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Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

jueves, 25 de marzo de 2021

El autor del censo del callejero de Palma de Malloca desmiente al alcalde

 


El autor del censo del callejero de Palma de Malloca desmiente al alcalde

Dice ahora que el cambio es porque se rotularon durante el franquismo 

Palma Actualizado: 

El sonrojante error histórico del PSOE de Palma al acusar de «franquistas» a tres héroes españoles del XIX

¿Cuáles son los motivos para borrar una docena de calles de Palma por ser «franquistas»?El Ayuntamiento del socialista José Hila se escuda en un informe del Govern balear que dice, entre otras cosas, que las calles de Churruca o Gravina no se refieren a los héroes de la batalla de Trafalgar sino a los barcos sublevados.

Sin embargo, las actas del propio consistorio, difundidas este lunes por varios historiadores, desmienten este argumento y dicen que los nombres se pusieron a los marinos y no a los buques franquistas. Tras el renuncio, el autor del informe, Marçal Isern, ha reconocido que el principal motivo por el que incluyó estos nombres en el Censo de Simbología Franquista de la secretaría autonómica de Memoria Democrática y Bon Govern es que las rotuló «un ilegal ayuntamiento franquista». «Es agotador tener que defender que los acuerdos plenarios de una dictadura son ilegales e ilegítimos», afirmó Isern en su cuenta de Twitter.

El sonrojante error histórico al acusar de «franquistas» a tres almirantes del siglo XIX –Churruca, Gravina y Cervera– ha forzado a Isern a dar explicaciones. «¿Dónde pone que es por los barcos franquistas?», le preguntó el periodista y doctor en Historia, el mallorquín Manuel Aguilera, a través de Twitter. A lo que él respondió: «El motivo principal de su inclusión en el censo fue por haber sido rotulado el año 1942, por un ilegal e ilegítimo Ayuntamiento franquista» que «no tenía en mente la democracia precisamente a la hora de hacer cosas».

Sin embargo, tal y como apunta el doctor en Historia y divulgador cultura Daniel Aquillué la marinería de Gravina y Churruca permaneció leal al gobierno electo de la II República en julio de 1936, combatiendo contra los sublevados franquistas. Eso significa que, «a pesar de que se les pusiera el nombre un ayuntamiento franquista, en Palma se va a quitar la calle a marinos ilustrados y buques republicanos que combatieron al franquismo», argumenta con gran asombro.

Ante la polémica y las incongruencias defendidas, el propio Isern reconoció que «todos cometemos errores durante nuestras investigaciones y que realizar este censo no fue fácil, dada la complejidad y abasto de este trabajo».

Sobre la eliminación de la calle Toledo, el autor del censo argumenta que «no es por Toledo actual; es de Moscardó la gesta del Alcázar» y sostiene que los nombres elegidos lo eran «por buenas razones propagandísticas y políticas, como Berlín o Lisboa». Extiende este argumento a las calles Vía Roma, Argentina, Alemania o Portugal. «¿También habría que poner Roma de Mussolini, Argentina de Perón, Alemania de Hitler o Portugal de Salazar? No sabemos leer los mensajes ideológicos que nos dejó el franquismo en la toponimia, mal vamos. Y éste es el problema», apunta.

Este argumento, sin embargo, fue refutado en 2019 por los expertos de la Comisión Técnica de Memoria y Reconocimiento Democrático, que argumentaron que los nombres de Vía Roma y las Avenidas Portugal y Alemania habían perdido la connotación fascista que les dio origen. Siguiendo este criterio, habría sido posible mantener varias de las calles ahora retiradas por el consistorio palmesano. Entre ellas se encuentra la dedicada a Toledo, que ha generado un conflicto entre ambas ciudades. La alcaldesa de la capital castellano-manchega, la socialista Milagros Tolón, mostró su «descontento» con la decisión de retirar el nombre de Toledo del callejero de Palma y ha propuesto al alcalde José Hila que dé marcha atrás y Toledo siga teniendo una calle en la capital balear como Ciudad Patrimonio de la Humanidad. A raíz de esta petición, el Ayuntamiento de Palma ha decidido retirar la placa de la calle Toledo en el barrio de Son Rapinya-Sa Vileta, pero buscará una ubicación para poner una nueva calle Toledo, que ahora sí no será considerada franquista.

Calle para una anarquista

Mientras tanto, operarios del Ayuntamiento de Palma han empezado este martes a sustituir las placas de las doce calles afectadas, que ahora tendrán nombres de cartógrafos medievales, músicos, poetas o políticas de la II República, como la anarquista Federica Montseny, primera ministra en España.

El Ayuntamiento, gobernado en coalición por PSOE, Podemos y los nacionalistas de Més, no ha ocultado su fijación por la figura de Joan March. La calle que hasta ahora le daba nombre al magnate mallorquín, una de las principales arterias de la ciudad, ha sido la primera en cambiar de nombre y se denomina ahora Avenida Gran i General Consell, en recuerdo del máximo órgano político administrativo del Reino de Mallorca fundado en 1249.

Según Llorenç Carrió, regidor de Educación y Política Lingüística y responsable de Memoria Histórica en el Ayuntamiento de Palma, había que cambiar estos nombres porque respondían a un interés de «militarizar» la ciudad y de ponerla «al servicio del régimen» franquista. «Hace referencias a episodios de la Guerra Civil y lo que hemos hecho es cumplir la Ley y revisar la intención implícita que había detrás del nombre de estas calles», enfatizó en declaraciones al programa Els Dematins de IB3 TV.

Con esta medida, el Ayuntamiento de Palma asegura que busca el objetivo de avanzar en democracia e igualdad, así como cumplir con la Ley de Memoria Democrática de 2018 y la «obligación moral» de eliminar estos símbolos de los espacios urbanos de Palma. «Todos los que estamos aquí presentes nunca pactaríamos con fascistas. Por eso seguimos cambiando nombres de calles, abriendo fosas e identificando los cuerpos para poder devolverlos a sus familias», defendió el alcalde José Hila este lunes.

El alcalde suprimirá la calle Gabriel Rabassa, que él mismo inauguró en 2008 cuando era regidor del Ayuntamiento comandado por la socialista Aina Calvo, actual delegada de Gobierno en Baleares. En aquel momento, Hila consideraba que «había motivos de sobra» para ponerle a esta calle el nombre del creador de la Escuela de Hostelería de Baleares y del Museo Marítimo.

Trece años después, destaca que esta calle fue «impuesta» [por el gobierno socialista] y que Rabassa «fue responsable de las Milicias de Falange Española a las Islas Baleares y delegado de Cultura del Movimiento Nacional».

 

La familia Cervera desmonta las mentiras históricas usadas para quitarle la calle al Almirante en Palma

Como ha demostrado Daniel Aquillué, doctor en Historia y especialista en el siglo XIX, acudiendo a las actas, las calles recibieron durante el periodo franquista el nombre por los almirantes, «gloriosos caídos por Dios y por España en el campo del honor», y no por los buques como asegura el alcalde

Actualizado:

La sociedad española se ha acostumbrado a que los periódicos ocupen en los últimos años sus primeras páginas con asuntos de tan rabiosa actualidad –véase con ironía– como la conquista de México, la Reconquista, la Guerra Civil o la batalla de Trafalgar. En un regreso al pasado propio de un Marty McFly algo trasnochado, algunos políticos españoles se están valiendo de todo tipo de instrumentos a su alcance para llevar el debate muy lejos de las cuestiones inmediatas que, en medio de una grave crisis económica y sanitaria, suenan más urgentes que si tal calle tiene nombre de buque franquista o de marino ilustrado...

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Ignorancia, odio a los español en Baleares, le sigue a la zaga a Cataluña.