ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

martes, 25 de julio de 2023

El conflicto catalán. Solución:no hacer nada. Os dejo dos artículos de Ricardo Dudda que lo resumen muy bien

LA JUGADA MAESTRA DE SÁNCHEZ

Ramón Palmeral /Nuevo Impulso.net 





 

 

 

La jugada maestra de Pedro Sánchez (que le ha salido bien), ha sido la de inventarse a un enemigo: satanizar al centro-derecha del PP y a la extrema derecha de Vox (como enemigos de España, como nazis y franquistas, no constitucionalistas), adjudicándoles retrocesos sociales. A Pedro Sánchez le darían el Premio Nobel de los mitineros excepcionales y mentirosos. Tras el 28 M estaba hundido como un Quijote apaleado, y de pronto surgió el mitinero y manipulador de la verdad y se puso la camisa azul vaquera de obrero como la cazadora de pana de Felipe González y, se lanzó al ruedo de las auto-entrevistas en las televisiones para el voto cautivo, y movilizó los sentimientos filo socialista-comunista de los barrios más paupérrimos (gracias al poder de las televisiones -de lo contrario no hubiera sido posible tanta inmediatez), de rechazo hacia la derecha asimilándolos al franquismo, que ya no existe como culpables de sus desgracias, y encima convocar elecciones el 23 Julio durante las vacaciones, sin darle tiempo a las comunidades autónomas a organizarse, y para incomodar a los "vacacionistas" con una parte de voto por Correo. Muchos jóvenes que han viajado al extranjero por estudios y másteres no han votado.

 Lo peor de todo, es que, el votante de clase trabajadora se lo ha creído, no lo ha analizado y le han perdonado todos sus desmanes anteriores (indultos a los del procés, la Ley del sí y es sí y la libertad de violadores, o que gobierne con los que no quieren a España etc, et...) y le ha funcionado su juego de caderas en el ring electoral culpando a otros de su males, y podría gobernar con otro gobierno "sancheztein" por otros cuatro años (lo dudo), aunque no podrá aprobar leyes orgánicas ni presupuestos generales porque en el Senado, el PP ha obtenido mayoría. Pero la democracia es así: un circo mediático de ingenuos, y durante estos próximos años nos vamos a entretener. Sin embargo, Pedro Sánchez, ha caído en su propia trampa: el león de las mentiras está encerrado con las patas trabadas. Podría formar gobierno, pero no puede gobernar. Al final todas las mentiras e incompetencias saldrán a la luz y la cordura reinará entre las ciénagas del poder, y acabará el banquillo de los reservistas. 

 La prudencia hija del fracaso 

Por otra parte, Feijóo y Abascal han sido muy prudentes y no le han insultado en campaña, como ellos (Sánchez y Yolanda) sí lo hicieron. Y el Debata a Tres -sin Feijóo- les vino muy bien, en una balanza trucada y desequilibrada en campo local. Pensó Feijóo, con error, que tras el "Cara a cara" el enemigo estaba vencido, pero no, aún palateaba y se levantó como un Anteo mitológico con el "Manuel de resistencia" adulterado en la boca cuál cuchillo de pirata. Detrás del niño travieso de España está la madrasta Europa con el látigo levantado. 

 Leer la siguiente NOTA DE- ALICANTE PLAZA de.25/07/2023 "La batalla sobre la movilización del electorado que se planteaba en las elecciones generales de este domingo tiene en el PSOE un claro vencedor en la ciudad de Alicante. El mensaje del partido de Pedro Sánchez sobre la necesidad de frenar la ola del centro derecha y de la extrema derecha que se había alzado el pasado 28 de mayo caló hasta tal punto entre los alicantinos que la candidatura socialista acabó sumando más de 13.000 votos nuevos respecto a los obtenidos por las mismas siglas en los comicios autonómicos y municipales (todo, además, con cifras aún provisionales, ya que siguen sujetas a la incorporación de los votos de los españoles residentes en el extranjero)"

NOTA de Ramón Gómez Carrión en Hoja del lunes de Alicante:

"Los separatistas catalanes, como los vascos, van a la suya. Y Sánchez, a perpetuarse en la Moncloa traicionando a España y a millones de españoles, sobre todo a los asesinados por ETA, entre ellos a doce dirigentes socialistas, entre ellos un exministro de Zapatero, Ernest Lluch. Y los grandes traidores, ZP y Sánchez, llaman a Otegui hombre de paz. Pero Sánchez no trata de aliarse con el PP que ha ganado las elecciones, formando un Gobierno sólido de salvación en momentos difíciles. No. Está enloquecido. Quiere su ‘juguete de presidente’ y nada más que eso, aunque tenga que humillarse y humillar a España ante comunistas, filoetarras y separatistas catalanes y vascos. Triste, muy triste, para España. Este necio, soberbio y traidor, no reconocerá que ha perdido las elecciones y que las ha ganado Feijoo. Podría conformarse con ser vicepresidente, pero no, quiere seguir de presidente aliándose con el diablo. Terminará en el infierno y que tenga cuidado Lucifer no le quite la presidencia. Un abrazo".

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Sobre el conflicto catalán es un invento de los nacionalistas independentistas catalanes y vascos  para vivir de las rentas de un  sentimiento utópico que se viene arrastrando desde el siglo XIX. 

"La solución definitiva para el conflicto catalán: no hacer nada" de Ricardo Dudda

«La insistencia en 2022 de que el problema es político y su solución es estrictamente política implica un olvido intencionado de lo que ocurrió en 2017»

Opinión / The Objetive


Sobre lo que quieren decir los políticos nacionalistas y sus compañeros de viaje cuando hablan de «desjudicializar el conflicto catalán» ya escribió muy acertadamente Juan Claudio de Ramón en su imprescindible Diccionario de lugares comunes sobre Cataluña: Breviario de tópicos, recetas fallidas e ideas que no funcionan para resolver la crisis catalana (Deusto, 2018): «Judicializar la política significa […] vivir en un Estado de derecho. Y vivir en un Estado de derecho significa no vivir bajo el arbitrio de nadie. Pretender que la política es una actividad privilegiada, extramuros de la jurisdicción de la justicia, con venia para desplegarse al margen de las leyes, es tanto como liquidar el pluralismo político, que sólo puede darse bajo un marco legal común y vinculante para todos. No poder judicializar la política significa que la justicia está politizada y es de parte: queda destruida la confianza del ciudadano en su Estado, basada en la certeza de que éste tiene límites que no puede desconocer sin castigo». 

Lo peor no es el uso fraudulento de esa idea por parte de los independentistas; al fin y al cabo, su concepción de la política es plebiscitaria y populista. Cuando piden «desjudicializar» la cuestión, lo que reivindican es simplemente la impunidad, una especie de carta blanca para poder practicar todas las veces que quieran y sin consecuencias sus proyectos de construcción (con piezas de Lego) nacional. Lo realmente indignante es cómo partidos como el PSOE le compran la mercancía averiada. El Gobierno central ha firmado con el Govern un «acuerdo para superar la judicialización y reforzar las garantías». Superficialmente, parece una obra maestra de retórica vacía. En parte lo es. Está lleno de eufemismos y vaguedades («apuesta por el diálogo y la negociación como vía para la resolución del conflicto político y la profundización de la democracia»). Pero detrás de ellos hay concesiones retóricas importantes (que luego se traducen  siempre en concesiones reales), si bien no son nuevas. 

«Lo que el independentismo le está pidiendo al Gobierno, y éste le está prometiendo, es que hará todo lo posible para que una cincuentena de procesados por delitos conexos con el 1-O no se siente en el banquillo»

El acuerdo habla de «avanzar en el diálogo y la negociación superando y poniendo fin a la dinámica y los efectos de la judicialización». En esencia, lo que el independentismo le está pidiendo al Gobierno, y éste le está prometiendo, es que hará todo lo posible para que, como ha escrito José Antonio Zarzalejos, «una cincuentena de procesados por los juzgados de Barcelona por delitos conexos en la asonada del 1-O no se siente en el banquillo. [Aragonès] le exige a Sánchez que la Fiscalía retire y/o modere las acusaciones y que en caso de condena —que las habrá— vuelva a utilizar el derecho de gracia».

La insistencia en 2022 de que el conflicto catalán es político y su solución, por lo tanto, es estrictamente política implica un olvido intencionado de lo que ocurrió en 2017. En su libro, Juan Claudio de Ramón cita las palabras del federalista canadiense Stéphane Dion, que en una charla en Barcelona en 2010 alertó de los peligros de una estrategia de «contentamiento» con los nacionalistas. Me interesa especialmente el último punto de su intervención: «La estrategia del contentamiento corre el riesgo de liberar a los líderes secesionistas de la carga de la prueba en cuanto a la oportunidad y a la viabilidad de su proyecto, y de transferir toda esta carga a los defensores de la unidad nacional. Éstos tienen que asumir la responsabilidad de llevar a cabo las grandes reformas que solucionarán todos los problemas, así como la carga de la prueba. Se elude toda reflexión y toda discusión sobre el porqué y el cómo de la secesión. [Los líderes secesionistas] pueden contentarse al repetir: ‘puesto que los federalistas no han llevado a cabo la gran reforma, nos marchamos’». Cuando el Gobierno dice que hay que hacer política, que hay que hacer algo para solucionar el conflicto, y critica a quienes no hicieron nada en el pasado, está asumiendo el marco equivocado: que si no haces nada para resolver el conflicto, eres en cierto modo culpable de él. Los sucesivos gobiernos que intentan hacer «algo» siempre creen que la pelota está en su tejado; es algo que fomentan los independentistas y compañeros de viaje: te toca mover pieza, gobierno central. Pero el gobierno central no debería hacer absolutamente nada. Sueño con un líder político nacional que proponga no mover un dedo para resolver el conflicto catalán.

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Otro articulo de Ricardo Dudda sobre el conflicto vasco

"ETA ya no mata" palabras de Pedro Sánchez, 26 de julio del 2022

«A la izquierda abertzale post-ETA se le ha exigido muy poco en su tránsito a la política institucional y la normalización»

Opinión
4 comentarios

Es obvio que ya no mata. Pero la insistencia en que ya no lo hace es a menudo una manera de justificar todo lo que hacen sus herederos políticos. Es lo que hizo el otro día Pedro Sánchez en respuesta a Inés Arrimadas en el Congreso, durante el Debate sobre el estado de la Nación: «Tengo una mala noticia para ustedes: ETA ya no existe». En la izquierda sigue presente la idea de que a la derecha le gustaría que volviera ETA a la violencia para así poder tener a la banda terrorista de enemiga. Es una idea cínica y perversa. La derecha, según esta tesis, no quiere mirar al futuro y asumir que ETA ya no mata. Y como ya no mata, no hay nada más de lo que hablar. ¿Los ongi etorris? No sé de qué me habla. ¿Las Herriko Tabernas? Tampoco. ¿»Condenamos todas las violencias»? Nada de lo que hablar. Para un sector de la izquierda, incluso criticar el supremacismo inherente a la ideología abertzale es algo inaceptable, es no aceptar que ETA ya ha desaparecido. 

El uso de la violencia en defensa de unas ideas ya las invalida; pero una mala idea es mala incluso aunque se defienda pacíficamente. Parece que como la izquierda abertzale ya no justifica secuestros y asesinatos sus ideas son inmediatamente aceptables. A la izquierda abertzale post-ETA se le ha exigido muy poco en su tránsito a la política institucional y la normalización: la renuncia de la violencia política, y nada más. Cuando alguien señala la inmoralidad de Bildu, siempre sale algún listillo que responde: ¿es que prefieres que sigan matando? Qué concepción más pobre y siniestra tenemos de la democracia si pensamos así. 

«Defender como un logro que ETA ya no mata también fue útil durante un tiempo, pero no podemos quedarnos ahí»

Claro que ETA ya no mata. ¿Quién no se alegra de eso? (Posiblemente más gente de la izquierda abertzale de la que nos gustaría). Pero sus ideas siguen vivas. El otro día, en el homenaje a Miguel Ángel Blanco en Ermua, Pedro Sánchez dijo: «Si hoy España y Euskadi son dos países libres…». Como ha escrito Rubén Sáez Carrasco, es «la victoria simbólica del lenguaje a cambio de unas migajas». En Euskadi no ha habido una «desnazificación». Hemos comprado el relato de que como ETA ha desaparecido, sus ideas también. Como si ETA no tuviera una historia, unos referentes, como si hubiera sido simplemente una explosión nihilista de violencia sin arraigo en el territorio. 

Luego está la cuestión del olvido. Hay que olvidar una banda terrorista que hace apenas catorce años (en las elecciones de 2008) mató a un concejal en unas elecciones generales. En cambio, no hay que olvidar lo que ocurrió en 1936. En realidad no hay que olvidar ni una cosa ni la otra, pero llama la atención el esfuerzo de abstracción y viaje en el tiempo que hacen muchos para no tener que juzgar lo que vivimos en nuestras carnes (es un poco parecido a quienes son expertos en Orbán pero miran a otro lado cuando pasa algo parecido cerca). Es algo que ha señalado Juan Claudio de Ramón: «Los mismos partidos que no aceptan un reparto de culpas durante la Guerra Civil, desean repartirlas en el caso de Euskadi, donde sí procede hablar de ‘conflicto’, ‘bandos’ y de ‘superar todas las violencias’; en una balanza, la fuerza legal e ilegal que el Estado democrático ejerció reprimiendo los crímenes de ETA pesaría lo mismo que la violencia terrorista. Incluso quienes en su fuero interno dudan de esta nivelación se avienen a usar un lenguaje equiparador para facilitar la ‘convivencia’ en el ‘tiempo nuevo'». 

El pacto de silencio de la Transición fue útil durante un tiempo. Ya somos una democracia madura. Podemos hablar de la guerra civil. Defender como un logro que ETA ya no mata también fue útil durante un tiempo. Pero no podemos quedarnos ahí. ETA tenía unas ideas. Vamos a debatirlas y ver si siguen implantadas en la sociedad donde surgieron.

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Notas y recopilaciones de Ramón Palmeral, Alicante, 25t de julio 2023

 Puigdemont que debería esta en la cárcel por 30 años, vuelve  a escena tiene ahora , sus 7 diputados son decisivo para gobernar España. Esto pasa por ser blando y no rematar la jugada de 155.

Ahora dice el PNV que no votarará a Feijóo con Vox. Dentro de un tiempo estos bisagras dirán otra cosa.