ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

viernes, 8 de mayo de 2009

"El artista debe ser arriesgado". Juan Usle


(Pequeño y reciente Untitled (57 x 40 cm, de 2005-06) subió por encima de estimación de 10.000-15.000 libras, y llegó a las 17.300 libras (algo más de 23.000 euros) mostrando una vez más el interés creciente en este pintor).

Juan Uslé (1957) vive y trabaja entre Saro (Cantabria) y New York.

La obra de Uslé se reconoce como una de las más evocadoras de su generación. No obstante, el trabajo de Uslé es de una gran complejidad. El artista no ha bloqueado su propio desarrollo ni en temas ni estilos. Al contrario, sus obras han recorrido diversas opciones, siendo fiel únicamente a esa deriva permanente, fluida. Para la Colección Fundesco, Uslé ha realizado nueve acuarelas que pertenecen a la serie producida en la ciudad danesa de Lund. Estos trabajos se colocan en el filo de la fragilidad y el misterio. En la síntesis que se percibe entre espacio y color hay un intenso lirismo que se apoya en una estructura simple, en la que desempeña un papel dominante la ordenación de la superficie en bandas y la manera de graduar el color con un tratamiento de aguada.

-Sigue viviendo en Nueva York, ¿cuáles son las diferencias entre la pintura/arte americana y europea?
-Los americanos parecen más asépticos, categóricos, higiénicos; parece que les pesa menos la memoria al hacer arte y quizás por ello parecen ir más directamente al grano. Aunque no siempre quiera esto decir que es ahí donde haya más sustancia, sino que es más nítido y legible lo expuesto. Pero cada vez es más difícil diferenciar, continentalmente, entre anorexia y bulimia. Donde sí veo más diferencias es entre lo anglosajón y lo latino, aunque las “diferencias” parecen fundirse cada vez más en esta especie de cirugía cosmo-estética-conceptual. Goya, por ejemplo, maravilla ahora, en el discurso germano-anglosajón, pero más bien depilado, en fotocopias o por imágenes digitalizadas, pero difícilmente pasaría una prueba de higiene cultural anglosajona en su época. Nada que ver con las vomitonas sintéticas de Jonathan Messe que tanto deleitan.
Al final siempre te quedas con el carácter y la hondura de una sintaxis, sin importar demasiado el lugar donde nació o produjo la obra su autor.