ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

lunes, 17 de junio de 2024

Frente Popular: Preámbulo de la guerra civil del 36

 


La violencia del Frente Popular: Preámbulo de la guerra civil del 36

Muy frecuentemente el periodo ha sido presentado como el «prólogo» de la guerra civil, lo que conduce a la idea de que esta fue «inevitable». Sin embargo, la historiografía más reciente ha apostado por hacer un relato crítico del período cuestionando tanto la leyenda negra del mismo. Como ha afirmado José Luis Ledesma, «la primera mitad de 1936 no fue ni un inevitable e imparable descenso a los infiernos ni solo una arcádica edad de oro de las reformas y la democracia».

 A los dirigentes del Frente Popular no les hizo falta un pucherazo o un fraude para ganar las elecciones, solo tuvieron que falsificar la documentación o extraviarla, para que no llegara a las Juntas Provinciales de Censo. Así, en lugares claramente de derechas, ganó el Frente Popular y en aquellos lugares donde podía existir un empate, cierto número de actas desaparecieron, con lo cual era imposible el empate. El Frente Popular obtuvo 4.654.116 votos y las derechas 4.503.505 votos. Así consiguieron 263 diputados frente a los 156 diputados de la derecha. Manuel Azaña fue nombrado presidente de la República y Santiago Casares-Quiroga presidente del gobierno (La Razón)

Con esos mimbres, no es extraño que un rato más tarde, a primera hora de la noche de ese día 19 de julio de  1936, el nuevo presidente del gobierno Manuel Azaña (el presidente de la República era Alcalá Zamora) declarara a los periodistas que había tranquilidad en toda España[18]. Por otro lado, le calmó saber que, a pesar de las difíciles circunstancias del relevo, la CEDA publicó un comunicado en el que aseguraba que «se atiene al resultado de la voluntad popular, sea cual resulte el escrutinio». Y todavía más importante, la dirección cedista había autorizado a Manuel Giménez Fernández para trasmitir a Diego Martínez Barrio que ellos no pondrían obstáculos al nuevo Gobierno siempre que este controlara el orden público y asegurara un recuento ordenado[19].  (Manuel Álvarez Tardió. “Violencia tras la elecciones”)

Ese día Azaña cenó en casa y poco más tarde se marchó a la sede de Gobernación. Al llegar se encontró una «muchedumbre congregada en la Puerta del Sol» que celebraba el cambio pero que también exigía en tono amenazante un cumplimiento inmediato del programa del Frente Popular y coreaba duras consignas contra los gobernantes del segundo bienio (CEDA de derechas). A eso de las once de la noche llegaron a su despacho varios representantes de los partidos obreros. El objetivo de su visita, como confirmó el socialista Largo Caballero [implicado en la revolución de Asturias del 34] ante los periodistas, fue «rogar al presidente del Consejo que vea el medio de que se ponga en libertad cuanto antes a los presos políticos, por tratarse de un problema que constituye nuestra mayor preocupación»[20].

Para ganar tiempo, Azaña prometió al dirigente socialista que la cuestión de los presos sería debatida en la primera reunión del nuevo Consejo de Ministros que se celebrara. Acto seguido, salió al balcón para gestionar, a su modo, el asunto de la concentración. Pidió a todos que se condujeran como «buenos republicanos» y que no alterasen el orden, pero anunció ya dos propósitos que iban a tener consecuencias para su gestión a corto plazo: de un lado, aseguró que el Gobierno haría «honor a los compromisos contraídos con la opinión» y que el mismo día 20 serían «repuestos todos los ayuntamientos republicanos de España»; de otro, prometió que la «primera preocupación del gobierno será obtener la amnistía»[21].

Como mancha de aceite se extendió la violencia roja por toda España, hasta que el tarde del 17 de julio,  general Mola, y los militares africanistas, junto a los falangistas que te tenían a su líder José Antonio preso en Alicante, más la Iglesia que había sufrido incendios y saqueos en un horda anticlerical y anarquistas, asesinando, robando, venganza contra la CEDA (perdedora de la elecciones) y establecimiento de “checas” de venganza en el llamado “terror rojo” con total impunidad, sin arrestos por parte del gobierno dio inicio el Alzamiento Nacional, que tuvo éxito en la parte norte de España no así en Madrid, Barcelona y Valencia. El fracaso del golpe de Estado con la Segunda República del Frente Popular, dio origen  a tres años de Guerra Civil española con medio millón de muertos.

 Los españoles hemos de aprender que la alternancia política se ha de hacer pacíficamente con normalidad por el que pierde la elección como al CEDA,  sin venganzas por quien la gana como el Frente Popular. Y que la Ley y el estado de Derecho deben imperar contra los violentos, corruptos y los que se toman la Justicia por su mano, en el todo vale.  Todo ello abocó a una guerra irremediable.

 Ramón Palmeral 

Alicante, 17-06-2024