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ARTICULOS DE OPINION
Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.
viernes, 5 de septiembre de 2025
CENTENARIO DEL DESEMBARCO DE ALHUCEMAS (PROTECTORADO ESPAÑOL DE MARRUECOS 1925-2025)
CENTENARIO
DEL DESEMBARCO DE ALHUCEMAS (PROTECTORADO ESPAÑOL DE MARRUIECOS 1925-2025)
Ramón Fernández
Palmeral
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Estoy seguro que este aniversario no se celebrará por las personas
implicadas en el desembarco de hace 100 años
Antecedentes
En el año 1923, tras el golpe de Estado del generalMiguel
Primo de Rivera, con los nuevos ataques del líder rifeño Abd el-Krim, se retomó la iniciativa de
perpetuar el Protectorado español del Rif en Marruecos. Aprovechando que los
franceses también habían sido atacados por los rifeños, los españoles
negociaron para organizar una respuesta bélica
y conjunta para lograr la paz hasta abril de 1956 en que lograría su
independencia.
Esta cooperación culminó en el Desembarco
de Alhucemas, llevado a cabo el 8 de septiembre de 1925, ideado y
coordinado por el general Gómez
Jordán-Sousa Jefe del Estado Mayor de Primo de Rivera; habiendo estudiado
previamente el desastre del desembarco anglo-francés de Galípolis (Turquía
1915, en la I Guerra Mundial) Este acontecimiento marcó un punto de inflexión,
ya que el desembarco conjunto se llevó a cabo con éxito y permitió detener la
sangría en el Protectorado marroquí, además de mitigar, en lo posible, las
secuelas del desastre de Annual de julio de 1921 con la muerte de unos 9,000
españoles y estuvo a punto de costarnos Melilla, sino llega a ser por la ayuda
del jefe rifeño Abdelkader, que se puso alas órdenes el general Marina, comandante general, para defender Melilla
hasta la llegada de las tropas nacionales de refuerzo. Desembarco que sería el
inicio de la campaña 1925/1927 para lograr la pacificación del Protectorado del
Rif y la zona rebelde de Yebla, logrando en 2 años lo que no se pudo lograrse
en los 16 años anteriores, y hacer valer la autoridad el Sultán, ante las
pretensiones de Abd-el-Krim de crear la República independiente del Rif.
Sin embargo, es probable que este célebre y afortunado episodio no sea
ampliamente conmemorado. La razón podría estar en la presencia de figuras como
el coronel Francisco Franco, Carrero
Blanco, Sanjurjo, Goded, Millán Astray y la Legión, apoyados por franceses
y un cúmulo de héroes africanistas que participaron en aquella operación, que
serviríamás tarde como ejemplo por los
aliados de la II Guerra Mundial paradesembarco de Normandía en junio y agosto de 1944. En un contexto
políticos de izquierda actual, marcado por los "50 años de la muerte de
Franco y las libertades", no resulta conveniente para el gobierno de Pedro Sánchez y sus patricios políticos
celebrar este hecho histórico, evitando así entrar en un debate lleno de
explicaciones polémicas y sesgadas tendencias políticas, y además contentar al
rey Mohamed VI de Marruecos.
Planteamiento deldesembarco hispano-galo
Francia obtuvo un papel predominante en Marruecos tras esta conferencia de
Algeciras de 1906, aunque técnicamente Marruecos no se convirtió en un
protectorado francés hasta la firma del Tratado de Fez en 1912.
Desde la conferencia de Algeciras, Francia fue reconocida como la potencia
encargada de liderar las reformas en Marruecos, especialmente en asuntos de
seguridad, economía y administración, pero debía colaborar con otras potencias,
como España, que también tenía intereses en la región.
El establecimiento formal del protectorado francés y español en Marruecos en
1912 dividió el territorio en dos zonas de influencia: una bajo control
francés, que abarcaba las mejor y mayor parte del Magreb, y otra más pequeña
bajo control español, en el norte conocido como el Rif en la zona de Melilla y
Nador, rica en minas de hierro, donde más tarde los españoles construyeron un
ferrocarril de vía estrecha Nador- Tistutin, y posteriormente comunicada con el
puerto de Melilla.
En la intervención aérea destacó la necesidad de coordinar las aeronaves de
la Aviación Militar y la Aeronáutica Naval española junto con la Aeronavale Francesa, fuerza comandada
por el general francés Enri Philipe Pétain.
Esta cooperación se realizó en conjunto con la flota combinada hispano-gala
para apoyar el desembarco de las tropas españolas, consolidar las playas y
avanzar hacia Axdir, centro neurálgico de la rebelión de Abd el-Krim de la
cabila de Beni Urriaguel, la más rebelde.
El
desembarco tuvo lugar durante tres largos días. Las 24 barcazas con las tropas
españolas, desembarcaron entre la playa de Ixadin y la playa de la Cebadilla.
Al mando de la brigada de Ceuta estaba el general Leopoldo Saro Martín con 9.300 hombres que se dividieron en tres
columnas bajo los mandos de los coroneles Francisco Franco, Miguel Campins y
Martín González...
El texto seguirá en la revista Meer/Internacional de 20 de septiembre 2025
¿A quién le interesa la Historia española? A mí, y a unos cuantos más
Roberto Muñoz Bolaños,
especialista en historia militar: “El líder rifeño Abd el-Krim planteó
dotarse de aviones para bombardear Málaga con gas mostaza”
Entrevista
El especialista en historia
militar Roberto Muñoz Bolaños publica su investigación sobre el
desembarco de Alhucemas coincidiendo con el centenario de la acción
española en Marruecos
Roberto Muñoz Bolaños, doctor en Historia Contemporánea
El próximo lunes 8 de septiembre 2025 se cumplen 100 años del desembarco español en Alhucemas,
una operación que contribuyó al desenlace de la larga y sangrienta
guerra de Marruecos. Roberto Muñoz Bolaños, uno de nuestros mejores
especialistas en historia militar, reconstruye la gestación de aquel
éxito con frecuencia tan mitificado. El resultado de su investigación se
plasma en Alhucemas 1925. El desembarco que decidió la Guerra de Marruecos
(Desperta Ferro, 2025), un estudio que presenta múltiples atractivos.
Para empezar, la utilización de fuentes primarias procedentes del
Archivo del Congreso de los Diputados o el Archivo General Militar de
Madrid, entre otros depósitos documentales.
Por
otra parte, encontramos una perfecta labor de contextualización. Bolaños
retrocede al siglo XIX, cuando ya se hablaba de realizar un desembarco
en el mismo lugar. Tiene muy presente, además, la situación
internacional. Si queremos entender lo que sucedió no debemos olvidar
que Wilson, el célebre presidente de Estados Unidos, había defendido el
derecho de autodeterminación de los pueblos. Eso impulsó la lucha de los
rifeños por su libertad.
Muchas
veces se ha dicho que la implicación española en el norte de África fue
una consecuencia del desastre de 1898. ¿Podemos o no hacer esta
relación causa-efecto?
No y sí. No porque el interés del Ejército español por Marruecos es anterior al desastre.
Desde la segunda mitad del siglo XIX empezó a manifestarse el deseo de
expansión en este territorio, como consecuencia del inicio de la
expansión imperial occidental y el deseo de los militares de
“fortalecer” el espíritu nacional de los españoles a través de una
guerra de conquista. Fue precisamente entonces cuando se hicieron los
primeros estudios para un posible desembarco en la costa mediterránea de
Marruecos. También en la segunda mitad del siglo XIX tuvieron lugar dos
conflictos en el país norteafricano: la guerra de África (1859-1860) y la de Melilla (1893).
Y
sí porque, tras el desastre de 1898, los diferentes gobiernos,
especialmente aquellos dirigidos por el Partido Liberal, comprendieron
dos cosas. Por un lado, que sin unas garantías de defensa y conservación
del territorio español a lo largo del eje Baleares-Ceuta y
Melilla-Estrecho de Gibraltar-Canarias, la soberanía y la integridad
territorial de España no podrían mantenerse en una conflagración europea
que se extendiese por el Mediterráneo occidental y el Atlántico medio
oriental. Por otro, que era necesario dotarse de un imperio para volver a
tener presencia en el contexto internacional. Esa expansión territorial
solo podía darse, por exclusión, en Marruecos.
Se
habla a menudo del africanismo como un fenómeno exclusivamente español.
¿Qué imagen tenemos de los generales hispanos que combatieron en
Marruecos si consideramos su actuación en un contexto internacional?
El
término “africanista” en la historiografía española corresponde a un
militar formado en Marruecos, caracterizado por una forma de hacer la
guerra expeditiva, cruel, “colonial”, que luego aplicó durante nuestro
conflicto civil en el territorio español, y adscrito ideológicamente a
posiciones de derecha y extrema derecha. Estas características no son
propias del Ejército español, sino que se manifiestan en todos los
Ejércitos europeos/occidentales, desde Rusia a Estados Unidos, como
consecuencia de una nueva cultura militar basada en el
nativismo-racismo, una ideología netamente conservadora, y el empleo de
una violencia extrema para hacer frente a los problemas
político-militares. Por otra parte, hay que contar con la aparición de
una nueva forma de conflicto, la “guerra total”, que no distinguía entre
combatientes y civiles.
Guerra de África. Entrada de las tropas españolas en Tetuán el 6 de febrero de 1860. Litografía de Bernardo Blanco y Pérez
PHAS/Universal Images Group vía Getty Images
La
conclusión que se extrae, por tanto, es que los africanistas españoles
no se distinguieron ni por su ideología ni por su forma de combatir de
sus homólogos franceses en Argelia, británicos en Sudáfrica, alemanes en
Namibia, rusos en el Cáucaso, italianos en Libia y Etiopía y
norteamericanos en su propia patria y en Filipinas.
Los españoles, en Marruecos, utilizaron armas químicas. ¿Qué sabemos acerca de su empleo y sus efectos?
El
empleo de armas químicas estaba prohibido teóricamente desde la
Conferencia de La Haya en 1899, aunque se usaron masivamente en la Primera Guerra Mundial
y posteriormente en los conflictos coloniales del periodo de
entreguerras. En el caso de Marruecos, el uso de armas químicas fue una
manifestación más de la guerra total librada en este territorio,
especialmente tras el desastre de Annual de 1921.
El
elemento químico utilizado fue el gas mostaza, o iperita, mediante
proyectiles de artillería y bombas de aviación. Sus resultados, desde un
punto de vista militar, que no humano, fueron muy satisfactorios, ya
que los militares españoles se mostraron partidarios de su empleo
masivo. Por el contrario, para los rifeños constituyó un arma
terrorífica que no solo provocó la necesidad de cavar cuevas para evitar
sus efectos, sino que les desmoralizó profundamente. Su efecto era tan
fuerte que Abd el-Krim planteó dotarse de aviones para bombardear Málaga con iperita.
¿Por
qué le costó tanto a España imponerse en la guerra del norte de África,
que duró prácticamente veinte años, entre 1909 y 1927?
Por
tres razones fundamentalmente. La primera, la impopularidad del
conflicto, que limitaba enormemente la acción de los sucesivos
gobiernos, temerosos de que las bajas provocaran graves incidentes en
España, semejantes a la Semana Trágica de 1909.
Semana Trágica en Barcelona, 1909
Terceros
En
segundo lugar, las pésimas condiciones en las que se encontraba el
Ejército español desde antes de 1898. Solo cuando se construyó una nueva
fuerza armada, integrada por unidades profesionales (legionarios, regulares), fue posible comenzar a revertir el resultado de esta contienda.
En
tercer lugar, el empleo de una táctica equivocada, articulada
fundamentalmente sobre puestos relativamente fortificados y aislados,
los blocaos, que solo tras Annual comenzó a ser sustituida por columnas
móviles coordinadas por radio. Estas tres dinámicas fueron la clave de
que un territorio no mayor que Cáceres tardase en conquistarse casi
veinte años.
El general Batet, en un informe famoso, habló de la corrupción en el ejército español de Marruecos.
El entonces coronel Domingo Batet Mestre participó en la instrucción del célebre Informe Picasso.
Este documento se elaboró para dirimir las responsabilidades por el
desastre de Annual. Batet, cuyas relaciones con los africanistas eran
nulas, fue muy duro en su informe, acusándoles de incapaces, corruptos,
alcohólicos y drogadictos: “Los oficiales de Regulares y del Tercio se
sienten valientes a fuerza de morfina, cocaína o alcohol”.
Evidentemente,
estas afirmaciones se hicieron sobre una base sólida, pero también
fueron producto de la inquina que Batet sentía por los africanistas, ya
que resulta difícil admitir que estas prácticas fueran generalizadas.
Los
militares españoles no extrajeron lecciones de la conquista francesa de
Argelia en el siglo XIX, y así les fue. ¿Hubieran tenido más éxito con
un conocimiento histórico más profundo?
Probablemente
sí, si los militares españoles hubieran conocido las tácticas que
Thomas Robert Bugeaud empleó en Argelia en la primera mitad del siglo
XIX. Se basaban en cinco principios: movilidad, cuidado del soldado,
liderazgo, potencia de fuego y empleo de unidades profesionales, a los
que había que sumar una guerra total donde no se distinguían
combatientes de no combatientes. El resultado de su aplicación fue la
derrota completa de la rebelión de Abd el-Kader.
Los
militares españoles desconocieron esa campaña, a pesar de que Bugeaud
publicó sus memorias. Solo tras los primeros descalabros que tuvieron
lugar a partir de 1909 empezaron a aplicar los principios del mariscal
francés, que se convirtieron en dominantes tras el desastre de Annual y
que serían una de las claves de la victoria final en 1927.
El desastre de Annual dejó más de ocho mil muertos en el ejército español
Terceros
Da
la sensación de que Abd el-Krim fuera un patriota marroquí, pero no es
cierto. Él luchaba por la República del Rif. Suponemos que, por eso
mismo, debe de ser una figura incómoda en Marruecos.
Efectivamente,
existe una diferencia clara entre el sultán de Marruecos y el caíd de
los Beni Urriaguel. El primero, Muley Yúsuf, monarca entre 1912 y 1927 y
bisabuelo del actual rey de Marruecos, pactó con franceses y españoles y
aceptó el establecimiento de un protectorado sobre el territorio
marroquí. El segundo, Abd el-Krim, émulo de Mustafa Kemal Atatürk,
se rebeló contra España, atacó a los franceses, intentó establecer una
república independiente y soberana en el Rif y fue derrotado por una
alianza francoespañola que contaba con el apoyo del sultán.
Su
proyecto político sigue vivo en el actual Partido Nacional Rifeño, que
se considera heredero del caíd de los Beni Urriaguel y que aspira a la
independencia de esta región marroquí. Recientemente su presidente,
Ridouane Oussama, no ha dudado en afirmar: “A España le interesa un Rif
independiente para librarse del chantaje migratorio de Marruecos y su
reclamación de Ceuta y Melilla”.
Por
tanto, no solo Abd el-Krim, sino también el desembarco de Alhucemas,
son incómodos en Marruecos, ya que el primero representa un proyecto
político secesionista y el segundo contó con el apoyo del monarca
marroquí del momento y resultó clave para la derrota de un movimiento
anticolonial surgido en el sultanato, que iba en contra de las potencias
“protectoras”.
¿Por qué la realización de un desembarco como el de Alhucemas presenta tantos problemas técnicos?
El
desembarco es la cuarta fase de una de las operaciones militares más
difíciles que existen: un asalto anfibio. Las otras son planificación y
preparación, operaciones previas, desplazamiento de la fuerza,
consolidación y explotación. Ya en la Antigüedad pudo comprobarse la
dificultad de este tipo de acciones.
La
complicación aumentó como consecuencia de los avances técnicos que se
produjeron en la Edad Contemporánea, que obligaron a los atacantes a
cumplir cinco requisitos: superioridad naval sobre el defensor, para que
no pueda detener la operación en la fase de desplazamiento al objetivo;
intensa preparación de la fuerza que debe desembarcar; alto nivel de
cooperación entre los diferentes servicios armados; lograr la sorpresa,
para evitar que el enemigo te esté esperando en las playas, donde
resulta relativamente fácil detener la invasión; y sobre todo contar con
predominio militar-tecnológico, ya que los defensores siempre tienen
ventaja sobre la fuerza anfibia, pues no deben desplazar sus efectivos
por mar y disponen de tiempo para preparar sus defensas.
El historiador Roberto Muñoz Bolaños
Cedida
Si
a estas dinámicas se suma, además, la superioridad militar-tecnológica,
el asalto estaría condenado al fracaso. Por tanto, es absolutamente
necesario que en una operación de este tipo el atacante tenga al menos
esta ventaja para que su acción tenga alguna posibilidad de éxito.
¿En qué consistió la ayuda francesa a España? ¿Cuál fue el protagonismo del general Pétain?
La
ayuda francesa tuvo dos vectores fundamentales. Por un lado, el apoyo
aeronaval brindado para desarrollar la fase de desembarco. Por otro, el
apoyo terrestre desde el sur para contribuir al éxito del asalto
anfibio. ¿Esta ayuda resultó clave? Sí, porque a pesar de que el
gobierno francés buscó finalizar el conflicto mediante la negociación,
su alianza militar con España contribuyó a debilitar la resistencia de
Abd el-Krim, que asumió que era imposible derrotar a las dos potencias
coloniales si actuaban conjuntamente, y provocó su derrota final.
En esta dinámica, la figura del jefe de las fuerzas francesas en Marruecos a partir de 1925, el mariscal Philippe Pétain, fue clave, porque el “héroe de Verdún”, en contra del parecer de su propio gobierno y del propio Primo de Rivera,
apostó desde el primer momento por la vía militar para derrotar al
líder rifeño. Este planteamiento resultaría a la postre decisivo para
conseguir la victoria sobre Abd el-Krim en 1926 y lograr la pacificación
completa de la zona española del Protectorado al año siguiente.
Abd el-Krim en 1921
ARCHIVO DIAZ CASARIEGO/ EFE
¿Temía el dictador Miguel Primo de Rivera que Alhucemas pudiera convertirse en una base comunista? ¿Por qué?
Sí,
aunque Abd el-Krim rechazó cualquier vinculación con esta ideología,
declarándola incompatible con el islam, no rechazó su apoyo, ya que la
Komintern, o Internacional Comunista, sostenía todos los movimientos
anticoloniales. En este contexto, el dictador español, profundamente
anticomunista, temía que si el Rif se convertía en un Estado
independiente muy pronto caería bajo la influencia de esta ideología, lo
que podría tener graves consecuencias para España.
¿Qué
consecuencias tuvo el desembarco de Alhucemas? Según su libro, más que
ser el principio del fin fue el final del principio. Es decir, fue un
factor entre otros de la victoria final, pero no el elemento decisivo.
Efectivamente,
la acción anfibia en la bahía de Alhucemas, cuya fase más conocida fue
la de desembarco, no puso fin por sí misma a la rebelión de Abd el-Krim,
pero mostró, por primera vez, la voluntad española de realizar una
operación contra el núcleo neurálgico de la rebelión. Esta acción
exitosa cambió la tendencia que hasta entonces había dominado la guerra
del Rif, abriendo una nueva fase en el conflicto que culminaría con la
pacificación completa del Protectorado.
Esto
fue posible porque Abd el-Krim se negó a aceptar las condiciones que le
ofrecieron para poner fin a su rebelión. Su negativa a aceptar una
autonomía para el Rif, que hubiera convertido el protectorado español en
la zona en papel mojado, abrió una ventana de oportunidad definitiva a
la vía militar que culminó con la derrota del líder rifeño.
Abd-el-Krim junto a un empresario español
Dominio público
Se ha dicho que este desembarco llegó a servir de inspiración para el de Normandía. Usted en su libro desmiente esta idea.
La
afirmación de que Alhucemas fue la base del desembarco de Normandía
apareció recogida en 1955 en la obra del periodista e historiador
británico Sydney Coles: “Probablemente fue estudiado detenidamente por
el general Eisenhower y sus expertos en invasiones estadounidenses y británicos antes del desembarco de Normandía en la Segunda Guerra Mundial”.
Es decir, Coles no afirmó nada, sino que se limitó a plantear una
hipótesis. ¿Qué ocurrió entonces? Que el “probablemente” desapareció y
quedó la idea de que Eisenhower se había apoyado en Alhucemas para
diseñar el asalto anfibio de Normandía.
Iván Giménez Chueca, Mario Chaparro, Pablo González Pellicer
Sin
embargo, no existe ninguna fuente que corrobore tal afirmación. Sí está
demostrado que este desembarco fue estudiado por los marines
norteamericanos y fue una de las bases sobre la que se elaboró el manual
de operaciones combinadas de 1934. Por tanto, era conocida por los
norteamericanos, pero no fue la base sobre la que se diseñó el
desembarco de Normandía por tres razones fundamentales.
La
primera, porque los avances tecnológico-militares que tuvieron lugar a
lo largo de los 19 años de diferencia entre ambas operaciones habían
modificado radicalmente las condiciones para realizar un asalto
anfibio.
Desembarco aliado en Sicilia el 10 de julio de 1943
Dominio público
La
segunda, porque los aliados, a diferencia de los españoles, se
enfrentaban con una fuerza militar moderna y bien organizada, que era
una de las mejores, si no la mejor, del mundo hombre a hombre.
La
tercera, porque un año antes, en 1943, Eisenhower había planificado la
Operación Husky, o invasión de Sicilia, donde norteamericanos y
británicos habían desembarcado más de 100.000 hombres en las playas de
esta isla defendida por 300.000 soldados del Eje. Si hay que buscar un
modelo para el desembarco de Normandía, sería esta acción, y no
Alhucemas.