CALIOPE-CONSUELO GINER Y SU POEMARIO
Voy a ser breve y, si encima consigo ser bueno, haré honor a aquel conocido aforismo de Baltasar Gracián que ha triunfado sobre los otros 299 que completan su libro ‘Oráculo manual y arte de prudencia’, aforismos necesarios, a su juicio, para triunfar en la sociedad de su tiempo: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”. No sé si lo conseguiré, pero estoy plenamente convencido de que María del Consuelo Giner Tormo se hace acreedora al aforismo con su flamante poemario ‘Dioses y hombres’. Lo lee uno con fruición. Se llega al final y te quedas con ganas de disfrutar más.
Tres elogios me parecen indispensables, el primero de todos, y fundamental, para la calidad de los versos, poema tras poema, como una música que acaricia el alma, palabras siempre suaves y delicadas, verso a verso, derrochando inteligencia poética y sentimientos elevados, casi divinos, haciendo justicia a la dignidad de los dioses y de los escritores que las musas impusieron a la autora. Segundo elogio para las ilustraciones de ese genial pintor que es Ramón Palmeral, ilustraciones que acompañan a las palabras y son un lenguaje enriquecedor de un libro que, editorialmente (y este es mi tercer elogio) es una verdadera joya.
Cuarenta poemas para 20 divinidades mitológicas (realmente 19 más una que diría es el Dios Todopoderoso, Pantocrator, no mito) y para 20 figuras destacadas de la literatura hispanoamericana. Cuarenta cánticos que han nacido de lo que Consuelo llama, en su ‘preludio de unión’, como aperitivo del poemario: ¡“Dios que pareces un hombre/ aunque te vistas de líder!/ ¡Hombre que la vida encumbra/ compartiendo con Dios lides!/ ¡Todos los dioses son Uno! ¡Su imagen los hombres fíen’!
Cuarenta poemas, 20 divinidades y 20 excelsos escritores. No están todos los dioses; no están todos los grandes de la mitología. No están todos los genios de la literatura hispana, una galaxia soberbia. Ignoro si Consuelo está abierta a nuevos poemarios similares al que el lector tiene en sus manos. De lo que no tengo duda es del disfrute íntimo que nos obsequia con este delicado cántico espiritual, con ese nombre compuesto por dioses y hombres.
Consuelo es como Caliope, musa y diosa de la poesía. De Caliope se cuenta que fue invocada por Virgilio para escribir los hermosos versos de la Eneida. Caliope fue la madre de Orfeo, el cual, cuando tocaba su lira, calmaba a las fieras y congregaba a los hombres para que sus almas descansaran. De todo esto hay en el poemario de Consuelo Giner Tormo.
Para terminar pido un aplauso, no para mí, sino para esta Caliope-Consuelo, en cuyo poemario van a encontrar nuestras almas descanso gozoso, placer orfeico.
Texto leído por RAMÓN GÓMEZ CARRIÓN (periodista y escritor)
En el acto de presentación del libro Dioses y hombres, en el la Sala Cultural del Casino Mediterráneo de Alicante el miércoles 4 de junio de 2025
