UNA AMISTAD CIRCUNSTANCIAl DE KOLDO CON SÁNCHEZ
El presidente del Gobierno ha declarado que su relación con Koldo García, principal investigado en la presunta trama de corrupción actualmente bajo investigación judicial, fue meramente "anecdótica". Esta afirmación busca distanciar a Sánchez de un escándalo que salpica a su entorno político, ya que Koldo García está acusado de haber amañado contratos públicos para enriquecerse durante los momentos más críticos de la pandemia.
Sin embargo, las declaraciones del presidente generan ciertas dudas y suspicacias. Aunque Sánchez sostiene que su vínculo con García fue casual y de poca relevancia, se sabe que Koldo desempeñó un papel relevante durante las primarias del PSOE: fue el encargado de custodiar los avales que respaldaban la candidatura de Pedro Sánchez a la Secretaría General del partido, proceso en el que obtuvo el apoyo de más de 50.000 militantes.
Resulta, cuando menos, llamativo que una persona de perfil operativo —descrita en ocasiones como guardaespaldas o asistente logístico— tuviera en sus manos una tarea de tal importancia política y simbólica. Este hecho contradice la idea de una relación meramente circunstancial, ya que la custodia de avales implica un nivel de confianza y cercanía que difícilmente puede calificarse de “anecdótico”.
En consecuencia, la versión ofrecida por el presidente deja abiertas diversas incógnitas sobre el verdadero grado de relación entre ambos y sobre los mecanismos internos de poder y confianza dentro del PSOE. Más allá de la investigación judicial, el caso plantea interrogantes políticos y éticos sobre la gestión de responsabilidades y la transparencia en torno a figuras cercanas al Gobierno durante la pandemia.

