EN EL REINADO DE LO BANAL
Tras muchos años y algunas décadas de estudio de la pintura
y de su práctica y enseñanza, y tras leer a personas muy importantes e
intelectuales y filósofos de prestigio internacional, todos los cuales que han
reflexionado sobre la belleza como perfección, la estética, la sensibilidad, lo
sublime, lo genial, lo que gusta y encanta y como se llega a un juicio objetivo
en la medida de lo posible, pues es inevitable la subjetividad, casi todos
llegan a una conclusión que es imprescindible el entendimiento, y este se adquiere
inexcusablemente con la práctica y estudio de esa disciplina, en este caso de
la pintura u otra de las artes plásticas, ya que sin esos conocimientos que da
la práctica, el que enjuicia o valora siempre se le escaparán multitud de
detalles, que al que domina plenamente las cuestiones técnicas no le pasaría, y
hay una muy buena observación de un gran filósofo y pensador que con muy buen
criterio considera que el juicio, para que sea más objetivo debe estar ausente
de heteronomía (concepto que se aplica a un ser que vive según reglas que le
son impuestas, que se soportan contra la propia voluntad o con cierto grado de
indiferencia), todas estas consideraciones previas me sirven para cargar la
responsabilidad de haber dado carta de naturaleza a tanta podredumbre en el
arte desde comienzos del siglo XX hasta nuestros días, donde cada vez con mayor
asiduidad en ferias y galerías de arte de todo el mundo se nos están vendiendo,
avaladas por el marketing, apoyado en supuestos entendidos, galeristas,
críticos, licenciados en historia, curadores o comisarios varios, entre los
cuales hay muchos diletantes intelectuales, con discursos que pocos entienden,
verdaderas falacias y banalidades absurdas, pura basura y degradación
artística.
Por eso queridos
amigos, no hay que aceptar al pie de la letra ni lo de todos estos individuos
que sólo persiguen ganar dinero y conseguir notoriedad, llegando a ser más
importante el discurso de estos que las propias obras que tratan de defender,
cosa esta que es cada vez más frecuente, intereses espurios por medio, y así
mismo tampoco debemos aceptar como si hubiera sido escrito ex cátedra todo lo reflejado
en los libros de historia del arte, pues se han cometido verdaderos desatinos e
injusticias, según quien haya escrito la historia, hay artistas que se lo
merecen y otros que a mi juicio ocupan un lugar inmerecido si somos rigurosos y
con fuerte agravio comparativo con ausencias muy notables.
Y a todo este
lamentable estado, del reinado de lo banal del anti arte y de la gran
especulación, los principales culpables son aquellos que ponderaron lo
imponderable , bien por interese espurios o por falta de entendimiento, y en
ocasiones por ambas lacras del arte, unido a una intoxicación de gente muy
prominente en el mundo del arte que se mueve sin escrúpulos y sin conocimiento,
dando por bueno, verdaderas obras que son basura que lo único que pretenden es
epatar como sea….y si no se vende ….pues se tira a la basura , que es donde
deben estar como sitio natural gran cantidad
de “realizaciones”.
En conclusión hemos
perdido los buenos valores de la sensibilidad por lo bello, por la calidad y
por la estética, y el personal ha sido intoxicado de forma torticera, dándole
carta de naturaleza al mal gusto.
Pintor artístico
Dirige la tertulia de Arte en la Asociación de Artistas Alicantinos
Alicante, marzo 2020





Mariano Rajoy se hace un selfie con un joven admirador en su reciente visita a València.

