ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

lunes, 8 de septiembre de 2025

Después de las vacaciones, Pedro Sánchez comprobó que “el dinosaurio seguía allí”.

 


Después de las vacaciones, Pedro Sánchez comprobó que “el dinosaurio seguía allí”. La frase, tomada del célebre microrrelato de Augusto Monterroso —“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”—, se utiliza como metáfora para señalar que, a pesar del paso del tiempo o de los cambios aparentes, un problema central permanece inalterable.

En el plano político español, esta metáfora puede aplicarse a varios frentes que continúan marcando la agenda. Sánchez presentará los presupuestos según dicta la Constitución, pero tras dos ejercicios con cuentas prorrogadas, se evidencia una dificultad estructural: no se puede gobernar indefinidamente sin consensos parlamentarios sólidos. A ello se suma la presión judicial y mediática, con casos como el de Cerdán, que continúa en prisión y simboliza las tensiones entre poder político y justicia.

En este escenario, la prioridad declarada por Sánchez no es tanto sacar adelante un proyecto político propio como evitar que gobierne la derecha. Esa visión revela una concepción de la política en clave defensiva, donde lo importante no es la alternancia —pilar de las democracias liberales—, sino la resistencia a que el adversario ocupe el poder.

El “dinosaurio”, en este contexto, podría interpretarse como la persistencia de ciertos problemas estructurales: la fragilidad parlamentaria, la polarización extrema, la desconfianza hacia la justicia y la ausencia de una cultura de alternancia normalizada. Cambian los discursos, cambian los gobiernos, pero lo fundamental sigue allí, sin resolverse.

Así, la expresión “el dinosaurio sigue ahí” no solo remite a la literatura universal, sino que se convierte en un recurso eficaz del lenguaje político y mediático para señalar aquello que permanece, pese a los intentos de cambio o de renovación.