¡Qué historia tan inspiradora! Villafuel SL, para una serie televisiva, una pequeña empresa con un humilde punto de partida en un polígono industrial de Albacete, ha demostrado que con determinación, esfuerzo y, claro, unas oportunas "amistades estratégicas", los milagros económicos son posibles. Multiplicar por 20 los beneficios en un año, pasar de 59 millones a la friolera de 815 millones en facturación con una plantilla de ocho trabajadores y una sola gasolinera, cerrada por vacaciones, es digno de estudio en cualquier escuela de negocios. Harvard, toma nota. Supuestamente ha defraudo 180 millones de eurazos en IVA y por eso el juez del caso lo mete en prisión preventiva ante su negativa de Aldama a declarar.
Por supuesto, el secreto de su éxito no radica únicamente en su eficiente modelo de negocio –que incluye gasolineras fantasmas y páginas web que desaparecen en un abrir y cerrar de ojos–, sino también en su inquebrantable capacidad para "gestionar" licencias de hidrocarburos con el ministerio correspondiente que dirigía el socialista Ábalos. Qué curioso que estas licencias sean, según se rumorea maliciosamente, facilitadas por amigos poderosos y generosas comisiones. Pero quién podría creer algo tan insidioso sobre una empresa ejemplar como esta.
En cualquier caso, la trama Koldo, el auto del juez Pedraza, y la prisión provisional de dos de sus protagonistas, Víctor de Aldama y Claudio Rivas, deben ser solo coincidencias desafortunadas. Al fin y al cabo, en un mundo tan competitivo, no se llega a la cima sin que algunos envidiosos intenten manchar tu nombre. ¿No es conmovedor que la administradora única de la empresa sea la hermana del "impulsor"? Qué manera tan bonita de mantener los negocios en familia.
Y mientras tanto, la gasolinera de Villafuel sigue cerrada, quizás planeando una reapertura que revolucione de nuevo el sector. O tal vez no. Porque cuando has conseguido beneficios tan espectaculares, ¿quién necesita seguir trabajando?
Leemos en prensa:
La trama, bajo el liderazgo de Aldama, está siendo investigada por fraude, blanqueo de capitales y delitos contra la Hacienda Pública,
con conexiones en la adjudicación de contratos de compra de mascarillas
durante las primeras semanas de la pandemia. Villafuel SL, que había
sido una empresa de perfil muy bajo en el sector, pasó de tener un modesto rendimiento económico a un crecimiento sin precedentes tras obtener la licencia clave.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo a Víctor de Aldama, empresario y nexo corruptor del caso Koldo según la Unidad Central Operativa
(UCO) de la Guardia Civil: «Sé perfectamente lo que estás haciendo y te
doy las gracias por lo que estás haciendo por el Gobierno de España».
Así se lo ha narrado Aldama al juez de la Audiencia Nacional Ismael Serrano ante el que había solicitado declarar de forma voluntaria.
El
empresario ha explicado, según detallan fuentes judiciales a OKDIARIO,
que se había tomado una foto con él «a petición» de Pedro Sánchez. Esa
instantánea, que luego se publicó en los medios, se capturó durante un
mitin del PSOE en el madrileño teatro de La Latina.
Aldama
se encuentra en prisión preventiva en la cárcel de Soto del Real por un
presunto fraude millonario de IVA en el sector de los hidrocarburos
desde que así lo acordó la Audiencia Nacional del pasado 10 de octubre.
Villafuel SL, la sociedad principalmente investigada en el caso que
implica a Víctor de Aldama y Claudio Rivas, empezó su modus operandi
prácticamente al obtener la licencia y durante 16 meses pudo estar
defraudando hasta 182.513.923 euros en IVA junto a otras sociedades (Solo a los ignorantes se le ocurre defraudar estas supuestas cantidades).
El
también empresario Claudio Rivas obtuvo una licencia de operadora del
sector de los hidrocarburos gracias a las influencias de la trama en la
que la UCO involucra a Aldama sobre el Gobierno de Pedro Sánchez.
Ese permiso le habilitó para cometer un fraude de IVA a través de un
complejo entramado de sociedades radicadas en España y el extranjero,
según el informe de la Fiscalía Anticorrupción. El juez Santiago Pedraz había
cifrado en más de 70 millones de euros los fondos ilícitos que se han
sacado fuera del país. El magistrado ha decidido que deben estar en
prisión por existir riesgo de ocultación de fondos y fuga.
Investigación de la UCO
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sostiene que el ex asesor ministerial Koldo García organizó un encuentro entre el director de Gabinete del Ministerio de Industria –entonces dirigido por Reyes Maroto,
actual líder del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid– y el presunto
director de la trama de estafa en el sector de los hidrocarburos, Claudio Rivas, a petición del otro supuesto líder del grupo, Víctor de Aldama.
Así se desprende de un informe que los agentes han remitido al juez del caso Koldo. Los guardias civiles destacan que en diciembre de 2020, «mientras se resolvía la selección del chalet» que presuntamente disfrutó el entonces ministro de Transportes, «se gestó una entrevista» entre el cargo de Industria, el empresario Claudio Rivas, Carmen Pano y otras tres personas más.
Esa reunión clave tuvo lugar en enero de 2021 y fue
«promovida y orquestada por Aldama, quien les puso en manos de Koldo
para que fueran recibidos por el referido director». La pretensión de
este encuentro fue, según la conversación que mantuvieron Aldama y
Rivas, conseguir que el Ministerio otorgase «la condición de operadora de productos petrolíferos al por mayor» a la empresa Villafuel SL.
Los agentes investigadoras afirman que «obtener un título de operador es necesario para llevar a cabo el fraude
y se necesita autorización del Ministerio de Transición Ecológica y el
Reto Demográfico que dirige Teresa Ribera ( y Vicepresidenta de la Comisión Europea) para acceder a la misma». La empresa obtuvo en septiembre de 2022 «el título de operador del mercado mayorista de hidrocarburos».
UNA MOCIÓN DE CENSURA
Pedro Sánchez, el político que parece haber encontrado el secreto de la inmortalidad política. Apoyado por la vicepresidenta en la sombra, que es su mujer Begaña Gómez, no saldrán de la Moncloa ni con "sacacorchos eléctrico" de batería industrial. Apoyado por la inmoralidad de comunistas, socialistas, nacionalistas y hasta por el horóscopo si hace falta, parece haber convertido su despacho en La Moncloa en un refugio a prueba de todo: mociones de censura, escándalos, incluso de las ruedas de prensa con preguntas incómodas.
Mientras tanto, Alberto Núñez Feijóo, en un acto de puro suspense político digno de una telenovela de sobremesa, "amaga" con una moción de censura. Eso sí, lo hace con la misma determinación que un niño dudando si pedir un helado de fresa o de chocolate. Pero no se puede culpar del todo al líder del PP: entre convencer a Junts (¡sí, los mismos de Puigdemont y su máster en huidas espectaculares!) y evitar que Vox parezca el copiloto del plan, Feijóo a Marte está más enredado que un auricular de hace diez años.
Por supuesto, en Génova están llenos de optimismo, aunque al parecer confían más en el cocido político a fuego lento que en una estrategia clara. Dicen que "las cosas sigan cociéndose", como si de verdad los posconvergentes fueran a saltar de repente del barco de Sánchez al Titanic del PP. Y ahí está Junts, siempre tan impredecible y pragmático, como un gato que no sabe si acercarse o arañar. Claro, mientras Puigdemont siga al mando desde su retiro digno de novela de espías, las posibilidades de acuerdo parecen tan reales como un unicornio en Bruselas.
Lo más fascinante, sin embargo, es esta peculiar danza entre el PP y Junts, donde, al parecer, las diferencias ideológicas se diluyen mágicamente cuando se habla de economía y seguridad. Porque si algo une a España es el arte de negociar alianzas improbables mientras se niega todo con una sonrisa en la cara. Y así seguimos, con una política que no decepciona: llena de giros inesperados, alianzas sorprendentes y, por supuesto, líderes que parecen tener más vidas que un gato.