Reseña literaria de los primeros años de Consuelo Jiménez de Cisneros en su poemario "Con las manos alzadas" 1977, primeros años.
Ramón Fernández Palmeral
CONSUELO JIMÉNEZ DE CISNEROS Y BAUDÍN.
Nació en Alicante el 24 de mayo de 1956. Desde muy joven mostró inquietudes artísticas. Así cursó estudios en el Instituto Musical «Oscar Espía» donde obtuvo el título de profesora de solfeo. Pero su principal interés hasta el momento, ha sido la literatura (poesía y narración breve).
Profesora de solfeo:
"La música me ha acompañado toda la vida, ha sido una constante en mi familia; recuerdo aquellos discos de vinilo que compraba mi madre y que nos ponía en casa cuando éramos pequeños para que escucháramos música clásica fácil, por ejemplo, Tchaikovsky, los valses de Strauss… Mi madre me inscribió en el Conservatorio Superior de Música Óscar Esplá siendo una niña, allí tuve el honor de conocer a Óscar Esplá en persona porque iba a nuestras actividades de fin de curso. Hice la carrera de solfeo, empecé a estudiar piano y a los 14 años dije a mi madre, con el apoyo de mi padre, a quien Dios bendiga, que no quería seguir en el Conservatorio, porque me di cuenta de que a mí lo que me gustaba era escribir; ése fue el primer disgusto que di a mi madre —luego le daría otros mayores—. Creo que la música es el lenguaje universal, sin duda alguna. Y es que, además, tiene una profunda relación con la poesía, porque la poesía es una manera de ponerle música a las palabras. Además, me gustaría puntualizar que no distingo entre alta y baja música; es música que nos gusta y que nos llega al corazón o que no, porque al final la música es sobre todo un sentimiento, una sensación." (Entrevista de Elvira Rodríguez en Hoja de Lunes, hace cinco meses 2024).
Número uno de maestra a nivel nacional:
El Instituto Padre Eduardo Vitoria de Alcoy en 1981 fue mi primer destino;
allí estuve solo un año porque Alcoy estaba muy lejos de Alicante. Aquel
destino fue fruto de una manipulación, no solo en contra mía, sino
también de todos los que merecíamos tener una plaza en la capital y no
tuvimos. En mi caso, habiendo sacado el número uno a nivel nacional, me
resulta completamente imposible creer que no hubiera ninguna plaza más
en la provincia que la de Alcoy. En aquella época, los directores podían
declarar a su gusto si había plaza o no; si no lo hacían, metían a un
interino o a quien quisieran. Esa fue la manera en que los números uno y
dos de mi tribunal —mi querido compañero, Antonio Ayela— nos encontramos en Alcoy en 1981. (Elvira Rodríguez)
Ha obtenido premios literarios de diversa consideración, entre los que cabe destacar: el de cuentos navideños radiofónicos, otorgado por el grupo poético LASSER en 1969: el 1º Nacional de poesía del Frente de Juventudes en 1970; el de redacción «Azorín a través de su obra» convocado por el CEU en 1973: el 3° de cuentos en la II Semana internacional de cine naval de Cartagena en 1973; el 1° en los V Juegos Florales de la Juventud, Ibi 1975: la mención especial del premio «Ejército» 1975 de poesía, convocado por «Alforjas para la poesía» y el Ministerio del Ejercito: etc.
Ha efectuado numerosas lecturas de su obra poética: recitales colectivos en Monóvar, Cartagena, diversos pueblos de Castilla, y en la Lonja de Valencia. Individuales, en Alicante «con motivo de Ja presentación de su según do libro de poesía; y en la Casa de Cervantes de Valladolid, durante cinco años consecutivos.
En el capítulo de las publicaciones, son de reseñar:
Dos separatas de versos, la primera editada por Ángel Caffarena Such en Málaga, 1974. y titulada «Dos poemas». La segunda editada por el I.D.E.A. [Instituto de Estudios Alicantinos, hoy Instituto Alicantino Juan Gil Albert] de la Excma. Diputación Provincial de Alicante, bajo el título «Siete Poemas», en 1974.
— Dos libros de poesía: El Canto Alucinado, edición Ángel Caffarena, Málaga 1975; y A lo largo del camino. Alicante 1975.
Tiene colaboraciones diversas en prensa y revistas, como «IDEALIDAD». «ORIENTESE». LA VERDAD», etc., así como en la revista poética venezolana "ÁRBOL DE FUEGO". Figura un cuento suyo en el libro Narraciones españolas de ciencia-ficción, ed. Marte, Barcelona 1974.
En la actualidad cursa estudios de Filología Hispánica en la Facultad de Filosofía y Letras del CEU de Alicante, y prepara una tesis sobre literatura medieval.
En la actualidad [1977 con 21 años] cursa estudios de Filología Hispánica en la Facultad de Filosofía y Letras del CEU de Alicante, y prepara una tesis sobre literatura medieval.
(Solapa del libro Con las manos alzadas,1977), (Leer en PDF libro Calameo)
Biografía de Consuelo Jiménez de Cisnero en Wikipedia:
Comenzó su formación académica en el Colegio de las Teresianas de Alicante y siendo todavía alumna, su trabajo fue distinguido con el Premio Lasser de Cuento Navideño Radiofónico de esta ciudad.5 Pronto se sucedieron las menciones y los premios que le sirvieron de estímulo para seguir proyectándose en este ámbito profesional. De este modo, en 1970 se alza con el I Premio Nacional de Poesía Joven con su poema Silva al Mar6 y en 1972, obtuvo el segundo premio de prosa en el VII Concurso Nacional Literario para la juventud con El ciego.7 En los años siguientes, fue galardonada con Tercer Premio de Cuento, en la II Semana Internacional de Cine Naval de Cartagena, el Premio de Ensayo sobre Azorín otorgado por el CEU, el Premio Relatos de ciencia ficción (1974) de la Editorial Marte, celebrado en la ciudad de Barcelona y el Flor Natural. V Juegos Florales de la Juventud, de Ibi (1975).8 En este periodo comenzó a colaborar escribiendo para diferentes LLibrets de Hogueras de Alicante. Hizo estudios en la Universidad de Valencia, Alicante y Málaga. Obtuvo la cátedra de Literatura Castellana.
En Alicante tuvo grandes apoyos como Vicente Ramos, Vicente Mojica, Manuel Molina, Rafael Azuar. Miguel Martínez Mena, Ángel Caffarena, Miguel Signes, María Pérez Sedaño, Laura Cantón, María Dolores Mollá, Tirso Marín Sessé, Francisco Rodríguez Aguado...
Enlace a la entrevista de Francisco Mas-Magro: "Consuelo Jiménez de Cisneros: Vivir en la escritura", "El Cantarano", junio de 2021
Enlace la entrevista: "Consuelo Jiménez de Cisneros. Aprender a leer fue algo mágico", por Elvira Rodríguez en Hoja en lunes.
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EXÉGESIS al prólogo de Vicente Ramos al poemario Con las manos alzadas de Consuelo Jiménez de Cisneros (Pp. 17-19) en la primera edición de 1977, Caja de Ahorros Provincial, Diputación de Alicante.
Por Ramón Fernández Palmeral (1)
- En el primer párrafo del prólogo, Vicente Ramos se identifica como rilkeano, es decir, seguidor del gran poeta austríaco en lengua alemana Rainer Maria Rilke (1875-1926). Ramos escribe:
“El principio rilkeano de que poesía es experiencia tanto en el hecho determinante del contenido como en la posibilidad liberadora de la forma en el tiempo concreto, a la vez que el verso se descarga de artificialidad. Vía de la naturaleza.”
En esta frase, que resulta algo críptica, Vicente parece querer mostrar a la joven poeta que él es el maestro, el guía. Y en cierto sentido lo era, además de ser un seguidor de Rilke, como demuestra en su propio poemario Las Elegías de Guadalest, inspirado en las Elegías de Duino. La sierra de Aitana fue, para Vicente, un retiro espiritual, pues tenía una casa de verano en Benimantell (Valle de Guadalest), un lugar que había inspirado a otros artistas como Óscar Esplá, Gabriel Miró, y Emilio Varela, aunque solo esporádicamente. Rilke, en cambio, escribió su obra maestra invitado por la princesa Marie von Thurn und Taxis entre octubre de 1911 y mayo de 1912, durante un periodo de profunda depresión.
Habiendo señalado esta afinidad entre Vicente y Rilke, el párrafo puede resumirse en que el poeta se nutre de su experiencia personal, ya que la poesía representa una verdad y un sentimiento vivido. En una ocasión, cuando su editor le comentó que no entendía las Elegías de Duino, Rilke respondió: “La poesía no se escribe para ser entendida, sino para ser sentida”. Creo que este consejo es similar al que Vicente, desde su posición de maestro, le dio a Consuelo, quien entonces tenía 21 años. Le sugirió que entendiera la poesía como un camino en el que, a veces, el verso celebraría la belleza y, en otras ocasiones, reflejaría los infiernos internos, como las propias depresiones de los poetas, y su consiguiente incomprensión del lenguaje.
En el segundo párrafo, Ramos se refiere a la juventud de Consuelo, quien contaba con 21 años, describiéndola como “su iluminada juventud”. Menciona que estaba progresando y “fructificando con evidencias líricas”. Aunque este no era su primer poemario, Consuelo emergía con fuerza y confianza, situándose entre poetas como Manuel Molina Rodríguez (1917-1990) y el propio Vicente Ramos (1919-2011).
En el tercer párrafo, Ramos continúa con la idea del “camino de libertad” en el firme quehacer literario de la autora, aludiendo a que no solo es un camino hacia el progreso humano, sino también hacia el “ejercicio artístico”. Sin libertad creadora no se puede avanzar en literatura ni en arte, ni tampoco en el progreso humano. La libertad creativa es una condición sine qua non; no podemos seguir aferrados a las viejas ideas del pasado. Vicente define Con las manos alzadas como una obra que muestra un “espíritu liberado”.
En el cuarto párrafo, Ramos celebra la “alegría para cuantos hemos nacido en tierras” de escritores y poetas, mencionando a autores emblemáticos como Azorín (José Martínez Ruiz), Gabriel Miró, y Miguel Hernández. Elogia a Consuelo Jiménez de Cisneros por explorar “la esfera de lo real”, destacando que Alicante es también cuna de esta joven y talentosa autora, llena de fuerza y sensibilidad, quien se inspira en sus raíces mediterráneas y en la luz que caracteriza a la región.
En el quinto párrafo, Vicente Ramos destaca los poemas de Con las manos alzadas como un “libro alicantino”, no solo por los temas que trata, sino también por “las calidades estilísticas, formadas y desplegadas en la peculiar atmósfera sensible” de la región. Vicente es el creador del concepto de “alicantinidad”, una identidad particular para los alicantinos y su entorno, una esencia distintiva del Levante español. Ramos defendía que nuestra región debería llamarse “Levante” y no “Valencia”, para que Alicante no perdiera su identidad. Destaca un verso de Consuelo, una bella metáfora: “y se hizo niño el mar en nuestras manos” (v. 4 del poema “Recuerdo infantil”, pág. 26).
En el sexto párrafo, Ramos menciona que el proceso humanizador impregna la poesía de Consuelo, en la más honda tradición alicantina. Nombra a cuatro alicantinos destacados: Gabriel Miró, Julio Bernácer, Eduardo Irles, y Juan Sansano. Alicante y su provincia son luz y mar: “la ola luminosa / donde resbala el cielo” (estrofa sexta del poema “El Postiguet de noche”, pág. 55).
En el séptimo párrafo, Ramos destaca la “melancolía mediterránea” de Consuelo en poemas como “Vendedor de jazmines”, “Parque del Portal de Elche”, “San Nicolás, las ocho de la tarde, día de labor” y “Panteón de Quijano”. Estos poemas están llenos de sutilezas, como en el verso “Soy el ángulo de este parque público…” del poema “Parque del Portal de Elche” (pág. 44). Absorta en este emblemático jardín junto a la Rambla de Méndez Núñez, la autora se sumerge en una experiencia mística y lírica.
En el octavo párrafo, Ramos ofrece una síntesis de Con las manos alzadas, señalando que en este libro “lo costumbrista, trascendido de ternura y ansias de vuelo metafórico, transmuta la anécdota en símbolo, fundamento el más valioso, a mi juicio, de este libro…”. Vicente considera que el nombre de Consuelo se une al de otros autores alicantinos como Óscar Esplá, Azorín, Carlos Arniches, Gabriel Miró, Miguel Hernández, y a los escultores Vicente y Daniel Bañuls.
Finalmente, en el último párrafo, Ramos cierra su prólogo exaltando la sensibilidad libre de Consuelo, quien dedica sus versos a pueblos como Agost, Benidorm y Elche: “barro de vida”, “invierno pálido” y “gozoso de la universalidad de su Dama”, respectivamente. Vicente concluye su prólogo con tres palabras: “Versos bellos entrañables…” y tres puntos suspensivos, sugiriendo que podría continuar con sus elogios.
Ramón
Fernández Palmeral (1)
Alicante, 9 de noviembre de 2024
Publicado en libros: CALAMÉO digital
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(1) Autor de Exégesis de la Elegías de Duino, Amazon
-Hermenéutica de la de Elegías de Guadalest de Vicente Ramos
(Retrato a lápiz de Consuelo por Ramón Palmeral, 2019)