ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

sábado, 23 de enero de 2021

Quién fue César Chávez, el histórico líder campesino al que Joe Biden homenajeó en la Oficina Oval de la Casa Blanca. Busto en el despacho Oval de Biden.

 

Quién fue César Chávez, el histórico líder campesino al que Joe Biden homenajeó en la Oficina Oval de la Casa Blanca

El presidente de EEUU eligió recientemente a Julie Chávez Rodríguez, nieta del activista y sindicalista, como directora de la Oficina de Asuntos Intergubernamentales de la Casa Blanca

En 1994 el ex presidente Bill Clinton lo llamó “El Moisés de su pueblo” (Foto: especial)

A unas cuantas horas de haberse instalado en la Casa Blanca, en Washington D.C., el presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, compartió la nueva imagen de la Oficina Oval.

Detrás del icónico escritorio presidencial, en donde reposaban una gran cantidad del folders negros con sus primeras órdenes ejecutivas, se ubica una mesa de madera donde lucen las infaltables fotografías en las que aparece junto a su esposa Jill Biden y sus hijos.

Sin embargo, también colocó un busto esculpido de bronce de César Chávez, histórico líder campesino. Dicha escultura llamó la atención tanto de medios nacionales como internacionales, sobre todo de América Latina.

El presidente #46 en la historia de la Unión Americana (Foto: AP)

Activista y líder sindical

César Estrada Chávez (1927-1993) fue un estadounidense de segunda generación y origen mexicano nacido en Yuma, Arizona.

Sus padres perdieron la granja familiar durante la Gran Depresión (1929), por lo que pasó la mayor parte de su infancia y juventud recorriendo el suroeste de Estados Unidos como trabajador golondrina.

Nunca logró completar su educación formal, pero una insaciable curiosidad intelectual lo llevó a la lectura y al auto aprendizaje por el resto de su vida. En 1952 inició su carrera como activista comunitario en uno de los grupos que entonces promovían los derechos civiles de los latinos en California, conduciendo campañas para registrar votantes y luchar contra la discriminación económica y racial.

Formó el primer gremio rural exitoso en la historia de EEUU (Foto: AP)

Finalmente decidió abocar todo su esfuerzo a sindicalizar a los braceros, cuya explotación y necesidades había compartido durante años.

Una tarea que culminó en la formación la poderosa Unión de Trabajadores Agrícolas (UFW, por sus siglas en inglés), el primer gremio rural exitoso en la historia estadounidense.

El célebre “boicot de la uvas”, que su sindicato lideró por más de cinco años, le ganó el reconocimiento nacional al producir la primera negociación colectiva en favor de más de 10 mil recolectores en los viñedos de California.

Chávez murió el 23 de abril de 1993 en San Luis, Arizona, mientras dormía a sólo unos pocos kilómetros del lugar donde había nacido 66 años antes. Más de 50 mil personas asistieron a su sepelio.

Julie Chávez Rodríguez, nieta del activista y sindicalista, es la nueva directora de la Oficina de Asuntos Intergubernamentales de la Casa Blanca (Foto: Archivo)

Gracias a sus acciones, actualmente 13 estados y docenas de ciudades en Estados Unidos celebran oficialmente el “Día de César Chávez” y su nombre ha bautizado calles, parques e instalaciones públicas de costa a costa.

Incluso, en 1994 el ex presidente Bill Clinton lo llamó “El Moisés de su pueblo” durante el acto en el que le otorgó en carácter póstumo la Medalla Presidencial de la Libertad, la más alta condecoración entregada a un civil en EE.UU.

Cabe mencionar que, Chávez hizo popular el grito de “Sí, se puede”, creado por su compañera de sindicato Dolores Huerta, y que años después adoptaría Barack Obama en su campaña por la Presidencia en 2008.

Curiosamente, Biden eligió recientemente a Julie Chávez Rodríguez, nieta del activista y sindicalista, como directora de la Oficina de Asuntos Intergubernamentales de la Casa Blanca.

Salvadoreños con mascarillas esperan en una fila para recibir sus nuevos pasaportes en el consulado del país centroamericano en Chicago, Illinois (Foto: Sopa Images)

Varios analistas de política coincidieron en redes sociales que dicha decoración es un símbolo de su compromiso ante los trabajadores indocumentados, especialmente de México.

Su plan de reforma migratoria

Poco después de asumir sus funciones, Biden avanzó para revertir cuatro años de restricciones y deportaciones masivas con un plan que allana camino a la ciudadanía y fue esbozado en un proyecto de ley.

También emitió una serie de medidas ejecutivas que dan marcha atrás a numerosas iniciativas de inmigración del ex presidente Donald Trump, entre ellas, paralizando los trabajos de construcción de un muro fronterizo con México y eliminando las restricciones de viaje de varios países, principalmente musulmanes.

Aún no se sabe si el proyecto de ley será aprobado por el Congreso, donde se cree que encontrará una fuerte oposición, ya que otros intentos similares más recientes fracasaron: en 2007 bajo el presidente republicano George W. Bush y en 2013 bajo la administración demócrata de Barack Obama.

Otros detalles de la oficina oval

También destaca un busto de Matin Luther King, histórico activista en la lucha por los derechos civiles de los afroestadounidenses (Foto: Twitter/arielmou)

El renovado despacho también cuenta con los bustos de Martin Luther King, Robert F. Kennedy cerca de la chimenea, así como los de la activista afroamericana Rosa Parks y la ex primera dama Eleanor Roosevelt.

En otra declaración de intenciones, Biden ha colgado un retrato del ex presidente demócrata Franklin Delano Roosevelt, artífice del “New Deal” y el líder que guio al país durante la Segunda Guerra Mundial.

Trump había colocado en su lugar al ex presidente Andrew Jackson (1829-1837), un líder al que dijo admirar y cuyo paso por la historia ha sido reconocido pero también criticado por ser el responsable del llamado “camino de lágrimas” de los nativos americanos expulsados de sus tierras (1836-1839).

MÁS SOBRE ESTE TEMA:

Joe Biden firmó sus primeros decretos como presidente de Estados Unidos

La política energética de AMLO, un riesgo inminente en la relación México - EEUU con la llegada de Biden

En su primer día como presidente, Joe Biden pondrá fin al muro en la frontera con México

En 1994 el ex presidente Bill Clinton lo llamó “El Moisés de su pueblo” (Foto: especial)
El presidente #46 en la historia de la Unión Americana (Foto: AP)
Formó el primer gremio rural exitoso en la historia de EEUU (Foto: AP)
Julie Chávez Rodríguez, nieta del activista y sindicalista, es la nueva directora de la Oficina de Asuntos Intergubernamentales de la Casa Blanca (Foto: Archivo)
Salvadoreños con mascarillas esperan en una fila para recibir sus nuevos pasaportes en el consulado del país centroamericano en Chicago, Illinois (Foto: Sopa Images)
También destaca un busto de Matin Luther King, histórico activista en la lucha por los derechos civiles de los afroestadounidenses (Foto: Twitter/arielmou)

viernes, 22 de enero de 2021

EL BESO DE LA MARIPOSA EN LA TERCERA OLA

 


EL BESO DE LA MARIPOSA EN LA TERCERA OLA

Ramón Palmeral/Diario de Alicante.es

 

Se nos acusa a los ciudadanos de no tomar las medidas profilácticas adecuadas ante la pandemia que sufrimos, y, caminamos derechos hacia el confinamiento total, porque los ingresos hospitalarios desbordan los hospitales. En la Comunidad Valenciana estamos ya medios confinados.  El confinamiento  es una medida propia  de la Edad Media contra la peste.

“El beso de la mariposa” erael título que pensaba a darle a este artículo que quería publicar pasados los felices Reyes, pero cuando esta maldita pandemia del COVID-19 empezó a flagelarnos sin piedad en su tercera ola, la maldita tercera ola, sin compasión, sin ninguna verdad en sí, y tan real como cierto lo he cambiado y añadido de lo de la tercera ola. El artículo estaba escrito en un tono ligero y amable y en él hablaría sobre la cobardía de las relaciones humanas por medio de las videoconferencias, el teletrabajo, sin escuelas y universidades.  Y cuando pesábamos que íbamos bien y llegó avasalladora la borrasca Filomena y nos congeló “eran pocos y parió la abuela”. Al menos el mundo recibió la alegría de que   Donald Trump, el aspirante a dictador bananero, tras el fallido golpe de estado al Capitolio, se machó con la Melania por la puerta de atrás en el avión presidencial, con vergüenza y deshonor.

Pensamos que, la guerra de las galaxias y los RoboCops  era utópica, que  los virus eran utópicos, pero no, llegó y nos atropelló y no  mató (yo no sé si ya estoy muerto) con la era digital en marcha y el G5 por venir, y detrás los “me gusta” de Facebook, y los “guasap” infernales, los comicones, las aplicaciones de los smartphones  para convertirnos en RotoCop domésticos, sin relaciones sociales sometidos a la industria del videojuego y de los ordenadores. Volvemos a la vida retirada del poeta Horacio («beatus ille») y la invitación de gozar de la juventud («carpe diem»).

Me llamó la atención en los medios nacionales de comunicación cuando decían que los Merengues del Real Madrid venían a “territorio covid” como si Alcoy, y por ende los levantinos fuéremos  unos apestados (de aquí bien la palabra apestado de “la peste negra” que asoló Europa, y hoy podría  ser acovidados). Bien vinieron los Merengues confiados en su victoria y se fue de El Collao (en el campo del Troya donde fueron vencidos) eliminados  la Copa del Rey por un Segunda B, el Alcoyano por 2 goles  a 1.  Tras protagonizar una hazaña deportiva como aquella del Alcorcón,  uno de los mayores ridículos de la historia reciente del club blanco, el coleccionista de copas de Europa. Nadie se salva de la quema: ni Florentino Pérez, ni Zinedine Zidane ni muchos de los jugadores que estuvieron sobre el maltrecho césped de Alcoy helados. Piensan más en la  Copa de Europa que en la Copa del Rey, esto no es excusa, una plantilla multimillonaria está obligada a ganar siempre.

La pandemia expuso la debilidad de los peones en al tablero del ajedrez mundial, de los sistemas de salud  débiles que, en muchos países, como el nuestro, algunas veces llamado España, se vieron desbordados e impedidos de atender a los más afectados, muchos de los cuales perdieron la vida al no acceder al tratamiento que requerían su enfermedad. Las residencias de la Tercera Edad o Cuarta Edad se han convertido en prisiones para ancianos. Millones de los afectados por el turismo y la hostelería están perdiendo empleos y millones de euros. Esto llevó a muchos de ellos a la condición de pobreza indigencia con una ayudas al desempleo que llegan a contadas por un gobierno socialcomunista que lo quiere tener todo controlado bajo su sobaco de hierro. Otros de clase media perdieron su estatus de integrantes indispensable para el desarrollo de toda vida ordenada en sociedad.

Las naciones gastan billones para proteger a un grupo de humanos contra otros humanos construyendo armas de guerra, cruceros armados hasta las velas, portaaviones con aviones de aluminio y acero con agujones de bombas que matan con las atómicas. Los humanos no son el enemigo: los virus, las bacterias y las levaduras mortales sí lo son. Los presupuestos militares deben reducirse al menos en un 50%. El dinero ahorrado se necesita desesperadamente para financiar la investigación, la educación y la salud pública. Por ahora, el virus SARS-CoV-2 y la pandemia COVID-19 acaparan los titulares. Otros virus, junto con otros patógenos, acechan para mermar a la humanidad porque ha venido para quedarse, no sabemos pro cuanto tiempo.

Pensamos que las medidas para resolver el problema pandémico fueron mínimas y generalmente insuficientes y confusas con un aparato mediático ineficaz. Ello evidenció las carencias de los sistemas de Seguridad Social en la absoluta mayoría de las comunidades autónomas. Además, muchos sistemas de Seguridad Social también resultaron afectados en sus fuentes de ingresos, ya que el desempleo implica para ellos la pérdida de las cuotas periódicas que se aportan conforme la legislación existente en cada país.

A los que intentamos ser realistas y decir lo que vivimos y percibimos nos llama alarmistas, pesimistas, pero el beso de la mariposa ha puesto sus huevos sobre nuestras carnes y solo no queda la esperanza como sostén de un mundo por venir. El confinamiento total no es la solución.

Ramón Palmeral

Alicante, 22 de enero de 2021

miércoles, 20 de enero de 2021

Joe Biden es ya el 46º presidente de EE.UU.: «La democracia ha vencido». Se fue el payaso de Trump.

 


Joe Biden es ya el 46º presidente de EE.UU.: «La democracia ha vencido». Se fue el payaso de Trump.

El demócrata ha sido investido como presidente en uno de los momentos de mayor turbulencia de la historia del país

Enviado especial a Washington Actualizado: Toma de posesión de Biden, en directo | Joe Biden es ya el 46º presidente de EE.UU.: «La democracia ha vencido»

«Juntos escribiremos una historia americana de esperanza, no de miedo. De unidad, no de división. De luz, no de oscuridad». Joe Biden pronunció estas palabras poco después de poner su mano sobre la Biblia y jurar su cargo de presidente de EE.UU. El escenario en el que lo decía, sin embargo, era un contraste descarado a las intenciones del nuevo ocupante de la Casa Blanca.

Biden hablaba desde el lugar tradicional para la investidura de los presidentes, la escalinata de mármol del Capitolio. La misma que dos semanas antes había sido invadida por una turba de seguidores de Donald Trump, alentados por el propio ex presidente, para evitar la certificación de la victoria electoral de Biden. El mismo lugar en el que hubo cinco muertos -entre ellos, un policía-, en un capítulo bochornoso y trágico para la democracia más vieja y estable del mundo. El mismo lugar en el que, contra la tradición, no se presentó Trump, en una muestra de una brecha política que no se esfumará con un discurso.

Biden habló a un público inexistente. El Mall, el amplio parque que va desde el Capitolio hasta el monumento a Abraham Lincoln, que se llena con cientos de miles de personas en las investiduras, estaba desierto. Sobre todo, ante el temor a un ataque de extremistas para desbaratar la toma del poder del nuevo presidente. Pero también por la pandemia de Covid-19, que acumula más de 400.000 muertos en el país y seguirá aumentando la factura mortal en la presidencia de Biden.

Los pocos invitados a la ceremonia, separados entre sí, cubiertos con mascarillas, eran otro doloroso recuerdo del momento que vive EE.UU.

Fuera del Capitolio, la ciudad estaba tomada por cerca de 25.000 miembros de la Guardia Nacional, con todos los alrededores del Mall -donde también está la Casa Blanca- parapetados con vallas y muros y con decenas de calles cortadas. Los alrededores de la zona acordonada estaban desiertos y en silencio, con apenas un puñado de curiosos en las vallas, a cientos de metros de la ceremonia, en una mañana fría de enero. Era una postal fantasmagórica de un traspaso de poder en un país en crisis política, económica y sanitaria.

Esa atmósfera puso un velo sombrío en un momento histórico: Kamala Harris se convirtió, poco antes de la jura de Biden, en la primera mujer en conquistar la vicepresidencia de EE.UU. También la primera persona negra o asiática -Harris es de padre jamaicano y madre india- en llegar al segundo cargo de mayor jerarquía del país. Juró su lealtad a la Constitución sobre dos biblias: una de su familia y otra que perteneció a Thurgood Marshall, el primer negro en ser juez del Tribunal Supremo.

«Aquí estamos, mirando al gran Mall en el que el Dr. King habló de su sueño», dijo Biden sobre el célebre discurso de Martin Luther King Jr. «Aquí estamos, donde hace 108 años en otra investidura, miles de manifestantes trataron de impedir que mujeres valientes marcharan en defensa de su derecho a votar», añadió mirando a Harris. «¡No me digáis que las cosas no pueden cambiar!»

«Hemos vuelto a aprender que la democracia es valiosa, que la democracia es frágil», dijo Biden sobre los acontecimientos del 6 de enero, la traca final del intento de Trump de dar la vuelta a los resultados de las urnas. «Pero en este momento, amigos, la democracia ha vencido».

De esa victoria, sin embargo, sale debilitada. La cruzada de Trump por revertir el resultado electoral ha calado entre sus votantes, pese a que ni su propia Administración, ni las autoridades de los estados -incluidos la mayoría de los republicanos-, ni los tribunales -empezando por el Supremo, de mayoría conservadora- encontraran evidencias del «robo» electoral masivo que ha predicado desde la noche del 3 de noviembre. Casi el 80% de los votantes republicanos, según las encuestas, creen que la victoria de Biden no es legítima.

«Las últimas semanas y meses nos han enseñado una lección dolorosa», dijo el presidente en referencia a esos esfuerzos, aunque nunca citó a Trump. «Hay verdades y hay mentiras, mentiras que se dicen para conseguir poder y beneficios». «Cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad como ciudadanos, como estadounidenses, y en especial como líderes que han jurado honrar nuestra Constitución y proteger nuestra nación, defender la verdad y derrotar las mentiras», prosiguió.

Tendrá una labor ardua por delante, con buena parte del país que no se cree los resultados electorales y con un creciente calado de teorías conspiradoras y de cuestionamiento de la ciencia, desde la creencia en QAnon -la teoría infundada de la existencia de una red de pederastia en las altas esferas de la elite política, que iba a ser desmantelada por Trump- hasta el simple rechazo del uso de la mascarilla frente al covid.

«Tenemos que rechazar la cultura en la que los propios hechos se manipulan, e incluso se inventan«, dijo.

Biden no obvió la encrucijada política en la que se encuentra el país. «Sé que hablar hoy de unidad puede sonar como una fantasía ingenua. Sé que las fuerzas que hoy nos dividen son profundas y reales«, dijo sobre un país polarizado, con una brecha política que ha partido familias, ha disparado la violencia extremista y ha convertido la cooperación entre partidos en una aventura imposible.

A pesar de ello, insistió una y otra vez en la necesidad de que el país, que se ha dado la espalda, se una. «Debemos acabar con esta guerra incívica de rojos contra azules, de campo contra ciudad, de conservadores contra liberales», dijo, y abogó por «empezar de nuevo: comencemos a escucharnos, a vernos, a mostrar respeto los unos por los otros«.

«El camino es la unidad», sentenció Biden sobre la manera de sortear las crisis que azotan al país. Es difícil saber si su llegada al poder será un punto de inflexión en la división de EE.UU. Los líderes republicanos al menos buscaron escenificar unidad institucional alrededor del nuevo presidente. El vicepresidente saliente, Mike Pence; y sus dos máximos exponentes en el Congreso, el senador Mitch McConnell y el diputado Kevin McCarthy, no fueron a despedir a Trump a la base aérea de Andrews y sí comparecieron en el Capitolio con Biden.

Tras su discurso, el nuevo presidente cumplió con el boato de las investiduras -la visita a Arlington, el desfile inaugural, la recepción de regalos, las fotos en la escalinata, la entrada en la Casa Blanca-, todo con la sordina de realizarse sin público. Un comienzo sobrio y gris de una presidencia que recibe un país dividido y en crisis.

"Los últimos años de Antonio Machado". Wall Street International, por Ramon Fernández Palmeral

 

 


Los últimos años de Antonio Machado

Su paso por Valencia, Barcelona y Colliure

20 enero 2021,
 
 
 
 
Antonio Machado

Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

(Antonio Machado)

Los últimos años de Antonio Machado fueron movidos y trágicos; murió en el exilio en Francia a los 63 años. Es uno de los tres poetas llamados de sacrificio junto con Federico García Lorca y Miguel Hernández. A continuación, les doy dar unas pinceladas de su estancia en Valencia, Barcelona y Colliure (Francia). 

 

Leer completo en  Wall Street International Magazine

 

                                            Machado en Torre Casteller de Barcelona