ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

lunes, 30 de septiembre de 2019

VENCER LA ANGUSTIA, por Ramón Palmeral




    Toda angustia, toda infelicidad existe solamente en tu mente, dentro de ti, ¿cómo llegó?, llegó por falta de entrenamiento por no saber qué era, ni cómo se curaba.
    Tienes ansiedad, o pánico cuando tu mente interpreta que hay un peligro o un miedo, y, tu cerebro se prepara para combatirlo. Es decir, se asusta tu mente, tu pensamiento, que es quien rige los sentimientos, por lo tanto  lo sientes  como  algo real, que en la mayoría de las veces no trascendente o existe, solamente en tus previsiones del control de ti mismo. Piensas, por ejemplo que un examen que te va a salir mal, que en una dependencia oficial no te van a escuchar, que la avería del coche es algo terrible e irreparable, cuando en realidad es fácil su arreglo e incluso su coste. Te preocupas de una cita con un desconocido al que vas a ver por primera vez, o con ir al médico por si te da malas noticias sobre tus análisis. Y luego resulta que no es grave, que te has asustado tú solo, por provocar cierta inseguridad en ti mismo. No luches contra los pensamientos negativos o desagradables, déjalos fluir, déjalos pasar, que cuando no le prestas atención, verás cómo, ellos mismos (tus pensamientos negativos) se aburren y se van. Ellos acuden porque saben que te están haciendo daño, y tú los atraes con tus miedos o precauciones excesivas. Uno no debe caer en la trampa de luchar contra los pensamientos desagradables o temerosos, por eso se repiten porque son desagradables y tu receptividad está muy sensible. Son como las fobias, la única solución es exponerse a ellas, paulatinamente, con paciencia y desaparecen como llegaron porque no las temes. El temor atrae a angustia.