ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

viernes, 12 de junio de 2020

"Tus zonas de éxito" un ensayo sobre la condición humana y su comportamiento, por Ramón Palmera






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Nada de psiquiatría ni de psiquiatras
Escribe sus articuo en la revistas de  El Monáquico.



PRÓLOGO

(PROHIBIDO LEERLO)


      Vuelve a leer el enunciado, presta atención y te darás cuenta de que te prohíbo que leas el prólogo. Haz como todos los lectores, que según las estadísticas sólo leen los prólogos un 10% de los lectores que comienzan un libro.
      Este enunciado lo aprendí del libro Pensamiento positivo de Vera Peiffer, que comienza diciendo «te ruego no leerlo». Me pareció tan original y sincero que no me he podido resistir a dejarme llevar por este enunciado.
     ¿Pero todavía estás leyendo el prólogo? Bien, pues sigamos, la idea que proponía Vera Peiffer, es la de que los lectores y la gente se interesa más por lo que se le prohíbe que por lo que se le permite. ¿A quién no le gustaría leer el catálogo de los libros prohibido por la Inquisición española? Porque el hombre, como todos los primates somos curiosos, de aquí surge el mito en la Biblia de Adán y Eva de comer la fruta del árbol prohibido del conocimiento del bien y del mal.
      
     Amigo y desocupado lector, atendiendo al título de este libro Tus zonas de éxito, he de decirte que el éxito no consiste en ganar dinero y hacerte millonario. No es este un libro más de autoayuda, sino una autobiografía personal de éxitos y fracasos.  La palabra éxito no es sinónima de felicidad ni de tranquilidad. Es un concepto de la sociedad de consumo que creemos que el éxito es poder tener todo lo que se te antoje. Todo en el hombre es mental y relativo según en la sociedad en la que vivas. Por ejemplo para un haitiano, las personas más pobres del mundo, es comer cada día, o tener un techo donde dormir o zapatos. Si lo logra ese día será para él un día exitoso. Para un indio es tener la suerte de que una vaca sagrada entre en tu tienda de verduras y se coma una lechuga. Y para un corredor de Bolsa del índice Ibex 35, su éxito consiste en poder ganar un millón de euros o no perderlo. Para el 50 % de los jóvenes españoles encontrar un primer empleo.
   El libro que os presento aquí no es una fábula espiritual como el Monje, que vendió su Ferrari de Robin Sharman. Ni yo me he  entrevistado con un monje budista del Tibet, ni de Alicante,  sino que son los hechos y pensamientos de mi vida, de un español nacido durante la posguerra en el año 1947 que saliendo de la nada ha llegado alto. No encontrarás fórmulas cabalísticas para mejorar el limitado mundo interior del que disponemos, ni esoterismos ocultos; pero sí hallarás consejos prácticos de comportamiento, de acción y reacción que te podrán ayudar a saber más en todos los órdenes de tu vida. O como decía un sabio: «Al leer libros adelanté años, puesto que los conocimientos ya los habían escrito otros antes que yo».   
   Yo me considero un hombre de éxito dentro de la clase social a la que pertenezco y dentro de mis posibilidades. Porque uno tiene que saber siempre dónde está, de lo contrario te sentirás atribulado y aturdido y es posible que incluso frustrado o rechazado. La sociedad utópica del socialismo igualitario aún no ha llega, y es posible que tarde o  temprano se empeore en el futuro.
    La deriva del éxito siempre es ascendente, cuanto más éxito tienes más quieres y más fácil será conseguirlo. Y cuanto más tienes, más infeliz eres, porque te acosan los problemas.  Para los budistas, el deseo es la causa de toda infelicidad. Porque lo importante es compartir, sobre todo cuando no se tiene nada, eran las ideas comunistas y marxistas del siglo XIX, que consideraban que la forma de sobrevivir consistía en repartir los bienes, y que no hubiera propiedad privada, sino la de un Estado –padre-  que lo controlara todo. Pero con el tiempo se ha visto que esta ideología social no ha desempeñado su papel esperado, porque se ha encontrado frontalmente con la condición humana como es la ambición, la codicia, la envidia, la apariencias o el deseo de ser importante que hace muchos años Dale Carnegie escribió y desarrolló en su libro ¿Cómo ganar amigos en influir sobre las personas? de 1936.
    El verdadero éxito consiste en lograr, en conseguir, en llevar a buen puerto tus proyectos, y me refiero a todos los proyectos, anhelos, deseos y logros que te has propuesto en la vida: salud, equilibrio mental, amor, trabajo, fama y felicidad, para evitar que te acuda la ansiedad de las frustraciones. Este libro más que de autoayuda se podría llamar de auto-convencimiento.
     También existen otros tipos de éxitos profesionales cuando logras escalar puestos de responsabilidad en tu profesión, o puedes dar, entonces todo son llamadas de teléfonos e invitaciones a comer con autoridades o con quienes ejercen el poder económico local o nacional si cabe, y con el mundo de la política. Yo fui uno de estos cargos de poder que estaba invitado a todas partes. Pero los cargos son un éxito temporal y ficticio.
       No es que yo trate de impedir que cumplas con tus sueños, ilusiones o deseos, sino que, primero se ha de conocer el concepto ideológico de éxito. En la sociedad capitalista y de consumo nos invaden constantemente con publicidad de coches, relojes caros, futbolistas que se casan o hacen pareja con modelos. En el cine podemos ver grandes mansiones en las revistas del corazón de los millonarios. Es cierto, esto no es más que un espectáculo, un trampantojo de ilusión, y eso nos anima a jugar a la Primitiva o a los Euro Millones a ver si nos mejora la economía. Pues como dice el eslogan de la ONCE: «compra la ilusión de cada día». Yo también he comprado Lotería y he apostado a casi todo, pero nunca me tocó un premio gordo, y soy uno más del 99 % de la población. Porque los millones nunca nos van a tocar. Ya sé lo que estás pensando: que te quito la ilusión porque todo el día le toca alguien. A mi edad creo más en el trabajo que en los juegos de azar. Yo he conseguido mis éxitos profesionales estudiando y promocionando en los ascensos y he ganado todas las medallas que se pueden ganar en tiempo de paz, quizás, por ello me considero una persona de éxito, a mi nivel. No se puede ambicionar la Luna si no eres un astronauta de la NASA.
     Tu imaginación te puede llevar a estados quijotescos que  no son reales, por lo tanto en este libro no voy a tratar de luchar contra molinos de viento convertidos en gigantes ni en quimeras, ni contra dragones medievales. Con este libro quiero hablaros de realidades prácticas y terrenales. Métodos para, dentro de nuestras posibilidades y capacitación mental, conseguir éxitos y posicionamientos en el mundo laboral y personal, por medio de consejos útiles dividido en cien apartados o secciones que yo llamaría «alojamientos».´
      Si pretendes hacerte millonario con este libro ya lo puedes tirar al contenedor de color azul. Primero has de saber qué es el éxito. ¿Qué cantidad de éxito quieres? Y a que niveles, si amoroso, personal, laboral o económico. Porque además de la búsqueda del éxito también hay otras formas de ser dichoso y feliz. Además existen muchas formas de éxito, teniendo en cuenta que el éxito es el fin o el término de un deseo. Cuanto más elevado sea tu deseo más difícil será conseguirlo, y se alejará de la posibilidad de alcanzarlo.
     A las personas positivas cualquier acto de los deseos conseguidos nos satisface. Porque hemos de mirar la vida desde nuestras carencias, no soy guapa o guapo, pero tengo simpatía, y  compenso esa carencia. Me gustaría medir un metro noventa pero mido uno sesenta y cinco, y además tengo los ojos avellanados, y no son azules. Cuanto antes nos demos cuenta de nuestras carencias y las aceptemos, antes empezaremos a hacernos cargo de nosotros mismos, y buscaremos cuáles son nuestras opciones, es decir «sueños a la medida de nuestras posibilidades». Alfredo Landa o José Luis López Vázquez eran dos grandísimos actores, bajitos y nada agraciados, pero tenían una memoria excepcional.  Tenemos a  Javier Cámara es calvo pero otro grandísimo actor, o como Santiago Segura que está gordo. Es decir, que cada cual se ha de adaptar a su papel. Javier Bardem tiene cara de bruto vasco minero, y tiene un Oscar. No todos podemos  ser «un guaperas» como Antonio Banderas o Mario Casas. Es decir, cada cual ha de sacar sus méritos y cualidades. Rosi de Palma no es precisamente Penélope Cruz, pero ahí está en el cine y en las pasarelas.
     Quiero decirte, que detrás de la apariencia que nos tocó al nacer, detrás está el talento y la personalidad: el estilo personal.  Los adolescentes tienen muchos problemas con su aspecto físico, por ello hay que esperar a que maduren como los melocotones. Por ello, como decía mi madre, hemos de sacar partido a lo que tenemos.
    Se puede soñar a lo grande; no obstante, los sueños siempre han de estar dentro de nuestras posibilidades. Por ejemplo: un príncipe quiere ser rey, un coronel llegar a general, un soldado quiere ser cabo, un empleado de banca quiere ser directivo con tarjeta black, y un diputado quiere ser presidente del gobierno. Por esta razón, uno ha de saber cuáles son nuestros límites naturales y posibles metas. Cada cual ansía un nivel de felicidad diferente.   Yo, por ejemplo, ahora  a mis sesenta y  nueve años tengo una prótesis que me da la lata, y una de mis alegrías, es el día que no me duele. Todos tememos algo o unas fobias con la que debemos aprender a vivir.
      En la vida cotidiana de nuestro entrar y salir por las puertas del tiempo,  lo más difícil es afrontar las frustraciones de no conseguir lo deseado, por ello, tu actitud debe ser la de aceptar y cambiar rápidamente a otro asunto o tema. Un proyecto frustrado se supera con un nuevo proyecto iniciado.
     Os voy a contar lo que me pasó la semana pasada. Yo además de escribir, también pinto, y me gusta concursar para ver si alguna vez puedo ganar un premio. He optado a premios de artes plásticas  de la Diputación de Alicante, no sé cuántas veces, siempre me digo que al año próximo lo voy a intentar de nuevo. Sin embargo, se me olvidan las veces que me han seleccionado o me han invitado a certámenes o a presentar a pintores, escritores y poetas. Parece, que nuestra memoria se fortaleza en los fracasos, más que en los éxitos. Recordamos con más vehemencia las ofensas que los elogios, simplemente porque los agravios se nos quedan pegados a un millar de neuronas, colgados como si fuera una percha pre-seleccionada.    
     Tenía un amigo que me decía que el mejor consejo era el que se daba en metálico. Era un hombre práctico y sensato, pero que tampoco regalaba dinero a nadie. No obstante, este libro está repleto de metálicos consejos que te pueden ayudar a conseguir tus sueños sin frustraciones y sin tener que subir a la Luna, porque la realidad es siempre superior a la ficción.  Estoy seguro de  estos cien consejos, a los que he unido algunas anécdotas personales, te pueden  valer como experiencia adquirida, si los llevas a  la práctica, porque la teoría sin la práctica es una inutilidad.

     Con este libro pretendo que saques partido a todo tu potencial de una forma inteligente, serena y reflexiva. Analizando cada uno de los «alojamientos» que te propongo. Unos te serán conocidos, otros no tanto, pero todos pertenecen a la vida práctica y nada es imposible y te lo tomas como ejercicios para poner en práctica, pues la razón es intuir y deducir conceptos distintos a los que ya conoces, pues camino por andar en la evidencia, que a la vez son las que no convencen. La razón humana es capaz de conceder relación o contradicción a las proposiciones, atendiendo no tanto a su contenido como a sus relaciones lógicas, que es la puerta de todo éxito.
    Te aconsejo que empieces a leer por el enunciado o apartado 24.
   


El autor
Alicante, diciembre de 2016