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Así empata el Real Marid, con dos penaltis. Uno de ellos fallados. El árbitro no los vio, y tuvo que revisar el Var.
El Elche fue mejor. No ganó porque para eso están los arbitro en el Santiago Bernabeu, para tocar penaltis inexistente al visitante..
Viva el Elche !!
S. de la Cruz
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció ayer en un acto del PSOE en Gijón que el próximo martes se actualizarán las pensiones para el año 2022. «Anuncio que el próximo martes en el Consejo de Ministros vamos a actualizar las pensiones de nuestros mayores para el año 2022», manifestó Sánchez durante su intervención. Concretamente, el Gobierno destinará una partida de 6.500 millones de euros para la «dignificación» de las pensiones de los mayores. Los 8,9 millones de perceptores de pensiones contributivas, que cobran casi 10 millones de pensiones, verán incrementada su paga este año un 2,5%. No obstante, en el caso de las mínimas y de las pensiones no contributivas, así como de los perceptores del ingreso mínimo vital (IMV), el incremento será del 3%.
Con la revalorización que aprobará el Consejo de Ministros el martes, la pensión mínima de jubilación será de 10.103 euros al año en el caso unifamiliar y de 12.467, con cónyuge a cargo, mientras que la máxima se situará en los 39.468 euros anuales. Con esta actualización, Sánchez ha explicado que una pensión mínima, que en el año 2017 cobraría 646 euros, pasará a cobrar 720 euros. Es decir, 74 euros más al mes. En cuanto a las pensiones medias de viudedad, que en el año 2017 representaban 649 euros al mes. Este año va a cobrar 711 euros. «Es decir, 53 euros más al mes», continuó. Finalmente, una pensión media de jubilación que en 2017 pudiera representar 1.071 euros será este año de 1.182 euros. «Es decir, 97 euros más al mes», apostilló el presidente, según informa Europa Press.
Esta semana, la agencia S&P Global Ratings señalaba que la reciente reforma de las pensiones aprobada por el Gobierno «no es suficiente ni estructural». Criticaba además que, al eliminar el factor estructural de sostenibilidad establecido en 2013, se trata más bien de una «reforma paramétrica que retrasa las reformas estructurales necesarias» para abordar un desafío irreversible como es el impacto del envejecimiento de la población en las cuentas públicas. En su opinión, es un reflejo de la situación política desde hace años en España, donde parece que «falta fuerza política para enfrentarse a los problemas de manera estructural y con anticipación».
El gorro frigio proviene de un error de esa época: los revolucionarios de los siglos XVIII y XIX confundieron el gorro frigio con el gorro píleo. El píleo (del latín pileus pilleus o pilleum) era en la Antigua Grecia (donde era llamado πῖλος) y en la Antigua Roma un sombrero de fieltro, en parte similar a un fez. El pilleolus era un sombrero más pequeño similar a un solideo.
El píleo estaba especialmente asociado con la manumisión del esclavo que lo llevaba a partir de su liberación. En las provincias occidentales del Imperio romano vino a significar el logro de la libertad. Con frecuencia se le ha confundido con el gorro frigio, que con el tiempo resultó siendo asociado como símbolo de libertad, especialmente en los siglos XVIII y XIX, en los que aparecía frecuentemente en estatuas y motivos héraldicos, siendo conocido como gorro de la libertad, o gorro frigio.
Gorro píleo
Aires de frente bélico en Moncloa. No es la primera vez que PSOE y Unidas Podemos difieren en política exterior. Los choques han sido varios y todavía son recordados por sus protagonistas, como la exigencia de los morados de la libre determinación para el pueblo saharaui en pleno conflicto con Marruecos o las diferencias para hacer frente a las crisis migratorias en 2021. Ahora la coalición pasa a un siguiente capítulo con tintes bélicos tras la decisión de la parte mayoritaria del Gobierno de apoyar a la OTAN en el conflicto de Ucrania. Ello provoca un nuevo revés, en un momento en el que se multiplican los roces en la coalición –el último por las negociaciones con los socios para aprobar la reforma laboral–. La situación actual apunta a posiciones difíciles de reconciliar entre PSOE y Unidas Podemos. Y es que la cuota morada en Moncloa intentó en un primer momento mantener un perfil bajo para mostrar respeto ante un ámbito competencial que carecen como es la decisión de apoyar a la OTAN. Dejó en manos de sus portavoces el rechazo al envío de cazas al mar Negro.
Ante esta posición, fue el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, el encargado de marcar la posición oficial del Ejecutivo. «Todos los europeos estamos unidos en el diálogo y la disuasión», aseguró en un primer momento, para después advertir a los morados de que –tras sus quejas– «es el Presidente del Gobierno el que marca la dirección exterior de España». Una declaración que el Ejecutivo ya ha tenido que señalar en varias ocasiones a lo largo de los dos años de vida de la coalición y que sirve como petición de cierre de filas de los morados ante la decisión de adelantar el despliegue de cazas en Bulgaria, además de acelerar el despliegue con las Fuerzas Navales Permanentes de la Alianza de tres buques.
Tras estas declaraciones, los morados han cambiado de estrategia. A los comunicados de Podemos e Izquierda Unida pidiendo la distensión e incluso la disolución de la OTAN, se han sumado tres de los cinco ministros, que han roto su silencio y han mostrado la postura que defenderán en el Consejo de Ministros que es contraria al despliegue de unidades militares para disuadir a Rusia de invadir Ucrania. La ministra de Igualdad, Irene Montero adelantó este extremo apostando por la «diplomacia» en el país del este y avisando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que debe «evitar maniobras militares» en la zona y «apostar por la paz, la desescalada, el diálogo y la diplomacia». Abanderando el «no a la guerra» que se utilizó contra el presidente popular José María Aznar en 2003 por la guerra de Irak, la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra. «Nuestro país ha dicho alto y claro siempre: No a la Guerra. Con ese espíritu y con ese compromiso debemos trabajar e intensificar las vías diplomáticas para desescalar cualquier conflicto».
Podemos rechazará así la postura de su socio socialista si finalmente decide participar en un conflicto armado. Esta será la expresión que se mostrará en la discusión en el seno del Gobierno, cuando se produzca. Y es que la posición de Podemos en este asunto es meridianamente clara; no apoyar en ningún caso la guerra como herramienta para solucionar un conflicto y apostar por la vía de la diplomacia. Si bien fuentes del partido descartan que este conflicto pueda conllevar a la ruptura de la coalición. De hecho se han producido los primeros contactos en el Gobierno en todos los niveles y se continuarán en el tiempo. Los morados se ven «leales» con el Ejecutivo en la comunicación a su rechazo a entrar en el conflicto armado al no personalizar sus críticas en ningún ministro, pero sí expresando su «honda preocupación» ante el «incremento de la tensión bélica». Una cascada de declaraciones que se suceden sin contar, con la reacción de la vicepresidenta y líder de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, que ha preferido guardar silencio, de momento. Su postura en el Consejo de Ministros será vital para Unidas Podemos, sin embargo, la dirigente gallega opta por la discreción. En el cuartel general morado asumen que no cuentan con las competencias de Estado en este asunto por lo que ven limitada su capacidad de actuación. Por ello optan por colocar los mensajes de «no a la guerra». Este no será, además, el único episodio que tensará la coalición. En junio España albergará la cumbre de la OTAN en Madrid. Será el primer gran evento internacional al que asistirán los dos partidos divididos.
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El Ministerio de Defensa sigue acelerando aún más el despliegue de efectivos y medios en el Mar Negro. Desde el martes, el Departamento que dirige Margarita Robles ha ido anunciando cada día una fecha más cercana de cara al envío de tropas a esta zona de la mano de la OTAN. La última fue el jueves, cuando dijo que la fragata «Blas de Lezo» de la Armada partiría de Ferrol (La Coruña) en «tres o cuatro días» para unirse a la Agrupación Naval Permanente nº2 de la Alianza (SNMG-2). Pero esa salida se ha adelantado aún más y este moderno buque de guerra ya navega en demanda de Rota (Cádiz), donde hará una escala antes de continuar hacia el Mar Negro, tal y como lo confirmaba ayer el comandante de la 31ª Escuadrilla de Superficie, capitán de navío Gonzalo Leira.
Pero este «acelerón» en el envío de medios a esta zona caliente cercana a la frontera de Rusia viene de antes, pues todos estos despliegues (salvo el de los cazas en Bulgaria) estaban previstos para mediados del próximo mes de febrero como parte de la aportación periódica española a las Fuerzas permanentes de la Alianza.
El primero, el del Buque de Acción Marítima «Meteoro», que ya partió el lunes desde Las Palmas con sus cerca de 65 efectivos para liderar la Agrupación de Medidas Contraminas nº2 (SNMCMG-2) durante los próximos seis meses, con el capitán de navío Javier Núñez de Prado al frente.
En la misma situación se encuentra la «Blas de Lezo», que también tenía planificada su salida a partir de la segunda semana de febrero, pero al solicitar la OTAN a los aliados completar el cupo de estos grupos navales, su dotación se ha visto obligada a acelerar los preparativos ante su salida. Pese a ello, tal y como destacó su comandante, este cambio de fechas no supone un problema y únicamente «han intensificado un poco más su preparatoria», pues no solo venían de una «intensa preparación» durante el pasado semestre, sino que el buque mantiene «un enorme grado de disponibilidad».
De esta forma, la fragata, con unos 200 efectivos a bordo, tiene previsto hacer una primera escala en Rota para, a partir del miércoles, enfilar el Mediterráneo occidental, donde se unirá al resto de buques de su Grupo Naval, el cual está liderado por la fragata italiana «Carlo Margottini» y en él que también está el buque turco «Göksu».
La última aportación naval de España a estas fuerzas navales multinacionales de la OTAN es la del cazaminas «Sella», con base en Cartagena (Murcia) y que, al igual que el resto, ha adelantado su despliegue varias semanas. En concreto, tal y como confirman desde la Armada, este buque tiene previsto partir de Murcia la próxima semana para unirse a la Agrupación que lidera el «Meteoro», la de Medidas Contraminas nº2. A bordo irán unos 45 efectivos.
Pero dentro de esta aportación de España a las misiones permanentes de la OTAN también está el despliegue de cazas Eurofighter en Bulgaria para reforzar la Policía Aérea de la Alianza en esta zona. España ya participó el pasado año con un destacamento aéreo, el «Paznic», en Rumanía, y la intención era repetir este año, pero el cupo de naciones ya estaba cubierto y se retrasó hasta 2023 para hacerlo ya cada año. Sin embargo, el aumento de la tensión en la zona ha llevado a la OTAN a solicitar más presencia de aviones de combate, a lo que España ha respondido con un nuevo despliegue previsto para finales del próximo mes y que, a falta de perfilar detalles como la ubicación, incluirá, como es habitual, unos seis cazas Eurofighter y unos 130 efectivos.
Todo esto, cerca de la frontera rusa en el Mar Negro, pero también hay presencia en otra de las fronteras de Rusia, en la del Báltico, donde España tiene desde 2017 un contingente de 350 efectivos y carros de combate como parte de la Presencia Avanzada Reforzada de la OTAN. Y en primavera, los cazas españoles volverán a desplegarse en esta zona para vigilar el espacio aéreo de Estonia, Letonia y Lituania.
Blasco Ibáñez nació el 29 de enero de 1867, en el presente año se cumplen los 155 años de su nacimiento. Blasco tuvo improperios para todos aquellos que no fueran republicanos o cercanos a sus convicciones políticas. Hombre seguro de sí mismo, aunque algo irreflexivo, fue látigo periodístico contra la monarquía, la Iglesia, los jesuitas, caciques, y, contra todo aquello que veía como una injusticia y desigualdad social. La guerra de Cuba fue uno de esos hechos históricos a los que se opuso.
En marzo de 1898, Blasco era elegido diputado de las Cortes españolas por Valencia. Ese mismo año publica La barraca, es decir, en pleno «Desastre del 98» donde, tras la guerra contra los insurgentes cubanos apoyados por los Estados Unidos, España perdió las últimas colonias de su imperio como Cuba, Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam, estas dos últimas en el océano Pacífico o llamado también «lago español», firmado por el Tratado de París el 10 de diciembre de 1898...
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Al atento lector
Este libro lo he escrito para celebrar el 155º aniversario del nacimiento de Vicente Blasco Ibáñez nacido el 29 de enero de 1867, en Valencia, y que se podía haber llamado La exagerada vida de Blasco Ibáñez; sin embargo, no se trata de una biografía al uso, sino una serie de puntuales monográficos que resaltan el genio prodigioso del escritor valenciano, más valenciano que las fallas, el arroz o las naranjas.
Considero que los monográficos son el sistema más apropiado para profundizar en un tema determinado o de una biografía, sistema similar a las ponencias y comunicaciones que se escriben para las actas dedicadas a personajes en congresos o seminarios. El presente libro contiene 25 artículos esenciales, la nata del autor de Los cuatro jinetes del apocalipsis, y tantos otros títulos que recojo al final del libro.
Tras leer varias biografías y artículos varios sobre la vida y obra del escritor, periodista, político, colonizador y viajero valenciano V.B.I., lo considero, además de muchas otras cualidades que no expreso, lo resumo como un GENIO, en mayúsculas sin más calificativos, por acotarlo en un solo adjetivo que lo englobe y le haga justicia, y que da título al presente libro que tienes en tus manos o en tu pantalla de ordenador. Además de genio lo creo como un hombre muy activo y de una voluntad tenaz a prueba de corte de diamantes, inquebrantable, por el número de obras escritas en aquellos años de pluma y tintero.
Durante casi diez años trabajó de noche como un panadero en la redacción de su periódico el Pueblo, y como era radical los anunciantes huían de publicidad y le llevó a la ruina y lo tuvo que vender. Con suerte milagros se libró de la muerte por duelos, riesgos de viajes realizó casi 20 travesías del Atlántico, estuvo en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, fiebres tropicales etc. Hasta morir en su cama el 28 de enero de 1928 a los 61 años (le faltó un día para cumplirlos), aunque padecía diabetes y había dejado de fumar los famosos cigarros habanos.
Blasco Ibáñez fue fundador de uno de los movimientos republicanos más importantes del primer tercio del siglo XX, fue elevado en vida a la categoría de mito y símbolo del republicanismo más progresistas. Gran novelista, periodista y político, caballero de la Legión de Honor francesa, que supo enarbolar ese atractivo para arrojar un feroz ataque contra la monarquía de Alfonso XIII, contra la Iglesia y sus ritos ancestrales, contra la Dictadura de Primo de Rivera a partir de 1923 hasta su muerte, tanto que se exilió voluntariamente a Menton (Costa Azul)...
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El mítico templo de Hércules en Cádiz, donde la leyenda dice que lloró Julio César y al que llamaban de Melqart en la época fenicia, puede tener por fin ubicación en el mapa. La aparición de los restos de un edificio monumental bajo el agua, en la desembocadura del Caño de Sancti Petri, pueden corresponder, entre San Fernando y Chiclana, al templo fenicio-púnico de Melqart, Hércules Gaditanus en la época romana según recogió Estrabón. La delegada territorial de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta en Cádiz, Mercedes Colombo, ha presentado, en el Centro de Arqueología Subacuática del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, los restos de edificaciones antiguas localizados en el área comprendida entre Camposoto y Sancti Petri y que podrían corresponder al templo fenicio-púnico de Melqart y de Hércules Gaditanus en época romana.
La avalancha de contagios de la sexta ola y el riesgo de colapso
de la atención primaria han obligado a las comunidades autónomas a
improvisar procedimientos alternativos para la gestión de las bajas
médicas por coronavirus. Desde que las farmacias inicien el trámite con
un sistema telemático para comunicar positivos, como ya hacen Catalunya,
Comunitat Valenciana o La Rioja y prevé Baleares, a habilitar líneas de
teléfono y canales web específicos, como en Madrid, Andalucía, Euskadi,
Galicia o Aragón.
Del diagnóstico en casa al repliegue social: la autogestión de la COVID-19 se impone en la sexta ola
A preguntas sobre los diferentes protocolos que se han puesto en marcha, el Ministerio de la Seguridad Social recuerda que este trámite corresponde a las comunidades autónomas, que tienen sus propios procedimientos internos para gestionar las citas y la tramitación previa de las bajas de incapacidad temporal. A efectos de la prestación económica abonada por la Seguridad Social, "será una baja transmitida por los protocolos informáticos establecidos sin mayor particularidad", indica el departamento de José Luis Escrivá.
La explosión de contagios ha tenido ya un fuerte impacto traducido en bajas laborales, tanto en el sector sanitario como en otros servicios esenciales y en el conjunto de la actividad económica. Este viernes, varias patronales reclamaban el alta laboral por COVID automática para evitar falta de personal. Es el caso del comercio alimentario, que ya supera las 20.000 bajas laborales por este motivo, y que advierte de que la decisión adoptada de algunas regiones de conceder bajas telefónicas en base a autotest de antígenos está suponiendo un problema añadido de gestión de las altas, que sí deben obtenerse de manera presencial en los centros de salud. Este sector plantea incluso acortar el actual periodo de siete días, que entienden está resultando insuficiente para garantizar la adecuada cobertura de las vacantes.
La información facilitada por el Ministerio es todavía incompleta. El martes, Seguridad Social difundió los primeros datos provisionales de las bajas COVID en diciembre, con 240.011 procesos de baja por incapacidad temporal hasta el día 23, el triple que en todo noviembre. Esa cifra no refleja la avalancha de positivos de las navidades. Y contrasta con las bajas COVID registradas según la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT): 566.175 personas en diciembre.
AMAT, que agrupa a las asociaciones de empresarios que colaboran con el sistema de la Seguridad Social en la gestión de las prestaciones, apuntó el miércoles que la expansión del virus con la variante ómicron ha provocado "un verdadero tsunami de bajas laborales" en diciembre que "no tiene visos de remitir en las primeras semanas de enero". Y reclamó que se agilicen las altas de las incapacidades temporales ante "un alargamiento innecesario de los procesos" de baja por la saturación de la atención primaria.
A finales de diciembre, Gobierno y comunidades acordaron reducir las bajas por COVID de diez a siete días en los pacientes positivos –siempre que en los últimos tres días no tengan síntomas–, en un intento de evitar la paralización de muchas actividades por la proliferación de incapacidades temporales.
Fuentes de la Seguridad Social señalan que están tramitando las bajas que les llegan de los servicios autonómicos "sin ningún problema", si bien el posible atasco no depende del Ministerio. También recuerdan que en enero del 2021 se tramitaron más de 600.000 bajas en un mes.
Como explica Carmen, médica en un centro de salud en Madrid, las bajas se otorgan por positivos, posibles positivos (personas con síntomas hasta que se hacen prueba) y contactos estrechos no vacunados. Los contactos vacunados no tienen baja ni cuarentena obligatoria: pueden ir a trabajar, pero los sanitarios recomiendan que reduzcan al mínimo su interacción. Esta profesional recuerda que la baja "la tiene que firmar siempre un médico" y "el autodiagnóstico se refiere a que el ciudadano puede hacerse el test de farmacia y, si es positivo, comunica esto a las autoridades sanitarias, a su centro de salud, y se da por válido".
Para muchos madrileños, estos días está siendo imposible contactar con su ambulatorio por teléfono y se desplazan físicamente para tratar de tramitar la baja. La Comunidad de Madrid creó una Unidad COVID específica a la que se deriva a los ciudadanos que notifican positivos en el teléfono habilitado COVID (900 102 112). "Hay médicos en este servicio, que son quienes están tramitando las bajas. Pero están desbordados, no dan abasto", explica Carmen. "El paciente, si necesita la baja y no le llaman de esta unidad para dársela, se presenta en el centro de salud y nosotras intentamos llegar a lo que podemos. Pero son muchos casos. Hay médicos que se están presentando voluntarios para ayudar a tramitar bajas doblando turnos". "No damos más de sí. No llegamos y también enfermamos. En mi centro hoy hay dos compañeros contagiados".
También hay estos días muchos problemas para notificar las bajas a los centros de salud en Cantabria. Allí debe solicitarse con prueba diagnóstica confirmada, por teléfono o en el correo electrónico COVID del ambulatorio que corresponda. Si una persona da positivo en un test de antígenos en su casa, debe llamar al centro de salud o ponerse en contacto con Salud Cantabria Responde (942 204 080), informa Laro García. "Los médicos también revisan los positivos diariamente y se ponen en contacto con los vulnerables o los que puedan necesitar baja por encontrarse en edad activa", explica la Consejería de Sanidad, que señala que de media los médicos pueden tardar en atender al paciente hasta tres días. Muchos pacientes critican los problemas para contactar con el servicio: “Es imposible, hemos llamado 50 veces y están ocupados”.
En Catalunya, las bajas laborales por COVID han pasado de 27.249 en la primera semana de diciembre a 79.249 a finales de año, aproximadamente el triple. Poco después de Nochebuena, y ante la enorme presión en la Atención Primaria, la Generalitat decretó que aquellos que diesen positivo en un test de antígenos en casa ya no tenían que ir a su centro de salud para validarlo con otra prueba.
De esta forma, se pedía a la población que si daba positivo en estos test lo comunicase a su centro de salud de forma telemática –en citasalut.gencat.cat– para que constase en la historia clínica, iniciar el rastreo de contactos y, si es necesario, pedir la baja. En principio, con esta simple comunicación del positivo y la información de la marca del test –sin más prueba que esto–, el médico debe extender la baja. Es un sistema similar al que ha puesto en marcha Euskadi, donde esta semana un 4% de su personal sanitario se encontraba de baja por COVID. Allí se realiza a través de un formulario en la web de su servicio de salud.
Los sindicatos en Catalunya lamentan que la gestión casi exclusivamente telemática de las bajas les ha hecho llegar numerosas quejas, con "muchísimas dudas y angustia por parte de quienes daban positivo en casa y no sabían cómo contactar con su centro de atención primaria para que les hiciesen el parte", constata Núria Gigaldo, secretaria de Organización Externa de UGT en Catalunya.
Para ella, el principal problema no es si este circuito alternativo funciona correctamente, sino que muchos trabajadores no tienen la información necesaria para completar los trámites ni saben a qué webs acceder. "Los criterios van cambiando y yo sé cómo pedirlo porque lo he investigado y tengo los recursos para preguntarlo, pero no es nada fácil", argumenta.
Ahora mismo, los portales de la Generalitat informan de que se puede pedir la baja a través de la web de cita previa o del portal 'La Meva Salut', a través del servicio e-Consultes (las consultas telemáticas). Pero este último está cerrado en algunos centros de salud debido al colapso y los médicos pueden tardar días en contestar.
Además, desde esta semana los positivos en test de antígenos se pueden notificar en las farmacias, que se encargan de trasladar la información al servicio de salud. Con este circuito, Gilgado se muestra algo más optimista, puesto que es más sencillo contactar con la farmacia, que es quien tramita la información, y luego el centro de salud se pone en contacto con el positivo por SMS para que tramite la baja si lo necesita.
En Galicia se ha puesto en marcha un sistema de autotest. El ciudadano se hace un test en su casa y si da positivo, tiene que llamar al Servizo Galego de Saúde para comunicarlo. En ese momento entra en un listado y debería recibir una llamada de su médico en 24 horas para tramitar la baja médica. El problema es que esa llamada no suele llegar tan pronto. La idea de la Administración Feijóo es liberar a los centros de salud de la gestión de bajas y llevar eso a la atención telefónica. Para agilizar ese trabajo, la Xunta acaba de contratar a 86 médicos jubilados para que se reincorporen a las labores administrativas y de gestión de incapacidades temporales. En cualquier caso, la sensación es que los primeros días tras dar positivo los trabajadores tienen que contar con la comprensión de la empresa en la gestión de su baja sin papeles, informa Gonzalo Cortizo.
En Extremadura, la Junta se está adaptando a la situación actual de la pandemia, teniendo en cuenta que las bajas por COVID ahora tienen una menor duración que otras enfermedades. Allí no existen incidencias a la hora de comunicarlas, informa Santiago Manchado. El Gobierno regional señala que se ha agilizado el proceso informático que utilizan los facultativos para dar las bajas, con especial atención a los profesionales esenciales para un seguimiento más personalizado. Desde el 1 de diciembre de 2021 al 5 de enero de 2022 se han iniciado 19.510 bajas en Extremadura, frente a las 14.219 del mismo periodo de hace un año. Son datos de los centros de salud de las 8 áreas de Extremadura, pero no se especifica el motivo de la baja.
Las medidas de las diferentes autonomías tratan de evitar el colapso en los centros de salud. Pero en algunos la situación ya es crítica, según sus profesionales. Y eso tiene consecuencias. Carmen, la doctora en Madrid, advierte de que la saturación de la atención primaria en la gestión de bajas y casos COVID supone descuidar otras patologías. "Si los teléfonos están saturados y si no hay citas ante tanto positivo, hay otras patologías a las que no estamos llegando", lamenta. En ocasiones los propios pacientes ni acuden al médico ante las conocidas demoras y retrasos, lo que puede empeorar algunas enfermedades.