ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

jueves, 17 de marzo de 2011

Por qué no interesa las hidroeléctricas en España, cuando somos un país montañoso

Las energías que no son absolutamente segura de producir, no interesan a largo plazo.

Por qué no interesa las Centrales hidroeléctricas en España, cuando somos un país montañoso, y con suficientes precipitaciones en invierno, cuando vertimos a los mares más del 70 % del agua de lluvia que recibimos.

La respuesta es sencilla, la energía depende de los intereses económico de cada momento, ni a Repsol, ni a la eólicas, ni al carbón les interesa las hidroeléctricas. España divida en reinos taifas, ha perdido la fuerza de la unidad y de la gobernabilidad nacional, y no puede hacer un un solo embalse más de lo que ya existen. Muchos embalses podrían ser aprovechados para centrales hidroeléctricas. No se hacen por las presiones políticas y económicas. ESPAÑA, si se pone las "pilas", nunca mejor dicho, podría prescindir de centrales nucleares, y con el tiempo hasta del petróleo.

Centrales hidroeléctricas en España

Las cerca de 800 centrales hidroeléctricas tienen un rango de tamaño mucho más variado que las centrales térmicas. Las 20 centrales de más de 200 MW representan en conjunto el 50% de la potencia hidroeléctrica total instalada. En el otro extremo, existen centenares de pequeñas instalaciones con potencias menores de 20 MW.

La potencia hidroeléctrica total instalada en 2000 era de algo más de 20.000 MW. El criterio de distribución de las centrales obecede a la existencia de caídas de agua con la suficiente altura y energía. Existen, por lo tanto, densas concentraciones de centrales en las montañas del ángulo noroeste y en el Pirineo, donde empezaron a construirse desde principios del siglo XX para abastecer de energía a la industria catalana.

Otras centrales se reparten más aleatoriamente por las montañas del interior de la península, aprovechando los puntos donde existe agua y desnivel suficientes ligados a núcleos montañosos. La mayor concentración de grandes centrales se da en la caída de los ríos Duero y Tajo cuando abandonan la Meseta, ya en la frontera con Portugal. Las centrales de Villarino, Saucelle, Aldeadávila, José María de Oriol y Cedillo, suman nada menos que el 20% del total de la potencia hidráulica instalada en el país, y el 7% de la potencia eléctrica total.

El mapa representa las centrales mayores de 20 MW. Se indica el nombre de las 10 centrales mayores de 300 MW.



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