Uno puede estar jodido, pero contento.

Lo que tengas que hacer hazlo ya, porque después, por una razón u otra el tiempo pasa volando, como una estrella fugaz, y no hay tiempo para nuevas empresas. Es importante tener ilusiones, y proyectos siempre entre manos y en entrepiernas, me río, sí, me río porque pienso en imágenes que no se pueden contar en facebook, porque luego vienen los espía de Google y te lo copian. No hay nada como una conversación entre amigos en una mesa camilla con un brasero de picón, y con dos vinos, mejor que uno. Y unas manos de brisca, y luego el rosario, porque Rosario estará haciéndonos el café y ese bizcocho con secretos ingredientes como unos granos de anís, y la almendra marcona molida.
La cuestión del éxito radica en que no hay obstáculos, palos de ruedas en el camino, trincheras del alma que no se puedan salvar, y salir con el pecho desnudo como un legionario de la vida, militar siempre dispuesto a la bayoneta. Cuando se presenta una pared, hay que dar la vuelta y seguir. Me decía un maestro de yudo, pues yo fui cinturón marrón, que no es sabio el que detiene la coz de una mula, sino el que pasa por delante de la acémila y evita pasar por los cuartos traseros, donde un enjambre de coces de puede alcanzar.
Uno siempre puede, siempre podemos cumplir sueños, si deseamos de veras que se cumplan, y ni el sueño mayor es imposible de alcanzar, tomaremos otro sueño menor, real y accesible, pues tampoco uno puede entretenerse en la irrealidad, sino en lo real y posible, uno PUEDE ESTAR JODIDO, PERO CONTENTO. Ramón Fdez. Palmeral.