ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

viernes, 15 de enero de 2016

Carolina Bescansa, era una niña bien de Santiago de Compostela, convertida en la tercera de Podemos

                                                              Carmen Besanca y su bebé


La farmacéutica de su familia, Bescansa, fue fundada por su abuelo Ricardo, convierte a los Bescansa en uno de los clanes que han dado color a la vida local. La residencia familiar de sus padres, el conocido anestesista Fermín y la farmacéutica Adelina, se sitúa en una de las zonas más exclusivas de la zona nueva de Santiago. En la famosa Plaza del Toral se levanta la farmacia Bescansa, en el mismo sitio y sin apenas cambios desde 1843. Sus «fórmulas magistrales», como sus laxantes en grageas, se hicieron populares entre la gente de toda España, que se desplazaba hasta allí a comprarlas. Junto a la farmacia, uno de los seis hijos de don Ricardo, tío y también padrino de la diputada, montó una óptica, y cuenta la gente del pueblo que aparcaba frente a ella en plena plaza su Jaguar cada mañana.
Carolina Bescansa fue siempre una «niña bien», según la recuerda una compañera de instituto. Estudió en el Rosalía de Castro, uno de los centros más prestigiosos de la capital. El padrino Jorge, que usaba bombín, la recogía del centro algunos días y se la llevaba junto a la hija de la mujer que limpiaba su casa a Londres y París de compras. «Ya entonces era muy diferente en sus gustos y ropas, siempre llevaba algún peinado extraño y vestía de forma alternativa», la define la compañera. Brillante en el plano académico, Carolina acompañaba siempre a sus progenitores y pasaba los veranos en la playa de Vilanova de Arousa (Pontevedra). Sus abuelos también tenían un pazo en la localidad de Bueu (Pontevedra) que acabaron vendiendo.(ABC)