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ARTICULOS DE OPINION
Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.
Pedro Cubero Sebastián, nació en El Frasno (Zaragoza) en
1645 y falleció entre 1696 y 1697). Proveniente de una familia noble, fue
sobrino de mosén Tomás Cubero, presbítero y presidente de la iglesia parroquial
de El Frasno, y hermano de Antonio Cubero, comerciante y escritor. Se formó en
el colegio de la Compañía de Jesús en Zaragoza, donde estudió Gramática y
Filosofía, y posteriormente en Salamanca, donde completó sus estudios de
Teología. Además, estudió Jurisprudencia en Tarazona y llegó a ser electo
canónigo doctoral antes de embarcarse en su carrera misionera.
Tras su
llegada a Roma, la Congregación de la Propaganda Fide le otorgó, el 9 de
febrero de 1671, la facultad para ser misionero en Asia y en las Indias
Occidentales. Este mandato fue refrendado por el papa Clemente X. Para
facilitar su travesía, Cubero Sebastián contaba con patentes de diversas
comunidades religiosas presentes en su itinerario, entre ellas benedictinos,
premonstratenses, cistercienses, cluniacienses, jesuitas y dominicos, quienes
le brindaron apoyo y protección en su viaje. De todas estas experiencias dejó
testimonio en su obra Peregrinación del mundo, impresa en 1700.
Libro: La peregrinación del Mundo
Esta obra,
dividida en veintiún capítulos, es un relato de gran valor histórico y
cultural. No solo es un testimonio religioso, sino también un relato fascinante
de viajes y descubrimientos. En el penúltimo capítulo, el XX, describe su
regreso a España desde Manila, en Filipinas. En marzo, embarcó en el galeón San
Antonio, una de las embarcaciones conocidas hoy como galeones de Manila o de la
China.
Curiosamente,
Cubero Sebastián omite los detalles de la travesía por el Pacífico, el llamado
tornaviaje descubierto por Urdaneta, el cual duraba entre cinco y nueve meses,
dependiendo de las corrientes marinas del Kuro-Shivo. Se trataba de una
travesía peligrosa en la que morían muchos marineros y pasajeros, en su mayoría
militares y frailes.
Desembarcó
en Acapulco y cruzó Nueva España (actual México) por tierra, pasando por
Chilapa, Trisco, Puebla de los Ángeles y el Mal País. Se detuvo a describir los
aguaceros vespertinos y pasó cerca del volcán Perote antes de llegar al puerto
de Veracruz. Desde allí, embarcó hacia La Habana (Cuba) a finales de julio.
Posteriormente, continuó su viaje a Cádiz y Sevilla, para finalmente llegar a
Madrid, donde reinaba Carlos II.
¿Sublevación o Alzamiento? El hecho de que la Segunda República Española
se impusiera tras unas elecciones municipales el 14 de abril de 1931, y
no a través de un referéndum o plebiscito como era lo preceptivo
legalmente, generó mucha hostilidad entre monárquicos y conservadores,
quienes nunca aceptaron dicha imposición desde los balcones municipales.
Los tres periodos republicanos fueron desastrosos en lo relativo al
orden público.
Durante el período de la Segunda República Española (1931-1936)
estuvo marcado por dos tendentes: la prima de izquierda y la segunda de
derechas, que se desarrolla en tiempos de paz, se suelen distinguir tres
etapas claras:
Primer bienio (1931-1933): Durante este período, la coalición
republicano-socialista presidida por Manuel Azaña impulsó una serie de
reformas con el objetivo de modernizar el país. Entre las reformas más
destacadas estuvieron las relacionadas con la educación, el ejército, y
la cuestión agraria.
Segundo bienio (1933-1935): Conocido como el "bienio
radical-cedista" o “negro” por los de izquierda, fue un período en el
que gobernó la derecha. El Partido Republicano Radical de Alejandro
Lerroux, con el apoyo parlamentario de la CEDA (Confederación Española
de Derechas Autónomas), trató de revertir o "rectificar" muchas de las
reformas del gobierno anterior. Durante esta etapa, el acontecimiento
más grave fue la Revolución de 1934, especialmente violenta en Asturias,
instigada por los socialistas de Largo Caballero e Indalecio Prieto,
donde se convirtió en una revolución social. El levantamiento fue
sofocado por el ejército.
Tercera etapa (1936-1939): Tras las elecciones generales, la
coalición de izquierdas, conocida como Frente Popular, ganó las
elecciones y formó gobierno. Sin embargo, su mandato pacífico duró solo
cinco meses, debido a la sublevación militar o golpe de Estado de 18 de
julio de 1936, cuyo fracaso de dicho golpe desencadenó la Guerra Civil
Española. Transcurre en guerra civil en una España divida en dos zonas y
dos bandos: los republicanos y los nacionales, que no consiguen ponerse
de acuerdo. Hasta la derrota de la República.
Este periodo previo a la guerra civil estuvo marcado por la
polarización política y social, con reformas y contrarreformas según el
grupo en el poder.
Ciclo "Memoria viva del periodismo alicantino" en la Sede de la Universidad de Alicante C/ San Fernando 40. Fueron presentados Ramón y Benjamín por Elvira Rodríguez y Ana Ibáñez Hernández, doctora por la UA y licenciada en Periodismo por la UCM y vicepresidenta de la APPA.
Ramón
Gómez Carrión: Memoria viva del periodismo alicantino
Ramón
Palmeral /Nueva Tribuna de Madrid
Crónica de una tarde de periodismo
Se me hace
muy difícil comentar este I Ciclo de charlas sobre un periodista, y más aún
cuando lo considero un gran amigo y maestro. Me refiero al periodista de raza Ramón
Gómez Carrión, quien cuenta con una trayectoria impecable de sesenta años
en el mundo cambiante del periodismo.
El acto dio
inicio a las 18:30 horas del martes 18 de febrero en el aula magna de la Sede
Universitaria Ciudad de Alicante, en un ambiente cordial que llenó de
público el salón de actos. Se trataba de la primera sesión del ciclo "Memoria
viva del periodismo alicantino", organizado por la Asociación de
Periodistas de la Provincia de Alicante (APPA), eligiendo como primer
protagonista y contertulio al veterano periodista Gómez Carrión.
Una vez
conformada la mesa de presentación, tomó la palabra Elvira Rodríguez,
quien fuera redactora de semanario Hoja del Lunes, órgano del APPA, seguida
de Ana Ibáñez, licenciada en Periodismo por la UCM y vicepresidenta de
la APPA, y Benjamín Llorens, periodista radiofónico, vicepresidente de
la APPA y amigo personal del invitado. Llorens, quien dirigió la SER en Murcia,
Cieza y Albacete, fue nuevamente destinado a Alicante en 2003, donde dirigió la
SER y Localia TV hasta su prejubilación en 2011 debido a un ERE del Grupo
Prisa. En 2021, publicó su libro ameno y bien documentado "Sucedió una
vez, Alicante camino de la modernidad", en el que relata diversas
historias ocurridas en Alicante entre los siglos XV y XIX.
La
presentadora Elvira Rodríguez disculpó la ausencia de Rosalía Mayor,
presidenta de la APPA, quien lamentó no poder asistir. El acto fue grabado en
vídeo como documento visual y sonoro para futuras generaciones, una iniciativa
de la Universidad de Alicante con el fin de preservar la historia del
periodismo alicantino. Según Elvira, la idea del ciclo surgió en el Archivo
Municipal de Alicante, con motivo de la exposición por los 120 años de
la APPA, gracias a los documentos periodísticos de la provincia y la
donación del archivo personal de Fernando Gil Sánchez.
Luego,
presentó a Ana Ibáñez, quien agradeció a la Universidad su apoyo en la
realización de este ciclo y destacó la importancia de documentar íntegramente
el I Ciclo de la “Memoria viva del periodismo". Voces del Siglo XX.
Charla-coloquio entre Benjamín y Ramón
Tras las
presentaciones, dio comienzo la intervención del invitado con la proyección de
un vídeo sobre Ramón Gómez Carrión, quien afirmó:
“La
Verdad había sido mi casa durante muchos años desde que llegué a Alicante
en 1964.” Disertó sobre la evolución del periodismo, desde la prensa escrita
hasta la era digital. Señaló que el periodismo es "una lucha por la
calidad, la excelencia y la modernización", mostrando su apoyo a la
digitalización. Antiguamente, el periodismo era considerado el Cuarto Poder,
pero actualmente atraviesa una crisis, evidenciada por el cierre de cientos de
cabeceras y la pérdida de miles de empleos en el sector. Según Gómez Carrión,
la digitalización y el auge de los medios sociales exigen una legislación y una
ordenación que garanticen la calidad de la información.
"El periodismo es fundamental para la democracia y una garantía de las
libertad, porque no se entiende el periodismo sin la libertad de
expresión."
Posteriormente,
Benjamín Llorens moderó una conversación amena en la que Gómez Carrión, que se muestro ágil y
vital, compartió libremente anécdotas y
datos desconocidos de su extensa trayectoria, a sus 87 años, con una memoria sigue siendo envidiable y deslumbrante.
El evento
concluyó con una sección dedicada a ruegos y preguntas.
Asistentes al acto
La gran
afluencia de público llenó el aula. Entre los asistentes, aunque sé que me dejo
a muchos nombres fuera, recuerdo la presencia de: Julio Calvert Botella,
magistrado y escritor. Blas de Peñas, veterano periodista alicantino. José
María Perea, coordinador del Consejo Asesor del Archivo de la Democracia de
la UA. Consuelo Giner Tormo, presidenta de Espejo de Alicante. Paco
Burló, secretario de Espejo de Alicante. Manolo Condevolney,
coordinador de la revista AUCA. Carlos Galiana, de la Casa de Francia en
Alicante. Lola Mollá, profesora jubilada y estudiosa de Gabriel Miró.
Dos de los hijos de Gómez Carrión: Elena y el Tercero de ellos. Ramón Palmeral, autor de la presente
crónica.
El evento
fue, sin duda, un homenaje merecido a una vida dedicada al periodismo, que
además sirvió para el reencuentro entre amigos y conocidos. En el acto de fotos
y video el invitado recibió un retrato a bolígrafo firmado por María José Monje.
Breve reseña biográfica
Ramón Gómez Carrión es un periodista de carnet y oficio que en seis décadas ha pasado por todos
los puestos de un periódico, de simple redactor de calle a desempeñar el cargo
de delegado o de director. Su actividad profesional ha estado centrada
fundamentalmente en el diario La Verdad, con un paréntesis de seis años,
que pasó en El Correo de Andalucía como director.Ha ejercido su profesión con maestría y
buenos oficios a lo largo de este tiempo, desde los años finales del
Franquismo, pasando por la Transición y la Democracia, con entrega,
profesionalidad, honestidad y la virtud innata de humanidad, que no abandonó
nunca al tratar siempre a sus compañeros de redacción y a los periodistas de
otros medios competidores como iguales.
Gómez Carrión es natural de la
villa conquense de Ledaña, cerca de Motilla del Palancar. Nació el 12 de junio
de 1937 en el seno de una familia humilde de agricultores. Como en aquella
época no existían centros de enseñanza secundaria en su localidad, tuvo que
trasladarse a estudiar al Seminario de Cuenca. Su aplicación en los estudios y
su afición por las letras le llevaron a la Universidad santanderina de
Comillas, regentada por los Jesuitas, donde obtuvo la licenciatura en Filosofía
y Letras y en Teología.
En esta
última institución tuvo la oportunidad de conocer a Venancio Luis Agudo,
director del centro y del periódico La Verdad, quien posteriormente
dirigiría El Correo de Andalucía en Sevilla y Ya. Aunque Gómez
Carrión no llegó a ordenarse sacerdote y se quedó en diácono, sus crónicas
reflejan su profundo conocimiento en teología. Decidió dejar la sotana para
dedicarse al periodismo, realizando prácticas en El Debate de Madrid,
dirigido por Ángel Herrera Oria,
quien además de periodista fue jurista, político y sacerdote, llegando a ser obispo
de Málaga y cardenal de la Iglesia Católica.
Contrajo
matrimonio con Inmaculada Gómez Sancho (conocida familiarmente como Ada),
maestra y funcionaria, con quien tuvo seis hijos y siete nietos. Algún día
podríamos conocer su biografía si tiene el tiempo de escribirla.
En
septiembre de 1964, con la reciente creación de la delegación de La Verdad
en Alicante, llegó a la ciudad como un periodista todoterreno a las órdenes de
Antonio González Conejero, primer delegado del periódico. De 1967 a 1971, pasó
a la delegación de Elche y, posteriormente, se trasladó a la redacción de
Murcia, donde permaneció siete años. En 1978, en una época convulsa para los
periodistas españoles, con secuestros de medios y procesos judiciales a los
profesionales de la información durante la Transición, se trasladó a Sevilla
como director de El Correo de Andalucía, cargo que desempeñó hasta 1983.
Tuvo que pasar por los años de la censura periodística del periodo franquista.
Durante la Transición democrática, vivió
de cerca la intentona golpista del teniente coronel Antonio Tejero de la
Guardia Civil del famoso intento de golpe de Estado del 23-F en 1981. Y
posteriormente los años constitucionales de la Democracia.
Ese mismo
año regresó a Alicante para reincorporarse a La Verdad, donde ocupó
todos los cargos posibles: redactor de política, sociedad, cultura, economía y
deportes; redactor jefe; y delegado provincial hasta su jubilación en el año
2000. Sin embargo, nunca abandonó por completo el oficio, ya que siguió
publicando asiduamente en las páginas de opinión de La Verdad hasta su
desaparición en 2017. En la actualidad, mantiene su actividad periodística con
artículos semanales en Hojadellunes.com, editado por la APPA.
Recordando
los años 70, Gómez Carrión destaca
que La Verdad era un periódico muy independiente y abierto, donde tenían
cabida voces diversas, desde adversarios encubiertos del régimen hasta fuerzas
vivas y grupos políticos como el Partido Comunista o asociaciones de vecinos. Destacaba
por su liderazgo en comarcas como el Vinalopó y la Vega Baja.
Este
veterano periodista ha sido testigo de todas las revoluciones tecnológicas en
el sector: la litografía, el offset y la universalización de internet. Pese a
los cambios en la profesión, afirma con convicción que, si volviera a nacer,
seguiría siendo periodista. Destaca que el periodismo escrito ha sufrido mucho
desde la crisis de 2008, con más de 10.000 profesionales en paro, y que
internet y las redes sociales han debilitado la prensa en papel. No obstante,
está convencido de que los periódicos impresos no desaparecerán y recuerda el
aforismo en latín: Verba volant, scripta manent("Las palabras vuelan, pero los escritos
permanecen").
En un mundo
periodístico caracterizado por la competencia y las zancadillas para ascender
en la jerarquía, Gómez Carrión es un
referente de humanidad y compañerismo. Con humildad, reconoce que siempre se ha
sentido un igual entre sus colegas. Tampoco duda del papel esencial de las
asociaciones de prensa en la defensa de los profesionales, especialmente en
tiempos de cambio. Subraya que, aunque los periodistas tienden a ser
independientes y han sido reacios al asociacionismo, esto ha perjudicado sus
salarios y reconocimiento. Sin embargo, en los últimos años, la APPA ha
fortalecido su presencia y prestigio en los ámbitos sociales, culturales y
deportivos de la provincia.
Es un
periodista con más de seis décadas de experiencia, habiendo desempeñado
diversos roles en el ámbito periodístico, desde redactor hasta director. En
2020, fue galardonado con el Premio
Libertad de Expresión por la Asociación de Periodistas de la Provincia de
Alicante (APPA), en reconocimiento a su carrera honesta y cercana. Además, ha
contribuido regularmente con artículos en la Hoja del Lunes, publicación
de la APPA, donde aborda temas de actualidad y reflexión política , como insistencia
en el anticlericalismo actual.
Conclusión
Quiero
expresar mi felicitación al homenajeado, a quien tengo la suerte de conocer
desde hace muchos años, así como reconocer la acertada iniciativa del ciclo
"Memoria viva del periodismo alicantino" de la APPA. No puedo
expresar con palabras la emoción de la tarde del 18 de febrero. Y para aquellos
que no pudieron asistir, les ofrezco el rodaje del siguiente video:
El
recuerdo de la imagen de su madre manteniendo permanentemente la
sonrisa al frente de la frutería, sin reparar en los dolores de espalda
originados por el continuo subir y bajar de aquellas escaleras que
separaban el negocio de la vivienda en la vieja calle Sagasta (hoy San
Francisco o de las Setas), sirve para confirmar que la buena onda
también se cobija en el ADN. Tal deducción insiste en hacer acto de
presencia al repasar la trayectoria de Lola Mollá,
maestra de centenares de alicantinos que años después de su paso por el
Instituto de Babel y por el Jorge Juan siguen encandilados por la
dulzura y trato de esta profesora jubilada, a la que no le queda otra
que detenerse a cada paso cuando camina por Alicante para conversar y
devolver el saludo de tanto alumno que la sigue venerando.
Hija de la nuciera Pepica Soler y del alfasino Adolfo Mollá,
Lola espabiló pronto compaginando estudios con trabajo para ayudar en
casa. Su padre cambió la frutería de Sagasta por un puesto de
charcutería en el Mercado Central, y su madre nunca dejó de insistir en
que estudiara para labrar un futuro mejor. Así que Lola, tras pasar por
el Colegio Salesianas bajo la tutela de Sor Asunción Sierra,
superar el bachiller en la modalidad libre y cursar el Preuniversitario
en el Instituto el año que construyeron un tabique para separar hombres
de mujeres -lo que dio pie a la construcción del Miguel Hernández-
decidió entrar en la facultad de Filosofía y Letras en Valencia para
especializarse en Filología Moderna y materializar su amor por los
idiomas. Una vez licenciada, hizo las maletas para perfeccionar el
francés como profesora de español en L'Ecole Normale de la localidad
francesa de Agen.
Esta primera aventura
profesional llegó unos meses después del mayo del 68 en Francia, así que
su particular episodio en el país vecino coincidió con estudiantes
desencantados que, influenciados por la revolucionaria ola parisina,
entraron en su aula con la desobediencia, la indisciplina y el desacato
por bandera, más si cabe cuando la autoridad en aquellas clases de
español corría a cargo de una joven e inexperta maestra procedente de
una nación que miraban por encima del hombro. El choque, no obstante,
tuvo final feliz. Frente al irreverente comportamiento general, Lola
amagó con abandonar sus clases, amenaza que hizo efecto y derivó en un
rotundo cambio de actitud del alumnado hasta el punto de crear un
ambiente de complicidad que se selló con la asistencia de todos a un
concierto en Burdeos de Paco Ibáñez.
La escala francesa dio paso a la primera gran etapa de la maestra alicantina con su ingreso en el Instituto de Babel (hoy Figueras Pacheco),
primer centro de bachiller mixto de Alicante, inaugurado sobre un
descampado en aquel 1970 y desde cuya primera planta se veía el mar.
Su
entrada en Babel, en calidad de PNN (profesores no numerarios que
asumían carga docente en contratos temporales, con sueldos ínfimos,
desconocimiento de la antigüedad, falta de seguridad social completa,
etcétera), quedó enriquecida por una generación de maestras identificada
como las «Betty's Girls», las chicas de Beatriz Inés, primera directora del centro que reunió un claustro formado mayoritariamente por mujeres que marcaron época ( Emilia Gómez, Ana Amelia Rodríguez, Teresa Canet, Florita Rodríguez, Ana Anta, Juana Serna, Mercedes Fernández, Carmen y Prudencia Cantalapiedra...).
Con aquella generación al mando, el instituto pasó en un año de
quinientos a mil quinientos alumnos, marcando una etapa que muchos de
aquellos estudiantes recuerdan como «una ventana de aire fresco que nos
abrió los ojos al mundo».
En aquellos días, con
Beatriz Inés liderando el frente contra las arbitrariedades del sistema
franquista, se inició una lucha por la reforma de la enseñanza cambiando
el modo de entender la Educación a base de querer al alumno y creer en
él. Decenas de ellos, que llegaron a Babel desplazados por el Jorge Juan
y el Femenino, rebotados y mal considerados en sus centros anteriores,
firmaron esa nueva etapa con honores de excelencia tras recuperar la
autoestima y deseos de saber bajo el paraguas de las Betty's Girls,
aquel grupo de «rojas y valientes», definición de Nisio, marido de Beatriz Inés.
Lola
Mollá decidió seguir los pasos de Betty cuando la directora finalizó la
comisión de servicio en Babel. Su siguiente destino fue la Escuela de
Idiomas de Alicante, que empezó a funcionar en el curso escolar 1973-74.
En ese periodo regresó a Valencia para realizar el doctorado y ejerció
como docente en la Escuela de Idiomas valenciana y en la Facultad de
Letras. Cumplido el breve paréntesis, aprobó las oposiciones e ingresó
en el Instituto La Asunción de Elche, desde donde pasó, en el curso
escolar 1979-80, al Jorge Juan, el otro centro que marcaría su vida y
donde acabó siendo directora.
Al IB Jorge Juan le
dedicó gran parte de su vida, poniendo especial empeño en dar
visibilidad al patrimonio que se ha ido acumulando en el centro, misión
que todavía sigue siendo su asignatura pendiente. En este punto, suele
nombrar a Daniel Jiménez de Cisneros, profesor y
director del Instituto hace más de 100 años, que ya en su época se
quejaba de que todo el material que iba acumulando en el centro no
tuviera un lugar digno donde exponerse. «Y ahí sigue en el centro, tan
calladito como siempre», suele recordar.
Su carrera docente solo encontró un breve paréntesis con su paso a la política como diputada en Las Cortes por el PSOE tras las elecciones del 99. La insistencia de Joan Romero y, posteriormente, el apoyo de Antonio Asunción,
le llevaron a Valencia durante cuatro años, legislatura que cumplió en
la comisión de Educación y Política Social, desde donde inició la
batalla contra las aulas prefabricadas de ínfima calidad.
Cumplido
el ciclo político, regresó como profesora a su Jorge Juan, donde pronto
fue elegida para colocarse al frente del Consejo Escolar hasta su
jubilación en 2008.
Hoy, acumula premios como el Maisonnave y el Miquel Grau, presenta libros y disfruta de sus nietos, Laia, Júlia y Pau, junto a su marido Pepe Juan, de quien se enamoró en Polop durante la presentación de un libro sobre Gabriel Miró escrito por el que sería su suegro, Joaquín Fuster,
destacado político alicantino, clave en la fundación de las
agrupaciones locales del PSOE y de la UGT, y uno de los primeros
firmantes de la Constitución Española. Y, por supuesto, Lola sigue
paseando por Alicante, levantando la vista por Marvá para adivinar el
esplendoroso edificio que marcó su vida, que se asoma tras la monumental
escalinata, y por donde se cruza con esa multitud de exalumnos que, al
reparar en su presencia, encuentran el sonriente rostro de siempre
acompañado de la misma exclamación: «Com estás, bonic@?».
Toni Magro "Maor" es su seudónimo, nació en Alicante en 1953, pero pasó muchos años
en San Sebastián estudiando, ya que su madre era de Donostia. Recuerda que vivía
en una casa muy grande rodeado de cuadros clásicos, y algunos modernos. Al
regresar a Alicante decidió que quería dedicarse al arte, pero su carencia en
el dibujo y la pintura sr decanto por la fotografía. Pero en los últimos años
ha evolucionado hacia la pintura, por eso dice que no es fotógrafo sino “creador
de imágenes". Empezó a hacer fotografías hace más de 45 años.
Suprimera cámara fue
una Olympus OM-1 con la que recorría las calles fotografiándolo todo lo que
veía. Pero pronto se dio cuenta que con esto se quedaba corto, porque buscaba
hacer un tipo de arte más creativo, y fue cuando empezóhacer un arte más surrealistas, inspirándose
en Magritte, Dalí, Max Ernt, De Chirico y otros como Munch o Hopper..
Cuando salió la fotografía digital se dio cuenta que disponía
de muchas más herramientas para desarrollar su creatividad y su arte con
posibilidades mas surrealistas. Sus preferencias ha sido el blanco y negó, pero
como decía el título de una de sus últimas exposiciones: “Siempre he sido un
enamorado del blanco y negro, pero la vida da muchas vueltas” y empezó a holografiar
con color. Siempre ha usado formatos apaisados (35cm). Pero en esta su, por ahora última exposición,
ha preferido un formato grande y cuadrado se aproxima más a lo que quiere
expresar. Quizá inspirado en De Chirico dándola un sentido más metafísico a su
obras.
Macron, el Salvador de Ucrania (y del Mundo, ya que estamos)
Europa en peligro de sufrir y mareo o un ictus
Ucrania necesita un “pacificador”, un líder con el carisma de un mesías y la sabiduría de un anciano chamán con plumas en la cabeza y una pandereta. Y, por supuesto, ese líder no es otro que Emmanuel Macron (El nuevo Napoleón). Porque si hay alguien que puede salvar a Europa de sí misma, de Washington, de Moscú y hasta del mismísimo caos cósmico, ese es el presidente francés y la Gioconda.
Este fin de semana, en la Cumbre de Seguridad de Múnich, Macron decidió que ya era hora de hacer lo que mejor sabe hacer: posar como estadista. Mientras todos se pasaban la pelota sin atreverse a darle un buen puntapié, él tomó la iniciativa y anunció lo que nadie había pedido: Europa debe “ponerse manos a la obra” para salvar a Ucrania (y, por extensión, su propia imagen).
El escenario es claro: tras un discurso agresivo del vicepresidente de EE.UU., J.D. Vance, que logró enfadar a la vieja Europa más que un café sin croissant, se filtró que Washington y Moscú ya están en contacto para negociar la paz a lo Trump: sin contar con Ucrania ni con el club de amigos europeos. Pero Macron no podía permitir semejante afrenta a la diplomacia gala. Así que, en un golpe maestro de autoimportancia, convocó a los líderes europeos a una cumbre urgente en París.
Oficialmente, se hablará de los planes de Donald Trump(el niño del rotulador) para Ucrania, pero el verdadero objetivo es otro: asegurarse de que Macron esté en la foto y evitar que el acuerdo de paz lo firmen otros sin antes pedirle permiso. Después de todo, ¿cómo va a resolverse una crisis internacional sin la supervisión experta de la élite parisina?
De momento, el canciller alemán Olaf Scholz y el primer ministro británico del brexit Keir Starmer ya han confirmado su asistencia, probablemente porque la invitación venía con vino francés. Polonia, en cambio, parece tener dudas: su ministro de Exteriores anunció que Donald Tusk iría… pero luego borró la publicación, quizá tras recordar que una cumbre sin decisiones ya se hizo en Versalles hace unos siglos.
El Elíseo, sin embargo, sigue optimista. ¿Acudirá más gente? ¿Se resolverá algo? ¿Habrá croissants con manteca de vaca suiza? Lo único seguro es que, pase lo que pase, Macron tendrá su gran momento. Y Pedro Sánchez ira con su cámara Margarita Robles.
Macron nos sacará más euro para Defensa de Europa y nos convencerá en ser una potencia nuclear sin centrales nucleares. A lo que se opondrá Sumar y Podemos, de momento.