
Partimos de la premis que el “arte” como tal no existe, porque no hay en la naturaleza algo que se llame “arte”, estamos ante una creación cultural, ergo subjetiva y consecuentemente opinable. A eso le agregamos le hecho de que tratamos de definir racionalmente algo a lo que en principio tratamos de encuadrar dentro del sector de la realidad a la cual, en principio queremos quitarle toda conotación de utilidad, atisvamos lo complicado de la taréa. Tratando de simplificar al máximo la idea, vemos que desde Kant en adelante, superando la concepción clasica, es pacífica la idea de que el arte no necesita ser justificado. De todas formas, siguiendo por Hegel, luego Nietzsche, y los posteriores filósofos recurrieton al “arte” para justificar sus teorías, algo debe tener!. En alguna medida, encontramos un paralelo entre el lenguaje, como mediador entre el entorno y el pensamiento, y el arte como mediador no ya racional, sino intuitivo entr el entorno y la construcción de la propia realidad subjetiva. En algun punto, existe esta fuga a la razon, que nos permite tener otro tipo de conciencia, que sin duda es la que permite o integra cada cosmovisión.
Mariano Sebastián Moro