ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

jueves, 15 de junio de 2017

Engañar a la opinión pública: grave delito en la moral de EE.UU.

                                                 In god we trust (En Dios confiamos).



La radicalización de la política de los estadounidenses es extrema dividida entre demócratas y republicanos desde generacines, y se hereda de padres a hijos. Es de tal calibre el odio que existe entre ellos que pueden acabar asesinando a presidentes o senadores. Los enloquecidos ciudadanos -solo los enloquecidos- se lían a tiros como en el mejor Wester. Conjugar el problema de la libertad y la tenencia de armas es un tema complejo y muy grave. Sobre todo en el país con mayores desigualdades sociales entre los muy ricos y los 42 millones de pobres. Cada día en EE.UU., unas 309 personas reciben disparos de armas, de ellas 93 de ellas mueren. Porque el ser humano se componer de un 90 % de odio y un 10% de bilis.



La supervivencia de mantener  la democracia es el gran reto de los ciudadanos estadounidenses contra el poder de turno, por ello engañar a la opinión pública o mentir en su cargo es tan grave delito que los políticos que lo hacen han de dimitir, como el reciente caso de teniente general Michael Flynn, el 13 de febrero 2017 (24 horas después de tomar su cargo), tras destaparse que mintió al vicepresidente Mike Pence sobre el contenido de unas conversaciones que mantuvo en diciembre con el embajador ruso en Washington, Sergei Kislyak; además ocultó detalles de empresas rusas y turcas.



Esta radicalización política de los ciudadanos, más el poder de control masivo que tienen en EE.UU., los medios de comunicación: Prensa, TV, radio, y redes sociales, son de tal poder que mentir o engañar a la opinión pública es gravísimo, porque los ciudadanos trabajan duro para mantener a un país, pero limpio y democrático. Por ello el poder de las investigaciones en el Senado tiene tanta importancia, y en quien se confía que es el valedor representante de los ciudadanos: su garantía. Por eso las declaraciones de James Comey en el Senada, por su despido del FBI, por investigar la supuesta trama rusa de Trump. Tiene tanta importancia mediática, a pesar de que jurídicamente parece ser que es, que de momento, la palabra de Comey contra la del presidente. Pero visto el carácter de Trump y su inexperiencia todo es factible. 



La posible ingerencia  de Rusia en las elecciones legislativas, en contra de la candidatura de demócrata a la presidencia de Hillary Clinton, es un atentado a la democracia en el país de las libertades.


Lo de nombrar a un fiscal especial como Mueller, supone un clavo dentro del zapato de Trump, aunque toda la Administración del Estado se pondrá en contra y tapará todo lo que pueda. En paralelo, siguen su curso las pesquisas de distintos comités del Senado y la Cámara de Representantes sobre la trama rusa. Porque cuando el río suena…

A pesar de que al presidente de los EE.UU., se elige votando en las urnas, ocasiona que el sistema presidencialista se parezca en su gestión a una dictadura, porque el presidente tiene absoluto poder porque es la vez Jefe del Estado y primer ministro. En los tiempos de Franco en España, Francisco Franco era a la vez Jefe del Estado y primer ministro. ¿Qué diferencias existen?  El modelo actual de España es la monarquía parlamentaria el Rey Felipe VI, es un Jefe de Estado parlamentario (heredero constitucional de la Corona), y Mariano Rajoy el primer ministro que en España se llama presidente del gobierno; el nuestro es un sistema idéntico al del Reino Unido, donde la reina Isabel II es la Jefe del Estado y Teresa May en la primer ministro.  O Bélgica, Suecia, Holanda, Noruega. 

La conclusión a la que llego sobre el presidente Trump es que tiene demasiado poder, sometido solo a la vigilancia del Senado, y su representantes que en este caso son mayoría republicanos; y por supuesto la prensa.  Para destituir a un presidente de los EE.UU., las pruebas han de ser rotundas y concluyentes. Hay dos formas para cesar un presidente de su cargo: el proceso llamado de impeachment y la Vigésimoquinta Enmienda de la Constitución o Carta Magna. Las razones por las que se puede destituir son:  «traición, soborno u otros crímenes graves». Creo que Trump por ahora se está dedicando a apagar incendios caseros, el gran incendio está por llegar. Pero sin duda alguna los ciudadanos estadounidenses, opositores al presidente están muy enojados, y lo que nunca perdonarán, por sus principios religiosos protestantes (algunos hispanos católicos), democráticos y libertades es que su presidente les mienta. Nixon hubo de dimitir por el caso del Watergate en los años 70.

La prensa estadounidense entre ellos el The New York Times Company, o la Dama gris, también poseen otras 40 publicaciones, incluyendo el International Herald Tribune y el Boston Globe. No cesarán hasta descubrir la verdad. Porque como el respaldo del billete patrón del dólar: In God We Trust (En Dios confiamos).(O Dios es nuestra verdad). Y sin verdad no hay luz.


Ramón Fernández Palmeral
Alicante, 15 de junio de 2017
Suele publicar artículos culturales en “Información” y de Alicante, y en Levante EMV, de Valencia.