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ARTICULOS DE OPINION
Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.
El escritor logra el premio por ‘El fuego invisible’, novela que narra la búsqueda del cáliz de Cristo por Madrid
La
escritora y abogada Cristina López Barrio, finalista del Premio
Planeta, el ganador, Javier Sierra y el presidente del grupo Planeta,
José Crehueras, durante la gala celebrada esta noche en el Palacio de
Congresos de Barcelona. (Pedro Madueño)
Que la novela ganadora del premio Planeta se centre en la búsqueda del Santo Grial por Madrid parece
una pequeña ironía del destino, justo cuando el grupo editorial acaba
de anunciar el traslado de su sede social a la capital de España. Pero ‘El fuego invisible’, del superventas Javier Sierra (Teruel,
1971), no hurga en conspiraciones políticas recientes, sino en un tema
anclado en el imaginario literario occidental al menos desde el siglo
XII, cuando el poeta Chrétien de Troyes, en ‘Perceval’, se refirió a él.
¿Dónde está el cáliz que usó Cristo en la Última Cena? Antes de Javier
Sierra, han explorado el tema infinidad de creadores, desde el
compositor Richard Wagner al novelista Dan Brown, pasando por Monty
Phyton, Steven Spielberg (con su Indiana Jones) o Umberto Eco (‘El
péndulo de Foucault’). La finalista fue Niebla en Tánger, de Cristina
López Barrio (Madrid, 1970).
Misterio histórico
En ‘El fuego invisible’, encontramos a un joven profesor de
la Universidad de Dublín, de raíces españolas y nieto de un famoso
escritor fallecido, que llega a Madrid a pasar unos días y se ve
implicado en un misterioso grupo de estudio que sigue el rastro del
Santo Grial en los campos de la literatura y el arte. Lo que parece
inicialmente una mera investigación científica se verá complicada al ser
asesinado uno de los miembros de este grupo. La erudición y los muchos
referentes culturales insertados en una acción trepidante –uno de los
rasgos distintivos del autor– dan pie a un relato que puede ampliar el
público de Sierra.
Un público ya de por sí muy numeroso. Sierra, traducido en treinta
países, es uno de los escasos autores españoles, con el barcelonés
Carlos Ruiz Zafón, que sabe lo que significa tener una de sus novelas
entre las más vendidas de EE.UU. Le sucedió con ‘La cena secreta’
(2004), donde un inquisidor dominico viaja a supervisar los trazos
finales que Leonardo Da Vinci da a ‘La última cena’, alarmado ante las
herejías que pueda plasmar ese lienzo. Pero la primera novela de Sierra
fue ‘La dama azul’ (1998), posteriormente reescrita, sobre apariciones y
viajes en el tiempo; siguieron ‘Las puertas templarias’ (2000), sobre
los orígenes de la orden del Temple investigados desde los satélites
actuales; ‘El ángel perdido’ (2011), una historia con piedras que
permiten conectar con entes sobrenaturales, ambientada en la catedral de
Santiago, Finisterre y Turquía, concretamente en el monte Ararat –que
Sierra escaló– donde la tradición dice que se encuentra enterrada el
Arca de Noé; ‘El maestro del Prado’ (2013), que recorre las historias
ocultas tras las principales obras de la pinacoteca madrileña; o ‘La
pirámide inmortal’ (2014), nueva (y muy cambiada) versión de ‘El secreto
egipcio de Napoleón’ (2002), centrada en la noche que pasó Napoleón en
el interior de la gran pirámide de Giza, una experiencia “espeluznante”
que el escritor también experimentó en carne propia. “Napoleón jamás
explicó por qué decidió pernoctar allí, como también lo hizo en Nazaret,
lugar de nacimiento de Jesús. ‘Aunque os lo contara, no me ibais a
creer’, fue cuanto dijo”.
La escritora y abogada Cristina López Barrio, finalista del Premio Planeta, junto al ganador, Javier Sierra
(LVD)
Los misterios del pasado son una constante en toda su obra
porque “nos ayudan a explicar quiénes somos, de dónde venimos y a dónde
vamos”. En relación con el tema de la obra ganadora, a Sierra le gusta
definirse como “un caballero en busca del Grial. Sé que hay un Grial ahí
fuera, un tesoro más grande que la vida misma y mi obligación como
escritor es vislumbrarlo. Y, luego, compartirlo con los demás en una
novela”. El gran reto de la humanidad es, para él, “encontrar vida
extraterrestre”.
Licenciado en Periodismo, los trabajos de Sierra en este campo se
orientaron pronto a los mismos temas esotéricos, paranormales o
conspirativos que hemos visto en sus novelas: fue director de la revista
‘Más Allá’ –apadrinada por el doctor Jiménez del Oso– y habitual
colaborador del programa ‘Cuarto milenio’ de Iker Jiménez. Estos días,
ultimaba el programa ‘Otros mundos’, una serie de seis documentales
sobre ovnis, apariciones y fantasmas que Movistar tiene previsto emitir a
partir de Navidad. Su interés por estas cuestiones le viene de que
“Teruel es muy pequeño, tenía 25.000 habitantes cuando yo era niño, y no
había nada, ni universidad ni conferenciantes, no pasaba nada, tuve que
acostumbrarme a buscar respuestas por mí mismo, en la biblioteca
pública, en Julio Verne, Salgari, los álbumes de Tintín...”.
Sierra es también autor de ensayos como ‘Roswell: secreto de Estado’,
‘La España extraña’, ‘En busca de la Edad de Oro’ o ‘La ruta prohibida y
otros enigmas de la Historia’, donde abunda en el mismo tipo de temas
misteriosos que en su ficción.
Cristina López Barrio, finalista
La obra finalista es ‘Nieve en Tánger’, de Cristina López
Barrio. La protagonista es una ama de casa aburrida que tiene una
aventura fugaz con un hombre misterioso en una habitación de hotel.
Seguirá su rastro a través de un amuleto que él se dejó, junto a la
novela que estaba leyendo. Las indagaciones la llevan a Tánger, donde le
sorprenderán las múltiples coincidencias entre la vida del hombre y la
reflejada en la novela, lo que plantea un inquietante juego de espejos
entre realidad y ficción. López Barrio abandonó la abogacía por la
escritura y tiene varias novelas publicadas (en el grupo Penguin Random
House) como ‘La casa de los amores imposibles’ (2010), ‘El cielo en un
infierno cabe’ (2012) o ‘Tierra de brumas’ (2015). Un rasgo común a sus
obras es que “me interesan las mujeres fuertes, contradictorias, que van
a contracorriente y se enfrentan a las adversidades manteniéndose
fieles a sí mismas”.
El jurado del premio Planeta de este año estuvo compuesto por Alberto
Blecua, Carmen Posadas, Fernando G.Delgado, Juan Eslava Galán, Pere
Gimferrer, Rosa Regàs y Emili Rosales. El ganador recibe 601.000 euros
en concepto de adelanto de sus derechos de autor, y el finalista 150.250
euros.
El periodista y escritor dedica El fuego invisible
a los novelistas «porque es en la palabra donde está la fuerza creativa
de nuestra civilización». Cristina López Barrio queda finalista con su
novela titulada Niebla en Tánger
«Esta novela está dedicada a los escritores porque es en la palabra
donde reside la fuerza creativa de nuestra civilización». Lo dijo ayer
el periodista y escritor Javier Sierra (Teruel, 1971) tras alzarse como ganador de los 601.000 euros del Premio Planeta de Novela. La obra El fuego invisible, firmada con el seudónimo de Victoria Goodman, incide en la línea de misterio que caracteriza los textos de este autor.
Como finalista quedó la abogada y escritora madrileña Cristina López Barrio, con la que sería su sexta novela, Niebla en Tánger, presentada comoLa nueva vida de Penélope y el seudónimo Bella Linardi.
Un
joven profesor afincado en Dublín y nieto de un famoso escritor
fallecido, que pasa unos días en España, es el protagonista de esta
historia de misterio que firma Sierra y que tiene como línea narrativa la búsqueda del verdadero origen de un objeto capaz de atraer a poderosos enemigos y de crear nuevos mundos, el Santo Grial.
«De
dónde vienen las ideas es la pregunta con la que arranca la novela»,
destacó el autor. La novela «es un viaje» que tiene que resolver «el
origen de una palabra que cambió el sentido de la historia, grial».
Sierra,
escritor especializado en la temática del misterio, es uno de los
nombres que ha venido sonando en los últimos años y es uno de los
autores españoles más traducidos y vendidos en el extranjero. De hecho,
su novela «La cena secreta» fue el primero y hasta ahora único libro
español en situarse en el top ten de la lista de los libros más vendidos que publica el New York Times, algo que ocurrió en 2006.
Precisamente La cena secreta fue finalista en el Premio Ciudad de Torrevieja y lleva vendidos más de tres millones de ejemplares en 42 países.
Esta es la octava novela que firma el periodista Aragonés. La primera de ellas La dama azul, en1998, con la que debutó en la narrativa. Después llegaron Las puertas templarias, El secreto egipcio de Napoléon, La cena secreta, El ángel perdido, El maestro del Prado y La pirámide inmortal, la última de ellas que fue editada en 2014.
El
nuevo ganador del Planeta ha compaginado a lo largo de su trayectoria
la labor periodística en revistas, radio y televisión, con su faceta
literaria, pero siempre alrededor de la temática de misterio. Y ahora
prepara una serie de documentales para Movistar+, con el título Hay otros mundos pero están en este.
Los
150.250 euros de la novela finalista fueron para la firmada por
Cristina López Barrio, que narra la vida de una mujer atrapada en la
mediocridad, cuya vida da un giro al acostarse con un desconocido. La
búsqueda de ese hombre la lleva a Tánger, al encuentro de la autora del
libro cuyo protagonista se llama igual que él. Niebla en Tánger
es una novela «muy cercana a mi historia emocional, una novela alimaña,
como decía Cortazar, que no te deja dormir ni descansar. Ha sido fuego
hasta que la terminé».
Sucede en la época actual y es una novela «que habla sobre la literatura como fuente de salvación y locura también».
Esta fue quizá la edición menos literaria del Planeta, no por falta de obras sino porque en los últimos días ha sobrevolado este galardón el tema de la independencia, al llevarse Planeta el domicilio social a Madrid.
Por eso todas las miradas estuvieron pendientes de la llegada de la
presidenta del Congreso, Ana Pastor, así como del conseller Santi Vila.
También de Miquel Iceta y Xavier Albiol.
La LXVI edición del Premio Planeta ha
batido récord de participación con 634 novelas. El jurado lo integraron
Alberto Blecua, Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer,
Carmen Posadas, Rosa Regàs y Emili Rosales.
Nuestra posición (La Vanguardia) ante estas presiones es clara: el
presidente de la Generalitat no debe atenderlas. Por distintos motivos.
El primero es que anular esa suspensión de la independencia forzaría al
Estado a aplicar de modo inmediato el artículo 155 [de la Constitución]. No se descarta que
finalmente lo haga. Pero desde la Generalitat no debería empujársele. Y
es por ello que confiamos, también, en que el president responda mañana
al requerimiento que le formuló el Gobierno del modo más conveniente con
tal objetivo. El segundo motivo es que el president tejió en su día una
elaborada decisión al respecto, buscando la solución de compromiso,
hecha pública en la sesión parlamentaria del 10-O, tras evaluar
consultas con dispares agentes del mundo económico, empresarial, social y
político preocupados por las consecuencias de una DUI. Y también, que
desde entonces no se han producido cambios que justifiquen su reversión,
más allá de las prisas o el tacticismo independentistas. El tercer
motivo, y acaso más importante, es que en la actual coyuntura el
president debe comportarse con una prudencia exquisita, usando las luces
largas, atendiendo a las necesidades del conjunto de la sociedad. Si
algo no debe hacer ahora es tensar más la cuerda. En especial, cuando la
realidad económica, ante la posibilidad de una DUI, se ha deteriorado
mucho y augura, en el mejor de los casos, largos años de recuperación.
La radicalidad de ciertos actores del proceso, sumada a
la inercia de este, parece estar incapacitándoles para darse cuenta de
los graves efectos que tendrá para todos lo que ya sucedió en
septiembre, lo que ha sucedido en octubre y lo que puede suceder antes
de que termine el mes. Con ellos basta y sobra. Estamos atrapados en una
deriva infernal que fácilmente puede conducir a enfrentamientos
indeseables. El camino institucional seguido para llegar hasta aquí ha
tenido mucho de despropósito. Fue un dislate aprobar las leyes de
desconexión, los días 6 y 7 de septiembre, contraviniendo la
Constitución y el Estatut, ninguneando a la oposición. Fue un error la
convocatoria y el desarrollo del referéndum del 1-O. Es cierto que
muchos catalanes acudieron a él ilusionados, asumiendo riesgos con tal
de votar. Pero también lo es que hubo que recurrir a un censo universal.
Que la Sindicatura Electoral llamada a controlar la jornada fue
desmantelada antes de poder hacerlo. Que incluso los observadores
internacionales invitados por los convocantes del referéndum pusieron en
duda su efectividad.
Pese a todo ello, las autoridades catalanas presentaron el
resultado de la consulta, recontada sin garantías, como la prueba de que
el pueblo catalán se había ganado el derecho a la independencia.
Hicieron mucho hincapié, y aquí sí tenían razón, en que la represión
policial desplegada en los colegios electorales fue desmesurada. También
el delegado del Gobierno en Catalunya lo reconocería posteriormente.
Pero, por más que el independentismo presentara la represión sufrida
como un acto legitimador, no lo fue. Lo determinante ese día fue que el
referéndum se llevó a cabo sin garantías y que, por tanto, no conlleva
mandato alguno. Seamos serios. Votaron, según los organizadores, 2,3
millones de catalanes, menos de la mitad de los convocados [algunos votaron varias veces]. Votaron con
gran ilusión, sí, con tenacidad y asumiendo riesgos. Pero sin el aval de
una junta electoral imparcial. Se hace difícil entender que un
movimiento [independentista] que ha hecho de la democracia su bandera y se ha arropado en
ella para defender el derecho a decidir proceda con manifiesto desdén
por la ley que guarda la democracia.
La situación es muy delicada. Cualquier iniciativa de los
radicales puede complicarla todavía más. Lo que de veras buscan las
voces que animan a activar ahora mismo la independencia es agudizar el
conflicto. Es no dejar al Estado otro remedio más que aplicar el
artículo 155, con el mayor rigor y alcance posibles. Es propiciar el
“cuanto peor, mejor”. Es desplazar el conflicto de parlamentos y
despachos a la calle. La volatilidad a la que nos expondríamos, de
materializarse tal hipótesis, es poco controlable y muy elevada. La
negra esperanza que albergan algunos activistas es ni más ni menos que
crear una situación de conflicto callejero lo suficientemente grave como
para forzar al Estado a retroceder y doblegarse ante las demandas del
soberanismo. Como si una cosa llevara a la otra rápidamente o sin coste
alguno. Como si el Gobierno no dispusiera de instrumentos para sofocar
lo que acaso ya no sería una revolución de las sonrisas, pacífica, sino
una subversión de potencial destructivo. Quienes buscan el
enfrentamiento civil, desde la sombra, sin haber sido elegidos ni tener
cargo público, merecen la mayor reprobación.
El president Puigdemont es sin duda consciente de todo
ello. Como lo son la mayoría de los catalanes que valoran la
convivencia, ahora dañada, como el más preciado patrimonio común. La
independencia puede ser para muchos un anhelo central. Pero no justifica
el presente deterioro económico, ante el que los responsables de las
cuentas catalanas exhiben un silencio inaceptable. Y mucho menos
justificaría un enfrentamiento entre catalanes. Nadie comprendería que
para hacer un país mejor, como pretenden los independentistas, lo
empeoráramos hasta ese extremo. No nos lo podemos permitir.
.......................
Opinión de NUEVO IMPULSO.....................
El
presidente del Gobierno Marinao Rajoy, tiene la obligación de hacer
cumplir la Constitución según el juramento que hizo al tomar su cargo
ante El Rey FelipeVI y el Jefe del Estado.
José Juan Pérez, Antonio Blanca, F. García Lorca y Gastón Castelló. Foto realizada por Juan Gerrero Ruiz, finales de diciembre de 1932. Playa del Postiguet Alicante)
(Juan Guerrero Ruiz y Federico García Lorca, en el Postiguet)
En la puerta del Hotel Palas de Alicante diciembre 1932
El lunes 16 de octubre a las 20.15 h, se presenta en la Sala Miguel
Hernández de la Sede de la Universidad (Canalejas de Alicante) el libro "Entre
poemas. Rosario Salinas". Por Rosar Mari Cuadrado (Hija), Charques, Ramón Palmeral y
otros poetas. Entrada libre.
Lo sucedido en el Parlament catalán el pasado 10 de
octubre no pasará a la historia como paradigma de la ciencia jurídica.
Desde luego, los inspiradores y oficiantes de la performance no habrán
leído a Savigny y su obra De la vocación de nuestro tiempo para la
legislación y la ciencia del derecho.
De acuerdo con la ilegal ley del Referéndum, la declaración
formal de independencia y su eventual suspensión debe hacerla el
Parlament. Sin embargo, fue el presidente de la Generalitat quien asumió
el resultado del 1-O. Es decir, no sólo vulneraron la Constitución y
nuestro Estatut, sino que no cumplieron ni sus propias leyes.
Poco después los diputados y diputadas de Junts pel Sí y
las CUP firmaron la constitución de la “República catalana”. En pocas
horas se declaró una cosa y se firmó la contraria. En el hemiciclo se
intentó empatizar con la UE y en la sala de actos del Parlament se
intentó calmar la ira de las CUP y la de miles y miles de ciudadanos y
ciudadanas de buena fe que esperaban que Puigdemont cumpliera con su
palabra. En definitiva, un esperpento que creó mayor desconcierto del
que ya teníamos. Les aseguro que importantes dirigentes de la UE no dan
crédito a lo sucedido. Una vez más, la política catalana adquirió en el
Parlament un elevado tono teatral. Eso sí, mejor la comedia que la
tragedia.
Pero como el problema de fondo y su solución es político y
no jurídico, no voy a enzarzarme en reflexiones jurídicas. En el
discurso de Puigdemont se ha querido ver la añorada finezza de la
política italiana. Como padezco glaucoma en un ojo, quizás la limitación
de mi campo visual no me permitió apreciar tal virtud en su
intervención. Sólo vi la astucia que ha dominado desde el inicio del
procés y lo único que logró fue crear más confusión y generar
frustración entre los votantes independentistas.
Se pretendió ingenuamente hacer creer que se apostaba por
el diálogo y que al hacerlo además a requerimiento de dirigentes
europeos, se ponía en un gran aprieto al Gobierno español. Si este
activaba el artículo 155, ponía en bandeja a Puigdemont la recomposición
de la quebrada unidad independentista. Si por el contrario Rajoy
aceptaba la supuesta presión de la UE, Puigdemont habría ganado gracias a
la intervención de las instituciones o dirigentes europeos. ¡Jaque
mate!
Pero los mensajes de la UE, incluido el dirigido a
Puigdemont por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, desde el
Comité de Regiones de la UE, nunca fueron los que desde Catalunya se han
divulgado por el oficialismo. A la Unión Europea no le gustaron las
imágenes de las cargas policiales del 1-O. ¡Cierto! Como lo es también
que desean fervorosamente que nuestro problema se resuelva con diálogo y
sin violencia. Pero diálogo en el marco de la Constitución y de los
tratados de la UE. Y siempre exigiendo respeto a la unidad territorial. Y
de aquí no se moverán. No quieren la disgregación de Catalunya por el
efecto dominó que supondría en algunos de sus estados. Nunca apostarán
por la modificación ilegal y sin acuerdo de sus fronteras, conscientes
de que el curso de la historia requiere que la UE siga el camino
inverso, el de la unidad. Nuestro gran reto como catalanes, ya sea en
España o en Europa, es que esta se fundamente en la máxima diversidad
posible. No es fácil, y menos lo será sin recuperar el prestigio
perdido.
Se reclama mediación europea, pero sorprende que los
dirigentes independentistas no entiendan que el Estado español no
admitirá una mediación con una parte de su territorio. A quien pretende
construir un nuevo Estado hay que exigirle que tenga una mínima cultura
de Estado para comprenderlo. De ahí la insistencia machacona de la UE:
se trata de un asunto interno. Estas últimas semanas se ha remarcado la
idea de que “sólo cuando seamos un Estado podrá darse tal mediación”. Y
tampoco es cierto. Porque siempre que ha intervenido la UE, lo ha hecho
tras conflictos armados con decenas, centenares o miles de víctimas. La
UE medió entre Eslovenia y el ejército yugoslavo tras muertos de una y
otra parte; lo hizo entre Kosovo y Serbia tras una guerra, e intervino
en las negociaciones entre los británicos e Irlanda del Norte en el
Ulster. ¿Es que alguno de nuestros dirigentes piensa en escenarios como
el de la desintegración de Yugoslavia? ¿O acaso algunos están urdiendo
un escenario como el del Ulster y no les basta con esa maldita obsesión
de tildar de unionistas a todos aquellos que no piensan como ellos?
Descartada por tanto la mediación, nos queda el diálogo.
Rajoy ha recurrido también a la astucia con la aplicación diferida del
155. Pedro Sánchez ha jugado bien sus cartas obteniendo una concreción
de los plazos para una reforma constitucional. ¡Qué lástima que Rajoy no
nos hubiera escuchado antes! ¡Cuántas cosas habrían cambiado y cuánto
nos habríamos ahorrado! Si la última astucia de Puigdemont dividió a la
mayoría independentista de Junts pel Sí y las CUP, la de Sánchez y Rajoy
abre una enorme grieta en el seno de Junts pel Sí.
Nos conviene a todos clarificar urgentemente la situación.
Alargar más el desconcierto, la incertidumbre y la inestabilidad
perjudica gravemente nuestra convivencia. ¿Qué ha quedado de los
eslóganes “Un sol poble o “Som 6 milions”? Y prolongar la inestabilidad
es también suicida para nuestra economía, por mucho que
irresponsablemente desde el Govern de la Generalitat se minusvalore la
salida de bancos y empresas. Desde hace años se ha afirmado sin pudor
que Europa nos esperaba con los brazos abiertos; que jamás saldríamos de
la UE; que los bancos y empresas nunca abandonarían Catalunya. O han
estado engañando dolosamente o es que no tenían autoridad moral alguna
para dirigir un país.
Me queda una última reflexión. Cuando escribo este
artículo, la pelota esta en el tejado del Govern de la Generalitat. Hago
votos para que se restablezca el imperio de la ley y para que la
política sustituya a los tribunales. Vale la pena repasar la historia de
los últimos 80 años. El 6 de octubre de 1934 acabó con el Govern de
Catalunya en prisión y se suprimió la autonomía. Año y medio más tarde
se produjo la victoria de las izquierdas y llegó la confrontación entre
el Frente Popular y el de las derechas. Luego se vivió la fratricida
guerra que nos abocó al túnel del franquismo. ¿Alguno de estos episodios
ofreció resultados positivos a Catalunya o a España? El periodo de
mayor progreso económico y social para todos y de mayor autogobierno de
la historia de Catalunya llegó con la Constitución de 1978. ¿Por qué
no ser capaces de renovar y adaptar el consenso que la hizo posible?
Unos han de renunciar a la DUI acatando la
Constitución y el Estatut, y los otros han de apostar definitivamente
por la política para ofrecer soluciones. Si no es así, se impondrá el
155 y la bolcheviquización de Catalunya al mando de los escaños de las
CUP y de dos entidades que nunca pasaron por las urnas. Destaco la
declaración de una diputada cupera al abandonar el Parlament el pasado
martes: “Las victorias se obtienen en las calles, no en los
parlamentos”. Habrá que recordar a Joan Fuster cuando decía que “los
fracasos nunca fueron fruto de la improvisación”.
Manifestantes en Plaça Catalunya por la unidad de España (Manu Fernandez / AP)
Redacción, Barcelona La Vanguardia
La situación en Catalunya y la suspendida declaración de
independencia han centrado buena parte de los cánticos y discursos de
los participantes en la manifestación convocada por Societat Civil Catalana
y otras entidades antiindependentistas que ha empezado a las 11 de la
mañana en el Passeig de Gràcia de Barcelona a la altura del edificio de
La Pedrera para celebrar el 12 de Octubre, Día de la Hispanidad y ha continuado en la plaza de Catalunya, con miles de personas concentradas en favor de la unidad de España.
Desde el “Puigdemont a prisión” a llamamientos a que el president de
la Generalitat rectifique para evitar la aplicación del artículo 155,
han sido las principales proclamas de la concentración, acompañadas de
otras apelaciones a respetar la Constitución y al derecho a sentirse
catalanes, españoles y europeos. El manifiesto leído al término de la
manifestación ha calificado la declaración soberanista de Puigdemont, de
“confusa pantomima más propia de patio de colegio que de sede
parlamentaria”.
...................
Carles Puidemont pasa olimpicamente del clamor popular. Él ya ha proclamado la república que estba es su hoja de ruta. esto ha sido una obra de arte, Una obra de arte ilegal. Podrá ir a la cárcel. Lo detendrán un día a las 4 de la madrugada en su casa.
Los Reyes conversan con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acompañado de su mujer Elvira Fernández.Fernando AlvaradoEFE
Los últimos acontecimientos del desgarro de Cataluña han marcado la
recepción de la Fiesta Nacional, celebrada este jueves en el Palacio
Real en Madrid. La activación del artículo 155 de la Constitución por
parte del Gobierno con el apoyo del PSOE y la intervención del Rey en la
crisis con un mensaje a la nación el pasado 3 de octubre han disparado
el interés del acto. Habían sido confirmadas 1.500 invitaciones, cuando
el año anterior, en plena congestión política, acudieron poco más de
900.
Los interrogantes sobre el requerimiento enviado por el Gobierno al
presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para que responda si
proclamó o no la independencia en el pleno del día 10, han acechado a
los miembros del Gobierno en los corrillos en los salones del palacio
tras los saludos a los Reyes. Fuentes del Gobierno han señalado que si
Puigdemont responde en plazo y forma que no proclamó la independencia,
no se activaría la segunda fase del 155, que comportaría la intervención
de Cataluña, y se abriría "un nuevo escenario", y se volvería "a la
situación previa al pleno del Parlament que aprobó la ley de
independencia", es decir, a la legalidad.
En ese estadio, aseguran estas fuentes, se pueden dar las condiciones
para propiciar un diálogo, como planteó Rajoy en su intervención en el
pleno de este jueves, que habría de producirse en el marco de la
Constitución y la legalidad. "La pelota está en su tejado", han
insistido estas mismas fuentes, que han ponderado la importancia del
acuerdo alcanzado con el PSOE porque "transmite una imagen de seriedad
al país ante la nebulosa" de la situación de Cataluña. "Puigdemont tiene
una última oportunidad para dejar de jugar con todo el mundo. La pelota
está en su tejado", han asegurado.
Mantienen que el requerimiento es necesario para salir de la
"nebulosa", porque "hay juristas que sostienen que el presidente de la
Generalitat sí realizó una declaración unilateral de independencia ante
el Parlament, pero hay mucha confusión y opiniones encontradas al
respecto". El Gobierno ha evitado especular sobre el sentido de la
respuesta de Puigdemont al requerimiento, que da dos plazos Desde el
Gobierno (primero, las 10 de la mañana del día 16 para que conteste sí o
no, y segundo, en caso afirmativo, hasta la misma hora del día 19 para
que regrese a la legalidad). "Ni él mismo sabe qué va a contestar", se
ha señalado. También han rechazado las mediaciones internacionales que
reclama la Generalitat para buscar una solución al conflicto: "La mejor
mediación", han considerado, "es la del Congreso de los Diputados", que
es la sede de la soberanía nacional.
El Gobierno no ha pactado contenidos concretos en su acuerdo con el
PSOE, de acuerdo con estas fuentes, y siguen trabajando de forma
conjunta. El líder de los socialistas, Pedro Sánchez ha explicado en
conversación informal con los periodistas que este acuerdo, que "ha sido
lento porque era necesario aclarar que significa" aplicar el artículo
155, "traslada mucha tranquilidad y estabilidad a la ciudadanía". Desde
su punto de vista, Puigdemont tiene "difícil" no contestar al
requerimiento y que dependerá del presidente catalán que se llegue a
aplicar este procedimiento constitucional que "nadie quiere aplicar".
Sánchez ha desfilado ante el Rey junto a los expresidentes Felipe
González y José Luis Rodríguez Zapatero. El PSOE ha propiciado un
desembarco de exministros socialistas para reforzar el apoyo a la
Constitución, el ordenamiento jurídico, la cohesión territorial del
Estado y el Rey, así como a las medidas que pueda adoptar el Gobierno
desde ese marco para frenar la independencia de Cataluña. Entre ellos,
Alfredo Pérez Rubalcaba, Trinidad Jiménez, José Luis Corcuera, Rosa
Conde, Carlos Solchaga, Cristina Narbona, Matilde Fernández, Josep
Borrell, Alfonso Guerra, Enrique Barón o Miguel Ángel Moratinos.
La exministra Conde ha sido la encargada de coordinar la presencia de
exmiembros de los gabinetes socialistas, ha admitido Trinidad Jiménez
ante los Reyes. "Hemos venido todos los del espíritu del 78", ha
comentado.
El expresidente González se ha mostrado partidario de la activación
del artículo 155 para "recuperar la Constitución, el Estatut y los
derechos de todos los españoles, empezando por los catalanes". Rodríguez
Zapatero, por su parte, ha calificado de "inteligente" la reacción
política al último movimiento del presidente de la Generalitat y ha
confiado en que no sea necesario aplicar el artículo 155. Pero ha
advertido de que este es un conflicto que va a durar tiempo y habrá que
acostumbrase a vivir con él.
En ese mismo tono informal, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en
cambio, ha sostenido en uno de los corrillos en el Comedor de Gala del
palacio que se ha activado el artículo 155 porque "sí ha habido
declaración de independencia" por parte del presidente de la
Generalitat. Como ha hecho en las últimas semanas, ha defendido que "lo
mejor" para Cataluña es convocar elecciones autonómicas para que un
nuevo Govern y un nuevo Parlament aborden el problema con una nueva
perspectiva.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la ministra de Defensa,
Dolores de Cospedal, han tenido que abandonar inmediatamente el acto
tras saludar al Rey, que ha conocido la noticia del siniestro sufrido
por uno de los cazas regresando del desfile y con los invitados a la
recepción ya en el Palacio Real. Fuentes de La Zarzuela han asegurado
que ya no era posible suspender el acto, que ha quedado en buena parte
ensombrecido.
Como ya es habitual, a la recepción han asistido representantes de
todos los estamentos, empresarios y presidentes de Gobiernos autonómicos
(salvo los de Cataluña, País Vasco y Navarra). Entre los empresarios,
se encontraban presentes el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, y
el del Grupo Planeta, Josep Creuheras, dos de las compañías que han
llevado sus sedes fuera de Cataluña ante la amenaza independentista.
Manifestación del 12 de octubre en Barcelona.SANTI PALACIOS (AP) / VÍDEO: ATLAS
Miles de personas se han manifestado este jueves en el centro de Barcelona para celebrar el 12 de octubre en medio de la crisis institucional tras la declaración de independencia formulada por el presidente catalán Carles Puigdemont
y luego suspendida. Societat Civil Catalana, la principal entidad
convocante, ha pedido en su manifiesto, leído por el catedrático
Clemente Polo, "firmeza democrática" ante el "golpismo delirante". "La
secesión ni se ha consumado ni se consumará pero vamos a necesitar
tiempo para que las instituciones recobren el pulso democrático y
cicatricen las heridas abiertas", ha dicho. La Guardia Urbana ha
calculado que han participado en la marcha 65.000 personas, la cifra
mayor en una festividad del 12 de Octubre en Barcelona desde 2014
(fueron entonces 38.000).
Bajo el lema Cataluña sí, España también, la manifestación
ha partido desde el Passeig de Gràcia, delante de La Pedrera, y ha
culminado en la plaza de Catalunya donde estaba situado el escenario y
las pantallas gigantes. La mayoría de manifestantes, con banderas
españolas y también senyeras, han coreado lemas como "No nos engañan
Cataluña es España"; "Puigdemont a prisión; "Viva la policía o la
Guardia Civil" o "TV3 manipuladora". Ciudadanos ha repartido banderas
con el fondo blanco y un corazón con las insignias, catalana, española y
europea.
La dirección de Ciudadanos, con Inés Arrimadas al frente, y
dirigentes del Partido Popular han desfilado detrás de la pancarta
principal aunque simultáneamente miles de personas se manifestaban ya
por delante esparcidas por todo el Passeig de Gràcia y la plaça
Cataluña. Varios de ellas llevaban algunas pequeñas con el lema "No al
golpe" y pidiendo ya la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Durante el recorrido, los ciudadanos han increpado de forma constante a
los mossos apostados en la confluencia con la calle de Aragón. "¡Perros!
¡Traidores! ¡Viva la Guardia Civil!", les han espetado. Por contra,
otros han expresado su solidaridad con los agentes estrechándoles la
mano. En varios momentos ha habido discusiones entre los mismos
manifestantes.
Por primera vez en años, la manifestación del 12 de octubre en
Barcelona ha sido unitaria al confluir todos los grupos en una como el
caso de España i Catalans, que lo hacía por separado. Los organizadores
han realizado diversos llamamientos en los que han advertido de que no
aceptaban consignas institucionales. A la marcha se han adherido
Plataforma per Catalunya, grupo de extrema derecha y con un discurso
antiinmigración, y Hogar Social, procedente de Madrid, que no figuraban
entre los convocantes oficiales de la marcha.
Durante los parlamentos, en el escenario de plaza Catalunya, el
vicepresidente de la asociación España y Catalans, Javier Megino, ha
afirmado que el secesionismo ha pasado "del España nos roba al España
nos pega" y ha pedido un aplauso para unos cuerpos policiales
"humillados" y ha denunciado que haya "gente difamando la actitud
ejemplar de nuestros cuerpos y fuerzas de seguridad". El empresario
Josep Bou ha afirmado que España es el país "más hermoso del mundo" y
"como en España no se come en ningún sitio. La consultora Deloitte dice
que España es el mejor país para nacer. Colonizamos América dando a los
pobladores la condición de súbitos en lugar de esclavos por orden de la
Reina Isabel", ha dicho.
Los participantes han mostrado su indignación con el Govern. José
María Maya Esteban, de 72 años, de Alella (Barcelona), está indignado
con la declaración de independencia que hizo Carles Puigdemont
y que después dejó en suspenso. "Parece mentira que en el siglo XXI
estemos igual que en 1936. Por culpa de los mismos", dice Maya,
aragonés, que vive en Cataluña desde 1962, con una pancarta que ha
traído hecha de casa.
El miedo a los efectos de la declaración unilateral de independencia en Cataluña ha precipitado el traslado de la sede social de 40 empresas radicadas en Barcelona a otras ciudades españolas. Seis de las siete compañías catalanas del Ibex
ya lo han comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores
(CNMV) tras la aprobación de sus consejos de administración. Otra
treintena de grandes y medianas empresas de distintos sectores ha
cambiado también de sede. Y un grupo de compañías espera a ver qué
ocurre para tomar una decisión.
Esta es la lista detallada:
La compañía especializada en certificación y notificación electrónica
aprobó el traslado para "reducir los riesgos ajenos al normal
funcionamiento de la compañía". La empresa, que da servicio a más de
1.500 empresas, asegura que el traslado del domicilio social no supone
"movimiento de empleados". [Ver cotización]
La compañía de telecomunicaciones ha explicado que sopesaba este
cambio desde hace un año, cuando adquirió Quantis, Hablaya, Stoneworks y
Sultán Telecom, todas ellas afincadas en Madrid. Cerca del 80% de su
negocio procede de estas firmas. [Ver cotización]
El grupo asegurador, uno de los líderes del sector, está presente en
50 países y ganó 190,2 millones de euros en el primer semestre. El
consejo de administración asegura cumplir así con el compromiso de que
sus "productos y servicios no se vean en ningún caso afectados por la
coyuntura política y social". [Ver cotización]
La empresa de viajes online, que concentra el 60% de sus
empleados en la capital catalana, cambia de sede social para "proteger
los intereses de los clientes, accionistas y empleados de la entidad"
ante la actual "inseguridad jurídica en Catalunya". [Ver cotización]
La empresa de certificación industrial explica su decisión en el
mantenimiento de "la operativa normal de la compañía" y para "proteger
el conjunto de los intereses generales de la misma". [Ver cotización]
Otras empresas
Grupo Planeta
(a Madrid). El gigante editorial confirmó su traslado de sede social
poco después de la declaración de independencia "suspendida" en el
Parlament. En 2015, la compaía facturó 2.363 millones de euros. Bimbo
(a Madrid). La empresa de bollería, de capital mayoritariamente
mexicano, traslada su sede social "con el fin de mantener la seguridad
jurídica necesaria para poder seguir trabajando con normalidad". Idilia Foods (a Valencia). La marca propietaria de Cola Cao y Nocilla
ha hecho efectivo el traslado "ante la situación política actual", tal y
como avanzó que haría si se confirmaba la declaración de independencia. Aguas de Barcelona
(a Madrid). Controlada en un 100% por la filial española de la
multinacional francesa Suez Environment, que ya trasladó a finales de
2015 su domicilio social de Barcelona a Madrid. Axa
(a Bilbao). La aseguradora francesa mueve el domicilio social de sus
filiales de seguros de vida y de pensiones "para garantizar la seguridad
jurídica y proteger los intereses de los clientes, mediadores,
accionistas y empleados ante el contexto actual en Cataluña". Torraspapel (a Madrid). Perteneciente al Grupo
Lecta, tiene cinco fábricas en España y en 2016 facturó 766 millones de
euros con una plantilla de más de 1.900 empleados. Grupo Indukern (a Madrid). La empresa de
distribución de productos químicos y farmacológicos radicada hasta ahora
en El Prat de Llobregat (Barcelona) ya avisó del movimiento antes de
las elecciones del 27-S.
Oryzon (a Madrid) Naturhouse (a Madrid). Anunciado en agosto Proclinic Expert (a Zaragoza)
DVD Dental (a Madrid)
Klockner (a Madrid)
Sanantur (a Málaga)
Cervecera San Miguel S.L., única filial catalana de Mahou San Miguel (a Málaga)
Pesa, filial del grupo constructor gallego Copasa (a Santiago de Compostela)
En estudio (supeditado a una declaración unilateral)
Lo voy a repetir otra vez. El DERECHO A DECIR, no cabe en la Carta Magna
española. Porque no se puede decidir sobre una parte del territorio
español, porque la soberanía nacional corresponde al pueblo español. Los
catalanes, andaluces, valencianos etec, (17) no son propietarios del
territorio donde residen o nacieron. Esto NO ES UN DERECHO.
La diputada de la CUP en el Parlament Eulàlia Regunat ha asegurado que si el Consejo de Ministros aprueba los mecanismos para aplicar el artículo 155 de la Constitución, "inmediatamente" se pondrá en marcha el procedimiento para construir "la república de Cataluña".
Será la demostración, ha dicho Regunat en una entrevista con Catalunya Ràdio, de la "incapacidad" del Gobierno para afrontar el diálogo que
le pidió el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y, por
tanto, será el momento para materializar la independencia.
Después
de la decepción que les dejó ayer la comparecencia de Puigdemont, que
dejó en suspenso la independencia para intentar abrir el diálogo, la
diputada ha reconocido el malestar que eso produjo en las filas del partido, y ha advertido de que se replantearan si es "necesario o no" continuar en la actividad parlamentaria.
Analizarán con la militancia toda la secuencia de estos días para
fijar su posición futura, recordando que al inicio de la legislatura
"quedó claro" que el objetivo de la CUP era "construir una república
catalana". "¡Cuántos pasos más hemos de dar! Si no nos
lo habíamos ganado ya suficientemente, el 1-O nos ganamos el derecho a
proclamar la independencia", ha exclamado Regunat, que ha exigido al
Govern "todas las explicaciones posibles", pero no tanto por su partido
sino "por la gente, que no entendía nada" de lo que pasó en el
Parlament.
Esto quiere decri que la declaración de indepedencia es efectiva, solo hay que ponerla en marcha. Por estas declaraciones son responsables penales de una declaración ilegal y desafiante al Estado de derecho.
Si la puesta es marcha de una declaración es un arma arrojadiza, supone que es peligrosa, y por lo tanto la han declarado.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, este miércoles, tras el consejo de ministros.JAIME VILLANUEVA / QUALITY-REUTERS
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,
ha requerido a la Generalitat para que confirme si ha declarado la
independencia. Este es el primer paso para activar la aplicación del
artículo 155 de la Constitución. “Este requerimiento es previo a
cualquiera de las medidas que el Gobierno puede adoptar al amparo del
artículo 155 de la Constitución”, ha especificado Rajoy.
El presidente del Gobierno ha insistido en que el Gobierno quiere
ofrecer “certezas” y “claridad”, a los españoles y a los catalanes. “En
la contestación al requerimiento el señor Puigdemont
tiene la oportunidad de contestar a tantas llamadas desde tantos
ámbitos para recuperar la legalidad", ha dicho Mariano Rajoy en su
comparecencia tras el consejo de ministros. "Si Puigdemont respeta la legalidad se pondría fin a un periodo de ilegalidad e incertidumbre.
Es lo que todos esperan para poner fin a la situación que se está
viviendo en Cataluña", ha señalado Rajoy. “Es preciso que vuelvan la
tranquilidad y el sosiego. Seguiré actuando con prudencia y
tranquilidad”, ha concluido.
Rajoy ha estado negociando hasta última hora con el PSOE y Ciudadanos
para recabar el "máximo consenso" ante los pasos que se van a dar tras
la sesión plenaria que se celebró este martes en el Parlament, en la que
el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, asumió el "mandato
del pueblo" para que Cataluña se convierta en un estado independiente
para después proponer suspender los efectos de la declaración de
independencia.
Así, el jefe del Ejecutivo se reunió en la noche del martes en el
Palacio de la Moncloa con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez,
y esta mañana ha conversado por teléfono con el presidente de
Ciudadanos, Albert Rivera, que viene reclamando desde hace varias
semanas la aplicación del artículo 155 para convocar elecciones en
Catalunya.
Ayer, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, declaró la independencia de Cataluña pero abogó por suspender durante varias semanas los efectos de esta declaración para lograr una mediación.
En una comparecencia estudiada al milímetro para intentar evitar la
intervención de la autonomía y contentar al mismo tiempo a las bases
independentistas, Puigdemont afirmó: “Asumo el mandato del pueblo de que
Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de
república”. Justo después añadió: “Propongo que el Parlament suspenda
los efectos de la declaración de independencia para que en las próximas
semanas emprendamos el diálogo”. Puigdemont prolongó así la
incertidumbre sobre la economía, que ya ha producido una fuga masiva de
empresas.
Esta es la escena de la agonía de Puigdemont, en la película de El Verdugo, Lo que sucede es que quien está sentado en el garrote vil, es Puigdemont.