Los partidos que sostienen a Pedro Sánchez: entre la lealtad y el encubrimiento
Todos los partidos que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez continúan respaldando su Gobierno, incluso frente a las graves sospechas de corrupción que afectan a su entorno más cercano y tras la dimisión forzada de Santos Cerdán León, secretario de Organización del PSOE. Esta persistente lealtad, en un contexto de creciente escándalo, los convierte políticamente —y en cierta medida éticamente— en encubridores necesarios de una estructura de poder cada vez más cuestionada. Los audios filtrados en las últimas semanas son demoledores y plantean serias dudas sobre la transparencia y el funcionamiento interno del partido en el poder.
Un presidente del Gobierno y, además, líder de su partido, no puede alegar desconocimiento de lo que ocurre dentro de su organización. Con más de 600 asesores a su disposición, además de los recursos del Estado —Policía, Guardia Civil, Centro Nacional de Inteligencia— es inverosímil pensar que no estaba al tanto de las actuaciones que hoy se investigan. Si realmente no sabía nada, la situación sería aún más grave, porque significaría que el país está gobernado por alguien negligente o incapacitado para ejercer el cargo.
Pedro Sánchez ha pedido perdón públicamente hasta ocho veces. Sin embargo, pedir disculpas no basta. En democracia, la rendición de cuentas exige explicaciones claras en el Congreso y en el Senado. No se puede responsabilizar siempre a otros ni tratar de desviar la atención con maniobras políticas. La gravedad del caso exige transparencia total y una investigación judicial profunda.
En este sentido, resulta urgente un registro judicial de los equipos informáticos del entorno de Ferrán —presuntamente vinculado a los hechos— antes de que desaparezcan pruebas. Además, debería considerarse la imputación formal de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE y una auditoría independiente de las supuestas cuentas B del partido. Con los medios tecnológicos actuales, y ante las reiteradas denuncias del sector empresarial, resulta poco creíble que el presidente no tuviera conocimiento alguno de lo que sucedía en su entorno más inmediato.
Los indicios apuntan a que las mordidas obtenidas no son hechos aislados, sino parte de una red vinculada a la adjudicación de contratos públicos desde los ministerios. Begoña Gómez, esposa del presidente, habría obtenido beneficios desde África Center por su posición, al igual que su hermano —conocido como "el Hermanísimo"— y exministros que actuaban presuntamente en nombre del Gobierno. Es difícil creer que el número uno del Ejecutivo desconociera estas prácticas.
En este contexto, si el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, presentara una moción de censura y fracasara, solo conseguiría reforzar la posición de Sánchez. Sin embargo, lo verdaderamente democrático sería que el presidente dimitiera y se sometiera a una investigación exhaustiva. Lo contrario —aferrarse al poder sin aclaraciones, despreciando la rendición de cuentas— es más propio de regímenes autoritarios que de democracias consolidadas.
El caso Koldo, con Cerdán y Ábalos, con la comisiones pro obras) es tremendo. Está en todo los medios de comunicación:
El informe de la Guardia Civil trasladado al Tribunal Supremo sobre la trama de corrupción en el PSOE reproduce una serie de conversaciones telefónicas grabadas o a través de mensajes de Whatsapp en las que participan el exministro José Luis Ábalos, el ex secretario de Organización Santos Cerdán y el ex asesor Koldo García. De ellas se deduce una mediación en contrataciones de obras del Ministerio de Transportes así como un posible cobro de comisiones por las adjudicaciones.
Entre los contratos más destacados de esta investigación figura la adjudicación de la obra de ampliación del Puente del Centenario de Sevilla por un importe de más de 100 millones de euros a una UTE en la que participa Acciona, una de las empresas investigadas. En las conversaciones grabadas, a las que tuvo acceso El Periódico de Catalunya, se refleja el seguimiento que Santos Cerdán realizaba de la obra así como una referencia a un supuesto pago pendiente por parte de la empresa.
El informe de la UCO concluye que ha habido un "beneficio económico" para José Luis Ábalos (que fue ministro de Transportes durante el proceso de licitación y adjudicación de la obra) y subraya la implicación de Santos Cerdán antes de ser secretario de Organización y después de acceder al puesto de número 3 del PSOE en 2021.
1. Sumar (31 escaños)
La coalición liderada por Yolanda Díaz forma parte del Gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez. El 24 de octubre ambas formaciones firmaron un acuerdo programático que incluye medidas como:
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Reducción progresiva de la jornada laboral sin reducción salarial.
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Nueva subida del salario mínimo interprofesional.
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Reforma del despido para dificultar el despido improcedente.
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Impulso a la vivienda pública.
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Regulación de precios del alquiler.
Reducción e la jornada laboral a 37:50 horas
A pesar de presentarse como una fuerza regeneradora, Sumar ha evitado toda crítica pública al PSOE por los recientes escándalos.
2. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC, 7 escaños)
ERC cerró un acuerdo de investidura con el PSOE el 2 de noviembre. Firmado por Oriol Junqueras y Félix Bolaños, incluye:
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Aprobación de la ley de amnistía.
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Traspaso de Rodalies (cercanías catalanas).
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Condonación de 15.000 millones de euros de deuda a Cataluña.
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Creación de una nueva mesa de diálogo político entre ambos partidos.
ERC mantiene su apoyo al Gobierno pese a las crecientes tensiones internas y externas derivadas del caso Cerdán y otros episodios relacionados.
3. Junts per Catalunya (7 escaños)
El partido de Carles Puigdemont acordó apoyar la investidura de Sánchez el 9 de noviembre. El pacto incluye:
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Aprobación de la ley de Amnistía (incluyendo delitos desde 2012 y el concepto de lawfare). Un caso totalmente inconstitucional apoyado por TC.
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Creación de una mesa de negociación bilateral con mediador internacional.
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Planteamiento de un referéndum de autodeterminación para Cataluña.
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Reclamación del 100% de los tributos recaudados en Cataluña.
Junts sigue respaldando al Gobierno pese a su posición crítica y al reconocimiento explícito de falta de confianza en el PSOE, evidenciado por su exigencia de mediación internacional.
El negociador en Puigdemont era Santos Cerdán León (peón quemado)
4. Partido Nacionalista Vasco (PNV, 5 escaños)
El PNV fue uno de los últimos en confirmar su apoyo. El acuerdo con el PSOE incluye:
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Traspaso de "competencias históricas", incluida la gestión del régimen económico de la Seguridad Social.
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Avances en el reconocimiento "nacional" de Euskadi.
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Cumplimiento del Estatuto de Gernika en materia de transferencias.
A pesar de su imagen de partido institucional y moderado, el PNV ha evitado cualquier pronunciamiento sobre las polémicas recientes en el seno del Ejecutivo.
5. EH Bildu (6 escaños)
El partido abertzale confirmó su apoyo el 30 de octubre, con el argumento de frenar a la ultraderecha y avanzar en la plurinacionalidad del Estado. Entre sus prioridades:
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Reconocimiento nacional de Euskal Herria.
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Avance hacia un modelo territorial plurinacional.
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Cuestiones sociales y derechos laborales.
EH Bildu se mantiene como socio parlamentario prioritario, sin exigir responsabilidades políticas al PSOE pese a los indicios de corrupción que rodean al Ejecutivo.
6. Bloque Nacionalista Galego (BNG, 1 escaño)
El BNG firmó su acuerdo con el PSOE el 6 de octubre. Este contempla:
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Igualdad de trato entre Galicia, Cataluña y Euskadi.
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Compensaciones a las comunidades que no usaron el FLA si se condona deuda a otras.
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Rebajas en peajes y mejoras en infraestructuras gallegas.
El BNG sigue alineado con el bloque de investidura sin pronunciarse sobre las derivaciones del caso Cerdán ni sobre la transparencia del Gobierno.
7. Coalición Canaria (1 escaño)
Coalición Canaria, pese a haber apoyado inicialmente la investidura de Feijóo, acabó respaldando la de Sánchez tras un acuerdo de última hora. A cambio, obtuvo:
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Inclusión de la "agenda canaria" en el programa de gobierno.
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Compromiso de desarrollar partidas presupuestarias específicas para el archipiélago.
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Desarrollo de infraestructuras y políticas específicas para las islas.
A pesar de su rechazo explícito a la ley de amnistía, ha preferido mantener su apoyo a Sánchez, sin exigir rendición de cuentas tras la dimisión de altos cargos del PSOE.
Conclusión:
Estos partidos, con mayor o menor medida, sostienen un Gobierno que enfrenta graves cuestionamientos éticos y políticos como la corrupción. Su silencio o complicidad ante los escándalos recientes los convierte, en términos prácticos, en aliados necesarios no solo para la gobernabilidad, sino también para la preservación de una estructura de poder señalada por su opacidad y presunta corrupción. Por lo tanto son encubridores con una desgart de votos tremendo en próximas elecciones generales.