MUJERES
PINTORAS EN ALICANTE A FINALES DEL XIX
Laura García
Giner: pintora alumna de Lorenzo Casanova
Ramón
Palmera/Pintor y escritor
El tema de la mujer en la pintura nunca ha sido bien tratado, no se le
dio el mérito que tenían respectos a los hombres, ni en España ni en otros
países. Además,
entre el último cuarto del siglo XIX y el primer cuarto del siglo XX se
realizaron exposiciones femeninas, como por ejemplo las de París desde 1882 a
1914. Posteriormente, en Barcelona en 1896, se celebra La Primera Exposición
Femenina en la Sala Parés, siendo la primera ciudad española en realizar
una muestra de arte por féminas.
A finales del XIX, el pintor alcoyano Lorenzo Casanova instaló una
academia en su casa del Doctor Gadea, daba clases a niñas de la alta sociedad separada
de los varones, como la Academia Julian en París. Prácticamente todos los alumnos de
Casanova fueron hombres. Sin embargo, sabemos que el pintor alcoyano también
formó a mujeres, como a Laura
García Giner (que era como firmaba sus obras, pues su segundo apellido de
soltera era Hoppe), esposa del pedagogo andaluz Hermenegildo Giner de los Ríos, quien fue catedrático de Enseñanza
Secundaria en Alicante durante los últimos años del siglo XIX, se habían casado
sobre 1885 y tenían dos hijos Gloria y Bernardo. Fue alumna de Cristobal Ferriz y Sicilia, de Joaquín Sorolla y de Lorenzo Casanova.
Otra de las alumnas fue Matilde Gamarra,
única mujer que consta en los registros de solicitudes de becas artísticas de
la Diputación de Alicante. Antonia Pando
y Elena Verdes, que progresaron
fuera de Alicante, recibieron críticas desiguales respecto a los pintores tras su regreso a su
ciudad natal.
Laura
dibujaba y pintada por su proximidad a la Institución Libre de Enseñanza, un
proyecto pedagógico que se desarrolló en España durante más de medio siglo XIX
y primeros del XX y que tuvo una importante repercusión en la vida intelectual
española.
Laura García
de Hoppe, apellido de
soltera nació en Málaga el 21 de agosto de 1853, falleció en el exilio de Nueva York en 1946, hija de Laureano García Fiel y de Josefa Hoppe
Rute, y estuvo emparentada con la familia Giner de los Ríos de la Institución Libre de Enseñanza. Fue una
pintora y escritora.
En
la Exposición de Bellas Artes de 1894 organizada por Casanova, Diputación, Ayuntamiento
y la Sociedad Económica de Amigos del País en Alicante expusieron varias pintoras como Laura García de Giner que recibió
Mención Honorífica, Marta Mallié
(natural de Cette, Francia), de Madrid acudieron Emilia Alejandro y Robles e Isabel
Baquero y Rosado, desde Cádiz asistió Elena
Álvarez de Cortázar (natural de Manila), Fernanda Francés de Valencia y María
Lomellino desde Palma de Mallorca.
En
1898 participó en la Tercera Exposición Femenina de la Sala Parés de Barcelona
con dos obras: “Paisaje” y “El timbaler”. Un año después, y en la misma sala,
expuso la obra titulada “Gladiador muerto” de 1898, estaca el estudio del
escorzo anatómico.
Hermenegildo
Giner de los Ríos fue destinado a Alicante a un Instituto de Enseñanza Secundaria,
antes lo estuvo en Burgos, Guadalajara, y después a Barcelona. Entre 1908 y
1918 fue diputado a Cortes siempre por Barcelona por el Partido Republicano
Radical, de cuyo ayuntamiento llegó a ser concejal en 1903.
Lo
que podemos constatar es que Laura era la esposa de un destacado pedagogo y
político. Destacó más como escritora que
como pintora. Como escritora, publicó la
novela La samaritana (en la popular "colección Diamante" y que
más tarde aparecería como folletín por entregas en el diario portugués Correio
da Noite) y El hogar el trato social (Barcelona, 1907), obra
pedagógica de tendencia feminista.
Laura
formó parte de la élite intelectual de su época y llevó a cabo en España una fructífera labor
educativa, filológica, artística,
literaria y siempre en favor de los derechos de las mujeres. Al quedar
viuda 20 de agosto de 1923, se fue a
vivir con su hija Gloria casada con Fernando de los Ríos Urruti, catedrático de
derecho, tras proclamarse de la Segunda República ocupó el
cargo de ministro de Justicia y meses después el de Instrucción Pública.
Posteriormente, fue nombrado embajador en los Estados Unidos, permaneciendo al
frente de la legación republicana hasta el final de la guerra en 1939, pasando
entonces a ejercer como profesor en la New School for Social Research de Nueva
York, ciudad en la que fijó su residencia hasta su fallecimiento.