Planteamiento de algunos militantes del PSOE y partidos de izquierda:
Sostienen que Pedro Sánchez no está imputado directamente ni existen sospechas formales de corrupción en su contra, por lo tanto, no tendría por qué convocar elecciones anticipadas. Argumentan que, en caso de que el PSOE pierda el gobierno, podría regresar una derecha marcada por casos como la trama Gürtel, ya que, según esta visión, “todos los partidos tienen casos de corrupción”.
Recuerdan que el Partido Popular de Mariano Rajoy perdió el gobierno a través de una moción de censura, no por unas elecciones, lo que lleva a pensar que una nueva convocatoria electoral no cambiaría significativamente el panorama político.
Desde esta perspectiva, los socialistas prefieren continuar con su hoja de ruta, que incluye la tramitación de la ley de Amnistía para los implicados en el procés, como Puigdemont, y mantener su posición respecto al independentismo, aunque sea creciente. No consideran necesario dar explicaciones sobre temas polémicos como el apagón eléctrico, las relaciones comerciales con Marruecos, o la imputación de personas cercanas al entorno del presidente (como su mujer Begoma Gómez o su hermano David). Consideran que es mejor seguir bajo un gobierno de corte progresista, aunque se les acuse de autoritarios o de promover una “dictadura socialista” hasta 2027. Con que Pedro haya pedido perdón y cambie al cúpula de PSOE, es suficiente, porque el gobierno está todavía impoluto. Lo cual no es cierto porque Santos Cerdán, Ábalos... era más que un diputado, sino que era el negociador de la Amnistía con Puigemont.
Con recomponer el partido es suficiente. Pedro Sánchez como presidente (no es un particular ni un bebé) lo sabía todo y callaba para encubrir a los corruptos. No puede venir ahora de nuevas diciéndonos a los españoles que lo han "traicionado", y no sabía nada, porque como presidente dispone y tiene a su servicio 600 asesores, el CNI, la policía, la guardia civil, jueces, fiscales y la prensa.
Ramón Palmeral
Alicante, 16 de junio de 2025