ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

viernes, 29 de noviembre de 2019

Palabras que chocan con los hechos. Comunicado Municipal de Alicante

Un artículo de
El alcalde de Alicante, Luis Barcala (PP), se afanó ayer en intentar marcar distancias con los ultras de Vox. Lo hizo, o eso intentó, tomando la palabra para mantener un discurso duro contra la formación de extrema derecha, sobre todo en los debates sobre la violencia de género y las asignaciones económicas a los grupos municipales (en ambas votaciones, los dos concejales de Vox se quedaron solos, como si sufrieran un cordón sanitario por parte de los otros grupos).
Sin embargo, los hechos se empeñaron en evidenciar la realidad: la dependencia política que sufre de Vox el bipartito (PP y Cs) en el Pleno. Y es que ante la oposición de los tres grupos de izquierdas (el PSOE, Podemos y Compromís), el gobierno local liderado por Barcala requiere a los ultras para sacar adelante proyectos municipales, como pasó ayer con la revisión de la Ordenanza de Animales que se impulsó en la etapa del tripartito y que ayer se aprobó inicialmente, o con asuntos de calado político, como la declaración institucional en defensa de la concertada.
Así, ayer, las palabras de Barcala acabaron por chocar con los hechos, con la realidad presente y futura. Ahí, en el horizonte más próximo, se sitúa la negociación de los presupuestos municipales, donde el Ejecutivo local, si acaba finalmente pactándolos a nivel interno tras unas conversaciones donde Cs está apretando al PP más de lo visto en el arranque del mandato, necesitará que toda la oposición (la izquierda y Vox) no vote en contra para poderlos aprobar en el Pleno.

Bloques


En una sesión plenaria más que infructuosa para el futuro de la ciudad de Alicante, el choque del bipartito con la realidad se vivió pronto. Nada más empezar. Y es que la Ordenanza de Animales, impulsada por la concejalía dirigida por la popular Julia Llopis, salió adelante gracias a que Vox se puso de parte del equipo de gobierno. La izquierda, en cambio, se opuso, alegando que «no se prima el bienestar animal» o que es «incompleta». Pese al intento de Llopis de proclamar que el ejecutivo local «gobierna para todos», la ordenanza dividió al Pleno: la derecha por un lado; la izquierda, por otro.
Poco después, ya dentro de las declaraciones institucionales, el gobierno local volvió a necesitar a los ultras para sacar adelante una propuesta en defensa de la educación concertada, un debate en el que participó un responsable de la Concapa, la confederación católica que lideró durante años en Alicante la actual edil de Educación. En esta votación, el Pleno se volvió a fracturar, y por el mismo sitio: división entre la derecha y la izquierda. Idéntico escenario se vivió en la recta final de la sesión, cuando a petición de Vox, el Pleno aprobó una declaración para condenar la «actuación violencia» con el corte de la AP-7 en Cataluña por parte del «Tsunami Democràtic», o cuando la Corporación bloqueó una propuesta de Podemos para manifestar la adhesión del Ayuntamiento a la implementación del CER (Capturar-Esterilizar-Retornar) como método para la regulación de las colonias felinas.
Esa unión de la derecha también se trasladó a la iniciativa de Cs para mostrar el rechazo del Ayuntamiento a la tasa turística que está sobre la mesa de la Generalitat a petición de la formación morada, una oposición plenaria a la que se sumaron también los socialistas, manteniendo la línea defendida por el jefe del Consell, Ximo Puig, y evidenciando la división de la izquierda en ese debate.
Hablando de unión, los tres grupos de derechas siempre votaron juntos salvo en tres puntos: en una propuesta de Compromís para manifestar la «responsabilidad compartida» de Alicante y Elche en «cooperar de manera leal para vertebrar la provincia» (donde los de Bellido, por primera vez, levantaron la mano solamente junto a los de Vox, tras un cambio de postura sobre la bocina de Podemos) y en dos iniciativas en las que los ultras se quedaron al margen del resto. En ambas, Barcala aprovechó para atizar a la formación de Santiago Abascal, cuyos dos concejales, tras ausentarse de los actos del pasado 25-N, ayer se sumaron al minuto de silencio que se guarda en Alicante al inicio de cada pleno en recuerdo a las mujeres asesinadas.
Al llegar a la declaración contra la violencia de género, el alcalde no dejó pasar la oportunidad, en el cierre de ese debate, para defender la postura de su partido, frente a los ataques previos de Vox, cuyo portavoz hablaba de un PP «veleta» que ahora está en el «centro» político. Barcala habló de respeto y de prioridades en un asunto que calificó de enfermedad social: «Cada uno tiene una terminología para referirse a la violencia de género, respetar a los demás te permite llegar a acuerdos. Lo importante es lo sustancial, y el mensaje es claro: hay que estar contra la violencia de género. El PP suscribirá todas las declaraciones necesarias».
Así, también con un discurso duro, Barcala cerró un pleno que se prolongó unas seis horas. Fue a raíz de una propuesta de Vox (que se debatió porque el PP y Cs aprobaron la urgencia frente a la oposición de la izquierda) para eliminar las asignaciones económicas a los grupos, que en Alicante, cada año, rondan los 56.000 euros a repartir entre los partidos. El alcalde reprendió a los ultras por presentar iniciativas de corte populista y que generan un «debate contraproducente» para la política, a la vez que invitó a los de Vox a «centrarse en trabajar y llevar al pleno iniciativas que interesen a los alicantinos».

Asuntos estrella


Entre esas cuestiones, por ejemplo, podían encontrarse propuestas que se pusieron ayer en el tapete político, como la limpieza, la gestión de los servicios sociales o la polémica por el ruido, tras la reciente sentencia que condena al Ayuntamiento y da la razón a los vecinos del Centro Tradicional. Sobre la limpieza, el concejal Manuel Villar sacó pecho por la gestión durante este mandato (en el que se han impuesto cuatro sanciones a la contratada por un valor total de unos 154.000 euros, frente a las cero multas que se pusieron, dijo, en el anterior mandato, donde la responsabilidad de la limpieza fue compartida por Guanyar, el PSOE y el propio PP). También se habló de la polémica de los veladores y el tardeo, pero solo de pasada, cuando el PSOE preguntó por la Mesa del Ruido. No hubo fecha para esa reunión ni tampoco para la aprobación de la Ordenanza del Ruido, que se tramita desde el anterior mandato en el Ayuntamiento. De hecho, el propio Francesc Sanguino (que durante el pleno, en tono de broma, alardeó de «carisma y elegancia», además de ser «divertido») reconoció que el problema del ruido «viene de lejos». En el debate sobre la gestión de los servicios sociales, el enfrentamiento dialéctico entre Julia Llopis -una vez más, protagonista entre las filas populares- y Rafael Mas -que ayer no se arrugó en cuanto a las formas- evidenció la precariedad laboral en la Concejalía de Acción Social, cuyos trabajadores se dieron cita en el pleno para reivindicar una mayor estabilidad, y es que el contrato del 33% de la plantilla finaliza el próximo 31 de diciembre.
En la sesión plenaria de ayer, se aprobó la concesión de la Medalla de la Ciudad, a título póstumo, al doctor Balmis y se anunció que el Castillo de Santa Bárbara se iluminará de rojo con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el VIH.

La línea 5 del TRAM no se detiene hoy: el Consell la mantiene todo el año


La línea 5 del TRAM (que une Playa de San Juan con la Puerta del Mar) mantendrá su servicio todo el año. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció ayer que finalmente la conexión no se paralizará hoy de manera temporal, como había comunicado FGV. Esta conexión entre la zona del Postiguet y San Juan se habilitó de manera temporal el pasado verano, para hacer frente al incremento de demanda durante el verano. Ante la buena acogida y tras las quejas a nivel político por la supresión temporal del servicio, la Generalitat ha decidido prolongar su funcionamiento de manera indefinida. El anuncio se produjo horas después de que, en el Pleno de Alicante, todos los grupos aprobasen una declaración para reclamar al Consell el mantenimiento ininterrumpido de la línea. Finalmente, el servicio no se suspenderá.