(Revista digital de ARTE, CULTURA Y OPINIÓN DESDE ALICANTE. Nuevoimpulso.net
ARTICULOS DE OPINION
Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.
El hospital de ceuta y canarias en el que más tiempo hay que esperar para una cirugía en España
La demora quirúrgica se reduce en 11 días en el conjunto del sistema sanitario
El tiempo de espera para someterse a una cirugía no urgente en la sanidad pública se ha reducido 11 días en el último año,
según el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Se ha
pasado de los 104 días de espera en junio de 2017 a 93 en el mismo
periodo de este año. La mayoría de comunidades han hecho un esfuerzo
para reducir el tiempo de acceso a una cirugía o al especialista, pero
la tasa de pacientes con una lista de espera estructural es aún insoportable en algunos territorios.
Por ejemplo, el hospital universitario de Ceuta es el centro sanitario de España que más retraso acumula para una intervención. Los varones que deben intervenirse en este centro deben armarse de paciencia y esperar más de un año (380 días) para ser intervenidos de hiperplasia benigna de próstata, uno de los problemas urológicos más comunes en los varones con el envejecimiento.
A
Ceuta le sigue Canarias con las artroscopias (cirugía de rodilla) que
acumula en esta comunidad casi diez meses de demora. Y, después
Castilla-La Mancha, con los «juanetes». Los castellanomanchegos deben esperar 202 días para resolver esta deformidad de los pies que puede ser incapacitante.
Por comunidades y tasa de pacientes en espera, la que peor parada sale en el listado del Ministerio de Sanidad es Cataluña, con 21,4 enfermos por cada 1.000 habitantes
esperando una cirugía. A Cataluña le sigue Extremadura (19,97) o Murcia
(18,50). Por el contrario, las que están en mejor situación son el País
Vasco (8,02) y Madrid (8,05).
El envejecimiento lastra
Las
enfermedades asociadas al envejecimiento son las que están lastrando a
los sistemas sanitarios. Traumatología con cirugías de juanetes (113
días de espera), operaciones de cadera (88) y de rodilla (102) y
Oftalmología, con cataratas (62 días de demora), son las que más
pacientes acumulan. Otros procesos para los que también hay que tener
paciencia si acudimos a un hospital público son: la cirugía para extraer
la vesícula biliar, la operación de amígdalas, hipertrofia benigna de
próstata, quiste pilonidal (el que aparece entre las nalgas) o la
intervención de túnel carpiano. El embudo no está solo en el quirófano,
porque estos enfermos también son los que más aguardan para ser vistos
en la primera consulta del especialista. Los tiempos de espera han
disminuido en todas las especialidades, salvo en cirugía maxilofacial,
neurocirugía y cirugía plástica.
..........................
Desastre sanitario en Andalucía y en Cataluña.
En el transcurso de los años que van de 1965 a
1975, Alicante vivirá una transformación cultural de una intensidad y
magnitud desconocidas hasta entonces
josé ramón giner, director de información de 1982 a 1984
27.10.2016 |
11:03
Conferencia de Cela en la primera Aula de Cultura de la Caja de Ahorros del Sureste.SÁNCHEZ
Dibujar un panorama de la cultura alicantina en los últimos setenta y
cinco años, no es una tarea fácil. Los sucesos que se han producido a
lo largo del periodo han sido tantos y tan diferentes que resulta
complicado resumirlos en unas cuartillas. Para trasladar al lector una
imagen fiel de lo sucedido en el mundo de la cultura a lo largo de esos
tres cuartos de siglo, necesitaría, además, unos conocimientos que no
poseo. En el mejor de los casos, los periodistas sabemos un poco de casi
todo, pero no dominamos ningún tema en profundidad. Es el punto débil
de la profesión. Me limitaré, pues, a dibujar en unos trazos lo que para
mí fueron aquellos años, recurriendo a la memoria que tengo de ellos.
Espero que algún día los historiadores se animen a contar con detalle la
historia de nuestra cultura, que tantas cosas podría revelarnos sobre
nosotros.
El Alicante de los
años cincuenta, que es el Alicante de mi infancia, apenas alcanza los
cien mil habitantes. Es una ciudad amable, que se recorre en dos
zancadas y en la que todo el mundo se conoce. Es, también, una ciudad
triste. El país vive en un régimen de autarquía y escasez, sometido a
una férrea dictadura. No es preciso decir que, en estas condiciones, la
vida cultural de Alicante es pobre, muy pobre: unas exposiciones de
pintura convencionales, alguna que otra charla, un concierto de tarde en
tarde, y el teatro, sobre todo el teatro de revista.
En
cuanto llega el verano, se produce, sin embargo, una excepción que
rompe la insípida vida cultural de la provincia: los Festivales de
España. Durante algunos días, el público tiene la posibilidad de asistir
a conciertos importantes; ver obras de teatro a cargo de las mejores
compañías, y, en ocasiones, incluso algo de ballet. El gran Maurice
Bejart nos visitará en una de ellas. Los festivales más famosos de la
provincia son los que se celebran en Elche, en el Hort del Xocolater, y
se consideran un acontecimiento social. Alicante también tendrá sus
festivales, pero ni el marco ni la programación alcanzarán la misma
categoría.
Los Festivales de
España no respondían a la realidad del país. Eran un instrumento de
propaganda que el gobierno utilizaba para dar una imagen de modernidad
que la prensa del momento, bien adiestrada, se encargaba de airear.
Acabados los espectáculos, la vida cultural regresaba a la mediocridad
propia de la época, ese tono gris que ha quedado grabado en mi memoria.
Nada explica mejor el estado de la cultura en Alicante, durante aquellos
años, que el número de centros de enseñanza que tenía la ciudad: un
único instituto de Enseñanza Media, una Escuela de Magisterio y otra de
Comercio.
No
sería justo acabar el recorrido por ese tiempo sin mencionar la
biblioteca Gabriel Miró. La biblioteca fue una creación de la Caja de
Ahorros del Sureste de España y se inauguró en 1952, en un edificio de
la calle Rafael Terol, a espaldas de la sede central de la Caja. Durante
muchos años fue, si no estoy equivocado, la única biblioteca de
Alicante en activo pues la Provincial se encontraba, en la práctica,
fuera de servicio. Para el alicantino con alguna inquietud cultural, la
biblioteca Gabriel Miró fue un refugio que le surtía de lecturas. Allí
leímos, en la revista Poesía Española, los primeros versos de Pessoa
–cuando todavía no sabíamos quién era Pessoa– y de Vicente Aleixandre, y
conocimos a Camus, que tanto habría de impresionarnos. Escándalo en la ciudad Al
igual que en el resto del país, Alicante comienza a despertar a
principios de los años sesenta. Las causas hemos de buscarlas en el Plan
de Estabilización que el gobierno había aprobado en 1959, ante la mala
situación en que se encontraba la economía. El Plan abrió la puerta a
las inversiones extranjeras, que encontraron en España una mano de obra
abundante y barata para sus empresas. Las consecuencias comenzarán a
verse en los años siguientes, cuando el dinero circule y aumente el
nivel de vida de la población. La cultura se contagiará pronto de ese
clima favorable que trajo la buena la marcha de la economía.
El
primer anuncio de que las cosas empezaban a moverse en Alicante se
producirá en febrero de 1965, durante el fallo del III Salón Nacional de
Pintura. El Salón era una de las escasas manifestaciones culturales de
relieve que se celebraban en la ciudad. Su carácter nacional y el hecho
de estar patrocinado por la Caja de Ahorros del Sureste le otorgaban una
gran importancia a los ojos del público, poco habituado a las grandes
exposiciones. La Caja era por entonces —lo sería durante muchos años—
una institución muy respetada entre los alicantinos, con un gran peso en
la economía provincial.
La
organización del Salón estaba encomendada a Ernesto Contreras, empleado
de la misma Caja y que poco antes había obtenido un accésit en el
Adonais, el premio de poesía más valorado en aquel momento. Formado en
las ideas estéticas de Luckas y Galvano della Volpe, Contreras ejercía
como crítico de arte en INFORMACIÓN. El jurado de esta tercera edición
del Salón –jurado que había elegido Contreras– lo formaban los señores
Aguilera Cerni, Rodríguez Aguilera, y Manuel Sánchez Camargo. Era,
posiblemente, uno de los mejores jurados de arte –hablamos de pintura de
vanguardia– que se podía reunir en aquel momento. El fallo respondió,
como era lógico, a las ideas y al gusto estético de esas personas. Los
artistas premiados fueron Solbes y Valdés, que compartieron la medalla
de oro, Carlos Mensa y Eduardo Sanz. Visto con la perspectiva que dan
los años, no podemos decir que el jurado estuviera desacertado en su
elección.
Era imposible que
Alicante aceptara sin protestar unas obras como las elegidas. La ciudad
vivía por completo de espaldas a las corrientes del arte del momento.
Como sucedía en la mayor parte del territorio, el alicantino se
inclinaba por una pintura amable, de gusto fácil. El fallo, por fuerza,
tenía que disgustar en una sociedad semejante. El escándalo fue
mayúsculo y durante varios días el tema dominó todas las conversaciones.
El periodista Fernando Gil lo contaba de esta manera en INFORMACIÓN:
«El asunto empezó con champaña y concluyó en un berrinche casi
colectivo. Cincuenta personas invitadas, unas botellas de vino espumoso y
dos horas de interminable espera para que el jurado facilitara su
resolución y la hiciera pública.
Lo
que había empezado con muy buen humor a las once de la noche, concluía a
las dos de la madrugada en un ambiente de desagrado porque buena parte
de los asistentes –y nos quedamos cortos– mostró su disconformidad al
conocer el fallo que, dicen, es un fallo de otros». La polémica llegó a
un punto que obligó a pronunciarse al propio director de la Caja,
Antonio Ramos Carratalá: «El fallo del jurado [...] me decepcionó
profundamente por dos razones: una, que no cabía esperarlo de un jurado
que lo integraban personas de indiscutible valía por su solvencia
intelectual en todos los órdenes y muy destacadamente en el artístico y
pictórico; la otra, por las obras premiadas argüía que los primeros
galardones premiaban una inquietud, un ambiente, en el campo de lo
social; pero aun admitiendo ello, las obras, a mi criterio, no merecían
ser premiadas». Renovación artística La
labor de Contreras como crítico en las páginas de INFORMACIÓN tendrá
una gran incidencia en el arte alicantino de la época. Contreras fue un
decidido defensor del arte moderno y trabajó para abrir la provincia a
las nuevas corrientes estéticas del país. La creación de Alcoiarts y del
Grup d'Elx fue resultado de esa influencia y el crítico ejerció como
mentor de los artistas durante un periodo. Estos dos grupos de pintores
participaron activamente en la puesta al día de la pintura en la
provincia. Su propósito era revitalizar el arte local, que se encontraba
estancado ante la falta de estímulos, y asociarlo al que se hacía en
las grandes capitales de la nación. Los encuentros que organizó el Grup
d'Elx, a los que asistieron los mejores artistas españoles del momento,
contribuyeron a difundir entre nosotros las nuevas ideas.
Atribuir
la renovación del arte en la provincia únicamente al trabajo de estos
hombres quizá resulte exagerado. Su labor fue, sin duda, destacada, pero
quizá debamos verla como un elemento más del espíritu abierto que marcó
la época. Aunque, en ocasiones, los cambios puedan deberse al genio
individual, lo normal es que las cosas se produzcan de otra manera.
Suele necesitarse algo más que la voluntad de un individuo para iniciar
el proceso: hace falta un fermento que ponga a trabajar a la vez a un
buen número de voluntades diferentes. Eso fue lo que sucedió en la
provincia de Alicante en esta ocasión. La gran transformación En
el transcurso de los años que van de 1965 a 1975, Alicante vivirá una
transformación cultural de una intensidad y magnitud desconocidas hasta
entonces. En cada población de cierta importancia surgirá un grupo de
teatro: en Elche será La Carátula; en Elda, Coturno; Alba 70, en
Alicante. Es en este periodo cuando La Cazuela, que se había fundado en
Alcoy, en 1955, realice los montajes que le proporcionarán una fama
nacional. En 1965, los alcoyanos presentan una adaptación de «El
proceso», de Kafka y, al año siguiente, «La muralla china», de Max
Frisch, la obra que tanto prestigio habrá de darle al grupo. La
modernidad de los repertorios será una de las características de estas
compañías. Las obras que producen son, casi todas ellas, de autores
contemporáneos y, en muchos casos, de dramaturgos extranjeros. Hay un
deseo general de cambio, un ansia por conocer cosas nuevas, actuales, en
un intento de recuperar el tiempo perdido.
Esta
inquietud no será exclusiva del mundo del teatro, y alcanzará otros
ámbitos. A partir de 1965, los acontecimientos se suceden con rapidez,
de un modo casi vertiginoso. En diciembre del 66, inicia sus sesiones el
Cine Club Chaplin. Un año después, en 1967, se funda el Club de Amigos
de la Unesco, bajo la presidencia de honor de Oscar Esplá. Ese mismo
año, el Instituto de Estudios Alicantinos inicia una etapa con mayor
presencia pública. Fundado en 1953, el Instituto apenas había mantenido
actividad hasta la llegada de Pedro Zaragoza a la Diputación Provincial.
El Centro de Estudios Universitarios —que será la base de la futura
universidad— se crea en 1968. Cuatro años después, en 1972, la Sociedad
de Conciertos comienza a ofrecer sus recitales. El Aula de Cultura de la
Caja de Ahorros se inaugurará en 1974, y, al año siguiente, lo hará la
Asociación Independiente de Teatro, que traerá a Alicante a las mejores
compañías del país.
Estas
instituciones desempeñaron, cada una a su modo, un papel relevante en la
difusión de la cultura en Alicante. Con todo, hay dos que merecen una
especial atención por el papel que desempeñaron en la transformación de
la provincia: el Aula de Cultura y el Centro de Estudios Universitarios.
El Aula de Cultura de la
Caja de Ahorros fue un proyecto personal de Francisco Oliver Narbona, su
director general por entonces. En una de esas paradojas que con
frecuencia nos ofrece la historia, fue un hombre de talante conservador
quien creó la institución que más contribuyó a difundir las ideas
modernas y liberales en Alicante. Oliver nombró director del Aula a
Carlos Mateo, que había desarrollado toda su vida laboral en la Caja.
Con un gran sentido común, Mateo abrió el Aula a las necesidades de la
sociedad alicantina y ésta respondió llenando a diario las
instalaciones. En el transcurso de unos meses, «el Aula –en palabras del
propio Mateo– se convirtió en un auténtico foro de debate del mundo de
las ideas y del pensamiento, y expresión de las corrientes estéticas y
artísticas de la modernidad». Alain Touraine, Lefevbre, Umberto Eco,
Leonardo Sciascia, Franco Basaglia, Paul Ricoeur, Edgar Morin, Jean
Braudillard, Ferrater Mora, Hugh Thomas, Tuñón de Lara o Paul Preston
fueron algunos de los conferenciantes que pasaron por sus salas. La
programación tuvo siempre, en todo momento, un gran aliento intelectual.
La
creación, en 1968, del Centro de Estudios Universitarios será un hecho
de extraordinaria importancia en el futuro de Alicante. Aunque los
comienzos fueron un tanto convulsos y la empresa estuvo a punto de
naufragar en algún momento, la idea logró abrirse paso y once años más
tarde Alicante tenía universidad. El periodista Mira Candel ha contado
con detalle estos pormenores en el libro que escribió sobre la historia
del CEU. Pese a la modestia con que el Centro funcionó en los primeros
años, con el tiempo ha sido la institución que ha tenido un mayor
impacto sobre la cultura alicantina. Sus efectos sobre la provincia, en
general, fueron extraordinarios y la universidad se convirtió en un
agente cultural de primer orden. Cambio de escenario La
llegada de la democracia supondrá el fin del movimiento que había
renovado la cultura alicantina de una manera tan excepcional. No hay en
ello ninguna paradoja, pues se trata de un hecho perfectamente natural.
Llega un momento en que estos movimientos se agotan porque las
circunstancias que los propiciaron cambian o desaparecen, como todo en
esta vida. Como es comprensible, el fin de la actividad no se produce de
un día para otro, porque se precisa un tiempo para abandonar la escena.
Hacia el final de los setenta, un observador atento ya podía intuir que
el clima cultural estaba cambiando en la provincia. La aparición de los
partidos políticos desempeñará un papel fundamental en este giro. La
novedad que suponía trabajar en la política, atrajo a muchas personas
que hasta ese momento habían dedicado su tiempo a la cultura.
Pronto
se vio que la nueva situación del país requería unas instituciones
diferentes para promover la cultura. La iniciativa privada, que había
estado en la base de lo sucedido en Alicante, y que tanto éxito obtuvo,
fue sustituida de una manera paulatina por la oficial. Comenzó una época
donde el dinero público entró con facilidad –y, a menudo, de manera
exagerada– en el mundo de la cultura. El resultado fue un progresivo
desplazamiento hacia el espectáculo. La exposición Cota Cero, que se
inauguró en Alicante el mes de enero de 1985, es un buen ejemplo del
cambio que se estaba produciendo. Organizada por el crítico Kevin Power,
sus objetivos eran llamativos pero sus consecuencias resultaron
simples: mostrar lo variado de la pintura española del momento. La
exposición deslumbró pero los resultados fueron parcos.
En
los últimos treinta años, la cultura en Alicante ha alcanzado –siempre
dentro de un tono menor– una cierta normalidad. Al estar en manos de los
políticos, sus resultados han dependido en cada momento de la calidad
profesional de estas personas. Como todo el mundo conoce la historia de
Alicante en este tiempo, no me extenderé más. Hay, sin embargo, un
fenómeno al que me quisiera referir: el número tan elevado de personas
que se dedican a la práctica del arte –pintar o escribir– en la
actualidad. Siempre han existido aficionados a ejercitar una u otra
forma de arte, pero las proporciones que ha alcanzado el fenómeno no las
había visto jamás.
En contra
de lo que cabía esperar, el aumento del número de practicantes no se ha
traducido en una mejora del clima cultural; al menos, en una mejora
perceptible. Desde hace un tiempo, la provincia de Alicante ha caído en
un cierto conformismo que es, por lo demás, una de las características
de la época. Nuestras diversiones nos ocupan de tal modo que no nos
queda tiempo para cultivar un espíritu crítico. Tal como están las
cosas, no creo que esto pueda cambiar en el futuro. Desaparecida el Aula
de Cultura, en las circunstancias tan penosas por todos sabidas,
Alicante vive al margen de los circuitos de la actualidad. Sólo algunas
galerías de arte, muy pocas, resisten en una lucha desigual. Uno echa en
falta aquella información directa, viva, actual, que el Aula de Cultura
ofrecía y que mantuvo hasta su cierre. La universidad, que podría haber
ocupado ese lugar, ha renunciado a ello por unas u otras razones. Sin
arte nuevo, sin ideas, sin un debate sobre esas ideas, es difícil que
una sociedad pueda evolucionar.
Pedro Sánchez ha aceptado las garantías que le ofrece la UE para Gibraltar y ha anunciado que irá a la cumbre de este domingo en Bruselas. "Tenemos un gran Estado y un gran país",
ha dicho para cerrar su alocución convocada de urgencia en Moncloa. El
presidente ha asegurado que la relación de Gibraltar con la UE siempre
pasará por España, pero no ha logrado la reapertura del acuerdo del brexit que en su artículo 184 dejaba insatisfecha a España. Eso sí, ha asegurado que la UE se pone de su lado para "resolver un conflicto de más de 300 años con Reino Unido".
Sánchez ha informado al Rey del acuerdo, que consiste en una declaración conjunta del Consejo y la Comisión
que descartan que el artículo 184, el de la discordia, sea "aplicable
al contenido de la relación futura incluida en el ámbito territorial". Y
afirma que el Gobierno británico que "reconoce por escrito esta interpretación", lo que es "trascendental" para el presidente.
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La violencia destroza la fiesta del fútbol argentino
La
vuelta de la final de la Libertadores, aplazada para este domingo a las
cinco de la tarde (21 h. en España) después de que Boca Juniors llegara
con el autobús destrozado y jugadores heridos tras el ataque de los
ultras de River Plate
Uno de los millones de argentinos que ayer tenían el
corazón aprisionado por un partido que moldeaba a sus vidas hasta
deformarlas, que el fútbol es una de las mayores factorías de ficción
que existen. La frase queda bañada en melancolía después de lo
acontecido ayer en Buenos Aires. La previa de la vuelta de la Copa
Libertadores que enfrentaba a River Plate y Boca Juniors, dos equipos
que sitúan en el mapa a Buenos Aires como pocos otros ámbitos pueden
hacerlo, señaló en fosforito la capital argentina. La miseria moral, la
ineptitud y el vandalismo contaminaron como pocas veces se recuerda lo
que estaba llamado a ser la gran final del fútbol de siempre. Para
Argentina, terminó siendo el final de su fútbol para siempre.
Todo
se rompió cuando el autobús que trasladaba a Boca Juniors al Monumental
enfilaba la Avenida del Libertador. Escoltado a cada metro del trayecto
por un nutrido grupo de policía, el vehículo se vio inexplicablemente
expuesto a un reducto de hinchas de River que se había apostado en un
cruce. En cuanto asomó, el bus recibió una descarga de piedras,
ladrillos, latas y un sinfín de objetos que oficiaron como proyectiles.
El resultado, además de varias lunas rotas y en palabras del médico de
la Conmebol, fueron «lesiones de piel superficiales en miembros
superiores, miembros inferiores, facial y tronco, del mismo modo dos
jugadores refirieron lesión en la cornea», si bien asegura que esta
última no pudo confirmarse. Entretanto, Pablo Pérez y Gustavo Lamardo
llevaban un par de horas examinando sus ojos en una clínica privada.
Nacimos los dos en Ciudad Real, Antonio en Brazatortas en 1930, y yo Ramón Fernández Palmeral en Piedrabuena en 1947. Los dos formamos parte de la antología de poetas de Ciudad Real, de Nieves Fernández publicado en Ledoria.
Lo primero que lei de Antonio Gala fue su El manuscrito carmesí, premio Planeta de 1990, me gustó mucho,sobre la biografía novelada de Boabdil, tanto me gustó que yo escribí El rey de los moriscos, sobre el nieto de Boabdil.
El libro que he leído unas 20 veces es La soledad sonora de 1991, que lo tengo dedicado por él, lo compré en una feria del libro en Alicante. Es un libro de filosofía social y urbana, esencial para conocer el alma humana, y defensa de líos animales. Nos habla de la soledad en la que entramos las personas mayores, no ancianos, es una palabra que odio, porque nos ancianos es peyorativo de viejos con pañales.
Llegas al poder con los votos y luego te pones las botas.
Rectificar es de sabios pero hacerlo a diario es de necios.
Ser político es ir contra uno mismo diariamente.
Ser presidente es tener una cruz debajo de la cama y otra en el Valle de los...
El poder es un chute de droga en la vena.
Los yonkis de la Moncloa puede acabar en el psiquiatra o en elecciones.
Hay que decir las mentiras a lo Marlon Brando.
Mentir sin un gesto de mentira.
A la prensa caramelos y al auditorio mentiras que parezcan verdades manzaneras.
El poder corrompe si te pillan.
Votame y luego ya veremos lo que puedo hacer.
Ganar una moción de censura es como si te tocará la lotería, todos tus familiares serás tus enemigos.
Cuando des la mano mira el reloj para largarte.
No des la espalda a un posible votantes, antes de unas elecciones, después siempre.
Sacrifica ministros para mantener tu yate a flote.
Recuerda que has de estar siempre en campaña, con tu pareja, siempre.
Cuando la olla a presión pita es que los concejales están ya cocidos.
Una pancarta de jubilados cabreados es doblemente peligrosa.
Un sillón o poltrona es siempre como sentarse sobre una bomba de relojería.
Recuerda que tienes pelotas mientras te dure el cargo.
Con el cargo vienen los amigos y las comidas, sin cargo viene la soledad.
Un político dimitido es como un jarrón chino grande, no sabes dónde ponerlo.
Gobernar sin los votos, es como entrar por la puerta del corral.
Si en política sales igual que como entrastes, has perdido el tiempo, y la salud.
Llegan con las ideas claras y salen con las ideas turbias.
Cuando falta la razón se impone el decreto ley.
Invertir en cárceles es una de las mejores salidas políticas.
Cuando dices una mentira cada 24horas es hora de dimitir con gallardía.
No predican con el ejemplo los que son hipócritas.
Haz lo que te de la gana pero que no se entere la prensa.
Con Internet el mundo se ha hecho más pequeño.
Cuando Justicia va a la huelga es que el Gobierno se ha derrumbado.
Apoteosis de una megaestrella del rock en Sevilla en la gira del 40 aniversario de Loquillo
"Nadie debería perdérsela. Una
cita imprescindible y homenaje a una vida, una vocación, convicción,
autenticidad y fidelidad al rock-and-roll". María Fidalgo, una de las
críticas más leídas del país, analiza el inicio de la gira de Loquillo
"40 años".
La autora, MARÍA FIDALGO CASARES, es
escritora, investigadora, analista social y crítica de arte. Doctora en
Historia por la Universidad de Sevilla, escribe en MUNDIARIO y es
colaboradora de prensa y radio. @mundiario
Sevilla inauguró la gira "40 años" con la que Loquillo conmemora sus cuatro décadas en la música. El
auditorio Rocío Jurado, se convirtió en el perfecto escenario para la
actuación de una megaestrella con una banda de lujo: Loquillo, Leyenda
"viva y coleando" del rock and roll.
En uno de los escenarios al aire libre más grandes del mundo, y con
una temperatura que pareciera ex profeso para el evento, cinco mil
personas de todas las edades esperaban con expectación la salida del
artista coreando una única palabra que lo decía todo "Loco"... Una palabra fetiche que se convertiría en el mantra de todo el concierto. Y como siempre, apasionó desde el primer aliento.
El tema elegido para abrir no podía ser otro que "Rock and Roll
actitud", nombre de su disco antológico con el que empezó un concierto
de más de dos horas y media ininterrumpidas. El tema inicial, toda una
declaración de principios.
Loquillo en Sevilla.
Sevilla siempre se ha considerado un territorio algo hostil para el
rock and roll, sin embargo se encontró con un público totalmente
entregado al que Loquillo correspondió con una espectacular sonrisa que
no le abandonó en todo el concierto. Se mostró exultante y feliz y pese
a la parquedad extrema en palabras -que esta vez llegó al paroxismo
porque casi podían contarse los dedos de la mano las frases que dijo -
transmitía pasión, empatía y sobre todo un enorme disfrute de la música y
de compartir el extraordinario talento de su banda. No paró de bailar y
como él mismo suele decir como un equipo de basket perfectamente
sincronizado, hizo que brillaran todos y cada uno de sus miembros, que
convirtieron cada tema en una fiesta coreográfica. A veces daba la
sensación de que Igor Paskual, Josu García, Mario Cobo, Alfonso Alcalá, Lucas Albadalejo y Laurent Castagnet eran una
pandilla de nobles y rebeldes guerreros recreándose en el juego del
puro rock y de la interacción con el público, bajo la atenta mirada de
un rey complaciente - y hasta cariñoso- cuáles caballeros en el Camelot
del Gran Rey del Rock.
Loquillo fue hilvanando sus antiguos éxitos y temas recientes,
dosificando in crescendo aquellas canciones que -ya es una frase hecha-
se han convertido en himnos generacionales y banda sonora de las vidas
de tantos. No podrían destacarse unas sobre otras. Todas tan vivas y
frescas como fueron creadas, pero mejoradas y transportadas a la esfera
de los mitos. "Rock and Roll Star" sonó más existencialista que nunca, "Rey del Glam" pareciera que jamás hubiera sido de otro, la otrora simple "Esto no es Hawai",
con la solidez de un rock clásico americano... Una tras otra fueron
desfilando sin pausa, intercalando un dueto con Nat Simons o bajando a
saludar en "Carne para Linda". "El Rompeolas" sonó circunspecto y épico a la vez y quizás el Loquillo más profundo apareció en "Memoria de jóvenes airados" y en " Cuando fuimos los Mejores".
Todas sin excepción fueron cantadas, estrofas y estribillos, por un
público emocionado que casi se desborda con el tema final: un Cadillac Solitario más desgarrador que nunca.
Algunos criticaron que la actuación sevillana se pareciera en exceso al recordado Concierto de las Ventas 2016,
algo que lejos de un demérito es una loa, ya que en ese concierto,
considerado histórico marcó para la crítica un antes y un después
que consolidaría para la posteridad a Loquillo como el más grande entre
los grandes del rock patrio y uno de los mejores artistas musicales del
siglo.
Loquillo en Sevilla.
Una puesta en escena espectacular
La puesta en escena fue soberbia. Una plataforma escénica, de 3.000
m2, donde fueron desarrollándose distintos efectos de luces y color,
humo, fuego y sobre todo lo más emocionante: las proyecciones. Centenas
de retazos temáticos de su vida personal, musical, cultural a velocidad
de vértigo. homenajeando todo el contexto en el que ha crecido, en el
que se ha formado y crecido como persona y como artista. Desde la
Historia de la España de todos: desde milicianos republicanos a José Antonio , la lucha por las libertades desde Goya a las Cortes de Cádiz a la España actual, de la música que ha admirado como sus ídolos Johnny Hallyday, David Bowie, Johnny Cash, Eddie Cochran, Buddy Holly, The Clash, las bandas de los 60, Los Sirex, Lone Star, Los salvajes, Los Gatos.
Su barrio y su ciudad natal, el mundo del basket - al que siempre
agradece haberle inculcado valores- y un maravillosos homenaje a la
movida- dando una bofetada ética a tantos que reniegan cuando le deben
lo que son. De las calles de Madrid, del Penta al Rock -Ola, Ana Curra y Eduardo Benavente, La Bobia, La Edad de Oro, Ceseppe a la movida gallega con Germán Coppini o la cazadora icónica de la Sala Clangor diseñada por el artista Fernando Pereira,
las portadas de sus libros, sus discos. Toda una vida que compartió
con el público fiel que le ha mostrado una lealtad inquebrantable
acompañándolo "en la pobreza y en la riqueza" "de los años duros a la
opulencia de sus éxitos", desde nostálgicos recalcitrantes a ochenteros
furibundos y las nuevas generaciones.
En el show de Sevilla, como una estrella del star system, cuidó con detalle su imagen porque Loquillo desde el principio no fue sólo un cantante y una banda.
Parte de su tirón se debía a un sello propio, una imagen única e
intransferible en el panorama musical español. Ninguno como él y ninguno
que se le pareciera jamás. En Sevilla compareció vestido de negro
riguroso, de clásica americana que se cambió cuatro veces - se las
hacen a medida- , pero no quiso renunciar al cuero con el que mantiene
lazos ancestrales. Todavía conserva su primera prenda de cuero, una
cazadora de Guardia Civil de los 50 con la que se sentía un Salvaje como
Marlon Brando.
Junto a las dos primeras americanas de cuero, lució dos de paño con
apliques en terciopelo y con el logotipo del Pájaro Loco, que también
llevaba en su anillo. Su símbolo desde que el gran Juan Antonio San
Epifanio (Epi ) así le llamara por el dibujo grabado
en aquella cazadora de beisbol que siendo quinceañero compró a un marine
americano y que convertiría en su segunda piel durante años. Incluso se
dejó ver humorísticamente atusándose el pelo a lo Danny Zuko. Junto a su identitario look, un loquillesco megaidentitario lenguaje gestual.
Miradas desafiantes y de poderío, paseos por el escenario, ademanes
chulescos, y tal vez por concesión a la ciudad, atisbos de ciertos
toques toreros Una parafernalia en la que se permitió el lujo de fumar,
beber una copa ¿ Jack Daniels? e incluso, tal vez como revulsivo a la
corrección política - con valentía para los tiempos que corren- no obvió
cantar "La mataré" que fue de las más coreadas.
Paralelamente, un gran guiño al LGTB por parte de Igor Paskual que
ataviado con falda- que le sentaba como a Brave Heart, también lució la
boa roja del vídeo de Rey del Glam, que sonó como hemos dicho, como si
hubiera sido de Loquillo de toda la vida.
Siempre he afirmado que José María Sanz (Barcelona 1960) no ha sido
fagocitado por Loquillo. No hay personaje o sólo hay personaje. Es así y
siempre lo ha sido. Soñó desde niño en llegar a donde está ahora y ser
lo que es: una superestrella del rock. Pero lo más llamativo es que
asumió que lo era desde el principio, pese que pocos hubieran apostado
por aquel adolescente con más estilo que talento que surgió en el
maremágnum de la movida donde todo valía si eras transgresor o
diferente. Y desde luego que él era diferente –y lo es–. Tenía
vocación, convicción y cierto mesianismo que el tiempo demostraría que
era pura clarividencia. Cuarenta años de coherente, exitosa y evolutiva
trayectoria asi lo avalan. El concierto de Sevilla, como las siguientes
citas de la gira, serán ocasiones históricas para constatar su
categoría de rocker y que su banda es la mejor banda de rock.
Al terminar, no se pidieron bises... El público, agradecido, tenía
plena conciencia de que lo habían dado todo... Por ello, cuando sonó Heroes
de Bowie, se asumió como la más perfecta sintonía para su despedida.."
We can be heroes, just for one day" . Loquillo y su banda, en comunión
mística con el auditorio, habían logrado hacerle sentir que formaban
parte de un selecto grupo de héroes, viviendo de forma intensa, aunque
sólo fuera por un día, la grandeza del Rock.
Eb diciembre de 2012 presente a María Amerigo en la Sala Minerva de Alicante, y sigo pensando lo mismo que tiene un gran estilo personal.
Texto de entonces:
María ha comprendido muy bien el concepto de Arte Contemporáneo,
que no consiste solo en quienes pintan en la misma época, sino que tiene otras
connotaciones de compromisos y actualización. Ella lo lleva a la práctica con
valentía y decisión, porque investiga y se deja llevar por su intuición, después
de muchos años de formación. En el arte actual lo que impera, lo que importa es
el PUNTO DE VISTA con que el pintor, el artista engeneral, aborda, contempla el
mundo más los contrariedades de su mundo interior, y es SU INTERPRETACIÓN, que
es, en definitiva lo que se valora y lo que nos interesa, porque además es su
identidad, su estilo y su personalidad, su actitud creativa, o lo que se llama
COMOSVISIÓN del artista: lo que ve y
aporta al Arte como un médium.
No importa que se pinten 4 pimientos, 4 manzanas o 4
tomates, sino que sean del propio “huerto-plástico” el que, sin recato, sin
timidez, se muestra con valentía y decisión con todo el andamiaje de su verdad
y su aportación. Porque ya no estamos en tiempos de que la obra ha de gustar
por su belleza, sino por el mensaje expresivo: bien figurativo o abstracto. Es
el concepto, la síntesis lo que nos importa: provocar e impresionar.
María Amérigo nos trae 18 obras, donde podemos ver una muestra
de lo que ha hecho y está haciendo, divididos en dos grupos, uno de figuras
humanas donde recrea su mundo onírico, sus fantasías y sus impresiones; el otro
grupo, no menos oníricos, son sus collage de peces y figuras entrecruzadas, que
me recuerdan los trabajos de Miquel Barceló en el retablo de la catedral de
Palma de Mallorca.
A mí no me tiene que convencer de su vanguardismo y de su
creatividad explosiva, de sus ganas, pues ya lo estoy y, además, soy un admirador
de su obra, en sus últimas obra demuestra el paso que ha dado hacia la perspectiva
de que ya tenemos ante nosotros a una gran artista. Espero y deseo que continúe
por el camino de la innovación, la renovación y el compromiso con el arte
contemporáneo, y pueda nostrarnoslo en una sala de mayores dimensiones en las
que se pueda expresar con entera libertad.
Leí, hace muchos años, la novela la Princesa de Eboli de Almudena Arteaga, entonces descubrí a una gran promesa de la novela histórica como asi ha sido. No hace falta que detrás haya asesinatos para escribir una novela de intriga, la intriga es el deseo del lector de pasar a la siguiente página.
Tiene detrás a la editorial Planeta, que es la mejor editorial en España.
Yo escribí El rey de los moriscos, publicada en Amazon y no la ha leído nadie.
Ahora quiero comprar la novela del barco María Pita, con los 22 niños huérfanos de la expedición del médico alicantino Francisco Javier Balmis, porque en 2019 será el 200 aniversario del nacimiento de Balmis. Es necesario y obligado que la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbres haga un sello de Correos.
Arteaga es abogada y tiene títulos nobiliarios, pero nunca ha estado en Frigiliana.
Ramón Fernández Palmeral
Libro de Frico reside en Frigiliana (Málaga).
Interpretado por Ramón Fernández Palmeral
Publicado en LULU y Amazon
Plumilla de Palmeral realizada el 29 de octubre de 2018
Comentario de Pilar Galán en Letralia, (revista de escritores hispanoamericanos)
Mi amo Palmeral y yo (bitácora de un perro), de Ramón Fernández Palmeral
Pilar Galán Garcíaviernes 26 de abril de 2019
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Mi amo Palmeral y yo Ramón Fernández Palmeral Narrativa Lulu.com España, 2019 ISBN: 978-0244133016 120 páginas
Empezar a escribir una presentación del libro Mi amo Palmeral y yo
es uno de los retos más audaces con los que me encontrado nunca, porque
en esta historia el protagonista es un perro lobo llamado Frico que
habla y sabe leer, pero sobre todo que piensa.
En efecto, es
cierto lo que están leyendo, no sólo habla, sino que lo que dice son
verdaderas reflexiones filosóficas, llenas de sabiduría y sensatez, que
van más lejos de las conversaciones que solemos tener los humanos, la
mayoría de las veces superficiales y vacías de contenido en el mejor de
los casos, y no digamos cuando entramos en el terreno de la crítica y la
maledicencia…
Pero
voy a empezar por el principio, que es presentando al protagonista de
esta biografía perruna, a la que podríamos colocar en nuestra biblioteca
junto con los filósofos panteístas, para los que la propia naturaleza
es una prolongación del mismo Dios.
Frico es un perro lobo de unos
quince años, sus ojos son de color cáscara de almendra dulce y su
pelaje es oscuro, en su juventud fue perro policía, es decir, fue
adiestrado por su amo Palmeral y después de desempeñar heroicas misiones
y prestar multitud de servicios, le jubilaron junto con su adiestrador,
que pasó a hacerse cargo definitivamente de él y le llevó a residir
junto con su familia en una preciosa y bucólica casa en el pueblo de
Frigiliana.
No debemos olvidar que los perros policías han
prestado un gran servicio a la sociedad, y es de justicia que la
sociedad les devuelva su generosa entrega en igual medida.
Estos
perros que han sido unos incansables trabajadores y han tenido la
inteligencia y la astucia para ayudar a los humanos en las labores más
arriesgadas, y no han vacilado en asumir las misiones más peligrosas, al
llegar a su vejez siguen teniendo la misma lealtad y entrega para con
sus amos.
Lo
que más me ha cautivado es esa manera tan intuitiva y espontánea con la
que nuestro protagonista nos presenta el mundo que le rodea.
Es
muy gratificante ver que Palmeral así lo percibe y valora, haciendo de
Frico su compañero inseparable y dándole toda la atención y el cariño
que se merece.
Es así como a través de los ojos de Frico vamos a
vivir una de las experiencias más hermosas, que es el adentrarnos en la
vida de este pueblo andaluz, e ir descubriendo su belleza y su historia
de una forma llena de sensibilidad y de poesía.
Así somos testigos
de las imágenes llenas de belleza en que nos describe el cortijo de
Malyarín: “Dormido en el silencio de la noche, me despiertan las pisadas
de una acémila herrada. Van los jornaleros para los campos solitarios y
silenciosos despertados por el canto de algún jilguero”.
Aunque
lo que más me ha cautivado es esa manera tan intuitiva y espontánea con
la que nuestro protagonista nos presenta el mundo que le rodea, un mundo
en estado puro, porque la mirada que nos lo muestra es una mirada sin
contaminar, que todavía sabe descubrir el sufrimiento de un pino a punto
de ser talado y al que escucha y presta ayuda llevando una de sus piñas
a un terreno fértil, para así perpetuar su herencia.
Esto le
lleva a sacar sus propias conclusiones sobre la vida como camino hacia
la muerte, pero siempre desde un punto de vista positivo y alentador.
Como: “La vida es una selección de especies, la naturaleza nos va
poniendo obstáculos y envejecemos y moriremos. El asombro que nos
provoca la cosmovisión de la realidad se ha de mitigar con la amable
ironía y la vida llevadera del diario esfuerzo por sobrevivir”.
En
ocasiones, Frico se vuelve un verdadero poeta para descubrirnos la
primera tormenta del otoño con figuras bellísimas: “Las rosas cerraron
sus aterciopelados pétalos como se cierran los caracoles en la rama del
breñal pegados a la goma de la savia del almendro y los cerezos”.
Son
numerosas las ocasiones en que las reflexiones de Frico nos harán
pensar y sacar nuestras propias conclusiones, porque no olvidemos que él
es un pequeño filósofo, que no duda en pronunciarse en contra del
maltrato animal y de las corridas de toros: “No se puede seguir
manteniendo una tortura animal bajo la absurda apariencia de arte,
cuando la sangre derramada nunca puede ser arte”.
El mundo animal está lleno de valores, a veces más nobles y sinceros que los que existen en el mundo de los hombres.
En
otro momento nos hace reflexionar sobre la educación de los niños:
“Existe lo que se llama paciencia, diálogo y convencimiento, quizás un
premio o regalo a cambio de un esfuerzo en las notas de clase, pero
jamás un golpe. Los niños no olvidan, su mente es plástica, moldeable,
porque su identidad es recordar”.
A menudo, sucede que las mayores lecciones de lealtad y gratitud las recibimos de los animales.
A lo largo de la literatura han aparecido libros en que los animales son los protagonistas, como El libro de la selva, que es una recopilación de cuentos de Kipling, en los que un niño es criado por unos lobos.
Esta
historia, que parece una fantasía, ha sucedido en la realidad, y hay
datos de niños perdidos en la selva que pudieron sobrevivir cuidados con
verdadero instinto protector por lobos o por monos.
Esto hace
pensar que el mundo animal está lleno de valores, a veces más nobles y
sinceros que los que existen en el mundo de los hombres; no tenemos más
que recordar noticias aparecidas en los medios de comunicación de
verdaderos actos de heroicidad en los que un perro salva a una persona
de entre las llamas o rescata a un niño extraviado en un monte.
Destacaremos también la novela de George Orwell Rebelión en la granja,
en la que un grupo de animales de una granja expulsa a los humanos
tiranos, y crea un sistema de gobierno propio que termina en convertirse
en una tiranía brutal.
El perro Frico también es testigo de cómo
en el cortijo de Mayarín el carnero Felión se proclama jefe de la granja
y es seguido por los cerdos, aves y cabras que quieren independizarse,
lo que lleva a nuestro protagonista a sabias reflexiones recordando lo
que un filósofo decía: que “cuando se nace de una condición se es
víctima de ella”, y como no estamos en la Edad Media, lo lógico sería
hacer un referéndum entre animales y humanos. Pero él mismo llega a la
conclusión de que siempre sería inútil porque los que pierden nunca se
conforman, y estarán queriendo hacer otras nuevas votaciones, hasta que
les salieran a su favor.
Otra obra genial de la literatura protagonizada por animales es Platero y yo,
de Juan Ramón Jiménez; en esta obra el protagonista es el burro Platero
y se cuentan las experiencias y recuerdos vividos por Platero y el
narrador, donde aparecen los temas transcendentales de la vida, como son
la amistad, la enfermedad, el miedo, la muerte, la soledad. Descrito en
un rico lenguaje literario, empleando numerosas figuras retóricas que
dan al texto una gran belleza y colorido.
Todo ello nos hace
pensar que las mayores lecciones de fidelidad y amor incondicional las
recibimos de los animales, en particular de los perros; ellos se
entregan a nosotros y no nos juzgan, sólo nos acompañan y son testigos
de nuestros momentos de gozo o tristeza confortándonos con su sola
presencia.
Por consiguiente, la lectura de este libro no nos va a
deja indiferentes, porque hace aflorar sentimientos hermosos y puros que
en algunos casos permanecían dormidos.
Este acercamiento a la naturaleza en su estado más puro, que Ramón Palmeral nos descubre, hace que nuestra vida sea más rica.
Creo
que su autor Ramón Fernández Palmeral ha sabido de una manera
prodigiosa llegar a esa fibra sensible que todos tenemos y hacernos
empatizar con el mundo animal.
Admirar cómo “los primeros rayos de
sol se posan sobre las plumas de oro de las gallinas, las lanas de
lirios de los borregos, el sedoso pelo de la crin del burro y los
velludos lomos de las cabras y chotos”.
Es hermoso descubrir cómo
“la noche perfumada se convierte en un pozo de luna en el que el agua
negra es cielo y los cubos planetas”.
Este acercamiento a la
naturaleza en su estado más puro, que Ramón Palmeral nos descubre, hace
que nuestra vida sea más rica, y sobre todo es un ejemplo de lo excelsa
que puede ser una obra que nos acerca a un mundo en el que imperan la
paz y la armonía.
El libro contiene diecisiete ilustraciones de Palmeral con lo que se consigue visualizar a los personajes animalistas del libro.
Escritora
española (Valladolid). Es profesora de lengua y literatura. Crítica
literaria y conferencista, colabora con la revista Numen. Ha publicado los libros Sorolla, biografía poética del Pintor de la Luz; Antonio Machado, biografía poética de una soledad; Santa Teresa de Jesús, biografía poética de una pasión (Editorial Edibesa), San Juan de la Cruz, biografía poética de un místico (Edibesa) y Regreso al Parnaso (prosa y poesía).
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Primera páginas del libro
A modo de entrada por
el portillo
En realidad yo
no sé exactamente para quién va dirigida esta bitácora de pensamientos míos, si
para niños, jóvenes, adultos o animales que sepan leer, lo que sí sé es que es
una bitácora sincera de lo que veo, pienso y siento como perro, evidentemente.
Por otra parte pienso que puede ser complejo y
hermético entrar en la mente canina de un perro lobo como yo,pero en la superación reside la recompensa del esfuerzo.
La bitácora de Mi amo Palmeral y yo, no se escribió,
sino que se pensó, es una reflexión de mi conciencia perruna en un aspecto
lírico de la vida, de las emociones, y de las cosas sencillas y los seres más
humildes del mundo. Porquese ha de ver
el mundo tal cual es sin aumentar ni omitir nada.
A pesar de que soy un perro lobo sé leer, aunque no
puedo escribir, pero sí puedo pensar, oler, oír, ver y observar lo que pasa a
mi alrededor con sus realidades, fantasmas y polémicas.
De vez en
cuando ladro, porque es mi forma de hablar, aunque algunos humanos, poco
perspicaces, no lo entiendan de este modo. Por eso algunos berzas humanos,
gritan ¡que se calle el perro! Los perros no ladramos, sino que hablamos
labrando y cuando estamos tristes aullamos. Pero como dice el refrán castellano:
«Perro viejo no ladra en vano».
En el pueblo de
Frigiliana vivo junto a mi amo Palmeral,
un sesentón jubilado, y su mujer que nunca se jubilará. ¡No sé por qué!, no jubilan a las amas de casa.Me gusta vivir en este retirado pueblo, de
aguas de pueblo y con olor a pan de pueblo, y observando la sencilla vida de los agricultores, labradores y albañiles.
Vivimos en la plaza de la iglesia, en una casa antigua con cuadra, corral y bodega. Tiene mi amo un burro de carga,
cabras, borregos y aves de corral y una colmena en el barranco Tobías o Entobía
como lo llaman popularmente la gente.
Algunos días,
cuanto el tiempo es de esos que amanecen rosa, cojo mi correa con la dentadura
de afilados colmillos blancos como la carme de los chirimoyos y se la pongo en
la mano de mi amo para que me saque a dar una vuelta por el campo, pero en
realidad quien saca a mi amo de la casa soy yo con mis ganas de salir a la luz
de los días, porque de noche ya veo poco.
La buena vida es cara, las hay más baratas,
pero no es vida. Alimentarse bien es como recibir los rayos solares directos al
estómago. Yo tengo una vida gozosa en un
pueblo privilegiado con unos amos que me respetan, nos respetamos y en eso
consiste la convivencia: respeto mutuo y fidelidad.
Me entiendo mejor con los animales que con los
humanos, hasta con un mochuelo que es como mi mascota, un viejo cárabo que me
informa de lo que pasa en la cuadra, y traductor de lo que dicen los insectos.
Todos los animales me hablan y yo los entiendo, hasta algunos árboles viejos e
inteligentes me cuentan sus problemas.
Aquí, en esta antigua
villa de calles mudéjares, en la sierra de Almijara, a pocos kilómetros de
Nerja, aflora la vida rural apacible y horaciana, donde más de lamitad de sus habitantes son guiris
(extranjeros europeos y algunos sudamericanos), por algo será, más los turistas
que nos visitan cada día en autobuses que bajan, ven, compran, fotografían y se
vuelven a subir en los dragones de seis zapatones de cauchos redondos que ruedan
para regresar a sus hoteles cosmopolitas.
Yo Frico
Frigiliana, 2015
1.-YO, FRICO
Soy un perro lobo
de unos quince años según la nomenclatura humana, pero de unos setenta años
para los cánidos. Estoy más allá que pa
cá.
Obedezco al sonoro nombre de Frico, que he de confesar
que no sé lo que significa. Me conviene ser un perro obediente y no llevar la
contraria a mi amo, pero no del todo sumiso, pues de lo contrario me
convertiría en una gallina. Lo entiendo todo y sé leer desde cachorro, cuando
el señorito Emilio empezó a leer e ir a la escuela, porque somos de la misma
quinta. Lo que sucede es que él tiene quince años y yo estoy en la vejez canina.
Los perros lobos somos, físicamente los más parecidos
a los lobos salvajes, mis lejanos ascendientes, que siguen buscando comida en
manada como en los tiempos antiguos. Pero a mí me dan de comer por mis
servicios de compañía; es decir, que trabajo por la comida y por un techo, decentemente,
sin matar a nadie.
A mis primos los lobos, lo que les incomoda son las
cadenas al cuello, y del bozal ya no hablemos, porque es como ponerse guantes en la boca. Pero como
nunca jamás he mordido a un humano, y todos me conocen en mi pueblo de Frigiliana,
a mí nunca me pusieron bozal.
Mis ojos no son muy grandes, de color cáscara de
almendras dulces, flotan a ambos lados de mi cráneo alargado y peludo como dos
huevos negros cuales gallinas negras de Ayan Cemani. Mi hocico es largo y acaba
en una fresa de carne color ámbar oscuro. Mi olfato son mis ojos, de joven los
tenía comparables al de los jabatos salvajes. Aunque mi oído agudo es como el
de un lobo salvaje o un lince ibérico.
Rondaré los treinta kilos de peso, según mis cálculos,
no como mucho, en la edad el cuarto cuadrante se come menos. Me dan patas
cocidas de pollos y pescuezos, yo, a mi bol de comida le añado flores
silvestres del jardín, que me gustan mucho como los grandes gurmés de alguna
estrella Michelín. Y luego me hecho una siestecita porque como dice el refrán:
«El perro que duerme no lo despiertes».
Yo, si me encuentro a un gato no le hago ni caso, para
qué, si no se comen y además tendría que correr como un galgo para alcanzarlo.
La gata de la vecina es una torpe siamesa, con la que ni fu ni fa. Ella a su
rollo y yo al mío, a vivir la víaque son cuatro días. Nuestro gato del cortijo
es amigo mío.
En mi juventud fui un perro policía, un cachorro
adiestrado en la Escuela de Adiestramiento de Perros de
la Guardia Civil, situado en la carretera de Colmenar en el Pardo, en Madrid. Mi
adiestrador fue Palmeral cuando era
un guardia civil guía, después nos destinaron al aeropuerto de Málaga, allí
hicimos muy importantes servicios, a mí me dieron varias medallas pordescubrir más de 200 alijos de drogas en
maletas de los viajeros.
Pasaron los cuadrantes de los años, me
fui haciendo viejo, y empecé a perder facultades olfativas y, sobre todo, vista,
más una enfermedad canina de la que no recuerdo su nombre, y por eso me
jubilaron y me adjudicaron, o mejor dicho me entregaron a mi adiestrador, que
por cierto también se jubiló a los 58 años, por edad. Yo era un funcionario
propiedad del Estado, ahora solo soy un perro civil más, que respondo al nombre
de Frico.
Y como mis amos heredaron una casa,
preciosa, con balcones que miran a los atardeceres, y algunas tierras, nos
vinimos a residir en Frigiliana, y aquí estamos, sin perder yo mis facultades olfativas
policiales.