ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

martes, 18 de julio de 2023

La Guardia Civil de Alicante durante la Guerra Civil. 87 años del inicio de la Guerra Civil

 Hoy en 18 de julio de 2023. Hace 87 años del inicio de la Guerra Civil

                        Acta de la Guardia Nacional Republicana (Nuevo nombre de la Guardia Civil)

 

 

 Antecedentes

Se da la paradoja de que en los convulsos años treinta la Guardia Civil había soportado los ataques de los sectores sociales más proclives a la República y, sin embargo, más de la mitad de la plantilla de la Guardia Civil había servido en el bando republicano durante la guerra. Esto no era un gran mérito ante los vencedores, lo que ocasionó que el nuevo régimen mirase a la Guardia Civil con recelo, pues se la consideraba responsable del fracaso del golpe militar en las ciudades más importantes como Madrid, Barcelona y Valencia, hasta el punto de que el general Francisco Franco barajó la posibilidad de su disolución.

Al final, dando un final “salomónico” a la crisis, el 15 de marzo de 1940 se promulga una Ley fundamentada en dos pilares básicos: la integración del Cuerpo de Carabineros, al que se pone fin tras 111 años de servicio ininterrumpido, en la Guardia Civil; y la adscripción de gran número de jefes y oficiales del Ejército especialmente en los Tercios de Costas y Fronteras cuyo objeto era la defensa frente al exterior. La creación de un Estado Mayor dentro de la estructura orgánica del Cuerpo formado exclusivamente por oficiales del Ejército de Tierra, por Orden de 8 de abril de 1940, hace depender más pronunciadamente a la Guardia Civil de éste.

Con el nuevo Reglamento Militar de 23 de julio de 1942 se configura a la Guardia Civil como un Cuerpo de Ejército, totalmente integrado en éste. Para potenciar la formación de los cuadros de mando se crea en 1942 el Centro de Instrucción y para formar a los guardias de nuevo ingreso, seis Academias Regionales que más tarde se reducirán a tres: Úbeda, El Escorial y Sabadell.

  José García Aldave y Mancebo. Gobernador Militar de la provincia de Alicante durante el levantamiento militar del 18 de julio de 1936. 

Valdés Casas era el Gobernador Civil, que en caso de que triunfara el Alzamiento Nacional el 18 de julio según ordenes  que, debían venir de Valencia y no llegaron, sería sustituido por el comandante Ballenilla de la Guardia Civil. Nota de Prensa Información: (En la ficha de Estadística figura como nombre de la calle «Capitán Fernando Ballenilla (Alicante,1924-Valencia,1950)» y como descripción «Teniente de la Guardia Civil, muerto por los maquis de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón». Asimismo, se añade como dato que su padre fue comandante de la Guardia Civil, sublevado en 1936, juzgado y fusilado por ello.)

José Antonio Primo de Rivera , jefe de la Falange, y su hermano Miguel se hallaban en la cárcel de Alicante. Alicante y el Hotel Victoria convirtió en un centro de falangistas venidos de Madrid. Trataron de rescatarlo des Elche y Orihuela. Era una patata caliente para el Frente Popular.

García Aldeva. En julio de 1936 se encontraba destinado en Alicante como comandante militar de la plaza y al frente de la 6.ª Brigada de Infantería, perteneciente a la III División Orgánica.​ Al estallido de la Guerra Civil, García-Aldave no se sublevó contra el gobierno, pero mantuvo una posición indecisa frente a la rebelión militar.​ Ordenó a las tropas bajo su mando que se acuartelaran, aunque permitió el envío de una columna para combatir a los sublevados en Almansa.​ García Aldave se mantuvo indeciso​ y a la espera de lo que decidiera el comandante de la III División Orgánica, el general Fernando Martínez-Monje Restoy.​ Cuando el 20 de julio se reunió con el presidente de las Cortes, Diego Martínez Barrio, le manifestó que era fiel a la República pero que nunca se pondría frente a sus «hermanos de armas».​ Finalmente, el 23 de julio, ante su actitud dudosa, las autoridades republicanas destituyeron a García-Aldave y lo recluyeron en el Hotel Samper junto a otros oficiales sospechosos.​

García-Aldave fue juzgado por un tribunal republicano,​ condenado a muerte y fusilado el 13 de octubre de 1936,​ junto a otros ocho oficiales rebeldes. 

No olvidemos la ejecución de José Antonio Primo de Rivera en la prisión de Alicante el 20 de noviembre de 1936. 

 

 


 

El teniente coronel Luis Belda Mata, del regimiento de Tarifa 11 Alicante, y 22 militares de la UME   fueron detenidos por los republicanos, posteriormente asesinado por su implicación en la rebelión. (Se ha eliminado todo referencia a este militar).

Al igual que en Alicante la primera medida fue el acuertelamiento de la tropa del Regimiento Vizcaya 12, pero entre la oficialidad La frase literal está tomada de Joaquín Arrarás: Historia de la Cruzada Española, volumen.V, tomo 26. Madrid, 1942. El detalle de la famosa entrevista está extraída de la prueba testifical escrita que el propio Martínez Barrio hizo para el Tribunal Popular que juzgó al
general García Aldave. La cita se corresponde bastante fielmente con lo que trascribió la
prensa en su momento. Véase El Luchador, 9-10-1936. Tanto Valdés Casas como el propio
General Aldave mencionan la entrevista en sus declaraciones ante el Tribunal Popular.
Como es lógico, en su defensa García Aldave argumenta ante el Tribunal que el Presiden-
te de las Cortes, en aquel momento Presidente de la Junta Delegada del Gobierno para
Levante, le pidió «neutralidad».

"algunos jefes su compromiso con el movimiento era tan decidido que en la misma noche patrullas de militares comienzan a detener en plena vía pública a civiles que merodean el cuartel. Grupos de falangistas alcoyanos  se concentran para colaborar, llegando a penetrar en el interior del cuartel para encuadrarse en las compañías que saldrían a la calle al declararse el estado de guerra. Todo ello hace pensar que entre los oficiales golpistas había ya una estrecha relación con la Falange. Así parece el caso de los más comprometidos, los tenientes Camilo Candela, José Gómez y Luis Belda. El coronel del regimiento, Santiago Pérez Frau, un hombre débil, se ausenta del cuartel aduciendo enfermedad, pero seguramente por incapacidad de mando en aquella tensión extrema. La dirección efectiva del cuartel estaba en manos del teniente coronel Luis Belda Mata, partidario de la sublevación   pero a la espera del bando de guerra que debía dictarse en Valencia".

 Los barcos prisión de la República Río Sil, España 3 y Jaime I

La CNT se incautó de edificios importantes como en Alcoy, Orihuela, Alicante y Novelda (Casa placiega de Gómez-Tortosa). Se asaltaron cuarteles de la Guardia Civil para apoderarse de sus armas. Un alto porcentaje las entregaron inutilizadas, y se entregaron a las hordas milicianas. Que en venganza los detuvieron el el barco prisión Río Sil y España 3 del puertos de Alicante y Cartagena. Prisiones y ejecuciones para gente de derecha católicos, burgueses, religiosos y guardias civiles.

La Comandancia de Alicante no estaba donde esta hoy, en calle San Vicente, este edificio fue ocupada en  1942.

El general Martínez-Monje de la III Región Militar de Valencia. Al tenerse noticias de la sublevación,  ordena a su guarnición en Valencia, Castellón y Alicante que se encierre en sus cuarteles, al tiempo que manifiesta la lealtad de sus tropas al gobierno de la República. Al producirse las primeras medidas de resistencia, como la huelga general o la petición de armas para el pueblo, Martínez Monje se opone a ellas. Se inicia una situación tensa, con los cuarteles rodeados de milicianos y las tropas encerradas en los cuarteles. Durante estos días Martínez Monje duda en sublevarse o no.​ El día 20 de julio llega a Valencia el presidente de las Cortes, Martínez Barrio, quien conseguirá mediar entre el ejército y las milicias, para que Guardia Civil entreguen las armas. Finalmente, desde el día 29 de julio al 2 de agosto, serán asaltados los cuarteles valencianos, donde generalmente milicianos y militares confraternizaron, y no se producirán importantes combates. 

 

El Jaime I, en Cartagena y Almería

Entre los días 13 y 14 de agosto llegó a la base naval de Cartagena el acorazado Jaime I. Para entonces, los presos llevaban casi un mes de confinamiento en la bodega de los buques. Poco después, los barcos-prisión zarparon del puerto y los presos fueron asesinados en alta mar entre el 15 de agosto y el 16 de agosto.​ El total se produjeron 52 muertes en el Río Sil y 159 en el España número 3.​ Otras fuentes barajan la cifra de 214 muertos.

Se ha afirmado que el asesinato de estos prisioneros respondió al clima de exaltación y crispación reinante en contra de los sublevados y al bombardeo aéreo previo del susodicho acorazado republicano Jaime I,​ así como que contó con un apoyo significativo por parte de masas populares.7

Según el historiador Michael Alpert, en el caso del Río Sil los prisioneros fueron arrojados vivos al mar lastrados con grilletes​ También según este historiador los dos buques prisión no fueron asaltados sino que recibieron la orden​ del nuevo comandante del Arsenal, Manuel Gutiérrez Pérez, de salir al mar para poner a salvo a los presos a causa del asesinato en la calle la noche anterior de diez oficiales que habían sido desembarcados para conducirlos al penal en espera de ser juzgados.

Bibliografía consultada

 Archivo Historio Provincial de Alicante