ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

jueves, 27 de abril de 2023

Mural de Picasso en la UNESCO de París. "La caída de Ícaro". 1958

 

  Pablo Ruiz Picasso creó mural se titula "La caída de Ícaro", son 40 paneles numerados, 8 X 10 metros. Tiene 90 m2 (metros cuadrados) lo pintó en Cannes, entre 1957 y 1958

En la inauguración estuvo su hijo Paulo

Encargo de la sede de la UNESCO en París para decorar un vestíbulo.




Picasso muestra las dimensiones de este mural de las siguientes medidas: 8 X 10 metro.

Bocetos: Hizo 14 dibujos preparatorios,



En septiembre de 1958, Picasso termina “La caída de Ícaro”, un mural para la sede de la UNESCO en París. Inicialmente titulada “Las fuerzas de la vida y del espíritu triunfante del Mal”, la composición perderá este título desde que Georges Salles en 1958 le da el título actual, por lo tanto y por extensión el símbolo de la lucha del bien y del mal.

 

 

 El mito de ÍCARO (Se refiere a las empresas imposibles)

En la mitología griega, Ícaro (en griego antiguo, Ἴκαρος, Ikaros) es hijo del arquitecto Dédalo, constructor del laberinto de Creta, y marido de una esclava llamada Náucrate.1

Ícaro estaba retenido junto a su padre, Dédalo, en la isla de Creta por el rey de la isla, llamado Minos.

Dédalo decidió escapar de la isla en secreto, pero dado que Minos controlaba las aguas y la tierra, Dédalo se puso a trabajar para fabricar alas para él y su hijo, Ícaro. Enlazó plumas entre sí uniendo con hilo las plumas centrales y con cera las laterales, y le dio al conjunto la suave curvatura de las alas de un pájaro. Ícaro a veces corría a recoger del suelo las plumas que el viento se había llevado o ablandaba la cera.

Cuando al fin terminó el trabajo, Dédalo batió sus alas y se halló subiendo y suspendido en el aire. Equipó entonces a su hijo de la misma manera, y le enseñó cómo volar. Cuando ambos estuvieron preparados para volar, Dédalo advirtió a Ícaro que no volase demasiado alto porque el calor del sol derretiría la cera, ni demasiado bajo porque la espuma del mar mojaría las alas y no podría volar.

Pasaron las islas de Samos, Delos, Paros, Lebintos y Calimna, entonces el muchacho comenzó a ascender. El ardiente sol ablandó la cera que mantenía unidas las plumas y estas se despegaron. Ícaro agitó sus brazos, pero no quedaban suficientes plumas para sostenerlo en el aire y cayó al mar. Su padre lloró y lamentando amargamente sus artes, y, en su memoria, llamó Icaria a la tierra cercana al lugar del mar en el que Ícaro había caído.2

Dédalo llegó sano y salvo a Sicilia, donde quedó bajo la protección del rey Cócalo.3​ Allí construyó un templo a Apolo en el que colgó sus alas como ofrenda al dios.

Pausanias cuenta una versión más prosaica en la que ambos huían de Creta en pequeñas barcas, para lo cual Dédalo inventa el principio de la vela, desconocido hasta entonces para los hombres. Ícaro, navegante torpe, naufragó frente a la costa de Samos, en cuyas orillas se encontró su cuerpo. Heracles le dio sepultura en esa tierra, que desde entonces se llama Icaria, y el mar que está junto a ella recibió el nombre de mar Icario.

Ramón Palmera. (Ver fotos de la charla-coloquio en la AAA de Alicante, 24-04-2023)

Año de Picasso. 

50 años de la muerte de Picasso en la revista Meer / International