Obra del pintor Gaspar de Crayer
Carlos V (nieto de los Reyes Católicos de España) fue coronado Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico por el Papa Clemente VII en la Basílica de San Petronio en Bolonia el 24 de febrero de 1530. Fue el último emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en ser coronado por un Papa. Posteriormente se celebró una procesión.
Contexto de la coronación

El Papa Clemente VII Medici y Carlos V acordaron la coronación imperial como medio para sanar los conflictos políticos y religiosos que habían dividido al mundo italiano y europeo y para alcanzar una "paz universal" en el Occidente cristiano que asegurara una defensa más eficaz contra la agresión turca que había llegado a las puertas de Viena en 1529. Los preparativos del encuentro entre los dos soberanos tropezaron con dificultades y retrasos debido al escepticismo del Papa ante las propuestas de Carlos V. Una de las preocupaciones, entre otras, era el lugar de este encuentro. El Papa Clemente VII prefería Roma, pero Carlos V eligió en su lugar Bolonia, dado que muchos romanos culpaban a Carlos del Saqueo de Roma (1527), llevado a cabo por sus tropas amotinadas. Este momento de conflicto extremo entre el Papado y el Imperio dio lugar a una intensa actividad diplomática durante 1529, un acercamiento de las partes adversas que allanó el camino para su encuentro en Bolonia.
Llegada de Clemente VII y Carlos V a Bolonia

Nobleza y laicos se prepararon durante los últimos meses de 1529 para recibir al Papa y al futuro Emperador con sus amplísimas comitivas. La ciudad se convirtió en una especie de teatro del mundo, donde se pusieron a prueba las habilidades artesanales y artísticas de los boloñeses. Fue una ocasión prestigiosa que recibió críticas positivas, aunque nadie había previsto que los invitados se quedaran tanto tiempo como lo hicieron. Clemente VII llegó a Bolonia el 20 de octubre de 1529, atravesando las tierras de su estado: las fuentes oficiales de la época escribieron que el Papa fue recibido espléndidamente, pero no sin reservas por parte del populacho, debido a los impuestos que impuso para montar una cruzada contra los turcos. Carlos V viajó por mar desde Barcelona a Génova y continuó por Piacenza, Reggio Emilia, Castelfranco Emilia y Borgo Panigale para llegar a Bolonia el 5 de noviembre siguiente: "... a su llegada el emperador hizo descargar toda la artillería, y en la plaza frente al Palacio del Podestá se instaló una fuente en forma de águila negra en medio de dos leones. El águila vertía vino tinto durante todo el día, uno de los leones vertía vino blanco y el otro agua. Y fue algo muy gratificante para el Landsknechte, que en las cercanías asó una pacala llena de diferentes animales con cuernos y patas de oro. Y desde la pacala se arrojaba pan, queso y carne...".[1] Tanto el Papa Clemente como el Emperador Carlos se alojaron en el Palazzo Pubblico, hoy Palazzo d'Accursio, en habitaciones contiguas que permitían a los soberanos y a sus principales representantes reunirse con frecuencia entre los distintos actos y ceremonias. El 30 de enero de 1530 se acordó la fecha de la coronación para el 24 de febrero siguiente (cumpleaños del emperador). La elección del lugar recayó en la Basílica de San Petronio, el edificio religioso más grande y espacioso, profundamente arraigado en la tradición de la ciudad de Bolonia.