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(Revista digital de ARTE, CULTURA Y OPINIÓN DESDE ALICANTE. Nuevoimpulso.net
Matrix fue un hito en la ciencia ficción, que conectó con varias generaciones y que transformó el cine de entretenimiento. De ella, sobre todo de la primera entrega, se hicieron multitud de lecturas y, como suele ocurrir con todo fenómeno, tuvo sus imitadores. Podríamos decir, por tanto, que hubo un antes y un después del estreno de la primera entrega en 1999 que luego remataron la segunda y tercera parte. En ese final, las hermanas Wachowsky mataban a sus protagonistas o eso parecía. Así terminaba la saga del blanco, el negro y el verde intenso, de la banda sonora con Rage Against the Machine o Marilyn Manson.
Por ello, Lana Wachowski tenía ante manos una tarea casi imposible, resucitar una franquicia que estaba finiquitada y también resucitar a sus dos protagonistas, Keanu Reeves y Carrie-Anne Moss, dos emblemas del cine de ciencia ficción que regresan veinte años después. La pregunta que surgió entre todos los fans de la saga fue cómo narices iban a apañárselas para devolver la vida a Neo y Trinity y cómo iban a justificar una nueva entrega. Lana Wachowsky es plenamente consciente de la tarea, y es precisamente en esa justificación donde el nuevo filme, The Matrix Resurrections -que se estrena este miércoles 22 de diciembre-, brilla como ejercicio autoconsciente.
La responsabilidad cae por completo en esta ocasión en Lana Wachowsky, directora y guionista, ahora en solitario, ya que su hermana Lily ha preferido quedarse al margen. Construye un blockbuster que anda todo el tiempo psicoanalizándose. Neo tiene veinte años más, melena y una depresión tremenda. Es un hombre de éxito atormentado, como todos los superhéroes modernos. Es rico y famoso por haber creado un videojuego llamado Matrix que tiene millones de fans en todo el mundo. Ahora su empresa, Warner Bros, le pide una nueva entrega, la cuarta. También aparece ella, Carrie-Anne Moss, dándole de nuevo vida a uno de los primeros personajes femeninos que empoderó a las espectadoras a principios de este siglo, Trinity.
Y hasta aquí podemos leer del guion, sin ser linchados por hacer spoiler, que refleja el metalenguaje cinematográfico y donde la creadora da rienda suelta a sus obsesiones e intereses a través de un Neo que se convierte en su alter ego. Está el éxito, la relación con los fans, las relecturas del filme... y todo lo cuenta con humor incisivo. Está hasta su transición de género y su puesta en duda del binarismo de género en el que vive inmersa la sociedad patriarcal. Un guiño a lo queer de una directora que lleva los últimos años dando visibilidad al colectivo LGTBIQ en su vida privada y también en una de sus últimas creaciones, la serie Sense 8. En definitiva, la ha quedado una película divertidísima, inteligente, vibrante y muy elocuente y definitoria del momento actual que vivimos.
The Matrix Resurrections vuelve a las diatribas filosóficas de siempre, a la caverna de Platón, a la Alicia de Carroll, a la ficción y a la realidad, a la manipulación, incidiendo sobre todo en este último aspecto ¿Somos libres en la sociedad capitalista actual? ¿Es libertad elegir la carcasa del iPhone? ¿Es la seguridad de los ciudadanos su peor enemigo para conocer la verdad? Preguntas que de alguna manera estaban en las anteriores entregas, pero que la transformación del mundo ha hecho que cobren casi mayor sentido en esta cuarta película. Ahora se añaden los bots, que linchan a los enemigos que señala el sistema, se añade la manipulación política, la desinformación y fake news.
A pesar de haber pasado veinte años desde su estreno en cines, el reflejo de Matrix sigue vivo en la sociedad. La vida anodina de miles de trabajadores que van de casa al trabajo y del trabajo a casa, que no se plantean nada más. Y luego está los que sí lo hacen, los que descubren que Matrix nos manipula y no nos deja ser libres, por muchas cervezas que podamos tomar en terrazas y bares.
El impacto cultural de la original fue enorme. No solo por la conexión de una generación desencantada con los personajes protagonistas, que buscaban algo más, que eran hipnóticos y que decían al espectador medio algo que querían oír. Que no eran mediocres, que ellos también eran parte de esos elegidos que podían descubrir la verdad del mundo. Pero además, Matrix trajo una estética marcada por un estilo cibernético, completamente nueva, con el blanco y el negro, con las gafas de sol de cristales pequeños, con el cuero, con las cortinillas de números verdes incandescentes. Y con las escenas de acción, las balas a cámara lenta, el kung fu, coordinadas por una banda sonora perfecta.
En realidad el guion se basaba en emular la estructura narrativa del cuento clásico, cuyas herramientas describió Propp. El destinador, Morfeo, encarga una tarea al héroe, Neo. En este caso es descubrir qué es la realidad. En esa aventura tiene colaboradores, como Trinity de la que llega a enamorarse, y enemigos, como el agente Smith. La cuarta entrega replica la estructura, aunque añade más tramas y personajes, lo que la hace más compleja. Básicamente, como en un buen thriller, las posiciones de los nuevos personajes no están marcadas en el inicio, sino que se van desvelando en un juego de traiciones. Hay un psicólogo -uno de los grandes hallazgos del guion por lo que significa que Neo sea un paranoico que ve cosas-, que interviene en la acción, un nuevo Morfeo que no pierde carisma, y un personaje de nueva creación, una fan, que interpreta la actriz Jessica Henwick. Un reparto diverso, signo también del activismo de la directora, que funciona y no desentona, en una entrega que en el fondo ha virado hacia el romance.
La estética orignal se mantiene solo en los flashbacks a la primera cinta. Los de la época actual se pasan a los colores saturados, con un halo vintage, en un Nueva York de cafés modernos y rascacielos. Los efectos visuales, la original se llevó el Oscar en esta categoría además de otras cuatro estatuillas como montaje y sonido, ya no sorprenden tanto, pero siguen siendo espectaculares, como la escena donde Keanu Reeves vuelve a hacer kung fu, o una de las escenas finales donde se resuelve el misterio. La Wachowsky lo ha vuelto a hacer: ritmo, fondo y forma vuelven a congeniar en una entrega que lo tenía realmente difícil y que plantea una enmienda a la totalidad a la propia saga, con un giro final digno de nuestro tiempo.
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Pepa Blanes
Nació en Elda (Alicante) el 28 de febrero de 1985. Estudió Bachillerato en el IES Azorín. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Radicada en Madrid, ha trabajado en Diario Información, Europa Press, Movistar+ y la Cadena SER.2 Fue subdirectora del programa La Script en Cadena Ser. Desde 2019 es Jefa de Cultura en la SER,2 y directora del programa El Cine en la Ser. También fue subdirectora del programa Ver-Mú en Movistar Plus de Telefónica.3 Es Investigadora en la Universidad Complutense de Madrid en proceso de realizar el doctorado sobre periodismo, comunicación, redes sociales y narrativas en cine y televisión. Ahora está especializada en Cine, pero ha cubierto Política, temas de Sociedad, Economía y Cultura.
Ha escrito un libro sobre cine, "Abre los ojos", a punto de ser publicado en este año 2021.
Como las feministas, arguye que hace con su cuerpo lo que le da la gana.
La televisiva Cristina Pedroche lleva seis o siete años retransmitiendo las doce campanadas que, desde la Puerta del Sol madrileña, dan paso al nuevo año. Ha protagonizado un vídeo desnudándose por las calles de Madrid, con recorrido que termina en Sol, para promocionar su próxima comparecencia de Nochevieja. ‘El Hormiguero’ le dedicó su edición del jueves pasado íntegramente. Cristina acudió al programa casi desnuda y desveló que en Nochevieja comparecerá con la cabeza rapada y un vestido “sin tela”...
Seguir leyendo en Hoja del lunes.
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31 de diciemebre 2021
Los ‘haters’ dirán lo que quieran, pero Cristina Pedroche siempre nos ofrece uno de los mejores momentos de moda del año. Y nosotras estábamos deseando despedir este 2021 y dar la bienvenida a 2022. ¿Preparados para ver el look de Cristina Pedroche en las Campanadas? Tema de interés nacional, su siempre comentado y complicado estilismo que ya es el tema más comentado en todas las casas esta Nochevieja y en la redes sociales.
Boicot al cava catalán, y a otros productos como los vinos y embutidos. Los españoles consumidores estamos contribuyendo al independentismo.
Actualmente el Parlamento catalán se compone de 135 diputados y diputadas, elegidos por un plazo de cuatro años mediante sufragio universal, libre, igual, directo y secreto.Que empiecen por ahorar por aquí.
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A nivel estatal, las ventas de este producto han bajado entre un 5% y un 10%, a falta aún de contabilizar las cifras del presente mes de diciembre, especialmente importante por lo que se refiera a las ventas de cava.
Para afrontar la caída de ventas, Bonet insistió en que es importante la internacionalización de los productos catalanes y españoles. En este sentido, indicó que la caída de las ventas en España se está compensando con las exportaciones, que este año han subido.
Bonet dijo que 2008 está siendo un año "excelente" por lo que se refiere a la exportación. En concreto, a estas alturas se han vendido ya 8 millones más de botellas de cava que el año pasado. "Con esto compensamos ampliamente el problema del consumo interno de cava", dijo el presidente de Freixenet.
Asimismo, explicó que la crisis económica también está llevando a una reestructuración en las ventas de este producto. Apuntó que "los productos de más valor se venden menos y los de menos marca se venden más. La situación cambiará, pero de momento es así".
Por lo que se refiere a la internacionalización de marcas, uno de los empresarios presentes en el acto le preguntó cuál es la marca que se tendría que internacionalizar más, si España o Cataluña, a lo que Bonet respondió: "Las dos, Cataluña, evidentemente, y España y Europa. Hace falta utilizarlas todas, porque son instrumentos".
Redacción. La Diputación de Alicante homenajeó a veinte personalidades, colectivos y organizaciones en la primera edición de los Premios a la Cultura Alicantina Miguel Hernández en una gala que tuvo lugar el pasado sábado en el ADDA.
La vicepresidenta primera y diputada de Cultura, Julia Parra, felicitó a todos los seleccionados «que son sólo unos pocos de todas las candidaturas que se han estado contemplando». Asimismo, agradeció la labor del jurado y destacó que esta iniciativa «será una gran oportunidad para trasladar a los pequeños y grandes impulsores de la cultura el calor y el aplauso del público», un reconocimiento que considera «más necesario que nunca, tras unos años especialmente difíciles por el duro intermedio impuesto por las restricciones con motivo de la pandemia».
Parra recordó que la iniciativa comenzó a gestarse hace un año, en el pleno de noviembre de 2020, cuando se aprobó por unanimidad la idea inicial. «Ahora por fin se hace realidad esta propuesta que tiene como finalidad poner en valor la riqueza cultural de Alicante que debemos agradecer a muchas personas que, con su trabajo y su esfuerzo, han conseguido situar nuestra provincia en un lugar privilegiado en muchas disciplinas artísticas», manifestó. El jurado de la convocatoria ha establecido cuatro categorías que engloban diversas disciplinas en los Premios a la Cultura Alicantina Miguel Hernández. En los Premios a la trayectoria profesional consolidada en el mundo de la cultura los ganadores fueron Pilar Blanco Díaz, poeta, Juanjo Llorens, director técnico de iluminación y docente, Joan Castejón, pintor y escultor ilicitano, Luis Ivars, compositor de bandas sonoras y miembro de la Alianza Europea de Compositores y de la Academia de las Artes y de la Cinematografía, Marisa Blanes, pianista internacional, José Manuel Carcasés, periodista y escritor, Compañía Otra Danza de la coreógrafa ilicitana Asun Noales, Grup de Reüll, Javier Marco, director de cine nominado a los Premios Goya en 2021 por su largometraje 'Josefina', Javier Eguillor, solista internacional de batería y timbalero, Proyecto de Digitalización del legado documental del poeta Miguel Hernández, realizado por la Diputación de Jaén a través del Instituto de Estudios Gienenses. También resultaron premiados Juan Luis Mira Candel, dramaturgo, director de teatro y compositor, Daniel García Andújar, artista internacional y uno de los principales exponentes del Net Art, Mario Paul, ilustrador y profesor de comunicación de la Universidad Miguel Hernández, Ricardo Descalzo, pianista y compositor, autor de numerosos proyectos audiovisuales, Joan Borja, investigador, periodista y docente, director de la Cátedra Enric Valor de la UA, Misteri d'Elx, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2001, Museo d'Agost, dedicado a la alfarería para el estudio, conservación y difusión de la tradición alfarera, Programa 'Tresors amb història' de À Punt, dedicado a divulgar el patrimonio cultural valenciano del siglo XX, Orfeón Crevillentino, agrupación creada para preservar la historia y la tradición del canto coral de Crevillent.
Han formado parte del jurado la directora del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, Pilar Tébar, el director del Consorcio de Museos de la Generalitat Valenciana, José Luis Pérez Pont; la directora del área de Cultura de la Diputación, María José Argudo; el director del MUBAG, Jorge Soler; el director de la UNED de Elche, Paco Escudero; el director de Publicaciones del Gil-Albert, Antonio Cabot; y, por el ADDA, Jaume Gavilán, agente de Contenidos Artísticos.
La gala fue conducida por el actor y presentador Luis Larrodera y estuvo amenizada con las actuaciones de los alicantinos Inés Domínguez y el grupo Mailers. El acto fue abierto al público y para acceder fue necesario mostrar el pasaporte Covid y un documento oficial acreditativo de la identidad en cumplimiento de la normativa sanitaria, junto con otras medidas de seguridad.
Desde que mandan los socialcomunista es Espana tenemos la peor atención médica pública desde que creó Franco la Seguridad Social.
Ni Ximo Puig ni Pedro Sanchez se enteran de nada.
Vacunación para todos.
Asistencia de urgencias fatal.
En las paredes había colgadas dos pinturas de arte contemporáneo de la colección de Patrimonio Nacional obra de Sarah Grilo y Albert Ràfols-Casamada, mientras que en la sala también se podía apreciar otras fotografías familiares de distintos momentos así como del Rey interviniendo ante la ONU y ante el Parlamento Europeo.
Leer más en diario de Navarra.com
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Albert Ràfols-Casamada, pintor catalán.
Ràfols Casamada, Albert. Barcelona, 2.II.1923 – 17.XII.2009. Pintor, poeta.
Aprende la técnica del dibujo junto a su padre, el pintor Albert Ràfols Cullarés. Siendo aún muy joven conoce la obra de Picasso, Braque y Miró a través de publicaciones de la época como Gaseta de les Arts o D’Ací i d’Allá. Durante esos años realiza dibujos de inspiración cubista y futurista y comienza a interesarse por la obra de Torres-García, datando también de este momento su vocación literaria. Inicia estudios de arquitectura en la Universidad de Barcelona (1942), en una época de intensa dedicación a la creación poética y a la lectura de autores y textos que le dejarán una profunda huella, como Proust, Joyce, la generación del 27, la poesía catalana contemporánea y diversos ensayos teóricos sobre los movimientos de vanguardia. Se matricula en la academia de dibujo Tàrrega (1945), donde conoce a la que había de ser su esposa, la pintora María Girona, con la que funda junto a otros artistas el grupo Els Vuit, de breve duración.
Entra a formar parte asimismo del Cercle Maillol, creado en 1946 por Charles Collet y Xavier Valls, plataforma desde la que se pretendía la recuperación de la vanguardia anterior a la Guerra Civil. En estos años, las obras de Rafols-Casamada, temas de figuras e interiores, muestran la influencia de Cézanne y del fauvismo. En 1948 abandona los estudios de arquitectura para dedicarse enteramente a la pintura.
Gracias a una beca del Gobierno francés, viaja a París (1950), ciudad en la que permanecerá hasta el año 1954, salvo alguna breve estancia en España. A pesar de acusar el sentido arquitectónico del cubismo, sus obras de este momento no son todavía enteramente abstractas, presentando cierta influencia de la corriente realista imperante en el París de los años cincuenta.
Regresa a Barcelona en 1955. A partir de 1958 su estilo experimenta un giro significativo, propiciado en parte por el descubrimiento de la obra de pintores como Rotkho, Motherwell o Philip Guston. En consecuencia, sus creaciones de los años 1959 a 1963 son composiciones abstractas, inscritas en una personal factura enmarcada en el informalismo español de la época.
En este mismo período (1962) inicia su actividad docente, impartiendo clases en la Escuela Elisava de arte y diseño, de la que será nombrado director al año siguiente.
Es asimismo cofundador de la Escuela Eina (1967), institución que llevó a cabo un proceso de modernización de la pedagogía artística en el contexto del ambiente cultural barcelonés, y en la que Ràfols ejercerá como director durante diecisiete años.
A mediados de los años sesenta participa en la versión catalana de Estampa Popular. Tras haber incorporado el collage a su trabajo (1963), a partir de la década de los setenta en sus obras se contraponen las áreas de color y los trazos ligeros, en una síntesis de estructuración arquitectónica y sentido poético. En 1980 entra a formar parte del Patronato de la Fundació Joan Miró de Barcelona, recibiendo también el Premio Nacional de Artes Plásticas. La Generalitat de Cataluña le concede la Cruz de Sant Jordi (1983), siendo distinguido por el Gobierno francés con la condecoración de Chevalier des Arts et des Lettres (1985). Asimismo, en la década de 1980 comienza a trabajar en formatos de mayor tamaño, al tiempo que amplía su gama cromática con tonos más oscuros. Su producción artística abarca también la realización de vidrieras, decorados de teatro y edición de obra gráfica, a lo que es preciso añadir su obra literaria.
Obras de ~: Escritos: Com una capsa, 1972; Signe d’aire (Obra poètica 1968‑1976), Barcelona, Curial, 1976; Notes nocturnes, Barcelona, Edicions 62, 1976; Territori de temps, Barcelona, Antoni Bosch, 1979; Angle de llum, Barcelona, Edicions 62, 1984; Els colors de les pedres, Barcelona, Columna, 1989; Sobre pintura, 1985.
Pinturas: El sombrero de paja, 1947; Canteras, 1958; La emoción y la razón, 1965; Serie Alicia II, 1972; Invernadero, 1982; Vas Blau, 1987; Díptic holandès, 1989; Civitas Aurea, 1990; El secret, 1991; Persiles, 1992; El paso de los signos, 2000; Traç blanc, 2000.
Bibl.: A. Ràfols-Casamada y J. E. Cirlot, Rafols-Casamada, Madrid, Sala del Prado del Ateneo, 1961; G. Moure, Ràfols-Casamada. Obra reciente, Zaragoza, Sala Luzan-Caja de Ahorros de la Inmaculada, 1982; Albert Rafols-Casamada. Pinturas, dibujos, collages, grabados, Bilbao, Museo de Bellas Artes, 1984; A. Ràfols-Casamada y D. Giralt-Miracle, Rafols-Casamada. Una visiò retrospectiva 1947‑1987, Barcelona, Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, 1987; V. Combalía Dexeus, Ràfols-Casamada. Barcelona, Ediciones Polígrafa, 1988; F. Huici, Ràfols-Casamada, Madrid, Galería Soledad Lorenzo, 1993; P. Gabancho y X. Barral i Altet, Albert Ràfols, Barcelona, Ayuntamiento, Dirección de Servicios Editoriales, 1994; D. Giralt-Miracle, Ràfols-Casamada, Villarreal, Ayuntamiento, 1995; A. Alegre Heitzmann, Ràfols Casamada. Obra 1989‑2002, Gijón, Centro Internacional de Arte Palacio de Revillagigedo-Oviedo, Caja de Ahorros de Asturias, 2003; J. F. Yvars, Albert Ràfols-Casamada. Els espais del color. Pintura 1980-2003, Hospitalet, Centre Cultural Tecla Sala, 2003-2004.
Paloma Esteban Leal
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Oleo sobre tela "Bossa nova" (1965) / Galería Jorge Mara
La gaería francesa Lelong, una de las galerías más importantes del mundo, con sedes en París y Nueva York, representará la obra de la artista argentina Sarah Grilo, figura clave en el arte abstracto iberoamericano de posguerra. Grilo (Buenos Aires, 1917 – Madrid, 2007) pasará así a formar parte del selecto grupo de latinoamericanos -como el brasileño Hélio Oiticica y la cubana Ana Mendieta- representados por Lelong, que también expone obra de artistas de primera línea internacional como Giacometti, Calder, Miró, Louise Bourgeois y Jaume Plensa, entre otros.
La Galerie Lelong ya prepara una muestra con obras de Grilo sobre tela y papel que se exhibirán por primera vez en París con el título Signos, entre el 13 de octubre y el 17 de noviembre. Además, incluirá varias pinturas de la argentina en su stand de FIAC (Feria Internacional de Arte Contemporáneo), que se realizará en la capital francesa del 18 al 21 de octubre.
La novedad fue revelada por Jorge Mara, director de Jorge Mara-La Ruche, que es la galería de Sarah Grilo en Buenos Aires desde hace años. El interés de la galería francesa por la obra de Grilo se despertó en diciembre del año pasado, cuando uno de sus directores, Jean Frémon, vio una de sus pinturas en el stand de Mara-La Ruche en la feria Art Basel Miami y quedó deslumbrado. Al día siguiente volvió al stand con otro directivo de Lelong y pidieron ver más pinturas de Grilo. Para ellos fue un descubrimiento y su interés no dejó de crecer desde ese día. Meses después, Mara se entrevistó con los directores de Lelong en Madrid y allí facilitó el contacto de los franceses con la familia de la artista, con la que se reunieron y llegaron a un acuerdo para representar su legado.
Dos años antes el MoMA de Nueva York le había comprado a Mara una pintura de Grilo, en una decisión en la que tuvo mucho que ver Luis Pérez Oramas, entonces curador principal de arte latinoamericano del museo neoyorkino. El año pasado esa obra, Add, un óleo sobre tela de gran formato, formó parte de la muestra Making Space: Women Artists and Postwar Abstraction en ese museo, donde se exhibió junto a más de 100 obras de unas 50 artistas mujeres.
"NY4", óleo sobre tela 1967. / Jorge Mara-La Ruche
Además de ser su galerista en Buenos Aires, Mara es un estudioso y fervoroso admirador de la obra de Sarah Grilo. “Yo creo que es la mejor pintora de su generación, pero hasta ahora no se le ha hecho mucha justicia, está un poco olvidada. Hay una deuda con ella”, dijo en diálogo con Clarín. Ahora continuará difundiendo su obra en el exterior: en su stand de Art Basel Miami mostrará este año una serie de escrituras de Grilo y de León Ferrari.
Sarah Grilo comenzó sus primeros estudios de pintura en el país (Argentina). En 1952 formó parte del Grupo de Artistas Modernos de la Argentina animado por Aldo Pellegrini, que incluía a Enio Iommi, Tomás Maldonado, Alfredo Hlito, Lidy Prati y José Antonio Fernández-Muro (su marido), entre otros. El grupo realizó exposiciones en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro y en el Stedelijk de Amsterdam, antes de disolverse en 1957.
En 1956, la obra de Grilo formó parte del envío argentino a la Bienal de Venecia.
Junto a Kazuya Sakai, Clorindo Testa, Fernández-Muro y Miguel Ocampo, Grilo integró el grupo de artistas representados por la mítica Galería Bonino, de Buenos Aires.
Tras recibir la Beca Guggenheim en 1961, Sarah Grilo se estableció en Nueva York. La influencia de esta ciudad fue determinante para la evolución de su arte. Allí incorporó en sus obras la escritura y el grafitti y se convirtió en una pionera en el uso de estos recursos.
En 1971 se mudó a España junto con su marido Fernández-Muro y los hijos de ambos. Trabajó con rigor y entusiasmo hasta el final de su vida. Falleció en Madrid en 2007.
En su estudio en Nueva York (1964). / Hans Namuth - Jorge Mara
En 1940, el fotógrafo alemán Hans Namuth huyó de la ocupación nazi de
París hacia Nueva York. 20 años después, esta ciudad ya había
destronado a la capital francesa como capital mundial del arte y Namuth
retrataba a la crema de la pintura: Jackson Pollock, de Kooning, Rothko y
otros. Con menos ruido, pero con igual apetencia, retrató a Sarah
Grilo. Y dejó un par de lecciones sobre cómo mirar al que enseña a
mirar.
Hans Namuth
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El Patrimonio Histórico de los pueblos de la Axarquía es muy rico, especialmente el referido a las etapas andalusí y morisca. La batalla del Peñón de Frigiliana se puede considerar como uno de los hitos más importantes y desastrosos del levantamiento morisco en las zonas montañosas del Reino de Granada de 1568 para defender su identidad y su propia subsistencia.
Para recordar estos hechos se celebraron el 8 y 9 de junio de 2019 las II Jornadas de Patrimonio en la localidad de Frigiliana, coincidiendo con el 450 aniversario de la rebelión y la batalla del Peñón.
La presente publicación recoge los diferentes temas tratados en dichas Jornadas, referidos a la historia de los moriscos y al Patrimonio histórico y cultural de los pueblos de la Axarquía, especialmente de Frigiliana.
450 aniversario de la batalla del Peñón de Frigiliana.
TÍTULO:
4.50 Aniversario de la batalla del Peñón de Frigiliana. II Jornadas sobre Patrimonio Histórico de la Axarquía. Sierra de Bentomiz
ISBN: 978-84-09-22725-9
Depósito legal: MA 912-2020
COORDINACIÓN: Aurora Ma Urdíales Escobar - Pablo Rojo Platero Alberto Escolano Pastor Antonio Guzmán Valdivia
AUTORES: Pablo Rojo Platero Aurora Ma Urdíales Escobar Antonio Manuel Peña Méndez Adolfo Moyano Jaime Alberto Escolano Pastor Jaafar Ben El Haj Soulami Pilar Pezzi Cristóbal Carlos Gozalbes Cravioto Pedro Valcárcel Sánchez
PRESENTACIÓN: Alejandro Herrero Platero Carmen Cerezo Sánchez
ILUSTRACION DE PORTADA: Antonio Salguero
FOTOGRAFÍAS E IMÁGENES: Pedro González Conejero, Mariano Ibáñez, A. Herrero, R. Holder, José Padial, Arribas-Wilkins, Vivas, Fernando Medina Gálvez, Purificación Ruiz García, Amparo Ruiz de Luna, Archivo Temboury, Archivo Histórico Provincial de Málaga, Archivo Parroquial de Frigiliana, Archivo Histórico Municipal de Vélez-Málaga, Archivo Municipal de Frigiliana, Museo Arqueológico de Frigiliana (MAF), Museo del Prado, Colección Bancaja, Biblioteca Nacional de París, Capilla Real de Granada, Biblioteca Valenciana, La Ilustración Española, Semanario La Linterna, De Civitates Orbis Terrarum (Joris Hoefnagel), Cristoph Weiditz, Nicolás Chapuy y Google Earth.
MAQUETACIÓN Y DISEÑO: Salvador Soler
EDICIÓN:
Excmo Ayuntamiento de Figiliana
IMPRESIÓN: Masquelibros S.L. 2020
Los contagios en personas ya vacunadas contra la Covid-19 aumentan en gran medida la respuesta inmunitaria a las variantes del virus, generando una "súperinmunidad", según un estudio de la Oregon Health & Science University (Estados Unidos).
Estos resultados, publicados en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA), revelan que esta infección tras recibir la vacuna genera una respuesta inmunitaria robusta contra la variante delta. Los autores afirman que esta respuesta inmunitaria generada "probablemente sea muy eficaz contra otras variantes a medida que el virus siga mutando".
"No se puede conseguir una respuesta inmunitaria mejor que esta. Estas vacunas son muy eficaces contra la enfermedad grave. Nuestro estudio sugiere que los individuos que se vacunan y luego se exponen a una infección avanzada tienen una súperinmunidad", asegura el autor principal de la investigación, el doctor Fikadu Tafesse.
El estudio descubrió que los anticuerpos medidos en las muestras de sangre de los casos de avance eran más abundantes y mucho más eficaces (hasta un 1,000 por ciento más) que los anticuerpos generados dos semanas después de la segunda dosis de la vacuna de Pfizer.
El estudio sugiere que cada exposición posterior a la vacunación sirve en realidad para reforzar la respuesta inmunitaria ante posteriores exposiciones, incluso a nuevas variantes del virus.
"Creo que esto habla de un final eventual. No significa que estemos al final de la pandemia, pero señala dónde es probable que lleguemos: una vez que te vacunas y te expones al virus, probablemente estarás razonablemente bien protegido de futuras variantes. Nuestro estudio implica que el resultado a largo plazo va a ser una disminución de la gravedad de la epidemia mundial", avanza Marcel Curlin, otro de los autores.
La inmunidad de la vacuna se está probando actualmente en el mundo real contra la nueva variante omicron. "No hemos examinado la variante omicrón específicamente, pero basándonos en los resultados de este estudio podríamos anticipar que las infecciones de la variante omicrón generarán una respuesta inmunitaria igualmente fuerte entre las personas vacunadas", asegura Tafesse.
En el estudio se compararon muestras de sangre recogidas de un total de 52 personas fueron vacunadas con la vacuna de Pfizer y posteriormente se inscribieron en el estudio. Se identificaron 26 personas con infecciones leves tras la vacunación. Entre los casos de contagios en vacunados confirmados por secuenciación, 10 correspondían a la variante delta, altamente contagiosa, nueve no eran delta y siete eran variantes desconocidas.
Trabajando en un laboratorio de nivel de bioseguridad 3, los investigadores midieron la respuesta inmunitaria al virus vivo expuesto a muestras de sangre de personas con casos de avance y la compararon con la respuesta inmunitaria del grupo de control. Comprobaron que los casos avanzados generaban más anticuerpos y descubrieron que esos anticuerpos eran sustancialmente mejores para neutralizar el virus vivo. "La clave es vacunarse. Hay que tener una base de protección", remacha Curlin.
Pionera de la igualdad
"La primera vez que vemos a una mujer tomar su pluma en defensa de su sexo" fue en la Francia del siglo XV. Chistine de Pizan (Venecia, 1364 – Monasterio de Poissy, hacia 1430) Así lo aseguraba Simone de Beauvoir, en su ensayo El segundo sexo, uno de los textos fundamentales del feminismo moderno. Esa primera feminista de finales de la Edad Media era Christine de Pizan, poeta y erudita que defendía ideas tan "revolucionarias" como que la inferioridad femenina en realidad no era natural y que si las niñas tuvieran una educación igual a la de los niños "aprenderían y entenderían las dificultades y las sutilezas de todas las artes y las ciencias tan bien como los hombres".
A mediados del siglo XIV vivía en Venecia un médico originario de Bolonia, llamado Tommaso da Pizzano. Reconocido como estudioso y hombre sabio, llegó a ocupar el cargo de consejero de la Serenísima. Tommaso era un astrólogo reputado en toda Europa, hasta el punto de que dos monarcas europeos lo invitaron a prestar sus servicios: Carlos V, rey de Francia, y Luis el Grande, rey de Hungría. Quizá fue la reputación de intelectual y de amante de la cultura del rey Carlos lo que convenció a Tommaso de viajar a su corte. Su decisión fue acertada: lo recibieron con todos los honores y durante años gozó en Francia de una excelente posición económica y social.
Tommaso llegó junto a toda su familia, su esposa y sus tres hijos: Cristina, Paolo y Aghinolfo, nacidos todos en Venecia. Hombre de mente abierta, Tommaso se opuso a las opiniones más tradicionales de su esposa y decidió proporcionar una educación formal no sólo a sus hijos varones, sino también a su primogénita. Así, Christine, además de aprender a leer y a escribir, recibió lecciones de historia, filosofía y medicina. Con el tiempo también dispuso de libre acceso a la biblioteca del palacio real del Louvre, fundada por el propio Carlos V, germen de la actual Biblioteca Nacional de Francia.
Desde muy joven, Christine demostró dotes literarias particulares y compuso canciones y baladas que deleitaban a los miembros de la corte. Su padre, cada vez más cercano al rey Carlos V, hizo lo posible para que, al llegar a la edad de casarse, la joven pudiera contraer un matrimonio ventajoso. En 1380, a los 15 años, Christine se casó con Étienne de Castel, notario y secretario del rey, al que Tommaso eligió tanto por su posición como por su carácter. Y tenía razón al alentar la unión de ambos jóvenes. Fue un matrimonio feliz del que nacieron tres hijos: dos niños y una niña. Pero, por desgracia, en pocos años la suerte de Christine cambió.
En 1380, Carlos V murió y lo sucedió su hijo, Carlos VI, que apenas había cumplido once años. Francia se encontraba en plena guerra de los Cien Años y el país no podía ser dirigido por un niño. El gobierno fue confiado a los cuatro tíos del rey, que tenían que restituir el poder a su sobrino al cumplir los 14 años. Sin embargo, lo conservaron hasta que Carlos VI lo recuperó por la fuerza, con 21 años.
A las dificultades públicas se sumaron las de carácter privado. En efecto, Christine perdió en pocos años a su padre, que murió en 1387, y a su marido, que falleció en 1390 a causa de una epidemia. Con 25 años, Christine se encontró viuda, con tres hijos y una madre a los que cuidar. Sus hermanos no podían ayudarla, porque entretanto habían regresado a Italia. Las estrecheces económicas la sumieron en una situación casi desesperada. Parecía que la única solución posible para Christine era volverse a casar con un hombre que le aportara estabilidad.
Quizá pensaba que no sería feliz con otro que no fuera Étienne, o quizá no quería depender de nadie, pero eligió el camino menos convencional: el de enfrentarse por sí misma a la situación y hacer todo lo posible para asegurar el bienestar económico de su familia. "Tuve que convertirme en un hombre", escribió sobre su obligación de mantener a sus hijos y a su madre. Así, al cabo de poco tiempo se hizo cargo de un taller de escritura, un scriptorium, en el que supervisaba la labor de los maestros calígrafos, encuadernadores y miniaturistas.
A los 25 años, Christine se encontró viuda con una madre y tres hijos a los que cuidar y se hizo cargo de un taller de escritura y siguió escribiendo, tareas tradicionalmente encomendadas a los hombres
En su tiempo libre, sin embargo, seguía escribiendo. Consciente de que su situación era precaria, envió baladas y sonetos a todos los personajes influyentes de la época. Apreciados por todos los que los leían, sus textos le depararon jugosas recompensas por parte de sus patronos y se convirtieron pronto en su único sustento. En consecuencia, su producción literaria aumentó y su nombre se hizo famoso en toda Europa. En solo dos años compuso El libro de las cien baladas y recibió encargos de Felipe II de Borgoña y Juan de Valois, los hermanos del soberano, e incluso de la reina consorte Isabel de Baviera.
Por entonces, a principios de 1400, Christine participó en uno de los debates más célebres de la historia literaria francesa: la llamada Querelle de la Rose. El centro de la polémica era un largo poema alegórico, el Roman de la Rose, escrito casi un siglo antes y que en algunos pasajes relegaba a la mujer a objeto de deseo que servía sólo para complacer y satisfacer los instintos masculinos. Christine se convirtió en portavoz de las críticas a esta obra, lanzando así en la corte francesa un debate más general sobre la condición de la mujer y su igualdad con el hombre. En opinión de Christine, la inferioridad femenina en realidad no era natural, sino cultural. Si las mujeres quedaban relegadas a las cuatro paredes domésticas y no recibían educación, ¿cómo podían aspirar a los logros que conseguían los hombres?
Christine insistía en que las mujeres se veían limitadas por sus dificultades para acceder a la educación en igualdad con los hombres
"Si fuera habitual mandar a las niñas a la escuela y enseñarles las ciencias con método, como se hace con los niños, aprenderían y entenderían las dificultades y las sutilezas de todas las artes y las ciencias tan bien como los hombres", escribió Christine en el libro La ciudad de las damas (1405), quizá su obra más conocida. En esa obra, deseosa de demostrar que la falta de formación era el único límite del género femenino, creó una ciudad ficticia regida por Razón, Rectitud y Justicia, y habitada sólo por mujeres, damas no por su sangre sino por su espíritu noble.
Dentro de las murallas de esta "ciudad de las damas", Christine reunió a mujeres que, con su saber, su comportamiento o su fe, habían hecho contribuciones significativas al crecimiento y el desarrollo de la sociedad. Entre ellas estaban la poeta Safo; Dido y Semíramis, fundadoras de Cartago y Babilonia, o Lucrecia, la matrona romana que decidió suicidarse tras ser violada por el hijo del último rey etrusco de Roma. Guerreras, mártires, santas, poetas, científicas o reinas: Christine reunió a las mujeres de la historia y de la mitología en una ciudad para demostrar que la opresión del hombre era la única y verdadera causa de la inferioridad femenina. "No todos los hombres (sobre todo los más inteligentes) comparten la opinión de que es malo educar a las mujeres. Pero es cierto que muchos hombres estúpidos lo afirman, ya que no les gusta que las mujeres sepan más que ellos", sostenía.
Christine escribió sin interrupción durante años, a menudo sobre el recuerdo de la juventud perdida y sobre la situación de las viudas, pero también sobre los cambios de la fortuna, la política y la sociedad. Entre las decenas de textos que produjo, firmó una biografía de Carlos V encargada por su hermano, Felipe de Borgoña. Pero la situación política no era nada prometedora. Enrique V de Inglaterra invadió Francia en 1415, y Christine, que por primera vez no se sentía segura en París, decidió dejar la ciudad. No se planteó abandonar su país adoptivo: aunque se definiera como italienne, alejarse de la tierra que la había acogido desde niña le parecía casi una traición. Así que prefirió refugiarse en un convento, probablemente en Poissy, donde años antes su hija había tomado los hábitos. Allí se quedó más de una década.
Cansada y profundamente afectada por la situación que estaba viviendo el país, dejó de escribir durante un largo período, y sólo interrumpió su silencio literario para escribir una obra religiosa y un poema sobre Juana de Arco, el único texto escrito mientras la doncella de Orleans aún vivía. "El sol volvió a brillar", escribió Christine a propósito de la irrupción de Juana en 1429. Ella, sin embargo, se extinguió al año siguiente.
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Aquí podéis leer el primer capítulo de este libro:
Aquí empieza
el libro de La Ciudad de las Damas,
cuyo primer capítulo cuenta cómo surgió
este libro y con qué propósitoSentada un día en mi cuarto de estudio, rodeada toda mi persona de los libros más dispares, según tengo costumbre, ya que el estudio de las artes liberales es un hábito que rige mi vida, me encontraba con la mente algo cansada, después de haber reflexionado sobre las ideas de varios autores. Levanté la mirada del texto y decidí abandonar los libros difíciles para entretenerme con la lectura de algún poeta. Estando en esa disposición de ánimo, cayó en mis manos cierto extraño opúsculo, que no era mío sino que alguien me lo había prestado. Lo abrí entonces y vi que tenía como título Libro de las Lamentaciones de Mateolo. Me hizo sonreír, porque, pese a no haberlo leído, sabía que ese libro tenía fama de discutir sobre el respeto hacia las mujeres. Pensé que ojear sus páginas podría divertirme un poco, pero no había avanzado mucho en su lectura, cuando mi buena madre me llamó a la mesa, porque había llegado la hora de la cena. Abandoné al instante la lectura con el propósito de aplazarla hasta el día siguiente. Cuando volví a mi estudio por la mañana, como acostumbro, me acordé de que tenía que leer el libro de Mateolo. Me adentré algo en el texto pero, como me pareció que el tema resultaba poco grato para quien no se complace en la falsedad y no contribuía para nada al cultivo de las cualidades morales, a la vista también de las groserías de estilo y argumentación, después de echar un vistazo por aquí y por allá, me fui a leer el final y lo dejé para volver a un tipo de estudio más serio y provechoso. Pese a que este libro no haga autoridad en absoluto, su lectura me dejó, sin embargo, perturbada y sumida en una profunda perplejidad. Me preguntaba cuáles podrían ser las razones que llevan a tantos hombres, clérigos y laicos, a vituperar a las mujeres, criticándolas bien de palabra bien en escritos y tratados. No es que sea cosa de un hombre o dos, ni siquiera se trata de ese Mateolo, que nunca gozará de consideración porque su opúsculo no va más allá de la mofa, sino que no hay texto que esté exento de misoginia. Al contrario, filósofos, poetas, moralistas, todos –y la lista sería demasiado larga– parecen hablar con la misma voz para llegar a la conclusión de que la mujer, mala por esencia y naturaleza, siempre se inclina hacia el vicio. Volviendo sobre todas esas cosas en mi mente, yo, que he nacido mujer, me puse a examinar mi carácter y mi conducta y también la de otras muchas mujeres que he tenido ocasión de frecuentar, tanto princesas y grandes damas como mujeres de mediana y modesta condición, que tuvieron a bien confiarme sus pensamientos más íntimos. Me propuse decidir, en conciencia, si el testimonio reunido por tantos varones ilustres podría estar equivocado. Pero, por más que intentaba volver sobre ello, apurando las ideas como quien va mondando una fruta, no podía entender ni admitir como bien fundado el juicio de los hombres sobre la naturaleza y conducta de las mujeres. Al mismo tiempo, sin embargo, yo me empeñaba en acusarlas porque pensaba que sería muy improbable que tantos hombres preclaros, tantos doctores de tan hondo entendimiento y universal clarividencia –me parece que todos habrán tenido que disfrutar de tales facultades– hayan podido discurrir de modo tan tajante y en tantas obras que me era casi imposible encontrar un texto moralizante, cualquiera que fuera el autor, sin toparme antes de llegar al final con algún párrafo o capítulo que acusara o despreciara a las mujeres. Este solo argumento bastaba para llevarme a la conclusión de que todo aquello tenía que ser verdad, si bien mi mente, en su ingenuidad e ignorancia, no podía llegar a reconocer esos grandes defectos que yo misma compartía sin lugar a dudas con las demás mujeres. Así, había llegado a fiarme más del juicio ajeno que de lo que sentía y sabía en mi ser de mujer.
Me encontraba tan intensa y profundamente inmersa en esos tristes pensamientos que parecía que hubiera caído en un estado de catalepsia. Como el brotar de una fuente, una serie de autores, uno después de otro, venían a mi mente con sus opiniones y tópicos sobre la mujer. Finalmente, llegué a la conclusión de que al crear Dios a la mujer había creado un ser abyecto. No dejaba de sorprenderme que tan gran Obrero haya podido consentir en hacer una obra abominable, ya que, si creemos a esos autores, la mujer sería una vasija que contiene el poso de todos los vicios y males. Abandonada a estas reflexiones, quedé consternada e invadida por un sentimiento de repulsión, llegué al desprecio de mí misma y al de todo el sexo femenino, como si Naturaleza hubiera engendrado monstruos. Así me iba lamentando:
–¡Ay Señor! ¿Cómo puede ser, cómo creer sin caer en el error de que tu sabiduría infinita y tu perfecta bondad hayan podido crear algo que no sea bueno? ¿Acaso no has creado a la mujer deliberadamente, dándole todas las cualidades que se te
antojaban? ¿Cómo iba a ser posible que te equivocaras? Sin embargo, aquí están tan graves acusaciones, juicios y condenas contra las mujeres. No alcanzo a comprender tamaña aberración. Si es verdad, Señor Dios, que tantas abominaciones concurren en la mujer, como muchos afirman –y si tú mismo dices que la concordancia de varios testimonios sirve para dar fe, tiene que ser
verdad–, ¡ay, Dios mío, por qué no me has hecho nacer varón para servirte mejor con todas mis inclinaciones, para que no me equivoque en nada y tenga esta gran perfección que dicen tener los hombres! Ya que no lo quisiste así y no extendiste hacia mí tu bondad, perdona mi flaco servicio y dígnate en recibirlo,
porque el servidor que menos recibe de su señor es el que menos obligado queda.Así, me deshacía en lamentaciones hacia Dios, afligida por la tristeza y llegando en mi locura a sentirme desesperada porque Él me hubiera hecho nacer dentro de un cuerpo de mujer.
El Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS) ha firmado un concierto con las entidades ADESLAS y ASISA para la asistencia sanitaria de titulares y beneficiarios del ISFAS durante los años 2022, 2023 y 2024.
El convenio supone una garantía para una asistencia sanitaria de calidad siguiendo las líneas de actuación marcadas en el ISFAS. El presupuesto se ha visto incrementado con respecto a años anteriores en un 8% para el año 2022, de un 8,75 % para el 2023 y hasta un 10% para el 2024 lo que supone un total de 1.620 millones de euros para los tres años.
La firma del concierto se ha formalizado por el secretario general gerente del Instituto Social de las Fuerzas Armadas, coronel José Luis Modrego Navarro, el director general de SegurCaixa ADESLAS, Javier Murillo Ferrer, y el consejero delegado de ASISA, Enrique de Porres Ortiz de Urbina. Asistieron al acto representantes de las citadas entidades y los subdirectores del ISFAS.
Este acuerdo, que entrará en vigor el 01 de enero de 2022, permite la incorporación de nuevas prestaciones en la cartera de servicios tales como la inclusión de la protonterapia en determinadas circunstancias; psicoterapia sin límites de sesiones y cirugía plástica/estética a víctimas de violencia de género; transporte en medio ordinario de helicóptero en Ceuta, en determinados casos; tratamientos con terapias avanzadas, telemedicina, entre otras.
El ISFAS proporciona la asistencia sanitaria a casi 600.000 personas de los que un 91,69 % se realiza a través de las compañías concertadas y el resto a través de los Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas, el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) y un Convenio con la Sanidad Militar.
¿Por qué Alacant apenas conserva edificios anteriores al siglo XVIII? ¿Por qué están perforados los muros litorales de la iglesia de san Nicolás y algunos sillares del Pasaje Consistorial? ¿Han observado el tamaño brutal de los boquetes, los redondos mordiscos de granada en la piedra? ¿Y la metralla incrustada en la fachada marítima de santa María? Para buscar respuestas, es preciso imaginar una ciudad cuyo mar prácticamente mojaba el Ayuntamiento. Una urbe en la orilla, al borde de la bahía, sin las fincas señoriales que hoy bordean la Explanada. Rodeada, eso sí, de una sólida muralla defensiva y de varios baluartes repletos de cañones, con sus bocas vigilando el horizonte.
La reivindicación de la memoria histórica ha gozado últimamente de un decidido avance, pero excesivamente centrado en la tragedia de la guerra de España. Sin embargo, otros sucesos bélicos apenas recordados cambiaron para siempre la fisonomía de Alicante, la lengua preexistente, la cultura y las leyes. Remontémonos a más de tres siglos atrás, hasta la Guerra de los Nueve Años (1689-1697), una contienda que Alicante vivió intensamente, y que enfrentó a la Francia del monarca Luis XIV con la Liga o Imperio de los Habsburgo, la coalición de los estados alemanes, Austria, Saboya, Inglaterra, los Países Bajos y los reinos hispánicos de los Habsburgo. Borbones contra austracistas.
Alacant formaba parte del Reino de València, defensor de la causa austracista. Excesivamente confiada, apenas contaba con una ligera guarnición de soldados apostada en santa Bárbara, que despertaría sobresaltada durante la tarde del 21 de julio de 1691. Exactamente cuándo por altamar aparecieron de golpe 25 galeras, 14 navíos de guerra, tres pontones o naves de fondo plano y nueve embarcaciones de refuerzo. Una potente y amenazante armada que entraba en la ensenada después de haber bombardeado Barcelona el 10 y 11 de julio, y que comandaba el mariscal y conde de Francia al servicio de Luis XIV, Jean d'Estrées.
En la mañana del 22 de julio la flota se recolocaba en la bahía en posición de ataque. Lejos de una inmediata rendición, también descartada por el Justicia o principal autoridad del municipio, Gaspar Castillo, los austriacos se prepararon para defender Alacant ferozmente, auxiliados por las milicias civiles y por la mayoría del vecindario. Ya abierto el fuego, la metralla francesa rugiría implacable sobre el baluarte portuario de san Carlos, la batería de cañones más potente, sobre las iglesias de santa María y san Nicolás y sobre el Ayuntamiento, entonces situado en primera línea marítima. Paralelamente, unos 700 soldados franceses desembarcarían en las calas de Aiguamarga, disparando desde las estribaciones de El Baver y siendo repelidos momentáneamente por una patrulla austriaca apostada en La Muntanyeta. Al caer la noche, y tras siete horas de ataque, más de 900 explosivos habían acribillado el corazón de la ciudad, que ardería en llamas cerca de una semana. Aunque lo peor llegaría a la mañana siguiente.
Disgustado por la inesperada resistencia y resuelto a ganar, el mariscal D'Estrées respondió duramente, atacando Alacant el 23 de julio de 1691 con una feroz lluvia de 1.300 bombas e intentando tomarla al asalto en la jornada del 24, al cuarto día de su aparición en la costa, cuando apenas quedaba munición y ante unos 300 voluntarios austriacos y un vecindario armado y agotado. Mas el viento de la Historia cambiaría rápidamente un día después, al aparecer el día 25 por el mar de Levante y el Cap de l'Horta la flota más avanzada del rey Carlos II, con 80 navíos al mando del conde de Aguilar. Inmediatamente, D'Estrées abandonaría su objetivo, perseguido por escuadras del bando aliado. Sí, Alacant no había sido tomada por las tropas borbónicas, pero quedaba devastada, completamente destruida, calcinada, sin apenas nada en pie. Y con un tercio de su población aniquilada. Con precisión, 743 vecinos vivos de más de un millar de habitantes censados con anterioridad al ataque francés.
Sí, muy pocos edificios subsistieron tras la tragedia de 1691, se calcula que apenas un diez por ciento. Numerosas viviendas de la cara litoral, entre el Portal de Elche y la Porta Ferrissa, se vinieron abajo; el Archivo Municipal fue pasto de las llamas, perdiéndose pergaminos y documentos medievales y modernos; las dos iglesias más importantes, san Nicolás y santa María, fueron acribilladas por el doloroso impacto de las granadas enemigas; y el Ayuntamiento, la Casa del Consell, de estilo gótico, apenas operando desde 1668, quedó prácticamente en ruinas, reuniéndose a partir de entonces el pleno municipal en otros edificios, como en la cercana Lonja de Caballeros. Solo tres lustros después del asedio y destrucción de la ciudad por las tropas del mariscal D'Estrées, llegaría otra cruel batalla, la de la Guerra de Sucesión al trono de España. Para la mayoría de historiadores, la primera Guerra Mundial realmente.
Antes de la derrota en los campos de Almansa, el 25 de abril de 1707, de las tropas austracistas del conde de Galway por el ejército borbónico del duque de Berwick, Alacant, plaza fuerte y castillo del Reino de València, ya había sido recuperada por los borbónicos, siendo defendida por unos 4.000 efectivos (cuatro veces más soldados que vecinos), entre tropas italianas, francesas e irlandesas, dragones del regimiento de Granada y milicianos de la comarca, todos bajo las órdenes del mariscal y conde francés de ascendencia irlandesa Daniel O'Mahony. Pero no por mucho tiempo. El 15 de Junio de 1706, una escuadra inglesa de 70 bajeles de combate, 30 transportes y 9 pontones anclaba en la costa, reclamando a O'Mahony la entrega de la plaza. Sin lograrlo, Alacant era de nuevo bombardeada al principio de agosto. Durante ocho días y noches, «disparándose 135 balas, y cuatro mil bombas y granadas», según la crónica de Juan Bautista Maltés, entrando los ingleses o austracistas por la Puerta del Mar el 8 de agosto de 1706.
Dos años más tarde, el 28 de Noviembre de 1708, las tropas de Felipe V llegaban de nuevo a Alacant comandadas por el caballero Claude Antoine Bidal d'Asfeld, cayendo la ciudad definitivamente del lado borbónico el 20 de abril de 1709, tras volar la mina perforada en las entrañas rocosas de santa Bárbara, donde resistirían los ingleses. Siglos después, el primer ministro británico Winston Churchill compararía la derrota de la armada aliada en Almansa con el descalabro británico de Dunkerque en la Segunda Guerra Mundial.
Sr. Belda, la defensa de Alicante en 1691 contra las trofas francesas del almirante D'Estrées fue realizada por tropas españolas, tercios regulares y milicias, los austriacos, no estaban en España ni se les esperaba. No había bando austriaco ni borbónico, si de la Gran Alianza, 10 países, entre ellos España, el Sacro Imperio Germánico, Suecia, las Provincias Unidas, Inglaterra y otros, contra Francia. Creo que se ha confundido con Guerra de Sucesión, la que relata más abajo. Un saludo.
El siglo XIX fue un siglo de constantes pronunciamientos, revoluciones o levantamientos, como se prefiera; guerras de independencia napoleónicas y carlistas que llevaron a España a la decadencia y a la pérdida de las colonias americanas. Encima fue un año de cóleras y fiebres amarillas que diezmaron aún más a la población; epidemias para las que no había vacunas, excepto para la viruela como la expedición del doctor Balmis con los niños expósitos a cargo de la enfermera Isabel Zendal..
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Ramón Palmeral en la exposición del Galéon de Manila en Comandancia Naval de Alicente. Muelle de Levante. 20 de diciembre de 2021. Merece la pena verla, a mí me ilustró mucho.
Es una colección de Enrique Gaspar Vicepresidente del Instituto Seda España y Comisario de la exposición.