto claramente militar....