En su resolución, Leopoldo Puente ha querido sacar a relucir el «estupor» que produce en la sociedad civil el problema de los aforamientos y los blindajes

José Luis Ábalos se ha librado de la prisión preventiva, de momento y gracias a una reglamentación que vuelve a estar en entredicho. El juez del Supremo, Leopoldo Puente, decidió ayer mantener al exministro de Transportes en libertad con medidas cautelares tras rechazar la petición de las acusaciones populares lideradas por el PP de enviarle a prisión provisional al considerar que, en su caso, el riesgo de fuga «no es lo suficientemente intenso», aunque su auto ha cuestionado con dureza la legislación que le permite seguir en su escaño pese a la existencia de indicios más que sólidos de que ha cometido graves delitos de corrupción.
En su resolución, Leopoldo Puente ha querido sacar a relucir el «estupor» que produce en la sociedad civil el problema de los aforamientos y los blindajes que permiten que un diputado, con pruebas evidentes de su implicación en gravísimos delitos de corrupción durante su etapa como ministro, siga ejerciendo altas funciones en el Congreso y pueda decidir sobre el control de la acción del Gobierno o la aprobación de normas con rango de ley. «Es un buen motivo para la reflexión», apunta el magistrado en el auto, en el que también sugiere –y compartimos– que debe plantearse una reforma del artículo 21 del Reglamento del Congreso, que regula las causas por las que un parlamentario puede ser suspendido en sus derechos y funciones parlamentarias. Dice ese capítulo que «los diputados quedarán suspendidos en sus derechos y deberes parlamentarios cuando, concedida por la Cámara la autorización objeto de un suplicatorio y firme el auto de procesamiento, se hallaren en situación de prisión preventiva y mientras dure esta».
Por tanto, en el caso de Ábalos, agarrado al suplicatorio, no se ha podido dictar ni prisión preventiva ni auto de procesamiento. Pero las dudas judiciales asaltan por doquier. Mientras unos advierten que, basándose en la interpretación del reglamento sobre que en auto firme de procesamiento no puede haber un procedimiento abreviado y el juez podría mandar a prisión preventiva al diputado y este habría perdido sus derechos y obligaciones, otras fuentes jurídicas señalan que se ha de esperar al auto equivalente al procedimiento aplicado por el Supremo, es decir, al auto de transformación en procedimiento abreviado que se espera en próximas fechas para enviarlo a prisión. Ante esta situación, el juez ha planteado ir más allá y sugerido un cambio legal para poder desposeer a un diputado de sus derechos y funciones –desde el voto hasta el salario– sin necesidad de dictar una prisión preventiva aunque el político no entre en prisión.
Un paso a dar con minas antipersona en su recorrido y que debe recorrerse al unísono por la unánime decisión parlamentaria, algo harto difícil con el actual emponzoñamiento de la vida pública y política de la «era Sánchez».
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Si robas un radiocassete en un coche sí entras directamente en prisión provisional
.......................................................Vanidades de los corruptos......................
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Sarkozy entrará en prisión el próximo martes 21 de octubre
El expresidente de Francia ingresará en el centro penitenciario de la Santé, en París, uno de los pocos que cumple los requisitos de seguridad necesarios y que ha sido reformado recientemente, con celdas individuales algo más confortables... El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy ha sido condenado por el Tribunal Correccional de París a cinco años de prisión por asociación ilícita y absuelto de los cargos que pesaban sobre él por encubrimiento de malversación de fondos públicos y corrupción pasiva en el Caso Libia por la financiación de su campaña presidencial de 200
El expresidente francés Nicolas Sarkozy entrará el próximo día 21 de octubre en la prisión parisiense de La Santé por la condena de cinco años de prisión dictada en su contra en septiembre pasado en relación con la financiación libia de su campaña presidencial de 2007, han indicado este lunes fuentes judiciales a varios medios franceses.
Sarkozy, que se convertirá en el primer exjefe de Estado francés en ir a prisión, ha comparecido a primera hora de la tarde de este lunes ante la Fiscalía Nacional Financiera para conocer la fecha y el lugar de su encarcelamiento.
Su entrada en prisión se producirá el martes de la semana próxima debido a la orden de prisión emitida en su contra, pese a haber apelado la sentencia dictada en primera instancia por el Tribunal Correccional de París hace 18 días.
El político conservador, que ejerció de presidente de 2007 a 2012, fue condenado el 25 de septiembre por conspiración para delinquir al permitir que sus allegados solicitaran al régimen libio de Muamar el Gadafi financiación ilegal para la campaña presidencial que le abrió las puertas del Palacio del Elíseo.
El tribunal justificó esta medida en el caso de Sarkozy, de 70 años, por la “excepcional gravedad de los actos” cometidos por un líder político que entonces aspiraba al máximo cargo de la República francesa.
Una vez en prisión, sus abogados podrán presentar una solicitud de puesta en libertad ante el Tribunal de Apelación, que tendrá un plazo máximo de dos meses para resolverla, es decir, justo antes de las próximas navidades y le permitiría presentarse libre al juicio en apelación previsto, en principio, para el próximo marzo. En caso de ser rechazada, podrán formalizar otras.
Las únicas dos prisiones en la región de París que cuentan con espacios adaptados para presos que necesitan protección son La Santé en París y Fleury-Mérogis en Essonne, ya sea en los llamados “pabellones vulnerables” o en espacios de régimen de aislamiento, en el que, según medios franceses, debería estar Sarkozy, en una celda de unos nueve metros cuadrados.
Fiesta de “despedida”
El ex jefe de Estado, que siempre ha mantenido su inocencia, proclamó tres días después de su condena por asociación delictiva –fue absuelto del delito de corrupción– que lucharía “hasta el último aliento” para que se reconozca su “honestidad”. Y aseguró, con optimismo: “Ganaré”.
Ni su condena ni la cercanía de su entrada en prisión han detenido su vida social. El miércoles pasado celebró una fiesta de “despedida” en un pabellón del Bosque de Boulogne, en París, con un centenar de asistentes, entre los que estaba el actual secretario general del Elíseo, Emmanuel Moulin, y la ministra de Cultura, Rachida Dati, informó el diario Le Figaro.
Pero no solo Sarkozy apeló la sentencia, también lo hicieron los otros seis condenados en el mismo caso de la financiación libia de su campaña presidencial así como la Fiscalía, que contesta las sentencias absolutorias dictadas por el Tribunal Correccional de París, como la de Eric Woerth, tesorero de la campaña electoral de 2007.
Ese juicio en apelación debería celebrarse en una fecha aún no determinada, pero normalmente comprendida dentro de entre seis y 18 meses.
Veredicto del Supremo
Paralelamente, Sarkozy conocerá el próximo 26 de noviembre el veredicto del Tribunal Supremo en el caso de la financiación ilegal de su campaña de 2012, la que perdió frente al socialista François Hollande, y en el que la Fiscalía pide que se confirme la condena a seis meses de prisión impuesta en Apelación en febrero de 2024.
Los jueces en apelación y en primera instancia consideraron probados que en su campaña de 2012 se gastó el doble de lo que autoriza la ley, con una trama de facturas falsas para ocultar una doble contabilidad.