ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

miércoles, 20 de agosto de 2025

"El saqueo de Roma" fue pintado por el valenciano Francisco Javier Amérigo en 1887, con el que ganó la medalla de primera clase.

 


Del saqueo de Roma, de Francisco Javier Amérigo y Aparici. 1887. (Museo del Prado, Madrid).

Francisco Javier Amérigo y Aparici (Valencia, 1842-Madrid, 1912) fue un pintor español.

Biografía

Amérigo y Aparici se formó inicialmente a la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, donde fue discípulo de Francisco Martínez Yago (padre de Salvador Martínez Cubells, con quién hizo amistad). Tiempo después se formó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid y de aquí marchó a Roma en 1865, donde conoció a Eduardo Rosales y Mariano Fortuny.[1]

Fue desde Roma desde donde envió la pieza Un Viernes Santo en el Coliseo de Roma, con la que ganó la medalla de segunda clase en la Exposición Nacional de Bellas artes de 1876. El año siguiente, y coincidiendo con su retorno a España, presentó la obra Del Saqueo de Roma con la que ganó la medalla de primera clase. Esta obra la dedicó a su amigo Víctor Balaguer con la dedicatoria Al gran poeta Balaguer- su admirador- Amérigo, a quien le regaló la pieza para su incipiente colección de la Biblioteca-Museo.[2]

Posteriormente, en 1892, obtuvo el mismo premio con la obra Derecho de Asilo. Amérigo fue autor también de pinturas religiosas, como por ejemplo las del techo de la Real Basílica de San Francisco el Grande de Madrid y diseñó escenografías para el Teatro Martín de Madrid

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EL SACO O SAQUEO DE ROMA 

 El cabreo de Carlos I de España y V de Alemania.

 En 1526  se formó la Liga de Cognac para restablecer el equilibrio de poderes; aliándose el papa Clemente VII con Francia, Venecia, Florencia y Milán contra Carlos y la república de Génova. Años antes el 24 de febrero 1522 tuvo lugar la Batalla de Pavía donde fue hecho prisionero Francisco I, rey d Francia. Trasladado a Madrid se vio obligado a firmar el Tratado de Madrid (1526), por el cual debería renunciar a sus derechos sobre importantes zonas de la península itálica (Milanesado, Génova, Nápoles) y otros territorios vecinos del reino de Francia (Borgoña, Artois, Tournai y Flandes). Volvió a Francia para tramitar los acuerdos del tratado y dejó a sus dos hijos mayores como rehenes para garantizar su compromiso. Francisco era el heredero, tenía el título de delfín, y Enrique era duque de Orleans. Tenían nueve y ocho años. El rey francés no cumplió el Tratado de Madrid y los príncipes permanecieron en Castilla más de cuatro años.

Enfrentado a semejante coalición el emperador reunió en sus posesiones alemanas un gran ejército de 14.000 mercenarios, a los que se añadieron los 6.000 españoles e italianos del reino de Nápoles en una lucha sin cuartel por el control de la península.

El papa Clemte VII y Cellini quedaron pues encerrados en el antiguo mausoleo de Adriano, donde el artista se dedicó a cañonear con inquietante precisión a todos los imperiales que se le ponían a tiro; pero al cabo de un mes de sitio los defensores tuvieron que rendirse al terminárseles las provisiones. A cambio de su Vida Clemente tuvo que renunciar a la posesión de varias ciudades, romper su alianza con Francia y quedó recluido con la curia en el castillo hasta el pago de un rescate de 400.000 ducados de oro, tras lo que huyó a Orvieto. 

Clemente VII in conversazione con Carlo V

Aunque Carlos V denunciaría en una carta un asalto que él no había ordenado, se aprovechó del mismo para someter al papa a su voluntad. Conversación entre Clemente VII y Carlos V, fresco de Giorgio Vasari pintado en 1556 para el Palazzo Vecchio de Florencia. 

wikimedia commons

El saqueo ha sido para muchos historiadores el hecho traumático que marcó el paso del Renacimiento a los tiempos oscuros del Barroco y la Contrarreforma. Roma quedó reducida a un tercio de sus 55.000 habitantes e innumerables obras de arte y reliquias fueron saqueadas, destruidas o profanadas. La caída de la ciudad supuso el fin del poder del papa, quien en 1530 se vio obligado a coronar a Carlos como emperador en Bolonia.