ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

martes, 23 de diciembre de 2025

Elam Saiz dice que la subida de VOX se deber al PP, y no hace autocrítica del PSOE

 


La política española tiene ese don para el humor involuntario que ni los mejores guionistas se atreven a firmar. Ahí apareció Elma Saiz, recién estrenada como ministra portavoz tras la salida de Pilar Alegría, para explicar con gesto compungido y verbo solemne que el PSOE se había dado un batacazo histórico en Extremadura… pero, cómo no, que la culpa era del PP. Faltaría más. En realidad la perdida de votos del PSOE se debe al antisanchismo, del que el propio Sánchez es consciente.

“Evidentemente no son los resultados que esperábamos”, dijo Saiz, frase que en el argot político equivale a “nadie vio venir el iceberg, aunque el barco apuntara directamente hacia él”. Dolida estaba la ministra, y no tanto por perder más del 20% de los votos y diez escaños, sino por la baja participación y por el auge de Vox, ese fenómeno meteorológico imprevisible que siempre aparece justo después de que el PSOE gobierne durante años.

Como buena demócrata, confesó que le duele que Vox haya duplicado su presencia en el Parlamento extremeño. Lo que no parece doler tanto es preguntarse por qué miles de votantes socialistas han decidido quedarse en casa o mirar a otro lado. Porque, según el relato oficial, la subida de Vox no tiene nada que ver con el desgaste del Gobierno, los escándalos de corrupción o la desconexión con la realidad cotidiana, sino con un culpable mucho más cómodo: el PP. Siempre el PP. A ser posible con nombre y apellidos, para que quede más dramático.

Así, María Guardiola pasó de presidenta autonómica a villana principal del drama. Adelantar elecciones fue, según Saiz, una irresponsabilidad “innecesaria”. Curioso concepto el de innecesario, cuando quien pierde diez escaños parece bastante más innecesario en el tablero político. Pero la lógica es clara: si el PSOE pierde, es porque el PP convoca; si Vox sube, es porque el PP existe; y si llueve, probablemente también tenga algo que ver Feijóo.

La ironía alcanza su punto álgido cuando se explica que Guardiola adelantó elecciones para “desprenderse de Vox” y ha acabado “atando más que nunca al PP a Vox”. Es decir, Vox sube porque alguien quiso librarse de Vox. Una pirueta argumental digna de medalla olímpica. En ningún momento se contempla que Vox suba porque una parte del electorado castiga al PSOE por sus propias decisiones, errores o casos de corrupción. Eso sería demasiado sencillo y, sobre todo, incómodo.

Preguntada por una posible abstención del PSOE para evitar un pacto PP-Vox, Saiz esquivó la respuesta con elegancia ministerial. No dijo ni sí ni no, pero sí aprovechó para sacar de nuevo el comodín del “miedo a la ultraderecha”. [Cuando no se habla de miedo a la ultraizquierda del psoe con comunistas, separatistas y batasunos]. Porque nada moviliza más que repetir el mismo mensaje después de una derrota histórica: el problema no somos nosotros, el problema es que los demás son peores.

En resumen, el PSOE pierde votos, pierde escaños y pierde apoyo social, pero gana en algo fundamental: la capacidad de señalar culpables externos. Vox sube no por lo que hace el PSOE, sino por lo que hace el PP; la abstención no es desafección, es confusión democrática; y la corrupción, si aparece, debe de ser cosa de la derecha, aunque salpique a los de siempre. Ironías de la política: cuanto más clara es la realidad en las urnas, más borroso parece el espejo en el que algunos se miran.