(Pedro Sánchez y el burro de Sancho Panza)
1. La exigencia de responsabilidad política en una democracia
La responsabilidad política de los miembros del Gobierno implica que, si se cometen errores graves, no basta con pedir perdón - no es suficiente: puede ser necesario dimitir. Esto forma parte del principio de responsabilidad ministerial, ampliamente reconocido en las democracias parlamentarias.
🔹 Fuente:
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Javier García Roca, catedrático de Derecho Constitucional, ha señalado:
“La responsabilidad política se ejerce fundamentalmente mediante la dimisión o cese del cargo cuando se ha incurrido en actuaciones gravemente negligentes o contrarias a la ética pública” (Revista Española de Derecho Constitucional, 2015).
2. La postura de Pedro Sánchez sobre Rajoy en 2018
Pedro Sánchez fue contundente en su crítica al expresidente Mariano Rajoy por no asumir responsabilidades políticas ante casos de corrupción que afectaban a su partido. En 2018, Sánchez declaró:
“Cuando un presidente de gobierno tiene conocimiento de casos tan graves y no actúa con contundencia, debe asumir su responsabilidad y dimitir”
(Fuente: Diario El País, mayo de 2018).
Esta declaración se refería a la trama Gürtel, pero el principio que invocaba era claro: la responsabilidad del líder del Ejecutivo no se agota en pedir disculpas.
3. El caso Ábalos y Koldo García (operación Delorme)
La Operación Delorme y la presunta corrupción ligada al entorno de José Luis Ábalos y su entonces asesor Koldo García —durante la pandemia y en la contratación de mascarillas— ha salpicado indirectamente al Gobierno de Pedro Sánchez.
Aunque no se ha probado implicación directa del presidente, sí existe una responsabilidad política indirecta por haber nombrado y mantenido a Ábalos y su círculo cercano.
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“Sánchez intenta contener el daño político del caso Ábalos, pero las críticas sobre su falta de diligencia en el control del Ministerio de Transportes son crecientes”.
4. El valor político del perdón y sus límites
Pedir perdón en política es un gesto importante, pero insuficiente cuando hay errores estructurales o de negligencia. El politólogo italiano Giovanni Sartori sostenía que:
“El perdón puede ser una forma de desresponsabilización si no va acompañado de consecuencias políticas concretas”
(Teoría de la Democracia, 1997).
Por tanto, si Sánchez ha fallado gravemente —según sus propios estándares aplicados a otros— no basta con disculpas en el Congreso. Debe plantearse la coherencia entre sus palabras pasadas y sus actos presentes.
5. Conclusión: la coherencia política como base de la legitimidad
En democracia, el respeto a la legalidad no es suficiente: la legitimidad también se basa en la coherencia moral y política. Si un líder exige dimisiones a otros por errores similares, debe estar dispuesto a aplicar el mismo rasero a sí mismo. No se puede ejercer el poder con indulgencia hacia uno mismo y dureza hacia los adversarios. La responsabilidad obliga a dimitir y convocar elecciones generales.
Editorial de Nuevo Impulso. net
La soledad de la responsabilidad, creado por IA