Don Juan Carlos quería tener una
despedida especial con los «viejos rockeros» de la política
en España, aquellos dirigentes de la «vieja guardia» de los partidos
que vivieron con él momentos decisivos en la Transición y en los
primeros años de la democracia que echaba a andar en nuestro país, con
muchos momentos de dificultad, pero también de éxitos por parte de
todos. Anoche, la última del Rey antes de sancionar la abdicación de la
Corona y pasar a una segunda fila, compartió mesa y mental con una
treintena de políticos veteranos, algunos en activo todavía, casi todos procedentes de UCD y el PSOE.
La cena fue en el restaurante Currito, en la Casa de Campo de Madrid,
especializado en cocina vasca, pescados y carnes rojas. Fue la ocasión
perfecta para que los comensales recordaran los acontecimientos
políticos que compartieron, unos en el Gobierno, otros en la oposición,
el Rey como jefe de Estado y en el papel de árbitro y moderador que le
confiere la Constitución, y todos protagonistas de la misma historia
compartida.
A la mesa se sentaron dos de los padres de la Constitución,
Miquel Roca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, y también un
vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, «número dos» de Felipe
González durante muchos años.
Exministros en la mesa
A la cena asistieron también los exministros socialistas,
en los gobiernos de González, José Luis Corcuera, Virgilio Zapatero,
Carlos Solchaga, José Barrionuevo, Fernando Ledesma y Rosa Conde, entre
otros.
Entre los políticos en activo que acudieron a la despedida
de Don Juan Carlos, además de Alfonso Guerra, que sigue siendo diputado y
que estará mañana, jueves en el juramento y proclamación de Felipe VI,
se encontraba Soledad Becerril, actual Defensora del Pueblo,
dirigente histórica de UCD, ministra de Cultura conLeopoldo Calvo
Sotelo y alcaldesa de Sevilla con el PP entre 1995 y 1999. Becerril fue
diputada en las Cortes en las primeras legislaturas de la democracia, y
conoció de primera mano todo el proceso de la Transición, con el Rey a
la cabeza.
Otros políticos que acudieron a la despedida del Rey fueron
el expresidente autonómico José Antonio Rodríguez Ibarra, el
exsindicalista Julián Ariza, los exministros de UCD José Luis Leal y
Juan Antonio Ortega y Díaz-Ambrona y el expresidente de la Comunidad de
Madrid Joaquín Leguina. Tampoco faltó Alberto Oliart, que forma parte de
la vieja e histórica guardia de UCD (fue ministro de Industria, Sanidad
y Defensa), pero que ha estado en activo hasta hace relativamente poco:
entre 2009 y 2011 fue presidente de RTVE. Otro «viejo rockero» de la política
como Rafael Arias Salgado, ministro con UCD y luego con el PPde José
María Aznar, también estuvo en la cena compartiendo recuerdos y mil
batallas políticas con Don Juan Carlos y el resto de compañeros de mesa y
mantel. No faltaron históricos socialistas como JuanJosé Laborda,
expresidente y firme defensor de la Cámara territorial, el Senado, o
Francisco Fernández Marugán, uno de los diputados más apreciados y
queridos en el Congreso por unos y por otros durante sus años en las
Cortes. Matías Rodríguez Inciarte, presidente de la Fundación Príncipes
de Asturias, fue otro de los asistentes a la cena del Rey.
No es la primera vez que Don Juan Carlos se ve con este grupo de
unos treinta políticos y expolíticos, pero la de anoche era una cena
especial por el significado que tenía, a pocas horas del cambio de
página que se iba a producir en la historia de España. «Aquí seguimos los viejos rockeros», resumió el Rey con mucho humor unos días antes en un acto público.
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