ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

sábado, 30 de septiembre de 2017

Alicante. Manifestación contra el referendum. Cataluña es España

La manifestación por la unidad de España invade La Rambla de forma espontánea

30.09.2017 | 16:16
La manifestación por la unidad de España invade La Rambla de forma espontánea

Desde las 11:45 de la mañana la concentración se ha reunido en torno al ayuntamiento; acto seguido y sin que se esperara se dirigió al cuartel de la Guardia Civil.

Alrededor de 1.000 personas, según datos de la Policía, se han manifestado esta mañana en la Plaza del Ayuntamiento de Alicante en favor de la unidad de España. Desde las 11:45 de la mañana la concentración se ha reunido en torno al ayuntamiento con banderas nacionales y gritando en favor de la unidad del territorio español.

Acto seguido, pese a que se esperaba que la concentración se limitara al espacio de la Plaza del Ayuntamiento , la manifestación se dirigió a La Rambla y puso dirección al cuartel de la Guardia Civil situado en la calle San Vicente como muestra de apoyo a su trabajo en la intervención del referéndum convocado por el gobierno catalán sobre la autodeterminación de Cataluña. Ambas vías han tenido que ser cortadas al tráfico de manera puntual.

La manifestación improvisada acabó finalmente frente al cuartel de la Guardia Civil, a pesar de la intención de los participantes de continuar hasta la Montañeta. Dado que no contaban con el permiso procedente, la Policía Local les informó que no podía acompañarlos hasta este último lugar.

"Desnacionalicen, por favor", Por Eduardo Medina en El País

Desnacionalicen, por favor

Es de esperar que voces de la izquierda que no se dejen atrapar por el narcótico y simplificador discurso de las naciones participen en la conversación que debe surgir el 2 de octubre para solucionar la crisis en Cataluña


“Nunca en mi vida he amado a ningún pueblo ni colectivo… El único amor que conozco y en el que creo es el amor a las personas”. Hannah Arendt, Eichmann en Jerusalén.

En Euskadi, lugar del que procedo, son muchas las personas que, ante la pregunta de qué somos, responderían convencidas que somos una nación.
Siempre he tenido por quienes responden así un enorme respeto. Son capaces de ver lo que yo no veo, sienten un tipo de amor por una pertenencia nacional que yo no conozco. Una pertenencia de bases románticas que se establece sobre una consciencia de pueblo y que produce emociones y dota de certezas. Es un tipo de amor para el que, como digo, nunca he estado nada dotado.
La existencia de una visión republicana o liberal de la pertenencia ofrece alguna alternativa interesante en este campo. Por ejemplo, la descripción de nuestra dimensión colectiva sin el peso de los grandes dogmas particularistas de los nacionalismos, la concepción de una sociedad abierta, su conformación de forma secular y racional sobre el principio de ciudadanía.

El ámbito de pensamiento de la izquierda siempre ha concebido la realidad colectiva de esta manera laica, respetuosa con el ámbito íntimo de cada persona, de su derecho a definirse y sentirse como cada uno quiera sobre la pauta liberal de que el Estado ni entra ni cuestiona ni pregunta sobre todo aquello que compete en exclusiva a cada uno de nosotros. De la misma manera, la izquierda política es también una rebeldía contra quienes se han erigido en los únicos intérpretes de los sentimientos de pertenencia colectivos, en los que se presentan como los únicos dueños de la definición de lo que somos.

Desgraciadamente, esa rebeldía ante quienes se erigen en los únicos intérpretes de la narrativa colectiva sobre quiénes y qué somos se echa últimamente en falta en los principales representantes políticos de la izquierda española.

Es verdad que una comprensión abierta del concepto de pluralidad suele ser una idea aconsejable en estos tiempos complejos en los que el ser humano lleva desarrollándose en las últimas décadas en Europa. Es un enfoque que ayuda mucho en la comprensión y la aceptación de que existe quien defiende la pervivencia de particularismos de distinto tipo y la existencia de múltiples naciones definiendo el espacio público.
España no tiene definición unívoca y alguien debería defenderlo.
Pero la defensa del derecho de estos a hacerlo no debería conllevar que lo establezcan como propio quienes interpretan en claves de izquierda la realidad en la que vivimos. Es el marco mental de otros, la ventana con la que otros miran el mundo, no con la que debería mirar la izquierda.

Si todas las fuerzas políticas de izquierda definen la realidad de nuestro espacio público como una suma de naciones, ¿quién defenderá lo que somos? Una sociedad abierta de ciudadanos y ciudadanas libres e iguales en obligaciones y derechos de ciudadanía.
Las reivindicaciones de patria, de soberanías plenas, cerradas, la definición del mundo a través de un nosotros y un ellos, el establecimiento de fronteras de diferenciación es la agenda de otros. No debería ser la de la izquierda, que no puede caer en la trampa de renacionalizar realidades que ya son innegablemente posnacionales o transnacionales. 

Después del domingo, el reto de la izquierda es estabilizar la convivencia en nuestro país
Será necesario a partir del día 2 de octubre que en la conversación política que surgirá en nuestro país para contribuir en la solución a la grave crisis abierta en Cataluña haya voces en la izquierda que no se dejen atrapar por el narcótico y simplificador discurso de las naciones. Porque España no tiene definición unívoca y alguien debería defenderlo. No sé qué era hace cinco siglos o hace dos, pero la España de hoy y la de mañana ni tiene definición unívoca ni es tampoco la descripción de múltiples naciones.
De entrada, es innegablemente una sociedad plural y está compuesta por ciudadanos y ciudadanas. La prioridad de la izquierda no debería, por tanto, orbitar alrededor de los derechos de las naciones, no debería aceptar el establecimiento de supremacías identitarias, de jerarquías sentimentales sobre lo que somos en unos territorios o en otros. Este es el argumento de los nacionalismos, no puede ser el de una izquierda moderna.

Convendría que su discurso y su reivindicación se centrara en que todos esos ciudadanos y ciudadanas plurales vivan siendo iguales en el campo de las obligaciones y de los derechos. Y que lo hagan en una sociedad cohesionada sin la enorme disparidad de renta per cápita por territorios existente en la actualidad en nuestro país.

Es de esperar que esa línea argumental, republicana, liberal y socialdemócrata sea defendida por voces de la izquierda política española ante el reto de estabilizar la convivencia en nuestro país a partir del día 2 de octubre. Convivencia que, en sociedades complejas y plurales, no tiene solución en términos de respuesta a un problema. Es en sí misma problemática porque son múltiples las formas de entender la vida que conviven en un espacio público de 48 millones de habitantes. Porque dentro de nosotros mismos habitan y colisionan muchos y muy dispares intereses. Porque conviven distintas lenguas y sentimientos, creencias religiosas y opiniones políticas. Porque hay puntos de vista a veces similares y a veces antagónicos. Porque esa pluralidad cada vez mayor es la que nos explica y la que nos define, la que hace inverosímil, incompleta e imposible la reducción a una simplificada definición romántica, de carácter nacional, lineal y certera, de todo lo que esta sociedad es en su conjunto. El principio de una idea amplia de ciudadanía —amplia en derechos y obligaciones— en el marco de una sociedad abierta es lo único que puede hacer viable la convivencia cívica en nuestro país para las próximas generaciones de ciudadanos. Y alguien debería defenderlo.
La definición cerrada de nación, el argumento de patria, sostenida en sentimientos descritos como superiores y con pretensión de jerarquía sobre otros es lo que describen los ojos de algunos. Desnacionalicen, por favor. Esa no puede ser la descripción de una izquierda racional, cívica y moderna.

Las urnas chinas de referéndum ilegal




 

Las urnas chinas del referéndum se usan en China cubos de basura. Es una vergüenza denigrante votar en estos cubos, hasta qué punto de bajeza ha llegado la mentalidad infantil de Oriol Junqueras. Unos cubos que no sabemos no de qué material están hechos, ni que controles sanitarios han pasado. Lo que podría ser una importación fraudulenta, por lo declarar en los manifiestos la verdadera mercancía. En fin un desbarajuste legal de tres pares...
¿Dónde queda la dignidad?  ¿Dónde queda el orgullo? Estos cubos-urnas de basura son como poner al abuelo a comer en un plato de plástico. ¡Qué bajos han quedado los del Gobierno catalán! Estos mentecatos son los que pretenden representar una república con cabida en Europa.
De verdad que vergüenza, que denigración darle validez a un referéndum ilegal con urnas chinas. Parecen mendigos. Esto es como darle de comer a los cerdos.
Pero adónde han llegado los catalanes independentistas. El mundo se ríe de ellos. Es que si yo fuera Guardia Civil, no me mancharía las manos en retirar estos cubos de basura que pueden estar contaminados, que lo hagan los basureros o encargado de la limpieza con guantes y mascarillas.
Qué forma tan estrepitosa de humillar a los catalanes. Y encima para más INRI, las muestran al mundo con su escudo. Un mundo que ahora se parten de risa.
Esta es la marca catalana, la imagen de república que quiten dar así mundo, la de las urnas chinas, porque no le dejaron comprar las de verdad.
Menuda humillación echar una papeleta en estos cubos de basura. Pero es que en realidad, en adónde va a ir el voto: a la basura.
Les ha salido a 5 € cada una, son unos 35.000 €. De donde ha salido este gasto. Por eso querían cobrar 10 € a los periodista en la rueda de prensa, para pagar las urnas, pero no les llega.  Esto se llama despilfarrar. Ninguna empresa española quiso fabricarlas.
Se debería hacer una manifestación de protesta por poner el escudo catalán en un mierda de cubo de basura. Dónde queda la dignidad ante esta humillación.
Estos cubos-urnas-humillantes, denigra a todos los catalanes. Como es posible tener a una Generalista con mentalidad infantil, del todo cien y del todo vale, con tal decir contra el Estado. Es increíble que una gente tan cívica, llena de valores de destino, ecologistas, tal solidarias y cultos hayan llegado a esta situación de bajeza y denigración.
Ya piden, en manifestaciones, la prisión de Puigdemont, el presidente se una parte de los catalanes: los independentistas retrógrados.
A mí me daría vergüenza echar un  voto de ciudadano en estos cubos chinos.

¿Cómo averiguaría donde están guardados estos cubos? Primero dando una recompensa al delator, y segundo llamando al embajador chino. Otra la de averiguar en qué barco llegaron. La Aduana debe tenerse los manifiestos de los contenedores en las que vinieron y donde se guarda, bien en la zona Franca o en un almacén de los chinos. Es posible que las urnas se lleven en furgonetas de los chinos. Estoy absolutamente seguro, que hoy sábado, la Guardia Civil, descubrirá su almacenamiento.



Ramón Palmeral.
30 de septiembre 2017


No ir a votar para decir no.

Si vas votar para decir no en el referéndum estas participando, y tu voto cuenta como participación en una consulta. Y si te abstienen es lo  mismo que participar.

viernes, 29 de septiembre de 2017

Despliegue de banderas en Alicante, y en toda España

Las ventas de enseñas españolas se disparan en la provincia a raíz del conflicto independentista de Cataluña

29.09.2017 | 05:37
 
Despliegue de banderas
Las empresas de confección reciben más pedidos de comercios para atender la demanda de vecinos que las colocan en las fachadas de sus viviendas.
El conflicto de Cataluña ha despertado un sentimiento patriótico en la provincia de Alicnate. Durante las últimas semanas, conforme se ha ido crispando el ambiente en torno al conflicto independentista catalán, los pedidos que llegan a las empresas que confeccionan banderas han ido en aumento. Una de estas firmas está asentada en Elche Parque Empresarial, donde reconocen que los encargos de banderas españolas que realizan los establecimientos han crecido a la vez que se ha ido aproximando la fecha del referéndum impulsado por la Generalitat de Cataluña y que ha suspendido el Tribunal Constitucional.

Durante las últimas semanas, las máquinas de coser de la empresa ilicitana Banderalia han tenido que preparar hasta un 15% más de banderas nacionales de lo habitual. En España, explica el gerente de la firma, Antonio Rodríguez, no es habitual que los ciudadanos compren enseñas nacionales, como sí ocurre en otras zonas del mundo, como, por ejemplo, Estados Unidos, donde no resulta nada extraño que cada familia tenga una bandera en el jardín de su vivienda.
Sin embargo, basta con salir a la calle estos días y comprobar que en ciudades como Alicante y Elche se ven colgadas en balcones y ventanas más banderas españolas de lo que los entendidos en este menester consideran habitual.

Desde la firma ilicitana de confección de banderas apuntan que no han registrado grandes pedidos de banderas catalanas, ya que fabrican de todo tipo, pero sí de las nacionales, que también se venden mucho estos días en los establecimientos de la Vega Baja.
Las instituciones y colectivos han sido tradicionalmente los principales consumidores de este tipo de productos en España, por lo menos en la provincia, según los comerciantes. Pero ahora, con el conflicto catalán, se están vendiendo más banderas españolas de lo normal a particulares.

«Ya nos gustaría que esto fuese lo habitual, y que aquí los ciudadanos comprasen banderas asiduamente como hacen en Estados Unidos. Sería muy bueno para un negocio como el nuestro, pero creemos que es algo circunstancial», apuntaba Antonio Rodríguez, el gerente de la firma en la que en el último mes se han confeccionado multitud de banderas nacionales para abastecer el exceso de demanda.

El sentimiento independentista de la iglesia cartalana. Por Iñigo Domínguez

Congreso Eucarístico Internacional de Barcelona de 1952

 

He leído el artículo de Íñigo Domínguez en El País del 29 de septiembre de 2017. Y me pregunto cómo ha cambiado la iglesia catalana en estos últimos tiempos. Da a entender que Cataluña se construyó hace mil años en el monasterio del Monserrat. Cómo es posible este cambio radical respeto por ejemplo al Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Barcelona en 1952, donde las calles se llenaron de fieles y de curas y de monjas, a miles. ¿Acaso son las subvenciones de la Generalitat los que los han cambiado? Oriol Junqueras estuvo en Moserrat haciendo una visita al abad.

En el artículo de Iñigo Domínguez  todo son mentiras, y afrentas u ofensa hacia Cataluña y los catalanes, solamente habla de lo malo que son los demás, parece como si los catalanes hubieran sido como los esclavos israelitas en Egipto, salvados por Moises.
Nos habla de la singularidad catalana y de su lengua, como si vascos, asturianos, andaluces, valencianos y demás autonomías no las tuvieran, solo ellos. Las autonomías están reconocidas en la Constitución de 1978, son nacionalidades, porque solo hay una nación que es España.


Habla de la represión franquista, pero se olvida que Franco instaló en Cataluña la industria automovilística como la SEAT en 1950, y la textil, mandó construir pantanos, amplió los puertos de Tarragona y Barcelona… etc. etc., esto sería interminable.
Y en la democracia con el gobierno de Felipe González se hicieron los Juegos Olímpicos de 1992.

El obispo de Solsona Xavier Novell, dice que ya a ir a votar, muy bien que vote y rebote. Pero el mensaje que le está enviando a los fuieles es el de no cumplir la ley. El mensaje de que la voluntad popular está por encima de la ley es un error, y lo sabe cualquiera que ha estudiado derecho, como supongo que ha estudiado el obispo, más derecho canónico. 

Los cristianos suelen decir: "Creo en Dios pero no creo en los curas". Efectivamente esta postura independentista de 1/4 de los curas catalanes confirma la regla. Se ve a las claras la politicación de la iglesia.

 

Leer artículo:

El alma independentista de la Iglesia catalana

El sector más contestatario del clero se moviliza ante el 1-O y retoma una línea histórica de militancia política







Algunos fieles entran en la iglesia de Nuestra Señora de Pompeya, en Barcelona, para asistir a la "Plegaria por el referéndum".

Los niños de la escolanía de Montserrat empiezan a cantar el himno de la patrona, y toda la basílica se pone en pie: "Iluminad la catalana tierra/ guiadnos hacia el Cielo". El padre Hilari Raguer, 89 años, susurra: "Este era el himno catalán cuando no se podía el otro". A la salida del templo, señala la lápida de monjes notables en mil años de historia y se leen los 23 fusilados en la Guerra Civil. "Yo discuto la condición de mártir, sostengo que no les mataron por su fe, sino porque se les identificaba con una ideología", explica Raguer, historiador y figura muy respetada en Cataluña. En otra sala tuvo lugar el encierro de intelectuales contra el proceso de Burgos en 1970. Luego aquí nació Convergència. A la hora de comer, el monje recuerda en el refectorio que allí se reunieron las Cortes de la República en 1938. Mientras unos cuarenta monjes comen en silencio, spaghetti y sepia con ensalada, otro lee en catalán. Al principio el Evangelio, luego pasa a relatar la historia de las autopistas de peaje en Cataluña.
La historia pasa por Montserrat desde hace mil años y la abadía, símbolo de la Iglesia catalana y mucho más, de identidad nacional, se alza en el paisaje como un oráculo. Por cierto, son benedictinos, como los del Valle de los Caídos. Ahora también han hecho oír su voz. El domingo, el monje Sergi d'Assís, de 42 años, de los más jóvenes, dijo en la homilía: "Hemos de decir 'no' a la represión y 'sí' a la libertad y al respeto de los derechos más fundamentales". Las opinones de Hilari Raguer no son un secreto en Cataluña. Uno de sus libros es Ser independentista no es ningún pecado (2012): "Llevamos 300 años de represión, y con el síndrome del perro apaleado, sin revolvernos y contentos con cualquier cosa, la novedad es que hemos perdido el miedo". Añade: "Estos días me recuerdan el tardofranquismo, porque la dictadura al final ya no era de metralleta, era de porra". Raguer fue detenido en 1951 en la huelga de tranvías, con 22 años, y pasó siete meses y medio en la cárcel. El domingo espera que les pongan un autobús para bajar a votar a los que lo deseen.


Una estelada en el altar en una "plegaria por el referéndum"


La céntrica iglesia de los capuchinos de Nuestra Señora de Pompeya, en la esquina de la avenida de la Diagonal con el paseo de Grácia de Barcelona, acogió la noche del jueves una "Plegaria por el referéndum del 1-O", convocada por el movimiento Cristianos por la Independencia. "La plegaria es una de las contribuciones que los cristianos podemos dar al país. Nos coloca ante Dios con toda nuestra debilidad y nos devuelve la fuerza para participar en la creación de nuevas realidades", decía la convocatoria. Asistieron unas 250 personas, con una media de edad muy alta. Se veían muchos cabellos blancos. Derivó enseguida en un acto político, o al menos en una confusa mezcla, entre lecturas del Evangelio, proclamas patrióticas y peticiones, entre otras cosas, “por las víctimas de la intolerancia del Estado español”. El momento culminante fue la ofrenda a la Virgen de una serie de símbolos que completaban la estelada: una senyera, como símbolo de la patria”, un triángulo azul “como símbolo del compromiso con la humanidad”, una estrella blanca “como símbolo de la libertad” y una papeleta del referéndum como símbolo del derecho a decidir “nuestro futuro colectivo”. Fueron depositadas en las escaleras del altar. A la salida había colocada una hucha para hacer donativos a los procesados que han recibido multas y se repartían papeletas para votar el domingo. También un manifiesto de la Sectorial Cristiana de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) llamado "Seamos creadores de un futuro esperanzador" en el que, entre otras cosas, se invita a "animar a las personas del entorno" a participar en el referéndum.  La ceremonia terminó con el himno de Montserrat, y Els Segadors, entre gritos emocionados y algunos fieles con el puño en alto.

La Iglesia catalana, protagonista en el franquismo y la Transición como refugio de aspiraciones y libertades, se ha subido ahora al debate como a una cita con la historia a la que no puede faltar. Su influencia ya es mucho menor: Cataluña es la comunidad donde menos gente se declara creyente; su predicamento es nulo en la CUP y los votantes más jóvenes; y en el Gobierno solo hay un practicante, Oriol Junqueras. Pero sigue teniendo un halo de autoridad moral. “El nacionalismo vasco es étnico, el nuestro es cultural, centrado en la lengua”, apunta Raguer, y la Iglesia ha tenido un papel decisivo en la difusión del catalán. También porque siempre ha movido un sector disidente de la jerarquía. La semana pasada más de 400 sacerdotes -un cuarto del total- firmaron un manifiesto para que "fueran escuchadas las legítimas aspiraciones del pueblo catalán".
El coordinador de esta iniciativa es el párroco de Calella, Cinto Busquet: “Como sacerdotes no tenemos ideología, pero nos hemos sentido moralmente obligados por la represión y propaganda del Estado”. En cuanto al referéndum, cree que “el Govern no tenía más remedio”. Admite que hay un riesgo de división entre los fieles, porque “es un asunto muy visceral”, pero considera “evidente que en Cataluña hay una mayoría que nos sentimos catalanes, aunque esto no quiere decir que deba haber una fractura”. “Estamos muy tranquilos de que lo que hacemos es evangélico”, concluye.
Este documento es un nuevo punto de enlace con una línea histórica, dentro de la capacidad de estos días para hacer revivir el pasado, tanto en quienes lo vivieron como en los que no, pero que a su vez desean vivirlo para sumarse a esa tradición. Más de 400 curas se solidarizaron con el abad de Montserrat Aurelio Escarré, al exiliarse tras su entrevista a Le Monde en 1963 en la que denunciaba el régimen de Franco. O los 150 curas apaleados en una manifestación en Barcelona en 1966 por las torturas a un estudiante. Ese año también surgió la campaña "Volem bisbes catalans" (Queremos obispos catalanes) ante el nombramiento como arzobispo de Barcelona del vallisoletano Marcelo González. A partir de entonces, el Vaticano emprendió una línea más astuta: nombrar obispos que hablaran catalán pero no fueran catalanes, de Valencia o Baleares. En 1966 también fue la Capuchinada, el encierro estudiantil en el convento de la orden en Sarriá que acabó con la irrupción de la policía. “Aquel comisario era un monstruo”, recuerda Joan Botam, 91 años, que entonces tenía 36 y negoció con él como superior del monasterio. Botam, que habla cinco idiomas, es un experto reconocido en diálogo interreligioso, en reconciliar opuestos, pero es independentista: "Es que yo defiendo la independencia de cada individuo, la convivencia de tú a tú, no de superior a súbdito, y eso que he sido superior 15 años". Nacido en un pequeño pueblo, no oyó hablar castellano hasta la Guerra Civil, cuando llegaron los soldados republicanos. Opina que el trato a la lengua es la raíz del mayor sentido de ofensa entre los catalanes. Cree que "el Episcopado huele a sistema, en vez de oler a oveja".


La Iglesia también fue decisiva en la primera reunión de la Asamblea de Cataluña, el organismo que aglutinó a la oposición antifranquista, el 7 de noviembre de 1971. Se celebró en la iglesia de San Agustín, en el barrio antiguo. Asistieron 300 personas. Joan Vallvé, 76 años, entonces militante democristiano, fue uno de ellos: "Íbamos yendo a la misa, la gente se iba quedando y al acabar la última el cura cerró con ellos dentro. Las reuniones preparatorias también se habían realizado en escuelas religiosas, que cedían sus instalaciones". En la siguiente, meses más tarde, en María Mediadora de Todas las Gracias, irrumpió la Policía. "Estuve tres días en jefatura, incomunicado, y dos en la Modelo”, recuerda. Luego fue conseller de CiU con Jordi Pujol y ahora es vicepresidente de Òmnium Cultural, una de las entidades que lidera el movimiento independentista.
La jerarquía episcopal se ha mantenido prudente en la cuestión del referéndum, aunque en mayo emitió una nota conjunta en la que rogaba escuchar “las legítimas aspiraciones del pueblo catalán, para que sea estimada y valorada su singularidad nacional”. La semana pasada redactó otra en el mismo tono. Pero ayer jueves el obispo de Solsona, Xavier Novell, el más cercano al movimiento independentista, se salió de la línea de distanciamiento y anunció que votará en el referéndum, que “la sociedad está defendiendo contra todos los ataques imaginables”. "Si este domingo hay urnas, yo iré a votar", aseguró en su hoja semanal. Afirma que no es justo que a los catalanes se les niegue "el ejercicio de la autodeterminación"."Todos sabéis que se trata de un derecho inalienable de toda nación; una gran mayoría social lo quiere ejercer; era el punto primero de los programas electorales de los partidos que ganaron las elecciones autonómicas”, argumenta. También destaca que muchos altos cargos “están arriesgando su libertad, carrera y patrimonio, para ofrecernos, por primera vez en la historia, la oportunidad de ejercerlo".


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jueves, 28 de septiembre de 2017

El fundador de la Falange, ya aventuraba en 1934 el soberanismo catalán.



"Pero además de esto, y esto es la otra incongruencia a que antes aludía, es que todos sabemos lo sabemos por los periódicos, que en Cataluña hay planteado otro estado revolucionario, de una gravedad como no se ha planteado proba­mente otro en España desde hace más de un siglo hay un Poder del Estado que no sólo ha desacatado abiertamente a otro Poder constitucional, en este aspecto superior, sino que, por boca de quien lo encarna, ha dicho que está dispuesto a hacer frente al Estado español incluso trance de guerra civil…"  
José Antonio Primo de Rivera 14 de junio de 1934

Dicen los separatistas catalanes que quieren irse.


. Comentario en La Vanguardia
 
 
Dicen los separatistas que quieren irse. Yo es que soy muy democrático, el que quiera irse, ya está tardando; pero el "solar" catalán es parte fundacional de España, y propiedad de todos los españoles, por tanto, a esa minoría separatista, les toca coger la mochila e irse a fundar un nuevo estado donde les admitan y puedan relamerse en esa historia inventada que hoy se cuenta en las aulas de inmersión, amen de llamar ladrones a otros.

Pero antes de irse que devuelvan la parte de deuda nacional que le toca, 27.000€ por cada catalán. También su deuda autonómica "avalada por el Estado", y finalmente todas las ayudas del FLA, que es un cifra en muy pocos años que ya marea (en detrimento de todos los demás españoles).

Y tras ello que devuelvan los aranceles que estuvieron "chupando" gracias al proteccionismo, desde la reina Isabel hasta la entrada en la UE, que abolió los que quedaban. Una riqueza inmensa.

Y luego las ayudas y beneficios que Franco (protector de la burguesía catalana, uno de los principales bastiones del franquismo) les trajo en forma de grandes empresas, mano de obra barata e infraestructuras durante 40 años, y de la que han disfrutado.
No en vano, la burguesía catalana apoyó a todas las dictaduras, mientras que escenificaron una cruel y escandalosa campaña en contra de la independencia de Cuba y Puerto Rico.

Y de paso, una prima por haber disfrutado de la ventajosa situación geográfica, además de tantos insultos y falta de respeto a todos los símbolos del Estado, y al tan variado resto de españoles, de comunidades tan diferentes y riquísima historia y tradiciones (porque la persecución política y el señalar con el dedo, ya lo hacían los Nazis en los años 30).

Que ya sabemos que hay catalanes a los que les cuesta abrir la cartera.

Sino, esto sería como el hijo vaguete y egoísta, que le dice a su padre que le compre un piso y le de dinero para independizarse. O peor aún, que les dice a los padres que se vayan de casa, que él necesita el piso para su independencia.

La gran suerte lo que está pasando en Cataluña, es que por fin han tirado por la borda el poco prestigio que les quedaban, y los pocos apoyos que tenía fuera la secta separatista (a base de contar mentiras, malmeter, y comprar periodistas).

Tienen prisa, y los motivos son dos:

-Primero, que Pujol y LA FAMILIA siguen mandando (Pujol dirige a Mas, y Mas dirige a Picodelmonte) y quieren librarse de lo del 4%.

-Y en segundo lugar y decisivo, el último año, han perdido mil independentistas al día, por tanto, hay que correr y se han tirado al monte.

En que cabeza de adolescente iluminado cabe, que una minoría de una región, independice una CCAA de una tradicional y reconocida nación a nivel mundial, que jamás fue maltratada; sino todo lo contrario (ha sido una región ventajosa y ventajista).

Pero si para que algo fuera mínimamente visto con símpatía internacional, debería contar con mínimo dos tercios de la población.
Y este es el verdadero problema. Que a pesar de la manipulación, el adoctrinamiento insistente, el régimen separatista catalán que se han montado, las mentiras que cuentan, y sobre todo, el despilfarro económico que emplean para el tema separatista, la base llegó a su cenit, y comenzó a recular hace ya un tiempo.

De hecho, ya se ha visto en todas las grandes movidas y elecciones, que son los mismos 1.850.000 de siempre, extraordinariamente movilizados (las uves, cadenas humanas, y las elecciones que ellos nos anunciaban a bombo y platillo, que eran prebiscitarias), cuando en Cataluña pasamos de los 7.000.000 de habitantes, y que de ahí no pasan. No consiguieron "eixamplar les bases" a pesar de engatusar y comprar a colectivos de todo tipo, como los musulmanes.

El Gobierno toma el control de los Mossos, después de demostrar sus mandos que no eran de fiar cumpliendo la Ley.
Era obligado sortear a sus mandos separatistas, y poder así sortear también a los políticos de "Catadisney". 

Y cortarles el flujo de dinero porque sin "calés", se termina el río de dinero de las 400 organizaciones que viven de la "teta" de la Generalidad, que están derrochando en organizar sus tumultos.

Deberían sustituir a los dirigentes de las poderosas y bien subvencionadas TV y radios catalanas (y toda la maraña de satélites), que son agitadores profesionales, y a periodistas hispanófobos del estilo Mónica Terribas. 

Controlar también a las organizaciones racistas, y muy bien dotadas de dinero, Omnium y ANC, "emplumándoles" por responsables de los tumultos y piquetes.

El final está claro: Los delincuentes y totalitarios adoctrinadores de niños, Puigdemont y varios cargos de la secta, acabarán en prisión por la intentona golpista. Habrá muchas inhabilitaciones, y multas muy importantes. 

Y finalmente, ahora sí, los demócratas tendremos que salir a la calle por millones, a demostrar que somos muchos más los que defendemos nuestras leyes. El propio gobierno, debería convocarnos a salir a la calle (tal como lo hacen los dirigentes de "Catadisney"), y por descontado, todos los partidos políticos (menos los enemigos del Estado y del País). 

Esperemos que Pedro Sánchez no siga poniéndose de perfil en temas tan importantes como este, intentando contentar al moña catalán. 

No se puede permitir, que una minoría de tacaños pedigüeños de una rica región de España, que disimulan sus complejos de inferioridad creyendose superiores, que siempre fue beneficiada económicamente por la historia, y que quieren seguir recibiendo ventajas y prebendas especiales se quiera independizar (ojo que Sánchez aún cree que a estos se les convence con más regalos, en lugar de diciendo BASTA), culpando a los demás de todos sus males y llamándoles ladrones, y menos de forma ilegal, desobedeciendo a los tribunales, asaltando el Parlament, amparándose pseudoleyes bananeras, y bulos históricos y falsedades.
El PIB catalán superaba un 35% al de Madrid en 1980. Y tras casi 40 años de separatismo, Madrid ya hace años que supera a Cataluña, y la brecha va en aumento.

El nacionalismo, le ha sentado muy mal a Cataluña.
Por un lado por culpa de la corrupción (la zona más corrupta de España, según revela la UE, y una de las más corruptas de Europa, ocupando el triste puesto 130 de las 172 regiones europeas, por su pésima calidad de gobierno -las fuentes son libres y las teneis en internet- ), pues es la clase política más pesetera y corrupta de España. Y por otro, el descalabro de su mala gestión económica, donde además las competencias traspasadas, encima de gestionarlas mal, se encarecen enormemente (ponen sueldos fantásticos a todos, y derrochan dinero para la secta a paladas).

Cuando se consiguió el record diferencial, fue durante las dictaduras de Franco y Primo de Rivera. Fueron los dictadores, los protectores de la burguesía catalana (con infraestructuras, leyes, dedazos en concesiones, empresas estatales, y mano de obra barata), y no en vano, el advenimiento de ambas dictaduras, en buena parte se debe a Cataluña.
Naturalmente, esto no se cuenta en el oasis catalán.
Los medios en "Catadisney", prefieren no contrariar a quien reparte las subvenciones, canales y frecuencias. Pero tampoco se cuentan en las aulas de inmersión linguistica, ni en los adoctrinadores medios públicos. Muy al contrario, les explican a los devotos lo muy democráticos, pacifistas y defensores de la ley que son. Un pueblo (que jamás fue pueblo...) envidiable e intachable (como tampoco les explican la historia de los negreros catalanes de ilustres apellidos, y sus malas prácticas en las colonias españolas de Cuba y Puerto Rico, hasta que Alfonso XII escandalizado, les prohibió el mercado de esclavos, y donde acumularon las mayores fortunas de la historia de Cataluña, con la que se desarrolló industrialmente, además de por el proteccionismo histórico que les beneficio siempre).

"La falsedad, tiene alas y vuela, y la verdad la sigue arrastrándose, de modo que cuando las gentes se dan cuenta del engaño ya es demasiado tarde".
MIGUEL DE CERVANTES.