ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

sábado, 13 de febrero de 2016

Las desigualdades en México son abismales. Mientras la clase politica recibe al Papa Francisco, en la cárcel de Topo Chico asesinan a 49 reclusos.

El Pontífice. el Papa Francisco.  comienza una gira de cinco días por varios rincones del país.








El papa Francisco conversa con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y la primera dama, Angélica Rivera. EFE

El Papa Francisco [El Papa de los pobres] ha aterrizado la noche de este viernes en el aeropuerto de la Ciudad de México para comenzar su primera visita al país. En el hangar presidencial, el Pontífice ha sido recibido por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y su esposa Angélica Rivera. Francisco inicia su primer viaje como jefe de Estado a México, que será una gira de cinco días en la que visitará cinco Estados.
En el hangar presidencial ya lo esperaban unas 5.000 personas que fueron invitadas por la presidencia de México para presenciar la llegada del Pontífice. Francisco descendió del avión y recorrió una alfombra roja rodeada por un mariachi y un grupo de ballet folclórico. El Papa abrazó a un grupo de niños que acudieron a cantarle y no pudo evitar ponerse el sombrero mexicano de uno de los mariachis que tocaba. 
Al exterior del aeropuerto y en las calles alrededor varios feligreses se acercaron a mirar al papa Francisco en su camino hacia la Nunciatura Apostólica, la casa del embajador del Vaticano en México. El Papa abordó uno de los papamóviles que lo llevó en un recorrido de 19 kilómetros hasta la residencia ubicada en el sur de la ciudad. Durante los cinco días de su visita, Francisco regresará a dormir a la Nunciatura.

 



Un interno en el penal de Topo Chico. EFE


Por mantenerte vivo a un preso en una cárcel mexicana hay que pagar a las mafias cárcelarias. Incleíbe, que este pase e un un país democrático. ¿Y la Ley, dónde está la Ley? Es la mordida lo que funciona y la corrupción, el secuestro y la droga. Si Hernán Cortés levantara la cabeza se venía para España, echando leches.

Erika dice que quiere mucho, mucho, hasta la locura, a Santiago, el padre de su hija. Pero que no le gustaba que la “jaloneara”, como estaba haciendo cada vez más, y un día lo denunció a la policía. El muchacho maltratador, de 20 años, entró en la cárcel de Topo Chico, en Monterrey, a la espera de juicio. En un “área de observación”, antes de ser destinado a un módulo concreto, los narcos estudiaron la calidad de su dentadura, la marca de las zapatillas puestas, los jirones de los pantalones, y llegaron a la conclusión de que era un espécimen con cierto potencial económico. Le comunicaron a su familia que debía pagar 6.000 dólares (unos 5.400 euros) de cuota de ingreso, como si se tratara de una de las universidades más caras de México. De lo contrario lo podían asesinar nada más poner un pie en el patio.

La madrugada del jueves, dos facciones relacionadas con Los Zetas que se disputaban el control de esta prisión, según la versión oficial, se enfrentaron con palos, piedras, botellas, varillas y remedos de puñales. Desde el exterior hay testigos que aseguran haber oído disparos. La reyerta, que duró entre dos y tres horas, se saldó con la muerte de 49 internos. Jaime Rodríguez, El Bronco, el gobernador de Nuevo León, dijo que las autoridades lograron controlar parcialmente el penal sobre las 2.30 y a las 5.00 pudieron acceder los detectives y los forenses. Encontraron cadáveres golpeados con saña, linchados, cinco de ellos calcinados en un incendio avivado con colchones. Tenían ante los ojos el motín carcelario más sangriento de la historia de México.
La prisión de Topo Chico recrea en miniatura la guerra de los carteles de la droga que puso en jaque a Monterrey. En 2010 y 2011, la que hasta entonces era reconocida como la ciudad más industrial del país, sede de pujantes multinacionales, comenzó a sufrir los estragos del crimen: asesinatos y bloqueos de carretera.